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Madridismo de ultramar pero sin red

Madridismo de ultramar pero sin red

Escrito por: Julia Pagano31 enero, 2019
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Como madridista de ultramar, no puedo negar cuánto debo a las redes sociales y a las tecnologías de la información en mi forma de vivenciar el fútbol. Una vez vencidos los prejuicios que, pese a mi relativa juventud de entonces, me mantuvieron por largo tiempo al margen de ese mundo virtual que transitaba más allá de la pantalla del ordenador; una vez hube claudicado a abrir las correspondientes cuentas en Twitter y Facebook, a suscribirme a una cantidad razonable (?) de medios de prensa on line y a recibir a las noticias sin la intermediación de las cadenas locales; una vez empecé a ver algunas transmisiones en tiempo real e interactuar con otros aficionados que estaban en el lugar de los hechos o por allí cerca; una vez hice todo eso, se produjo un cambio radical no sólo en hábitos y emotividades de la hora, sino en el acto de experimentar y ejercer mi condición de madridista.

Al cabo de casi diez años frecuentando internet, puedo decir que he reunido un grupos de verdaderos amigos, una suerte de cyberpeña donde la distancia no interfiere en la pasión. Comentar un partido con uno que está en el Bernabeu y otro en Tokio se ha vuelto un evento natural, como lo son la discusión -a veces airada-, el análisis, hasta el cotilleo de salón. Compartir las broncas de una derrota o la euforia de un triunfo, indignarse a coro con las barbaridades arbitrales o fastidiarse con las prebendas y abusos de ya-sabemos-quienes consolidaron y potenciaron mi espíritu merengue de una manera impensable cuando apenas teníamos acceso a unos segundos en el resumen deportivo dominical y algunos recuadros en los diarios o revistas.

Pero hay situaciones que siguen siendo irremplazables. Cuando al menos dos o tres veteranos, en cualquier parte del mundo, se sientan en torno a una mesa ante un aparato de TV tan pronto suena el nombre del Madrid y comienza a fluir el diálogo, se desencadena un fenómeno que ninguna realidad virtual puede emular ni mucho menos equiparar.

-Mirá, volvió a ganar el Real… - dice el más parco, con satisfacción pero sin entusiasmo.

- Sí, viene ganando… como tres veces seguidas… pero ya no me causa esa alegría… - empieza a hilvanar su respuesta el que lleva talante de pensador sensible - Este Madrid de Solari me hace acordar a los tiempos de Mourinho, a la última etapa. Ganaba de todo, o más o menos, pero hasta me provocaba fastidio.

Se me encienden todas las alarmas. Los otros lo interrogan en silencio con gesto desconcertado. Algo inquietante anida en ese descargo; pero por educación y experiencia, cuando quien peina canas se despacha con una confesión de semejante tenor, a una -que ya empieza también a exhibir algún que otro cabello plateado- no le cabe más que callar y prestar oídos a lo que sigue.

- Aquel equipo incómodo, de jugadores conflictuados. Los rumores, las peleas que nunca quería reconocer, pero que el malestar latente confirmaba. Los absurdos de Mou, no digo sus berrinches que siguen siendo folclóricos; pero aquello de poner y sacar jugadores sin sentido, hacerlos jugar en posiciones que no eran las suyas, hacerse traer hombres para puestos que estaban mejor que cubiertos… Y todo el affaire Casillas, que ahí se me terminó de caer del todo.

Ahí me puso el dedo en la llaga. Nunca he ocultado que profeso un incipiente mourinhismo, que tampoco es una definición técnica, sino más bien una empatía innata. Acaso porque fue durante su gestión que comencé a seguir con más regularidad los avatares del Madrid en coincidencia con esa tecnologización que refería párrafos atrás. Pero es que también tenía un cuadro del que era inevitable fascinarse. Un elenco de nombres que, es verdad, a poco iban migrando o diluyéndose entre el banquillo y el mercado de pases, y así vimos desfilar a Kaká, a Higuaín, a Özil, a Khedira, a Di María… y a Iker. Algunos dijeron pestes del Real luego de sus respectivas salidas, otros guardaron silencio, pero Iker explicó una y mil veces que su partida no tenía nada que ver con el club del que es fanático inconmovible, sino con el míster de turno a su turno.

Advierto que estoy pisando hielo delgado, un punto álgido del madridismo, ahí donde las aguas se dividen. Es virtualmente imposible estar con Iker y con Mou sin exponerse a la lapidación o la esquizofrenia. Así que mejor sigo escuchando.

- Pero trajo a Cristiano… - intenta terciar el que la lleva de optimista.

- Cristiano tampoco está más - lo corta en seco el primero.

- Pero no por culpa de Mourinho - se defiende aquel y acota retomando su primer hilo: - Y a Bale

- Vive lesionándose - le vuelve a retrucar, sombrío.

- ¡Y qué querés! Al tranco que lo lleva Pintus… si ese tano es más bravo que un sargento de infantería- salta de nuevo el simpático incapaz de esconder una comprensible predilección por el galés.

- Las lesiones no sólo se producen por las cargas físicas -interviene el único que hasta entonces había permanecido mudo, un sujeto con el respaldo de tantas horas de consultorio como de tribuna- Muchas veces, más de las que creen, tienen una base emocional.

Esta vez las miradas atónitas se ciernen sobre él interrogantes, como si acabase de pronunciar un desvarío o se hubiera expresado en una lengua ignota o ambas cosas.

- Está claro. Las personas comunes, cuando andamos mal de ánimo o deprimidos somos más propensos a sufrir accidentes; los deportistas se lesionan, hasta en los entrenamientos o cargando a sus hijos.

Me suena. No comento. No pienso. Estos tipos siguen echando las cartas sobre la mesa y hasta matándose los puntos entre ellos, aumentan la baza en cada mano.

 - Mientras haya reemplazos… - arriesga ya no tan entusiasta el positivo.

- Bien dicho, ‘mientras’, porque ya nadie quiere jugar en el Madrid.

¿No será mucho? ¿No estará yendo demasiado lejos nuestro amigo, el melancólico?  Me da miedo preguntar, pero no hace falta.

- No se habló más de Hazard, ni de Kane, ni de Lewandoski; y ellos tampoco han vuelto a manifestar ningún deseo de venir al club.

- Ya vimos que la política del club se aparta de las grandes contrataciones - corrobora con apoyatura científica el galeno.

- Este Madrid les quita las ganas a todos. Tampoco se habló más del regreso de James, de Achraf, de Mandzukic, de…

Tienen contratos vigentes en otros equipos! No sería ético - le sale al cruce exaltado el que ya hace rato lo abandonó la sonrisa, pero no ceja en recuperarla - Además para algo invertimos en la cantera.

- Solari está empecinado con ‘sus’ canteranos, como si los hubiera parido él. Y apenas sí lucra con lo que heredó de Zidane.

- Con los despojos de lo que dejó Lopetegui, querrás decir.

- ¡Ja! A ese pronto lo veremos en el Newcastle…

- ¿Qué mal te han hecho ‘las urracas’?

Todos ríen. Es evidente que si algo los une es su aversión por el técnico anterior. Mejor dicho, por el resultado de su paso por el club, no es que se lo tomen a lo personal. Me parece.

- Bueno, Florentino tampoco no lo deja gastar en refuerzos - justifica con dejos de protesta más que de defensa ese que todo lo explica.

- Total, que cuando se decide a traer a alguno, aunque sea esos brasileritos que ahora le llenan tanto el ojo, los manda un año a jugar en la B, con el argumento de la adaptación. Como si a un muchacho acostumbrado a jugar en el Maracaná, o en el Morumbí, le hiciera falta hacer experiencia contra equipos de provincias para saber lo que representa el medio europeo.

- La permanencia de Solari a esta altura sólo se justifica porque sale barato. Es personal del club y encima le cuida el presupuesto al presidente - no acierto a descubrir si lo dice con ironía o con franca amargura aquel que tan jocoso se mostraba.

- Ahora demás de los arbitrajes y la prensa, nos tenemos que andar con pie de plomo con eso del fair play económico - sentencia el médico erigido en la voz de la sensatez.

Hace un rato estuve tentada de abrir la boca, de meter mis líneas con la solemnidad de la extra a la que por fin le asignan un bolo con letra, así fuese ‘La mesa está servida’. Decirles que a mí tampoco me ha gustado nunca la confirmación en el cargo de Solari. Estaba bien para el interinato, pero el Real Madrid merece más. Pero mis argumentos eran tan lábiles como que me rechinaba desde el vamos que lo apodaran ‘el Indio’, y no porque albergue ningún prejuicio racista (vade retro) hacia los pueblos originarios de los que tampoco desciende nuestro personaje, sino simplemente por una desafortunada resonancia con el seudónimo de una de las estrellas más oscuras del underground bonaerense con quien comparte el mismo apellido, un musicastro que hasta el día de hoy se revuelca entre la tragedia y la decadencia, convertido inexplicablemente en objeto de culto de varias generaciones de seguidores. Mera coincidencia onomástica, no son parientes. Acaso por eso me caiga aún peor.

Entretanto la rueda prosigue, por momentos parece que fueran a matarse, pero esto no es Twitter.  Discuten, se llevan la contra, vuelven a llenarse los vasos, se ofrecen cigarrillos y se dan fuego entre ellos. Hablan sin tratar de agradar.  Sostienen posiciones inconciliables y todos son incuestionablemente madridistas.  Sin trolleos ni bloqueos conviven en una universalidad sin lugar para las homogeneidades ni la ‘corrección política’.  No sé si son un ejemplo a imitar, ni si nos sería posible. Pero no puedo ocultar que me resultan admirables.

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@juliapaga Madridista allende los mares.

22 comentarios en: Madridismo de ultramar pero sin red

  1. Gracias por el artículo. Aquí,esperando el próximo y que esté a la altura de las expectativas generadas; es uno de los problemas de quien escribe bien, je je...

    –"Este Madrid les quita las ganas a todos. Tampoco se habló más del regreso de James, de Achraf, de Mandzukic, de…". Supongo que el hincha argentino del Madrid se refería a Kovacic...

    1. Supones bien respecto al balcánico, suelen darse esta confusiones con los nombres centroeuropeos por estas costas al igual que con los gentilicios, da lo mismo serbio, croata o esloveno. Los inmigrantes ya no nos corrigen. Mientras no les llamemos yugoslavos.

      Para quedar parejos, el hincha de marras era uruguayo, al igual que el médico, aunque ambos asentados en Buenos Aires hace años, lo mismo que la testigo e infidente. El único local es el optimista.

      Gracias por los elogios inmerecidos. Tampoco he de negar que los halagos me alientan a seguir dándole a la tecla, así que descuenta que si la paciencia de los editores lo ampara, vendrán nuevas notas (algo ya hay en carpeta para la previa del 12/2)

  2. Siempre hay y habrá opiniones de todos, pero hay una cosa que tengo muy clara: la mayor parte de la gente que conozco (madridista, cuidado) en enero-febrero del 98,2000,2002, 2014, 2016,2017 y 2018 dijeron "con este juego de pena, viendo como la cagamos, no ganamos la Champions ni de coña" (quizás en el 2017 se dijo menos, pero se dijo cuando perdimos el primer partido en Sevilla y se rompió la racha)
    Ahora digo a la gente que igual ganamos la Champions, y me vuelven a decir lo mismo que en esos 7 años mencionados. Tengo claro que el Madrid gana a pesar de la mayor parte de su afición. No sé de donde demonios sacan fuerzas, pero son capaces de ganar en las peores condiciones y en contra de la opinión de la mayoría, incluidos los propios madridistas.

    Llevo unos cuantos partidos viendo un equipo que recupera lesionados, que tiene buena forma física, se entona en defensa, va recuperando el nivel en jugadores clave, y juega un fútbol de toque rápido, bonito y eficaz, así que: "cuidado, pero estos cabrones son capaces de volver a hacerlo"
    Hala Madrid, y nada más.

    1. Toda la verdad has dicho Yebrita, son más que capaces de todo en este momento, llevan varios partidos poniéndose a prueba, gustándose, solo me quedo en la duda de si no habrá empezado pronto la carrera nuestro galgo, espero que no, pero cómo corre ¿eh?
      Lo siento por el pesimista de la historia, pero este equipo y los de Mouriño tienen en común poco o nada

      1. Si, también me hago la pregunta de si no habremos empezado demasiado pronto con nuestro sprint final, y espero que no nos pase facture. Espero y deseo que no, porque la verdad es que desde agosto a diciembre hemos estado bastante bajos, y ahora hay que cubrir de enero a primeros de junio....creo que es posible, no es tanto,y supongo que Pintus, que no es novel en estas lides, habrá tenido en cuenta todo.
        Estando en forma, a mi sólo me da miedo el VARsa, pero el Barça?? No es la primera vez que tenemos que ganarles con 10 y robos acumulados en contra a lo largo de un partido. Estando a tope somos capaces de todo, y veo que se está llegando al punto óptimo.

  3. La verdad es que no necesito escuchar a los contertulios de Julia. Cada noche en El Radio, Richard Dees nos pone gentilmente ejemplos de las opiniones vertidas. Básicamente los periodistas deportivos españoles dicen las mismas cosas. Y la afición no hace más que repetirlas como loros -o casi.
    Es muy sano leer La Galerna y escuchar El Radio. Sé perfectamente que son medios con sesgo, pero es que la única manera de corregir una fuerte deriva es orientar la nave en dirección contraria.

  4. Lo curioso será entonces que estos parroquianos no acceden regularmente a la prensa española. Consumen cadenas informativas tipo ESPN y Fox en sus ediciones para la región, y algo medios por internet. Opinan más que saben, vivencian más que analizan. Sorprenden, al menos a mí.

  5. A mí también me tocó la llaga porque yo también profeso un cierto mourinhismo 😉 también pienso que no se puede soplar y sorber al mismo tiempo...o lo que es lo mismo, estar con Mou y con Iker...

    Me ha gustado ese madridismo de ultramar sin red, creo que no se diferencia mucho del de aquí....del de sin red, claro está....

    Saludos, Julia

    1. Ese es un conflicto que aquí -entre nous- no consigo elaborar. Mou o Iker, that it's the question. Por eso guardo silencio cada vez que surge el tema. Estoy como entre ángeles y demonios.

      Más allá de estos dilemas, me gustaría tanto conocer al madridismo sin red de los cafés y las peñas de la península...

      Gracias por tus palabras siempre tan cálidas.

      Abrazo

  6. Muy buenas Julia !!! Saludos .
    Ese madridismo que Ud nos narra también lo veo yo aquí en la península .
    La conversación que acabo de leer es casi calcada a la que oigo en un mi pueblo natal , en la provincia de Córdoba , cuando estoy allí de vacaciones , ó , fin de semana y veo los partidos del Madrid en un bar . Todos repiten como loros lo que la prensa ha dicho . Y , no precisamente la ESPN , ó Fox , pero las conversaciones son casi idénticas .

  7. Buenas tardes, no voy a polemizar con el contertulio que se metía con Mou, y que el Madrid no jugaba a nada o que cambiaba a jugadores( sobre todo a los que no corrían) sin ton ni son, para la información del señor este decirle que en la 2010-11 la 1ª de Mou, el equipo le gano la Copa del Rey, al equipo catalán, en la liga metió 103 goles por 95 de los catalanes, quedándose a puntos del Varcelona, después de que los árbitros nos machacaran y torturaran un domingo tras de otro. En la 2ª temporada, ganó la liga con récord de puntos y goles, no superado hasta hoy. En la 3ª, los jugadores directamente le hicieron la cama, con lo cual cualquier análisis es una perdida de tiempo. Alucino con la gente que ve las cosas en el campo y las conclusiones que saca son contradictorias con lo que estás viendo. En fin que le vamos a hacer
    Saludos blancos, castellanos y comuneros

    1. Yo tampoco arriesgaré a pasarle estos datos. No ha quedado usted menos desconcertado que yo al escucharlo de primera mano. Pero con el carácter de ese tipo, antes que responderle, preferí contarlo en el artículo

  8. El Madrid es ese equipos que sin jugar a nada tienes mas titulos que nadie. Y eso le jode a todo el mundo porque no tienen cojones a explicarlo.

    1. Yo tampoco arriesgaré a pasarle estos datos. No ha quedado usted menos desconcertado que yo al escucharlo de primera mano. Pero con el carácter de ese tipo, antes que responderle, preferí contarlo en el artículo

  9. ¿Por qué el madridista no es feliz?
    Yo no lo puedo entender. Como ya escribí hace unos días en otro comentario, el día que vi (in situ) ganar la séptima, me sentí tan feliz que me dije que a partir de entonces todo lo que ganaran sería por añadidura, que yo ya tenía suficiente.
    Imagínense lo que ha venido después...
    Un saludo

    1. Creo que es de esos tipos que no es feliz con nada, nunca llega a la felicidad completa porque todo lo analiza desde veinte perspectivas diferentes. No es de los tipos con los que me guste confrontar, pero a veces, escuchándolo -y lo hago con frecuencia- en medio de sus diatribas, descubro algunos hilos de sensatez o al menos de vetas de observación que hasta entonces me pasaban inadvertidas.
      El melancólico del cuento es difícil de abordar y a veces calla largo y tendido, pero cuando habla siempre sorprende. Pero esta vez, con eso de que Solari le recordaba a Mou, me dejó helada (y eso que aquí andamos con temperaturas por encima de los 40º), tuve que superar la parálisis que me produjo el impacto para decidir dedicarle unas líneas.
      Gracias por tu comentario. Saludos!!!

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