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Hojas de periódico en llamas

Hojas de periódico en llamas

Escrito por: Mario De Las Heras20 mayo, 2016
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Yo me preguntaba qué sería la Copa de Europa. Cuando nací las seis que atesoraba el Madrid yo las tenía tatuadas en la espalda como la niña de Waterworld el indescifrable mapa a tierra firme. Todo el mundo la buscaba en un planeta apocalíptico. En la Juventus jugaba Zizú antes de su reencarnación, y también Inzaghi, Davids, y, sobre todo, Del Piero, que fue uno de esos madridistas de estirpe que, en su caso, le juró fidelidad eterna a la Vechia Signora: un hombre, un valiente, un santo.

Fue Hierro quien dejó seco a Pinturiccio. Y a partir de ahí el Madrid fue reescribiendo su leyenda en noventa minutos después de treinta y dos años. Aquel día Redondo en los medios fue ese fajador con frac al que Davids le sacaba la camisa del pantalón en cada lance. Redondo jugaba con los zapatos limpios y la camisa por fuera de tantos tirones mientras le ondeaba la cola de la chaqueta que perseguía Deschamps como un perrito joven, juguetón.

Redondo fue tan maravilloso como Modric, un tipo que conducía y protegía con una estética de Proust (un tipo al que Proust hubiera descrito como a uno de sus salones elegantes) y unos redaños también estéticos que elevaron la vulgaridad de todo aquel que pretendía oponerse en ese centro del campo brillante de mármol.

Allí estaban Seedorf y Karembeu, dos caníbales delicados, madridistas de modales. Roberto Carlos chutó suspendido en el aire con una violencia modernista tras un rechace. Un chut de Matrix. Yo le vi volar desde todos los ángulos. El campo giró con la pierna del brasileño como el percutor del rifle de King Schultz. El balón lo rechazó la defensa, pero quedó suelto en el área tocando con sus botes las teclas de un piano. Yo escuché un chillido de terror. Allí estaba Pedja poniendo hojas de periódico en llamas en los agujeros de las madrigueras de los conejos hasta que cazó uno. Lo cogió de las orejas con el pie derecho y se lo llevó prendido de un toque sutil, perfecto. Luego hubo magia y el conejo se hizo pelota que voló por una esquina de Peruzzi (Peruzzi era un edificio) de una sacada de chistera de su zurda. Voló, voló y la red lo acogió como guiada por la mano de una dulce niña empuñando un cazamariposas.

Así que eso era la Copa de Europa. Era Mijatovic haciendo bailar sus carrillos y sus rizos con la locura de un carromato de colono poniendo a temblar sus herramientas y enseres por los baches del camino. Yo le vi venir a mí al galope, a Pedja. Todos lo vimos acercarse, llegar y atropellarnos mientras ya nos revolcábamos, gozosos, sobre la tierra.

Septima Mijatovic

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Ha trabajado en Marca y colaborado en revistas como Jot Down o Leer, entre otras. Escribe columnas de actualidad en Frontera D. Sobre el Real Madrid ha publicado sus artículos en El Minuto 7, Madrid Sports, Meritocracia Blanca y ahora en La Galerna.

8 comentarios en: Hojas de periódico en llamas

  1. Muchas vinieron después y muchas más vendrán, pero como la séptima, ninguna. Para los que ya hace mucho que no peinamos flequillo, aquello fue como llegar a la tierra prometida, después de vagar por el desierto treinta y dos años. Resulta que algunos ahora se quejan por no ganarla todos los años. Cuando aquello los quería haber visto.

  2. Lo vi y viví en Barcelona y puedo asegurar que muchos taxistas, al día siguiente, hubieran querido que su coche fuese blanco. Fue un día en que los muchos madridistas (ocultos) se destaparon.
    Hala Madrid!

  3. Aún cuando lo recuerdo o leo algo sobre ese día me entra una enorme emoción. Fue uno de los días más felices de mi vida como madridista, y mira que nos han dado muchos.
    Saludos y Hala Madrid !!

  4. Con la séptima se acabó una sequía que duró demasiado, que gustazo cuAndo entro el gol de Pedja, por cierto en fuera de juego. JA, JA, JA, JA.

    ¡A mamar! LOL

  5. Fue un miércoles grande, enorme... Muchas bocas culés que callar por entonces. Casi como ahora! Por cierto, yo creo que no fue fuera de juego... Cambiaron la norma años después, como pasa a veces. Alguien puede confirmarlo?

  6. Pero vamos a ver, vamos a ver... ¿Qué cojones de fuera de juego? ¿Estáis influenciados por la Orga y su aparato? ¿Y la no expulsión de Davids, que ni tenía que haber terminado el primer tiempo? Fue un partido maravilloso jugado con los huevos que el Madrid tiene que ponerle siempre y, desde luego, uno de los hitos más meritorios que yo le he visto a nuestro equipo. Quizá el encuentro del que más he disfrutado. ¡Dios, después de 32 años, qué escalofríos, qué lágrimas QUÉ ALEGRÍA! Imposible explicárselo a los jóvenes madridistas. Por siempre, la Séptima estará en un lugar de honor entre nuestras numerosas Copas de Europa, y para siempre estará en la eternidad el GOLAZO de Mijatovic.

  7. Lo viví trabajando en Italia en un Pub con tres milanistas. La dueña me amenazó con el envenenamiento de mi bebida si no me callaba, es juventina. No recuerdo aue nadie protestase por fuera de juego. Eso salió más tarde en los programas deportivos. En el fondo pensé que no se lo creian ni ellos.
    No voy a olvidar el dia y lo recuerdo como uno de los mejores de mi vida.

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