Comenzaremos respondiendo a la pregunta que encabeza este texto con una anécdota no sabemos si representativa, pero sí curiosa. Además de existir similitudes en sus formas en ruedas de prensa, estilo de lidiar con sus futbolistas e incluso desde el punto de vista táctico, sumemos este dato: tanto Mourinho como Xabi Alonso arrancaron su etapa en el Santiago Bernabéu venciendo al CA Osasuna por la mínima. Mourinho lo hizo el 11 de septiembre de 2010 con gol de Carvalho. Xabi lo acaba de hacer con gol de Kylian Mbappé.
Mou y Xabi tomaron las riendas de un equipo que venía de no conseguir ninguno de los tres grandes títulos de la temporada anterior (ni Liga, ni Champions ni Copa), y con su estrella como máximo goleador del equipo (Cristiano y Mbappé, respectivamente). Además, Xabi también llega a quitarle el trono a un Barça que se llevó el gato al agua en España el curso pasado. Similar (en títulos) a lo que había conseguido aquel Barça de Guardiola en 2009.
La otra gran similitud que veo es que, como hizo Mou con Cristiano, Xabi tiene entre ceja y ceja convertir a Mbappé en el mejor jugador del mundo (si no lo es ya).
El nuevo ‘10’ del Madrid ha demostrado tanto ante el Tirol como en el debut liguero que es el líder de este Real Madrid. Su movilidad entre las tres posiciones de ataque, su libertad para bajar a recibir cuando entiende que el equipo no está generando, y su calidad para fabricar jugadas como la del penalti, hacen de Mbappé el pilar sobre el que Xabi arma su equipo.
El martes no solo arrancó una nueva etapa. El martes vimos el inicio de una historia que los madridistas ya hemos visto antes
“Aquí nadie tiene asegurado un puesto en el once. Jugará el que lo merece”, dijo Xabi al acabar el encuentro ante Osasuna. Lo que me gusta del donostiarra es que sus decisiones reflejan lo que dice. No le tembló el pulso para sacar a Vinícius —que no había tenido su mejor noche— del partido, ni para dar entrada tanto a Gonzalo como a Mastantuono. Esa meritocracia es puro Mou.
La otra decisión importante y valiente es la de seguir dejando a Rodrygo sin jugar. El portugués habría hecho lo mismo en esa situación. Si bien Xabi evitó darle importancia, diciendo que “es solo un partido”, está claro que no se va a oponer a una posible venta del extremo brasileño del Real Madrid. Me parece imposible que tanto el club como Rodrygo aguanten esta tensión diez días más.
Xabi tiene carácter, ganas de ganar, honestidad, no le tiembla el pulso y muestra determinación en las decisiones que toma.
El martes no solo arrancó una nueva etapa. El martes vimos el inicio de una historia que los madridistas ya hemos visto antes.
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Otra cosa en común entre Xabi y Mou es que ambos tendrán que luchar contra la mafia arbitral, mediática e institucional. El negreirato vive, la lucha sigue
Buena comparación, pero estimados, también hay que enumerar algunas cositas negativas que acompañaban al amigo José:
- malas formas demasiado a menudo: son conocidos muchos episodios en donde se pasaba de frenada, incluso llegando al insulto. El episodio del dedo en el ojo a Vilanova (por mucho que se lo mereciera), le enmierdó a el y al equipo. Creo que Xabi es más cuidadoso con las formas. Recordemos que puedes ser muy duro, crítico en inflexible para tener a la gente a ralla, manteniendo a su vez unas formas exquisitas.
- demasiado mal humor: llegaba a transmitir, demasiado, un cabreo permanente. No está mal estar con la escopeta cargada de vez en cuando. Pero recordad, el buen rollo se transmite, y el malo también: hacia los jugadores, aficionados, etc. Y a largo plazo, suele ganar el ambiente de serenidad. De momento, le he visto a Xabi dar algunas malas noticias con una sonrisa. Y eso me gusta.
- o conmigo o contra mí: muy de Mou. O estabas en su bando o contra el. En la gestión de grupos, es conveniente saber utilizar la mano izquierda porque suele haber mucho gris (más que blanco o negro). A ver qué tal maneja Xabi este aspecto, que probable es el más complicado.
No es por quitar merito a las bondades de Jose señaladas en el articulo, pero si por recordar algunos aspectos que le diferencian con Xabi, y poner un poco de crítica a esa batallita madridista que suele ser el "o eres de Mou o le odias". No le sigamos el juego a la prensa, que vive de vender "el madridismo o el antimadridismo".
Hala Madrid.
Pues no estoy de acuerdo. Las diferencias son notorias en cuanto a títulos y situación institucional. El Barça, por entonces, era vigente campeón de Europa, ahora lleva 10 años con sus días y noches sin tocar pelo. En cambio, el Madrid llevaba 7 años sin levantar la orejona y ahora llevamos solo uno, imbuidos en un ciclo victorioso de 6 Champions en 11 años. El presidente de la Casa Blanca era Calderón, ligeramente distinto (nótese la ironía), a Florentino Pérez. Y por último, mientras el Madrid es ahora el club de fútbol con mayor número de ingresos del mundo y por tanto, capacidad competitiva en el mercado, el Barça sólo ha podido acometer el fichaje de un portero por 25 kilos dada su galopante ruina económica. No, lo siento, pero las situaciones son muy distintas. El Madrid, si lo hace bien en el campo (y le dejan los árbitros, la única semejanza con 2009), tiene todas las de ganar, como mínimo en España.