Buenos días, amics. Se viene derbi madrileño en el Wanda y toca, por tanto, confirmar en una ocasión de enjundia el buen andar del equipo en este comienzo de temporada, con Bellingham como principal estandarte, sin menoscabo del eterno Luka, del certero Kroos, del muy implicado Joselu y del estupendo arranque de Carvajal, por citar solo algunos de los jugadores que han comenzado especialmente a tono.
Como ven, es el derbi el principal motivo de las portadas madrileñas, poniendo en el foco ambos medios a los dos mismos jugadores: el citado Jude por parte del Madrid y el francés Griezmann por parte del equipo colchonero, ese que, según ha dicho el entrenador mejor pagado de La Liga, compite cada año con el Madrid sin poder permitirse gastar en fichajes lo mismo que el club blanco.
Ya conocen ustedes la historia. Es tal vez la más vieja jamás contada. Esa de David contra Goliat, esa del pueblo unido (jamás será vencido) contra los fumadores de puros y los comedores de croquetas del palco del Bernabéu, donde -también lo cuentan los viejos del lugar para atemorizar por las noches a los niños- se deciden todas las cosas importantes que más tarde van a influir, siempre para muy mal, en las gentes de buena voluntad, gentes dickensianas, pobres de solemnidad en un mundo injustamente dirigido por el Real Madrid cual Mr. Scrooge. Simeone se sabe de sobra este cuento de Navidad y sale a contarlo cada vez que lo cree necesario, cada vez que se avecina tormenta y, en consecuencia, le duelen las rodillas. No crean que lo hace para victimizarse y, por lo tanto, caer siempre de pie pase lo que pase (en absoluto y tal y tal), sino porque el pueblo necesita relatos que configuren carácter y doten identidad para cuando vengan mal dadas, no vaya a ser que la realidad se imponga algún día y lo que sus hipócritas voceros llaman pueblo se ría en la cara de quienes pretenden ser sus representantes y benefactores mientras cuentan billetes en sus mansiones.
De clase habla la portada de Marca, y no sabemos bien si se refiere a las clases sociales que confecciona a su antojo Simeone en sus frecuentes y pueriles alharacas o a la clase de tragaderas que hay que tener para creerse que dicha confección es inocente y no interesada.
Pero si de cuentos va la cosa, no hay mejores relatores que los parroquianos culés, a quienes ni Negreira toca pese a tanto haberles tocado, a quienes sus pelín sospechosas inscripciones in extremis, Tebas mediante, ayudaron a la remontada de ayer contra el Celta de Vigo. 0-2 se había puesto el equipo gallego a falta de unos diez minutos para el pitido final, tras perdonar quizás otros tres o cuatro goles, pero la cosa acabó 3-2, tras firme arreón y plena efectividad del Barcelona, mientras el equipo de la pegada es otro, ya saben.
No podemos sino asumir como lógica la efervescencia celebratoria de Sportivo (léase también Mundosport) esta mañana. Hay que reconocer que remontar dos goles en apenas seis minutos (versión Sport) o en apenas nueve (versión Mundo Deportivo) no es cosa menor, y más teniendo en cuenta que sabemos bien lo que es eso, si bien debemos reconocer que no tanto en un partido de la sexta jornada de liga contra el Celta, cuanto en eliminatorias decisivas de Champions contra el Chelsea, el PSG o el Manchester City de -oh, my sweet Lord- Pep Guardiola.
No es posible precisar con exactitud cuánta responsabilidad tuvo el Celta en el resultado final, pero aparte de la ya mencionada falta de acierto de cara al gol, creemos entender que encajar tres goles en menos de diez minutos es un demérito notable que el bueno de Rafa Benítez haría bien en mirarse, no vaya a ser que, en futuras ocasiones, tenga la tentación de dar el partido por ganado y, por ejemplo, vuelva a cambiar a Iago Aspas, que tan bien estaba soltando los ataques de su equipo.
En todo caso, no podemos negar el mérito culé, niños. Jamás nos atreveríamos. El mundo debe seguir su curso maniqueo donde los malos, vestidos de blanco, sigan siendo muy malos para que los expoliados del mundo, adorables en su antimadridismo, puedan seguir odiándolos con fervor en sus fogatas nocturnas. Pese a todo, en nuestra ingrata labor de aguar navidades a los pobres, ganemos el derbi e intentemos pasar un buen día, culpables como somos.
5 comentarios en: Cuéntame un cuento y verás qué contento
No recuerdo haber visto un partido de baloncesto , con el Real Madrid de por medio, donde los árbitros hayan estado tan acertados en sus juicios. Estoy que no salgo de mi asombro. Media parte ejemplar. Sin que los trencillas estén condicionados por el marcador. Dudo mucho que al finalizar el partido mi sensación sea similar.
*Me da que aquí hay gato encerrado.
Omertá, ningun medio proporciona imágenes de un posible penalti de Gavi a un jugador del Celta, que acarraría expulsion. Sólo he visto la noticia en El Español, pero sin video (solo fotos). Por supuesto, el Celta callado, pues no jugaba contra el Madrid.
Si alguien tiene video de la jugada que lo comparta.
Qué robo de derbi. Yo no salía al campo en la segunda parte
Por no escuchar a los de movistar y sus continuas loas a Javi Hernández y su tropa, puse el audio en gallego, pese a no entender muchas cosas y porque pensé que no irían a favor del farsa.
Así era, pero para mi estupefacción, en una jugada, creo que la del penalty de Gavi, dijeron "si llega a ser a favor del MADRID o del barsa, lo hubiera pitado seguro".
Metieron en la ecuación al Madrid sin venir a cuento, como el otro día en el Osasuna -farsa con aquello que cantaba la grada de "hasta los huevos de barsa y de Madrid".
Tremendo.
Increíble lo de hoy. Esto no puede quedar así. Hoy tendríamos que haber abandonado el campo ante semejante ejercicio de cinismo. Nos roban y se ríen a la cara.