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Crónica de los incidentes de Saint-Denis (Fondo del Madrid)

Crónica de los incidentes de Saint-Denis (Fondo del Madrid)

Escrito por: Athos Dumas1 junio, 2022
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Voy a tratar de transmitir lo que viví, lo que vi y lo que me ha contado mucha gente de total confianza, a la entrada y a la salida del Stade de France, en el fondo donde nos ubicamos los aficionados madridistas.

Mi testimonio, a mi juicio, tiene el valor y el plus de que no tengo en absoluto ninguna animadversión hacia Francia ni hacia los franceses, bien al contrario, ya que, como sabrán muchos de nuestros lectores, mis orígenes proceden del país vecino, y mi padre, a quien siempre he adorado, era de nacionalidad francesa y nacido en París. Toda mi cultura es francesa y casi todo lo que leo es en francés ya que la literatura en dicho idioma es mi preferida, con diferencia.

Dicho esto, y quizás por lo anteriormente descrito, el sábado 28 de mayo hubo varios momentos en los que sentí auténtica vergüenza de llevar en mis venas sangre francesa. Seguro que mi padre, caballero sin igual y socio madridista desde el lejano año 1929, también habría sentido la misma vergüenza por su propio país.

Nunca entendí muy bien por qué en su momento se construyó el estadio que iba a albergar la final del Mundial de 1998 en esa localidad. Está situado en el municipio de Saint-Denis (municipio totalmente distinto al de París, aunque mucha gente no lo sabe), en un departamento, Seine-Saint Denis, que es el de más baja renta per cápita de todos los que rodean a París. Un departamento con alto nivel de desempleo y con una mayoría de población joven local que no se integra en el modo de vida tradicional de la República Francesa y a regañadientes traga, sin convicción, con el sistema educativo francés.

Saint Denis

Puede que estas circunstancias hicieran pensar al gobierno francés que el construir un estadio que iba a albergar la Copa del Mundo, y también iba ser sede permanente de las selecciones de fútbol y de rugby, podía dar riqueza al departamento y servir como un cambio de tendencia en una zona que, claramente, no crecía a la par que sus departamentos vecinos, como por ejemplo el más próspero de Francia, Hauts de Seine, que alberga entre otras a la ciudad de Neuilly-sur-Seine, el Pozuelo de Alarcón francés, para entendernos.

Ya en la final de la Champions de 2000, la de la Octava, con un estadio recién construido, hubo algunos leves incidentes en los accesos al estadio, sobre todo cerca de las bocas de metro, en los que aficionados tanto del Valencia como del Real Madrid fueron molestados y algo agobiados por jóvenes de la localidad de Saint-Denis, pero en aquel entonces la seguridad existía y las zonas habilitadas para aparcar autocares y coches particulares no sufrieron prácticamente incidentes. La semilla maligna estaba ahí, pero en aquella ocasión desde luego no pasaron grandes anomalías reseñables.

Lo de 2022 ha sido, créanme, terrible. Al llegar a la fan zone del Madrid, ya a punto de cerrar, se notaba que no era una zona adecuada, por ejemplo comparándola con la de Lisboa, que tuvo lugar en la majestuosa y amplia Praça Dom Pedro IV, en pleno centro histórico. La de Saint-Denis estaba encajonada en una pequeña plaza con malos accesos, junto a la Basílica donde reposan los restos de los reyes de Francia.

Todos los que íbamos juntos pusimos nuestras mochilas en nuestro pecho, ya no en la espalda, y protegimos nuestras carteras y nuestros móviles. Los teléfonos móviles era el bien más preciado para los posibles rateros, ya que la mayoría de las entradas para acceder al campo eran digitales y para activarlas eran imprescindibles los móviles

Mucha suciedad, toneladas de vasos rotos en el suelo y junto a los árboles, y cuando yo llegué, había menos seguidores madridistas que chavales de la propia localidad. Todos los que íbamos juntos pusimos nuestras mochilas en nuestro pecho, ya no en la espalda, y protegimos nuestras carteras y nuestros móviles. Los teléfonos móviles era el bien más preciado para los posibles rateros, ya que la mayoría de las entradas para acceder al campo eran digitales y para activarlas eran imprescindibles los móviles.

Ya empezamos a encontrarnos con conocidos que habían padecido algún susto en forma de tirones de bolsos o robos de carteras. Los numerosos aspirantes a delincuentes se acercaban a nosotros con una cierta simpatía, diciendo que eran del Madrid o fans de Benzema. Así pues, no nos entretuvimos más por la fan zone, y nos dirigimos al estadio, mucho antes de la hora prevista del inicio, ya que en Saint-Denis ya no había nada que hacer, los bares y terrazas estaban llenos de gente y no era plan el hacer cola para beber una cerveza caliente y estando muy incómodos.

Ya llegando al recinto deportivo, se notaba un caos organizativo total. Ni un solo cartel indicando cual era la zona merengue o la del Liverpool. Suciedad por todas partes y policía absolutamente pasiva cuando alguien se acercaba a ellos para quejarse de un hurto o de un abuso (algo que fue muy habitual aquella tarde, muchas de nuestras mujeres y adolescentes eran molestadas por los franceses del pueblo de Saint-Denis). Lo más que hacían los policías eran el gesto de “¡Circulen!” para que no nos saliéramos del camino hacia el estadio.

Aficionados Real Madrid Saint Denis

De ese modo, llegamos a la primera zona de control, un caos absoluto en el que cientos de personas (y eso que apenas eran las 7 de la tarde) se iban apiñando para pasar por no más de 7 u 8 tornos. Por supuesto, también había aficionados del Liverpool mezclados con nosotros. Lo cual era otro grave fallo de seguridad. He de decir que ni durante la jornada en la que paseamos tranquilamente por París, ni en el estadio vi ni un solo mal gesto ni ningún incidente por parte de los aficionados Reds. Los incidentes, y mi testimonio coincide con el de todos los testigos, es que los incidentes los protagonizaron jóvenes franceses predominantemente de ascendencia magrebí.

Al pasar por los tornos, a más de un seguidor le robaron el móvil y se quedó sin poder ver el partido. Los miembros de seguridad, muy pasivos, como la policía, ante los atracos y los amedrentamientos, en cambio no pasaban una registrando las mochilas. A mí particularmente uno de seguridad me tuvo 3 minutos mirando mi mochila, pese a que solo llevaba otra camiseta del Madrid y un jersey, además de los cargadores del móvil. Como me puso las manos encima para que me echara para atrás, le dije que podía mirar lo que quisiera pero que en ningún caso le iba a permitir que me tocase. Así que también hubo malos modos por parte de la organización, que en ese punto ya era responsabilidad de la UEFA (y no de la policía o del ayuntamiento de Saint-Denis, como en los aledaños).

También hubo malos modos por parte de la organización, que en ese punto ya era responsabilidad de la UEFA (y no de la policía o del ayuntamiento de Saint-Denis, como en los aledaños)

Una vez superados los tornos (con varios aficionados teniendo que dar la vuelta ya que habían comprado entradas falsas, sin saberlo, obviamente), había que subir unos escalones (unos 20 o 25 peldaños), y no vi rampas ni accesos adecuados para minusválidos. Varios de mis amigos me contaron que habían tenido que ayudar a subir a aficionados con muletas o en sillas de ruedas. Al acabar de subir, llegábamos a un pequeño puente sobre un canal acuático.

El puente. Podría ser un lugar de pesadilla, de hecho, lo fue. Hablaremos de él más tarde. Por ahora decirles que TODOS teníamos por allí, un puente estrecho de unos 10 metros de ancho, con barandillas muy bajas a ambos lados. Estamos hablando que por allí pasamos al entrar (y al salir) más de 30.000 personas.

Tras cruzarlo, una interminable fila para acceder a la puerta N, puerta por la que debían de pasar muchas personas, entre ellas los miembros de la grada de animación, pero no solo ellos. Yo, particularmente, tenía que ir hacia la puerta J (el córner contrario a la puerta N), pero para ello tuve que pasar delante de las puertas L y K, completamente saturadas de gente a esas horas ya.

tornos Saint Denis

Una vez en mi localidad, noté que la wifi del campo había sido deshabilitada, o, simplemente, que no funcionaba. Al comprobar que en el Stade de France empleaban la más que obsoleta tecnología 3G, no me lo podía ni creer, era otro aspecto, uno más, de tercermundismo. El fondo del Real Madrid se iba llenando, mientras que el del Liverpool aparecía con muchas calvas y huecos. La explicación, o, mejor dicho, la no explicación, llegó cuando UEFA anunció por las pantallas gigantes que el inicio del encuentro se retrasaba porque había mucha gente que estaba llegando tarde. No se dijo la verdad, un clásico de la UEFA, organismo que se retroalimenta de mentiras y de verdades a medias.

Más tarde, cuando tímidamente volvía a funcionar la cobertura 3G, supimos lo que estaba pasando fuera del estadio, los jóvenes delincuentes locales escalando vallas, los ingleses nerviosos porque no entraban (las entradas falsas del lado inglés eran mucho más numerosas que en el nuestro) y algunos también tratando de colarse, varias cargas policiales y el reparto indiscriminado de gas pimienta para hombres, mujeres, adolescentes y niños.

Como es sabido, el partido empezó con 40 minutos de retraso. Mucha gente estaba nerviosa ya que el metro en París y alrededores no cierra muy tarde y no se había ampliado suficientemente el horario. Y en Saint-Denis hay pocos taxis. Los taxis parisinos parece que no estaban por la labor de acercarse al estadio para recoger a miles de personas. Por algo sería.

Mientras tanto, la máxima autoridad francesa, el presidente de la República Macron, ha estado llamando prácticamente cada mes a Kylian Mbappé para convencerlo de aceptar la oferta de renovación del PSG, cuando tiene a su país patas arriba en términos de seguridad

Lo peor estaba por venir. Una vez acabado el partido, los madridistas, en su mayoría, salimos al mismo tiempo, después de asistir a la entrega de la Copa y ver los festejos sobre el campo. De ese modo, imaginen unas 20.000 personas saliendo prácticamente a la vez, con apenas 5 o 6 minutos de intervalo. HABÍA QUE PASAR POR EL MALDITO PUENTE. Yo había quedado precisamente allí con mis amigos. En mitad del puente. En mala hora.

No había forma de contactar con ninguno de ellos porque no había cobertura. Me metí dentro de la marea humana y me encaminé hacia el puente. Si en ese mismo momento a algún descerebrado se le hubiera ocurrido tirar una bengala, o si hubiese habido un momento de pánico tras el que se hubieran producido carreras o una simple caída, les juro por lo que más quiero que en ese funesto puente se habría producido un segundo Heysel, o un segundo Hillsborough, o un segundo Madrid Arena.

Caminábamos cientos de personas, apelotonados, apiñados y empujados por los que venían detrás, hasta que este servidor, con sudores fríos, llegó a la mitad del puente, por su parte derecha. Como no podía ser de otra manera, habíamos quedado en la parte izquierda. Imposible atravesar el puente de lado a lado, ya que el tsunami humano hacia las salidas parecía no tener fin. Mientras, seguía intentando llamar a los míos, sin lograrlo. Tras 15 minutos esperando, ya cruzaba menos gente y pude cruzar a la parte izquierda. Les recuerdo que las barandillas eran muy bajas, apenas 1 metro de alto, podía haberse caído al canal más de una persona por encima de ellas. Me cuesta trabajo recordar una situación con más inseguridad, estamos hablando de un acontecimiento de primer nivel mundial de audiencia y de interés. El puente era una auténtica y peligrosa ratonera indigna de una final de Champions.

Hinchas Liverpool

Veía a muchas personas mayores, a padres con niños adormilados en sus brazos, a gente con dificultades de movilidad y pensaba que todavía tenían que bajar por los 25 peldaños de camino a la salida. Por hablar de todo, tampoco la UEFA había previsto poner suficientes tiendas de souvenirs de la final, y además las pocas que había estaban cerradas al acabar el partido. Tampoco en el estadio había suficientes bares, el ir a comprar agua había supuesto hacer una cola interminable de 20 minutos. Otro “acierto” más de la bochornosa e indignante organización del evento.

Por fin me pude juntar con mis amigos. El partido había acabado hacía más de una hora y cuarto. Yendo hacia la salida, decenas de policías colocados como en el Paseo de Estatuas del Retiro de Madrid, con cara de pocos amigos, sin ayudar a la gente con minusvalías e indicando únicamente el camino de salida, camino que, por cierto, estaba infestado de cristales rotos y de basura por toneladas.

Volvían a verse a los jóvenes y muy molestos chavales locales, vecinos de Saint-Denis, incordiando a cada mujer y a cada niña, acercándose peligrosamente para ver si todavía podían hacerse con alguna cartera o con algún móvil de los asistentes al partido. Varios aficionados estaban asustados por tener que atravesar de nuevo las calles de ese infierno en busca de los autocares (que tenían hora fija de salida) o de sus vehículos particulares. Los muchos que tenían que tomar el metro (a punto de cerrar sus puertas), no las tenían todas consigo, ya que eran seguidos por las hordas de delincuentes que no se despegaban de ellos.

Testimonios de lo que pasó antes y después de la final ya habrán leído muchos. La inseguridad había sido absoluta, y la negligencia fuera del estadio era responsabilidad total de las autoridades francesas, no lo olvidemos. Insisto en que no vi ni percibí malos modos por parte inglesa. Muchas familias pasaron miedo, protegiéndose unas a otras, y, para colmo, cuando pudieron llegar hasta sus vehículos, cientos de ellas contemplaron horrorizadas cómo sus coches habían sido destrozados: lunas rotas, retrovisores por el suelo, arañazos, ruedas pinchadas, maletas y mochilas robadas, objetos personales desaparecidos. Todo ello en aparcamientos de pago (al aire libre) supuestamente vigilados.

Se encontraron con auténticas escenas de después de una batalla, y aquellos que iban a pedir explicaciones a la policía se encontraban con que estos se encogían de hombros y les remitían a denunciar el hecho en la comisaría del distrito o a llamar a sus respectivos seguros automovilísticos.

Actos vandálicos coches

Todo eso no me lo tiene que contar nadie. En la ruta de regreso en coche hacia Madrid, en cada gasolinera o cafetería en la que parábamos, numerosos madridistas nos enseñaban el estado de sus coches, de sus caravanas, de sus furgonetas. Hice muchas fotos y a muchos les prometí escribir un artículo como este, que espero que llegue al club, para que nuestro Real Madrid eleve una encendida y contundente queja a las autoridades francesas y a la UEFA, para denunciar alto y claro el maltrato absoluto que todos los que fuimos pacíficamente para asistir a una final, en mayor o menor grado, hemos padecido en una jornada aberrante de terror, malos modos e inseguridad absoluta en la ciudad dormitorio de Saint-Denis.

El sacrificio económico (y laboral, y familiar y personal) que hemos hecho casi todos para poder ver a nuestro Madrid levantar la Catorce (y que siempre hemos hecho muy a gusto por el club de nuestros amores) ha quedado lamentablemente muy empañado por todas estas incidencias, vejaciones e incomodidades, por estos asaltos, destrozos, miedos, sinsabores, robos, en definitiva, por unas situaciones vividas en un país que presume de ser la cuna de las libertades y de la democracia.

A muchos les prometí escribir un artículo como este, que espero que llegue al club, para que nuestro Real Madrid eleve una encendida y contundente queja a las autoridades francesas y a la UEFA, para denunciar alto y claro el maltrato absoluto que todos los que fuimos pacíficamente para asistir a una final

Vergüenza máxima para Francia, tengo que decirlo bien alto. No ha estado el país ni sus autoridades a la altura mínima exigida. Mientras tanto, la máxima autoridad francesa, el presidente de la República Macron, ha estado llamando prácticamente cada mes a Kylian Mbappé para convencerlo de aceptar la oferta de renovación del PSG, cuando tiene a su país patas arriba en términos de seguridad. Pues que sepa Macron que el supuesto prestigio de su país ha caído en picado por la aberrante imagen del pasado sábado. En 2 años, los Juegos Olímpicos en París y yo, particularmente, aconsejaré a todos mis allegados que no se acerquen ni a sus alrededores. Lo de intentar acusar a los ingleses, y menos aún a los españoles, no puede colar esta vez. Francia tiene un problema muy grave con la inseguridad y esto se ve reflejado cada vez más en partidos de fútbol, no hay más que ver que allí se concentran cada semana imágenes lamentables, como muestra el pasado domingo con la invasión del campo por los hinchas del Saint-Etienne que agredieron con bengalas a los jugadores del Auxerre. Nada es por casualidad, Monsieur Macron.

Vergüenza máxima para la UEFA, organizando una final en un lugar que no estaba preparado (¡han sido incapaces de organizar algo medianamente bien teniendo tiempo para ello!), cuando, como decía por Twitter mi querido Paul Tenorio, Madrid fue capaz de organizar a la perfección y en solo NUEVE días, una final de Copa Libertadores Boca-River, dos aficiones complicadas y con enorme rivalidad, sin que ocurriera NI UN SOLO INCIDENTE. ¿No había otro estadio, de verdad? Wembley, San Siro, el Olímpico de Roma, el Allianz de Múnich y tantos otros sin duda lo habrían hecho mucho mejor.

 

TRADUCCIÓN AL FRANCÉS

 

Ce qui s’est passé á Saint-Denis le 28 mai

 

Je vais essayer de vous transmettre ce que j'ai vécu, ce que j'ai vu et ce que beaucoup de personnes de confiance m'ont dit, à l'entrée et à la sortie du Stade de France, dans le décor où nous étions les supporters du Real Madrid.

Mon témoignage, à mon avis, a une valeur et un surplus car je n'ai absolument aucune animosité envers la France ou les Français, bien au contraire, puisque, comme beaucoup de nos lecteurs le savent, mes origines viennent du pays voisin, et mon père, que j'ai toujours adoré, était de nationalité française et né à Paris. Toute ma culture est française et presque tout ce que je lis est en français puisque la littérature française est de loin ma préférée.

Cela dit, le samedi 28 mai, j'ai ressenti une véritable honte d'avoir du sang français dans les veines. Mon père, un gentleman hors pair et socio du Real depuis 1929, aurait sûrement aussi ressenti la même honte pour son propre pays.

Je n'ai jamais vraiment compris pourquoi le stade qui allait accueillir la finale de la Coupe du monde 1998 avait été construit dans cette ville à l'époque. Il est situé dans la commune de Saint-Denis (une commune totalement différente de celle de Paris, bien que beaucoup de gens ne la sachent pas), dans un département, la Seine-Saint Denis, qui a le revenu par habitant le plus bas de tous ceux qui entourent Paris. Un département avec un taux de chômage élevé et une population locale majoritairement jeune et non intégrée au mode de vie traditionnel de la République Français et qui n’accepte pas (ou bien peu) le système éducatif français.

Peut-être que ces facteurs ont fait penser au gouvernement français que la construction d'un stade qui allait accueillir la Coupe du monde, et qui allait aussi être le siège permanent des équipes nationales de football et de rugby, pourrait donner de la richesse au département et servir pour changer cette situation tendance négative dans une zone qui, visiblement, ne progressait pas au même rythme que ses départements voisins, comme le plus prospère de France, les Hauts de Seine, qui abrite, entre autres, la ville de Neuilly-sur-Seine.

Déjà lors de la finale de la Ligue des champions 2000, la Octava, avec un stade nouvellement construit, il y a eu quelques incidents mineurs aux entrées du stade, en particulier près des entrées du métro, dans lesquels les fans de Valence et du Real Madrid ont été dérangés et quelque peu débordés par les jeunes de la ville de Saint-Denis, mais à cette époque la sécurité existait et les aires aménagées pour garer les autocars et les voitures particulières ne subirent pratiquement aucun incident. La semence maléfique était là, mais à cette occasion, bien sûr, il n'y avait pas eu d'anomalies notables.

Ce qui s’est passé en 2022 a été, croyez-moi, terrible. En arrivant à la fan zone du Real Madrid, déjà sur le point de fermer, il était clair que ce n'était pas un endroit approprié, par exemple si on compare avec celle de Lisbonne, qui s'est déroulée dans la majestueuse et spacieuse Praça Dom Pedro IV, au cœur du centre historique. Celle de Saint-Denis était encaissée sur une petite place peu accessible, à côté de la Basilique où reposent les anciens rois de France.

Beaucoup de saleté partout, des tonnes de verres cassés par terre et à côté des arbres, et quand je suis arrivé, il y avait moins de supporters madrilènes que de jeunes Français du quartier. Tous ceux d'entre nous qui sommes allés ensemble nous avons mis nos sacs à dos sur notre poitrine, et non plus sur notre dos, et nous avons protégé nos portefeuilles et nos téléphones portables. Les téléphones portables étaient l'atout le plus précieux pour les voleurs potentiels, car la plupart des tickets pour accéder au terrain étaient numériques et les téléphones portables étaient donc essentiels pour les activer.

Nous avons rencontré des amis madrilènes qui avaient subi une peur des vols de sac à l'arraché car les pickpockets étaient très nombreux. Des délinquants potentiels s’approchaient de nous avec certaine sympathie, en nous disant qu'ils étaient des fans du Real Madrid ou de Benzema. Du coup, on ne s'est plus attardé dans la fan zone, et on s'est dirigé vers le stade, bien avant l'heure prévue, puisqu'il n'y avait rien à faire à Saint-Denis, les bars et terrasses étaient bondés.

En arrivant sur le site sportif, le chaos organisationnel total était évident. Pas un seul panneau indiquant quelle était la zone merengue ou celle de Liverpool. De la saleté partout et des policiers absolument passifs quand quelqu'un s'approchait d'eux pour se plaindre de vol ou d'abus (chose très courante cet après-midi-là, beaucoup de nos femmes et adolescentes ont été harcelées par les Français de la ville de Saint-Denis). Tout ce que les policiers ont fait, c'est le geste de "Circulez !" pour que nous ne nous écartions pas du chemin vers le stade.

Nous arrivâmes ainsi à la première zone de contrôle, c´était déjà un chaos absolu dans lequel des centaines de personnes (il était 7 heures de l'après-midi) se pressaient pour franchir pas plus de 7 ou 8 tourniquets. Bien sûr, il y avait aussi des fans de Liverpool parmi nous. Ce qui était une autre faille de sécurité grave. Je dois dire que ni pendant la journée où nous nous sommes promenés tranquillement dans Paris, ni dans le stade, je n'ai vu un seul mauvais geste ou un quelconque incident de la part des supporters des Reds. Les incidents, et mon témoignage coïncide avec celui de tous les témoins, c'est que les incidents ont été perpétrés par des jeunes français majoritairement d'origine maghrébine.

En franchissant les tourniquets, plus d'un madrilène s'est fait voler son téléphone portable et s'est retrouvé dans l'impossibilité d’assister au match. Les membres de la sécurité privée, très passifs, comme la police, face aux braquages et aux intimidations, n'ont en revanche pas passé un seul instant à fouiller les sacs à dos. En particulier, l'un des agents de sécurité m'a fait regarder mon sac à dos pendant 3 minutes, alors que je ne portais qu'un autre maillot madrilène, en plus des chargeurs de téléphones portables. Alors qu'il posait ses mains sur moi pour me faire reculer, je lui ai dit qu'il pouvait regarder ce qu'il voulait mais qu'en aucun cas je ne lui permettrais de me toucher. Il y avait donc aussi des mauvaises manières de la part de l'organisation, qui à ce moment-là relevait déjà de l'UEFA (et non de la police ou de la municipalité de Saint-Denis, comme aux alentours).

Une fois passés les tourniquets (avec plusieurs fans devant faire demi-tour car ils avaient acheté de faux billets, sans le savoir, évidemment), il y avait des marches à monter (environ 20 ou 25 marches), et je n'ai pas vu de rampes ou d'accès adaptés aux handicapés. Plusieurs de mes amis m'ont dit qu'ils avaient dû aider les fans en béquilles ou en fauteuil roulant à se relever. À la fin de la montée, nous sommes arrivés à un petit pont sur un canal d'eau.

Le pont. Ce pouvait être un endroit cauchemardesque, en fait, ça l'était. Nous parlerons de cela plus tard. Pour l'instant, sachez que TOUS on devait traverser un pont étroit d'environ 10 mètres de large, avec des balustrades très basses des deux côtés. Nous parlons du fait que plus de 30 000 personnes y sont passées en entrant (et en sortant).

Après l'avoir franchi, il y avait une file vraiment longue pour accéder à la porte N, une porte par laquelle de nombreuses personnes ont dû passer, dont les membres de la tribune d'animation. Moi, en particulier, je devais me rendre à la porte J (le coin opposé à la porte N), mais pour ce faire, je devais passer devant les portes L et K, complètement saturées de monde à ce moment-là déjà.

Une fois dans mon siège, j'ai remarqué que le Wi-Fi du camp avait été désactivé, ou tout simplement qu'il ne fonctionnait pas. Voyant que le Stade de France utilisait la technologie 3G plus que désuète, je n'y croyais pas à mes yeux : c'était un autre aspect, un de plus, du tiers-mondisme. Le fonds du Real Madrid se remplissait, tandis que celui de Liverpool apparaissait avec de nombreux sièges vides. L'explication, ou plutôt la non-explication, est venue lorsque l'UEFA a annoncé sur les écrans géants que le début du match avait été retardé car de nombreuses personnes étaient en train d’arriver en retard. La vérité n'a pas été dite, ceci est un classique de l'UEFA, une organisation qui se nourrit de mensonges et de demi-vérités.

Plus tard, alors que le 3G fonctionnait timidement à nouveau, nous avons appris ce qui se passait à l'extérieur du stade, les jeunes criminels locaux escaladant les clôtures, les Anglais nerveux pour ne pas pouvoir entrer (les faux billets côté anglais étaient beaucoup plus nombreux que chez nous) et certains d’entre eux essayant également de se faufiler, diverses charges policières et la distribution de gaz poivré à des hommes, des femmes, des adolescents et des enfants.

Comme on le sait, le match a commencé avec 40 minutes de retard. Beaucoup de gens étaient nerveux car le métro de Paris et de ses environs ne ferme pas très tard et les horaires n'ont pas été suffisamment prolongés. Et à Saint-Denis il y a peu de taxis. Il semble que les taxis parisiens n'aient pas été à la hauteur pour s'approcher du stade pour prendre des milliers de personnes.

Le pire était encore à venir. Une fois le match terminé, la plupart d'entre nous madridistas, nous sommes partis en même temps, après avoir assisté à la présentation de la Coupe et après avoir vu les festivités sur le terrain. De cette façon, imaginez environ 20 000 personnes sortant pratiquement en même temps, avec seulement 5 ou 6 minutes d'intervalle. ON DEVAIT TOUS TRAVERSER LE FICHU PONT. J'avais rendez-vous justement là, avec mes amis. En plein milieu du pont. Au pire moment.

Il n'y avait aucun moyen de contacter aucun d'eux car le 3G ne marchait pas. Je suis entré dans la marée humaine et me suis dirigé vers le pont. Si à ce moment-là un insensé aurait eu l’idée de lancer une fusée éclairante, ou s'il y avait eu un moment de panique après lequel il y aurait eu une simple chute, je vous jure pour tout ce que j'aime le plus au monde que sur ce pont désastreux il y aurait eu un deuxième Heysel, ou un deuxième Hillsborough, ou un deuxième Madrid Arena.

On été des centaines de personnes à marcher ensemble, entassées et poussées par ceux qui venaient derrière. Finalement j’ai réussi, avec des sueurs froides, à atteindre le milieu du pont, sur son côté droit. Evidemment, mon rendez-vous était du côté gauche. Il était impossible de traverser le pont d’un côté à l’autre, car le tsunami humain vers les sorties semblait interminable. Pendant ce temps, j'ai continué à essayer d'appeler mes copains, sans succès. Après 15 minutes d'attente, il y avait moins de personnes déjà qui traversaient et j'ai pu aller au côté gauche. Je vous rappelle que les balustrades étaient très basses, à peine de 1 mètre de hauteur : plus d'une personne aurait pu tomber dans le canal au-dessus de la balustrade. Je ne me souviens pas d’avoir vécu dans toute ma vie une situation avec plus d'insécurité. Il s’agissait en effet d’un événement (la finale de la Coupe d’Europe) de taille mondiale ! Le pont était une véritable et dangereuse souricière tout à fait indigne d'une finale de Ligue des champions.

J'ai vu beaucoup de personnes âgées, des parents avec des enfants endormis dans leurs bras, des personnes handicapées et j'ai pensé qu'il leur fallait encore descendre les 25 marches pour arriver à la sortie. Pour tout dire, l'UEFA n'avait pas prévu de mettre assez de boutiques de souvenirs de la finale, et aussi les 2 ou 3 qu’il y avait ont été fermées à la fin du match. Il n'y avait pas assez de bars dans le stade non plus, pour aller acheter une bouteille d’eau il fallait faire la queue pendant 20 minutes. Encore un "succès" de l'organisation désastreuse et scandaleuse de l'événement.

J'ai enfin pu me retrouver avec mes amis. Le match s'était terminé il y a plus d'une heure et quart. En allant vers la sortie, des dizaines de policiers faisaient l’effet de statues, avec leur visage froncé, sans à aucun moment ayant l’intention d’aider les personnes handicapées et en indiquant seulement la sortie, sur un chemin qui, soit dit en passant, était infesté de verres cassés et de tonnes de déchets.

Les jeunes et très agaçants jeunes hommes du quartier, des habitants de Saint-Denis, ont été revus, harcelant toutes les femmes et toutes les filles, s'approchant dangereusement de tous les spectateurs pour voir s'ils pouvaient encore mettre la main sur un portefeuille ou un téléphone portable. Plusieurs madrilènes ont eu peur de devoir traverser à nouveau les rues de cet enfer à la recherche de leur bus (qui devaient partir à une heure fixée) ou de leurs véhicules privés. Beaucoup de ceux qui devaient prendre le métro (sur le point de fermer ses portes), n'étaient pas du tout tranquilles, puisqu'ils étaient suivis par des groupes de criminels qui ne se séparaient pas d'eux.

Beaucoup d’entre vous, chers lecteurs, vous avez sans doute lu des témoignages sur ce qui s'est passé avant et après la finale. L'insécurité avait été absolue, et les négligences à l'extérieur du stade relevaient de l'entière responsabilité des autorités françaises, ne l'oublions pas. J'insiste sur le fait que je n'ai pas vu ni perçu de mauvaises manières de la part des Anglais. De nombreuses familles ont eu peur, se protégeant les unes les autres et, en prime, lorsqu'elles ont pu rejoindre leurs véhicules, des centaines d'entre elles ont vu avec horreur leurs voitures qui étaient abimées : des vitres brisées, des rétroviseurs au sol, des griffures, des roues crevées, des valises et des sacs à dos et des objets personnels volés. Tout cela s’était passé dans des parkings payants (en extérieur) soi-disant gardés.

Ils se sont retrouvés dans des scènes semblables à celles d'après une bataille, et ceux qui sont allés demander des explications à la police ont constaté que ceux-ci haussaient les épaules et les renvoyaient au poste de police du quartier pour signaler les incidents ou à appeler leur compagnie d’assurance automobile.

Personne n'a à me raconter tout cela. Sur le chemin du retour en voiture vers Madrid, à chaque station-service ou cafétéria où nous nous sommes arrêtés, de nombreux madrilènes nous ont montré l'état de leur voiture, de leur caravane, de leur camionnette. J'ai pris de nombreuses photos et j’ai promis à beaucoup d’entre eux d'écrire un article comme celui-ci. J’espère que les dirigeants de notre Real Madrid le liront et que le club lèvera une plainte énergique auprès des autorités françaises et de l'UEFA, pour dénoncer haut et fort la maltraitance que nous avons subi dans une journée aberrante de terreur, de mauvaises manières et d'insécurité absolue dans la ville dortoir de Saint-Denis.

Le sacrifice économique (et de travail, et familial et personnel) que nous avons presque tous consenti pour pouvoir voir notre Madrid soulever la Quatorze a malheureusement été très terni par tous ces incidents, ces humiliations et ces désagréments, dus à des agressions, des destructions, des peurs, des déceptions, des vols, bref, dus à des situations vécues dans un pays qui se veut le berceau de la liberté et de la démocratie.

Honte énorme pour la France, je dois le dire haut et fort. Le pays et ses autorités n'ont pas été à la hauteur minimale requise. Pendant ce temps, la plus haute autorité française, le président de la République Macron, a passé les mois derniers à appeler Kylian Mbappé pour lui convaincre d'accepter l'offre de renouvellement du PSG, alors que son pays a des problèmes très graves en termes de sécurité. Eh bien, que M. Macron sache que le prestige de son pays s'est effondré à cause de l'image aberrante de samedi dernier. Dans 2 ans, il y aura les Jeux Olympiques à Paris et moi, en particulier, je vais déconseiller à tous mes proches de s’approcher de Paris. La tentative d'accuser les Anglais, et encore moins les Espagnols, des incidents n’a pas marché, personne n’a cru cela hors de France. La France a un très grave problème d'insécurité, j’insiste, et cela se ressent de plus en plus dans les matchs de foot, il n'y a qu'à voir que des images malheureuses s'y concentrent chaque semaine, comme le montre dimanche dernier l'envahissement du terrain par les supporters du Saint -Etienne qui ont attaqué les joueurs d'Auxerre avec des fusées éclairantes. Rien ne se passe par hasard, Monsieur Macron.

Honte énorme aussi pour l'UEFA, en ayant organisé une finale dans un lieu qui n'était pas préparé, alors que, comme l'a dit mon cher Paul Tenorio sur Twitter, Madrid a pu organiser à la perfection et en seulement NEUF jours, une finale de la Copa Libertadores Boca-River, deux clubs très compliqués et avec une énorme rivalité, avec comme bilan PAS UN SEUL INCIDENT. D'autres stade, comme Wembley, San Siro, l'Olympique de Rome, l'Allianz de Munich et tant d'autres auraient certainement fait beaucoup mieux.

 

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30 comentarios en: Crónica de los incidentes de Saint-Denis (Fondo del Madrid)

  1. Tremendo relato, mucho peor aún de lo ya sabido. Mucho ánimo a los madridistas y seguidores del Liverpool que en mayor o en mucho mayor medida soportaron (incluyendo a los que no lo soportaron, y decidieron anteponer su seguridad o la de los suyos al evento) tal humillación.

    Los chihuahuas del "salimos más fuertes", por supuesto, a tapar todo esto.

  2. La pena es que nadie va a pagar por esto, ya se sabe ,un día o dos de alud informativo o desinformativo y el interés girará hacia otra cosa siendo olvidada la anterior.Esto es más que sabido y la táctica a seguir también: quédate quieto,en la sombra,esperando y pasado mañana ya está olvidado.La atención ya se encuentra en otro punto.

  3. Quizá la política francesa de meter a cierto tipo de población en Ghetos y olvidarse de ellos da estás Hordas de delincuentes organizados en Bandas que no tienen nada que perder .Mi hijo cogió un taxi .El Taxista africano escuchando Radio Marca y les dijo que era de Santander y que a ese ,Barrio no solía ir a y que la Policía tampoco

  4. Tengo entendido que el gobierno britanico ha pedido explicaciones al frances.
    Alguien sabe de alguna reaccion en nuestro pais por parte de los que nos gobiernan?

    Por cierto segun alguna autodenominada agencia de verificacion de noticias los incidentes son culpa de los aficionados del Liverpool...

    Creo que mucha de la gente despues de lo ocurrido el sabado empiece a poner en duda ciertas politicas y ciertos relatos tan de moda en los mass media...o quien sabe, quiza prefieran pensar que es un caso aislado de la realidad social o que como dicen ciertas agencias, fueron los hooligans los culpables...

    1. "despues de lo ocurrido el sábado empiece a poner en duda ciertas politicas y ciertos relatos tan de moda en los mass media"

      Van 20 años tarde: no se escarmienta en cabeza ajena.

  5. Ceferino está untado a más no poder por el emir y no es casualidad la designación de Paris para la final ni el cargo de Al-Kelaiffi en UEFA. Macron tiene muchos negocios con el emir. El emir quiere a Mbappé en el PSG, y todos a moverse al son de la pasta, bien. Esta temporada a quedado clara la gestión organizativa de la UEFA, con un sorteo de risa y la pésima actuación en la final UCL, pero ellos están más preocupados en castigar a los disidentes
    porque el fútbol es de los fans. Me encantaría que el próximo mundial sea un fracaso absoluto, en la parte que me corresponde no lo pienso seguir en homenaje a las más de 6500 personas fallecidas y caídas en el olvido de una hipócrita sociedad.

  6. No se si la ubicación allí del Estadio de Francia se haría para intentar cambiar el barrio. Evidentemente muchos centros de ciudades, decrépitos, han sido rehabilitados pero claro, los centros de ciudades suelen ser muy bonitos. No ocurre así con los polígonos y suburbios...
    Los americanos creo que si que lo han conseguido por ejemplo, con el Bowery en Manhatan con el Bronx, con la gentrificación, pero para ello tienes que dispersar a la población "indeseable". Me dicen que la Caja Magia en Madrid, tampoco está en un sitio muy recomendable, pero dese luego no pasan las cosas que en Saint Denis.
    Los agoreros dicen que el mundo va hacia mucho Saint Denis, entre otras cosas porque no es que nadie quiera poner le el cascabel al gato, sino porque nadie quiere creer que haya gato.

    1. El Real Madrid poco o nada puede influir en los desagravios del sábado en Saint Dennis, ahí tiene que intervenir el gobierno nacional como lo ha hecho el gobierno inglés,aunque como mucho pueden sacar una excusa de Macron o la cabeza del responsable del dispositivo de seguridad montado para la ocasión. En cuanto a la política con ése sector de la población que no quiere integrarse o que no tiene medios para mejorar su calidad de vida, la mayoría de gobiernos deciden que pueden tener más control sobre ellos teniéndolos apartados en barrios-guetos y así no salpican a los demás. En el caso de Francia hace pocos años hubo revueltas por la muerte de un chico que iba a ser detenido y ése sector de la población estalló criticando el proceder de la policía hacia sus vecinos.Ahora el proceder de la policía francesa es no actuar hasta que haya peleas, no entran en situaciones como las del sábado "para que la cosa no vaya a más". La desgracia es que a quien le toca cruzarse con uno de esos delincuentes y vive situaciones de que les roben el móvil o la cartera o le manoseen, se queda con el gusto amargo de ver la impunidad que gozan estos indeseables.

  7. Totalmente de acuerdo , pertenezco a la grada fans y la verdad es que fue salvaje, nosotros gracias a Dios no tuvimos problemas pero aún siendo más de doscientos tíos intentaban robarnos , hasta que se dieron cuenta de donde se estaban metiendo, tuvimos que ayudar a muchas familias que iban con sus hijos , personas mayores, discapacitados
    He estado en las últimas ocho Champions y nunca he visto nada parecido
    La culpa fue de la organización, la policía totalmente impasibles
    Paris ha dejado de estar en mi agenda, es una ciudad devastada y ocupada por ordas de magrebíes ladrones sin nada que perder
    Una auténtica pena

  8. Yo estuve allí también y suscribo el artículo completamente.

    Antes del partido, por aquello de ir en grupo y a plena luz del día y, sobre todo, con el convencimiento de que sería una jornada festiva y segura, todo fue agradable a pesar de que no era difícil darse cuenta de aspectos como la ausencia de policía, la lamentable ubicación de la fan zone, el tipo de gente que mayoritariamente había allí.... Lo de los tres kilómetros de distancia entre la zona permitida para aparcar el autobús y el estadio tampoco se le escapó a nadie.

    La entrada al estadio fue de traca y ya está explicado de manera inmejorable en el artículo. Ahí sí nos llamó la atención la cantidad de vecinos del barrio que merodeaban por la explanada del exterior del estadio. Y ahí vimos varios robos en directo.

    Al acabar el partido decidí no marcharme inmediatamente para vivir aquella experiencia única el máximo tiempo posible. Y ocurrió que comenzaron a entrar numerosas personas que no habían estado durante el partido. Ninguna era española ni inglesa. Y sucedió lo que tenía que ocurrir: provocaron una especie de agolpamiento para robar a los incautos aficionados; se formó una buena tangana mientras los encargados de la seguridad del estadio (estábamos en las primeras filas) no hacían caso a los aficionados robados y reían las gracias a los ladrones. Sí, los encargados de la seguridad del estadio. La indignación de los madridistas era incontenible pero la connivencia del personal de seguridad (eximo a los empleados de chaleco amarillo) con los delincuentes era aún mayor.

    El camino de vuelta fue el infierno que tan bien describe Athos. Durante el puente y durante los tres kilómetros de calles angostas y oscuras que llevaban al autocar.

    Yo no he de lamentar nada porque, por lo que sea, no se me acercó ninguno de estos, llamémosles, vecinos. Pero fue aterrador pasar por todo aquello, de verdad.

    Por supuesto, no ocurrirá nada y a ello ayudará (espero, con todas mis fuerzas, estar equivocado y tener que pedir perdón por creer saber demasiado) la pasividad que el Real Madrid mostrará, una vez más, para con sus aficionados.

    En el Real Madrid tendría que existir ahora mismo la mayor de las iras por lo que tuvieron que pasar sus seguidores. Una ira superior incluso a la alegría por la Champions conquistada. Pero eso solo ocurriría si el club tuviera la más mínima consideración con sus aficionados.

    Desde hace ya mucho sabemos lo que los madridistas significamos para quienes dirigen esta institución.

    1. Magnífico tu comentario al igual que el relato que lo ha provocado. No soy futbolera, pero mi marido sí, vi la final por TVE y ya nos extrañó la tardanza del autobús Red inglés, incluso la bengala que lanzaron delante, los atascos...., sin embargo el autobús madridista vino escoltado y sin problemas, según nos mostraban las cámaras del dron. Nuestro gobierno y el Real Madrid Club deberían protestar y pedir explicaciones al gobierno francés, tal como lo ha hecho el inglés.
      Vi desde mi terraza en Sevilla, la entrada de fans organizada perfectamente por la policía española, días antes, cuando jugaban Alemania y Escocia, furgones policiales conté hasta 15, policías a pie y a caballo...., mientras que en el cielo, tanto a la entrada como a la salida, sobrevolaban helicópteros de la policía. La salida se produjo tranquila, también muy vigilada. Una perfecta organización. Tenéis mucho mérito los aficionados del Real Madrid, mi padre era "fanático" de ese club, al igual que mi marido. Enhorabuena!!.

  9. Muchas gracias Athos por este testimonio. La verdad es que la imagen de Francia, en concreto París, queda muy tocada con las imágenes y reportajes que se han visto, al menos en España y en Inglaterra. Yo soy también un amante de Francia, viajo con frecuencia y tengo familia allí, pero no sé si volveré a París (aunque bien valga una misa). Sorprendente el famoso chauvinismo… la prensa de allí ha pasado de puntillas sobre este tema. Por hacer algo útil, propongo a todos los lectores, sus familiares y amigos, copiar la url de este artículo y enviarla por email a la embajada de Francia.

    1. ¡Es una idea magnífica, Manuel!
      Yo estoy dándole vueltas seriamente a lo de mandar una carta personal al propio Emmanuel Macron, no te digo más.
      Por la vergûenza que ha sido todo lo de la Champions.

  10. A propósito de Qatar. Quién puede hundir el mundial ya que los piliticastros son gentuza y escoria
    Los verdaderos actores
    LOS JUGADORES NEGÁNDOSE A PARTICIPAR. pero claro tampoco están dispuestos a tal sacrificio económico
    TODOS TODOS TODOS
    GENTUZA

  11. Viniendo de quien viene , un afrancesado ilustre , y como viene estoy seguro de que la crónica describe adecuadamente la realidad de los hechos. Me cuadra la definición con lo que mi conocimiento alcanza tras haber vivido-trabajado en Francia hace unas décadas y tras mis últimas estancias , "por placer", en Tolouse .

    Cierto es que la inmigración magrebí no integrada, y claramente rechazadora de la cultura francesa que les "acoge" , es un factor clave para comprender tan desagradable experiencia vivida por gente que desconocía o restó importancia a la problemática social de las "banlieues" .

    La cuestión en sí da para un análisis-debate en profundidad. Que, por supuesto, no seré yo quien desarrolle. Me limitaré , sin demasiadas esperanzas, a demandar al Real Madrid una actuación contundente en defensa de sus fans. De toda esa admirable gente que se dejó dinero y algo más defendiendo el escudo más defendible del mundo. Estaría bien que el club presentara una reclamación formal ,y no solo cara a la galería, ante los órganos pertinentes.
    Desde luego que pere sàntxeç, en nombre de todos los españoles, debería hacer lo mismo con su homólogo Macron. Al respecto tengo la sensación de que mejor será esperar sentado.

    Me caracterizo por ser bastante claro, aunque no siempre directo. Sospecho que todo esto , esta desorganización, estuvo en cierto modo "organizado" y planificado. Lamentablemente fue así, escatimar-ahorrar dinero "gastado" en proteger a ingleses y españoles era algo previsible considerando tantos siglos de enemistad y rivalidad entre las naciones de marras. Súmale el factor Mbappé, incluida la salvaje follada al PSG qatarí-francés aviándolo "al carrer (rue)" , y podremos intuir-deducir el porqué de las cosas.

    Mes amis, que no se diga que no contribuyo a la culturización y entretenimiento del personal. Aquí va un "trailer" de un peliculón muy recomendable. Pueden aprovechar para ver el peliculón que, según me ha comentado un argentino de Boca, farça y malakito de menfis - soy de Real Madrid y River :)) - mañana juegan la roja-floja-coja versus Portugal . ¡ Y yo con estos pelos !

    https://www.youtube.com/watch?v=AuZeS669uPI

  12. Que una serie de personas anónimas mandemos una queja a la embajada francesa no tiene recorrido. Pero dirigirse al Real Madrid y a la persona de Florentino, exigiendo una investigación, denunciando lo sucedido, rueda de prensa mediante, y puntualizando que si no se depuran responsabilidades de una forma contundente (en la UEFA y en el ministerio del interior francés) jamás volveremos a ese estercolero, es lo más razonable.
    Me indigna el abandono del club hacia sus socios. Paradójicamente, fui un afortunado porque me habían tocado dos entradas (mi hijo de 13 años y yo, ambos socios abonados) y no pude asistir por tener que cuidar de mi madre hospitalizada. A la vista de lo sucedido y a pesar del glorioso e inolvidable resultado, no compensa la angustia que me hubiese generado pasar por ese calvario.
    Abzs y gracias por el artículo, Monsieur Dumas.

  13. Has hecho público exactamente lo que viví con mi hijo de 10 años el día 28 de mayo, añadiría 20 minutos corriendo sin parar hasta el autobús. No vuelvo a Francia en mi vida, nos dejaron en manos de los ladrones, fue brutal, fue la peor hora de mi vida cuando salimos del campo y tuve que pasar por debajo de ese pueste. Gracias a 3 chicos que me ayudaron llegamos sanos y a salvo al bus, por cierto tuve la suerte que venían en mi bus y mi vuelo. Les doy las gracias públicamente. Aparte y cuando pensabas que se había acabado todo, aparecían estos bestias con paños hacia la zona del campo. Gracias por hacer público esto que nos pasó y confirmo que los ingleses por mi parte, les han intentado colocar el marrón de todo cuando no dieron problemas. Gracias.

  14. Aunque con retraso, 6 días después de la final, por fin el Madrid ha emitido un comunicado denunciado los hechos y pidiendo una investigación.
    Por parte del gobierno fascio-comunista de España, ni palabra, que no es progre defender a los madridistas y menos si es para denunciar a los seres de luz magrebíes y africanos.
    Y por parte de los medios de comunicación, noticia clandestina. La denuncia de nuestro club ha tenido más relevancia en Inglaterra. Acojonante.

  15. Soy licenciada en filología francesa, amante de Francia y su cultura, enamorada de París,....por tanto estoy asqueada de ver lo que ha ocurrido el 28 de mayo pasado en Saint-Denis. En otoño del 2018 visité París con mi familia y sufrimos un intento de robo en el metro del Museo Impresionista, por parte de una pandilla de rumanos. A mi cuñada, en otras fechas, también en el metro de París, le robaron el bolso con toda su documentación...
    Etc, etc, etc.....

  16. Gracias por tu artículo y hacer ver al mundo la realidad de la final de París....Yo seguidor del Real Madrid y con 5 finales a mi espalda glassgow,carddif,Milán,kiev y como no paris 2022....no saben de verdad el miedo que pase al ver los alrededores y accesos al estadio con gente detenida y esposada con bridas unex...era un cúmulo de nervios del partido e intentar que no me robaran principalmente el móvil por la entrada digital y la cartera me daba un poco igual, porque la ilusión y nervios eran de ver el partido. Poner puntos negativos a la UEFA , también a la seguridad del evento y a la policía francesa ante la pasividad de los echos acontecidos...no podemos permitir a seguidores de un equipo albergar una final de esta repercusión mediática en una zona no segura (había niños y familias que tenían pánico por los hurtos...chicas que tenían acoso y los rodeaban 4 o 5 no se ni como llamarlos pero personas humanas no eran etc). Quiero hacer saber a todo el mundo lo lamentables echos acontecidos un día que debería de haber sido un día de fiesta del.futbol y que por unos niñatos no gratos, se convirtió en la noche de los horrores de una final de champions.....
    HALA MADRID

  17. Yo asiati a la final del año 2000 y fue todo tranquilo, esta claro que en 22 años la inseguridad ha aumentado una barbaridad por el crecimiento de estas bandas y la poca vigilancia propiciada por el gobierno del Sr. Macron, bien es verdad que despues de 29 años que he asistido al acontecimiento del Arco del Triunfo en El bosque de Boulogne, he podido comprobar lo inseguro que es Paris, entonces plagado de argelinos que se metian al metro en cuanto veian a un turista y yo he sufrido tres robos en el metro asistiendo a esta famosa carrera de caballos

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