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Análisis bursátil: volatilidad madridista y blue chips azulgrana

Análisis bursátil: volatilidad madridista y blue chips azulgrana

Escrito por: Rafael Gómez de Parada9 agosto, 2019
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“El valor cerró a 9,75 euros tras encontrar una resistencia en 10. Si logra vencer esa barrera llegará a 11 o incluso a 12. En caso contrario, cuidado al soporte en 9,30 pues en caso de romperlo, caerá hasta 8,50 y podría descender hasta 8”.

Los que leemos ocasionalmente las valoraciones de expertos sobre valores del mercado bursátil nos hemos encontrado con análisis de este estilo, con amplios márgenes de seguridad al alza y a la baja, en torno al 20%, lo que supone un rango global cercano al 50%. Resultan tan poco rigurosos que en una hipotética clasificación de baja o casi nula fiabilidad estarían luchando en el fondo del pozo el análisis de bolsa, la prensa deportiva y el horóscopo.

Llevado este tipo de análisis al terreno deportivo, no sería admisible que un periodista dijera en un descanso:

“El resultado es de 2-0 para los locales. Si vuelven a superar la barrera defensiva contraria, tendremos una goleada que podría llegar a cuatro o cinco goles, o incluso una diferencia mayor. Por el contrario, si los visitantes quebraran la férrea muralla local, podría llegar el empate o, quién sabe, si daría lugar también a una sorpresa en forma de victoria de los forasteros”.

No admitiríamos este tipo de análisis ni siquiera para este periodismo deportivo nuestro tan habituado al embuste, la exageración y la manipulación. Se lo permitimos a los que opinan sobre nuestro dinero, pero afortunadamente no a ese periogolfismo que sienta cátedra sobre temas aún más importantes, como son nuestras filias y fobias futbolísticas.

Nunca me he fiado en exceso de los analistas de bolsa por la sencilla razón de que si sus conocimientos fueran fiables se habrían forrado invirtiendo, serían millonarios y no estarían ganándose el pan a base de difundir su sabiduría en un periódico para nosotros los mortales. Por razones similares, le doy nula credibilidad a esos periodistas deportivos que hablan del juego y la técnica de los jugadores y jamás se han calzado unas botas de fútbol.

Los que alguna vez hemos invertido parte de nuestros ahorros en bolsa valoramos la consistencia de una empresa y su solidez. Nos preocupa la volatilidad, la alta variación de los cambios en el valor de una acción, tanto por frecuencia como por intensidad. Subidas del quince por ciento a las que pueden suceder caídas del veinte.

Ahora mismo no hay equipo más volátil que el Real Madrid, y eso puede llevarte a éxitos puntuales en picos alcistas (Champions), y a caídas sin freno (a 17 y 19 puntos del Barça en las últimas dos ligas) en ciclos bajistas. Cualquier hecho positivo como una victoria o un buen resultado en un campo difícil puede llevar al equipo hacia arriba. Por el contrario, un momento puntual, incluso en el desarrollo de un partido, precipita al equipo al abismo. Nos comportamos como un púgil con mandíbula de cristal y acusamos cada golpe con la misma fuerza que una mala noticia o un profit warning afecta en la bolsa a la cotización de algunos valores.

Pongo un ejemplo. Temporada pasada, Camp Nou, palmamos 2-0 al descanso. Tras un gran arranque del Madrid, si el tiro de Modric al palo hubiera entrado, convirtiendo el 2-2, no tengo ninguna duda de que el Madrid habría ganado el partido. Por el contrario, un balón perdido acabó en el 3-1 y de ahí al abismo de la goleada fue cuestión de minutos.

El Madrid de los últimos años se ha convertido en eso, en un valor volátil capaz de ganar en Múnich, Turín, París y Ámsterdam, y de perder en el Bernabéu con CSKA de Moscú, Girona, Levante, Leganés o Betis. Nos falta consistencia.

 

Uno de los típicos análisis de bolsa es el que se centra en las gráficas de la acción a medio y largo plazo. Basa sus valoraciones en la figura que dibuja la cotización más que en el propio balance de la compañía. Esta es la figura denominada de modo habitual “hombro-cabeza-hombro” por la forma que dibuja. Muchos picos en el corto, con alzas y bajas, pero que marcan una tendencia en el medio y el largo plazo.

Llevado al terreno del fútbol, el Madrid ha dibujado en las últimas décadas varias figuras de este estilo. Recordemos que la Séptima Copa de Europa se ganó tras la primera Liga de Capello, y que esta se produjo justo el año en que el Madrid se quedó fuera de jugar en Europa por primera vez en su historia tras la desastrosa temporada anterior de Jorge Valdano y Arsenio Iglesias. Parece como si el club necesitara un descalabro para empezar a sentar las bases de un equipazo como el de Capello, cuya herencia prolongarían Heynckes y Vicente del Bosque en forma de 3 Champions en 5 años.

Llevado a un momento más reciente, la figura utilizada podría definir perfectamente el ciclo del Real Madrid durante el período que va de 2010 hasta la temporada que ahora comienza. El Hombro izquierdo de la figura comenzaría en 2010. El equipo estaba en caída libre.

Llevaba seis temporadas consecutivas cayendo en octavos de Champions y en las últimas dos había tenido que ver cómo el Barcelona de Guardiola se paseaba por la Liga española. Con la llegada de Mourinho al club madridista, el equipo comenzó a competir de nuevo. La Liga se la llevaría de nuevo el F.C. Barcelona, pero el Madrid se alzaría con la Copa del Rey y alcanzaría las semifinales de la Champions.

El equipo mejoraba, recuperaba competitividad y en 2012 arrasó en la denominada “Liga de los récords”. Se le volvió a escapar la final de la Champions, pero las bases del equipo estaban puestas. En 2014, con Ancelotti al frente del equipo, el Madrid conquistó la Champions en Lisboa y la Copa del Rey en Mestalla, y no ganó la Liga por errores en las últimas jornadas.

Por las razonas que fueran, a partir de enero de 2015 el equipo fue un desastre y se desmoronó. Cayó en octavos de Copa frente al Atleti, en semis de Champions contra la Juventus y perdió el liderato de la Liga frente al Barça, que acabó llevándose de nuevo el campeonato. Se podía caer más abajo y se llegó a finales de 2015 con Rafa Benítez, el caso Cheryshev y el 0-4 en el Bernabéu frente al Barça. Había que reconstruir el equipo de nuevo.

Arranca 2016 con la llegada de Zinedine Zidane al cargo de entrenador y el equipo comienza una leve mejoría, que a base de confianza se convierte en un cambio radical. El equipo llega a estar a 10 puntos del Barça, pero gana con 10 en el Camp Nou, y va asentando un juego y una confianza que no le da para ganar la Liga por muy poco (un solo punto), pero sí para alzarse con la Champions en Milán.

La tendencia es claramente alcista y la temporada 2016-17 el Madrid logra un doblete histórico de Liga y Champions que llevaba 59 años sin lograr. El equipo alcanza un nivel de excelencia elevadísimo durante la segunda vuelta de Liga, con el glorioso equipo B, y sobre todo en la final de Cardiff frente a la Juventus, en uno de los mejores partidos que he visto nunca.

El equipo pierde calidad con las salidas de James, Morata, Pepe, Danilo o el mítico Coentrao, pero todavía tiene sus buenos momentos, como las victorias en la Supercopa europea y en la española, tras abrumar 1-5 al Barça ganando de nuevo con 10 en el Camp Nou.

Sin embargo, una serie de factores exógenos como los lamentables arbitrajes de las primeras diez jornadas, que se añaden a esa pérdida de calidad, hacen que en diciembre la Liga ya esté totalmente perdida. En enero el equipo cae eliminado en Copa frente al Leganés (¡tras haber empatado con Fuenlabrada y Numancia!), y el panorama que se presenta en Champions es desolador, con el PSG en el horizonte.

Sin embargo, el equipo logra pasar ese difícil trance y comienza a crecer en opciones como esos valores que se calientan en bolsa, como un chicharro: más por las expectativas que por la solvencia mostrada en el parqué o en el terreno de juego semana tras semana, sobre todo en competición española. Algunos “analistas” comienzan a temerse la victoria del Madrid y por mucho que intenten desprestigiarlo, que no juega a nada, que es un bluff, el equipo vence en Turín y Múnich, y derrota al Liverpool en la final de Kiev, gracias por supuesto a la conmoción cerebral de Karius y no a la chilena de Gareth Bale.

Desde aquella final de Kiev y con las salidas de Cristiano Ronaldo y Zinedine Zidane (equiparables a las salidas del CEO y el director financiero de una gran empresa), el equipo ha ido en caída libre, perdiendo la Supercopa de Europa con el Atleti, descolgándose en Liga nada más empezar, batiendo el récord histórico de minutos sin marcar, cayendo en octavos de Champions con los jóvenes del Ajax, y rematando un final de Liga desolador.

A las salidas de Lopetegui y Solari sucedió la euforia momentánea por la llegada de Zizou, pero nada ha conseguido cambiar la trayectoria descendente del equipo. La pretemporada no ha mejorado nada, ni siquiera ha aliviado los síntomas, sino que como apunta la gráfica de un valor cualquiera, la cosa podría ser aún peor.

Otro análisis recurrente del mercado bursátil es el que basa las cotizaciones en los fundamentales de las compañías, en la solidez de sus balances. Una empresa consistente, sin altibajos, tendrá una gráfica mucho más estable que la comentada. Con sus picos y sus bajadas puntuales, pero con una tendencia sostenida y creciente:

Son los blue chips del mercado, las empresas más significativas y con mayor peso en los índices bursátiles. Se caracterizan por su estabilidad societaria y por su elevado nivel de liquidez.

Llevado al terreno del fútbol, el equipo con mayor peso en la Bolsa (Liga, televisiones, comités de árbitros, disciplina deportiva, etc.) es el Barça, el auténtico blue-garnet chip del mercado futbolístico. Esa estabilidad es la que hace ganar ligas, competiciones de largo recorrido. 8 de 11 en la historia reciente. También se caracteriza por su elevado nivel de liquidez, imposible de entender para un analista financiero, por otro lado.

La volatilidad del Madrid choca con la estabilidad del F.C. Barcelona, capaz de ganar Ligas con entrenador (Guardiola) o sin él (el pobre Tito tratándose en Nueva York un tercio de la temporada), con un gestor fuerte al frente de la plantilla (el primer Luis Enrique) o con uno débil (el segundo Luis Enrique y Ernesto Valverde). Nada altera la paz y la quietud en Barcelona.

La consistencia se consigue de muchos modos: manteniendo a Messi contento y sin lesiones, armándole de un esqueleto sólido alrededor, con un público entregado, con dos años sin penaltis en contra, jugando 50 partidos más que los rivales en superioridad numérica y con una prensa rendida que alabará hasta las cagadas del club.

Mourinho dijo en sus años al frente del Madrid que alababa cómo el Barcelona lo manejaba todo. Ese “todo”, ese “The Tinglao” que incluye a la prensa, público, televisiones, instituciones, comités, VAR, organizador de la Liga, community manager de la misma e incluso a rivales que asumen que el cotarro está así montado.

Mientras esto no cambie, el chicharro ganará en ocasiones torneos de corto recorrido, mientras que el blue chip seguirá llenando su zurrón de ligas.

Rafael Gómez de Parada
AFKAB. Artist Formerly Known As Barney. Dice que corre maratones, juega al fútbol y al baloncesto, pero todo con nivel medio, como en el inglés. Nivel alto solo para escribir y portanalizar en La Galerna. Autor de "Volver al asfalto".

18 comentarios en: Análisis bursátil: volatilidad madridista y blue chips azulgrana

  1. Perdón, Amiguete Barney, pero partes de una premisa que no es cierta:

    "Llevado este tipo de análisis al terreno deportivo, no sería admisible que un periodista dijera en un descanso: “El resultado es de 2-0 para los locales. Si vuelven a superar la barrera defensiva contraria, tendremos una goleada que podría llegar a cuatro o cinco goles, o incluso una diferencia mayor. Por el contrario, si los visitantes quebraran la férrea muralla local, podría llegar el empate o, quién sabe, si daría lugar también a una sorpresa en forma de victoria de los forasteros”.
    No admitiríamos este tipo de análisis ni siquiera para este periodismo deportivo nuestro tan habituado al embuste, la exageración y la manipulación."

    ¿Perdón? ese tipo de análisis se hacen constantemente y de forma más pobre incluso, sobre los partidos del Realmadrid. Y dicen cosas más inadmisibles. Y no solo se admiten este tipo de análisis sino que algunos se lo toman como algo sesudo. ¿Cómo NO SE ADMITIRÍA este tipo de comentarios? ¿Cómo se hace eso de no admitir? Nadie los puede evitar por lo tanto, por mucho que digamos de boquilla que no se admiten, nos lo tenemos que comer con patatas. Este tipo de comentarios son el pan nuestro de cada día en las radios que retransmiten los partidos del RM.

    No imagino algo que te parezca inadmisible sobre el Realmadrid que no se haya dicho ya en un medio de comunicación.

    1. Sobre el Real Madrid se han dicho todo tipo de sandeces inverosímiles, como que gana Champions sin jugar a nada, la hernia, los falsos fichajes, los problemas del Madrid cuando no se dan esos falsos fichajes, se inventan diálogos jugadores-entrenador... en realidad se ha dicho de todo, y critico ese tipo de prensa en el artículo. Quería hacer el símil con esas valoraciones tan "generosas" de bolsa y hasta ahora he visto muchos inventos sobre rumores, malas relaciones, pero a pocos periolistos que jueguen a futurólogos. Bueno, ahora recuerdo a algunos de esos periolistos que decían que al Madrid no le iban a caer menos de 3 ó 4 goles en cada partido de la eliminatoria contra el PSG, puede que tenga Vd. razón.

      1. La tiene, la tiene...pero, igualmente, usted ha elaborado un artículo excelente. Sucede que , siendo quisquillosos, muy quisquillosos, "inadmisible" (sic) no sería el término más adecuado para describir la situación real.

  2. "Ahora mismo no hay equipo más volátil que el Real Madrid, y eso puede llevarte a éxitos puntuales en picos alcistas (Champions), y a caídas sin freno (a 17 y 19 puntos del Barça en las últimas dos ligas) en ciclos bajistas. "
    ¡Pero bueno! ¡Llamar a una copa de Europa pico alcista! ¡Y a una decepcionante actuación en La Liga, que tiene lugar a la vez, ciclo bajista!
    Llamar pico al torneo más prestigioso del mundo es reducirlo a un suspiro. Es comprar la mercancía averiada del periobarcelonismo.
    Una Copa de Europa es la materialización de un trabajo muy bien hecho en el último año (por lo menos) aunque no se gane La Liga. No podemos decir que ha sido un pico. Ni tan siquiera si fuera la única en nuestra historia. Si son 3 seguidas ya ni te cuento.

    Volviendo al símil de la volatilidad, no es lo mismo la volatilidad en la jornada, en el mes, en el año o en el lustro. El Real Madrid, convendremos, es un valor seguro, más allá de picos y valles a corto plazo más relacionados con las expectativas que con el valor absoluto (y percibido por el mercado) de la institución.

    1. D. Juan: ¡Ojalá más picos alcistas en próximas temporadas! Claro que se han hecho mil cosas bien y el club es un valor sólido, pero llama la atención ganar en Múnich y caer en casa con el Leganés en la misma temporada. O triunfar en Champions y quedar a 17 puntos del VARça en liga. El artículo habla sobre todo de estabilidad. La que le da al Barça tener a todo el establishment a favor (ya lo avisó Mou) y la inestabilidad que le produce al Madrid toda esa bazofia periodística que tanto vende a base de enmierdar inventando patrañas. Siempre con el Madrid de por medio.

      1. Le comprendo, pero yo no llamaría pico alcista a ganar una Copa de Europa. Si ponemos el zoom en la escala de los días, claro que sorprende ganar en Munich y palmar en Leganés en cuestión de días. Pero eso le pasa a muchos valores en bolsa, también a los más estables. Si alejando un poco el zoom seguimos con altibajos, entonces sí, somos volátiles. Ganando titulos como ganamos casi todos los años... solo observo volatilidad en los estados de ánimo de muchos aficionados, sinceramente.

  3. El "blue chip" gana donde tiene controlados a los arbitros. Es simple.
    Ni juega mejor, ni ha mantenido un estilo ni se puede decir que su planificación deportiva o sus métodos de trabajo sean superiores.
    Hay una competición donde ni el "blue chip" ni ningún otro aspirante controla a los arbitros. Ahí hace tiempo que no ganan.
    A lo mejor se observa volatilidad porque hay una competición adulterada y otra que no.

  4. Te lo has "currao" muy mucho, "Amiguete Barney". Eso sí, es algo personal...¡ qué pereza me da interpretar según que gráficas !. A menudo, paso...Puestos a fiarme de la información, de esta me fío, me doy por enterado con las conclusiones por escrito.

    Real Madrid, en las 2 últimas décadas, volátil por antonomasia. Pesan demasiado los factores exógenos que , a su vez, inciden en lo endógenos.

  5. Genial como siempre Amiguete.
    Un único pero que tengo: la segunda temporada de Carlo bajo mi punto de vista no fue mala. Salvo la copa del rey, el resto fue debido a mala suerte. Puntual en partidos, pero sobretodo por las lesiones de Modric (primero) y James (después).
    El equipo se quedó sin timón cuando se jugaba lo gordo, a partir de enero. De hecho el juego que vimos al equipo entre septiembre y diciembre fue de lo mejorcito que he visto en mi vida. Un nivel de fútbol altísimo.
    Pero nos quedamos sin nuestra referencia del medio campo, Modric, y se notó. Encima un inspiradísimo James cogiendo más responsabilidad en medio campo para suplirle, cayó también.
    A pesar de eso, con la Juve se cae solo por un gol, fallando muchas ocasiones en los 180 minutos de eliminatoria. Recuerdo que en Turin, Gareth falló 4 ocasiones bastante claras, de las que en situaciones normales convierte la mitad e incomprensiblemente no entró ninguna. Eso nos hubiera metido en la final, que creo que lo merecimos más que ellos.
    Para mi esa temporada fue muy buena, y yo jamás hubiera echado a Carlo. Ese también es un motivo de la volatilidad bursátil madridista en contraposición con su sección de baloncesto: la facilidad de Florentino para echar entrenadores. En ballet, se ha mantenido a Laso, cuando sus logros en alguna temporada han sido inferiores a los fracasos, haciendo que el equipo ganara una estabilidad y regularidad nunca vista, superando incluso la culé en fútbol. Ya que estos naufragan en Europa donde no dominan tanto el cotarro desde que Villar no pinta nada en la UEFA, y el Madrid de baloncesto tiene regularidad en todos los frentes, teniendo en cuenta que ganar la Euroliga es bastante más complicado que la Champions todavía. Meterse en la Final Four es muy difícil....y el Madrid es asiduo. Y lo hace sin dominar la faceta arbitral, que suele ser escandalosamente negativa contra los nuestros.

    1. Buenas, Yebrita. Pues sí, coincido contigo en que la segunda temporada de Carletto fue excelente en la primera parte, pero se cayó con todo el equipo en la segunda mitad. Recuerdo que en noviembre-diciembre había gente que decía que había que mantenerle como entrenador a perpetuidad, el equipo jugaba muy bien y tenía grandes resultados. La liga se nos fue con empates como el de Valladolid y en la segunda parte de la semifinal de Champions contra la Juve se quedó bloqueado, sin saber reaccionar. Recuerdo que no hizo ningún cambio y el equipo necesitaba un poco, muy poco, para salvar la eliminatoria, porque fue mejor que la Juve. El balance final de la temporada no puede ser bueno por cómo acabó.
      El basket, que no ballet, ja, ja, ja, debe ser la referencia. Si se hubiera echado a Laso cada vez que periodistas y seguidores lo han pedido, nos habrían privado de este equipo que tanto nos hace disfrutar. Pura estabilidad sin factores externos de ayuda. Un saludo.

      1. El balance de la segunda temporada no puede ser bueno por como acabó, pero teniendo en cuenta los meses que se perdió Modric por lesión, viendo como se demostró en las siguientes temporadas que ha sido esencial en nuestro juego, creo firmemente que al margen de errores de Carlo contra la Juve, con el croata hubiéramos ganado Champions y liga. No puede ser que la calificación de la temporada de un entrenador pase de grandiosa (lo hubiera sido) a mala por la mala suerte de perder por lesión a un jugador.
        Y si, sé que es jugar a ser adivino el pensar que se hubiera ganado. Teniendo en cuenta como acabamos todo, pensar que hubiera acabado igual teniendo a Modric (y a James) me parece difícil.
        El como se asimiló el concepto de fútbol justo antes de la lesión de Modric fue impresionante, y no fue una casualidad que todo cambiará después de su lesión.
        Carlo tenía fallos de quedarse sin hacer cosas cuando debía más de una vez. Pero le pasa a muchos entrenadores, sin ir más lejos al propio Cruyff muchas veces.
        Tampoco lloraré porque lo echaran, porque al final terminó haciendo leyenda Zizou desde el banquillo. Pero eso fue suerte que tuvo Flotentino después de una decisión errónea.

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