Rodrygo es el malvado de los buenos, quien siempre tiene cara de dar la peor noticia, el hombre cuya expresión gélida provoca en los rivales el pánico intestinal de los domingos por la tarde previos al comienzo de la semana laboral. Rodrygo es alguien de quien los rivales jamás esperan una tregua porque siempre que se lanza hacia ellos encuentra un hueco para apuñalarles, del mismo modo que el agua siempre localiza un resquicio para entrar por la escotilla rota de un submarino que se intenta sellar solo con las manos.
El Chelsea había comenzado el partido con mucha intensidad, que a menudo es un eufemismo para no decir que un equipo reparte de lo lindo. No fue ninguna sorpresa, tenían que remontar dos goles. Y la verdad es que el Madrid durante la primera parte sufrió, y si no llega a ser porque Kanté había calibrado su bota 6 grados más a la derecha de lo debido podría habérsele complicado la eliminatoria.
Pero en esas emergió Rodrygo del océano para dar un balonazo en el poste izquierdo de Kepa que retumbó en la zona de pánico del cerebro del Chelsea. La frialdad de Rodrygo da pavor. Una sonrisa de Rodrygo detiene el flujo sanguíneo.
Rodrygo es un corte de digestión. Es un bebé simpático que cuando te acercas para hacerle una carantoña te apunta con un revólver
En lenguaje merengue, el poste de Goes significa: podéis atacarnos todo lo que queráis, podéis pensar que nos tenéis dominados, podéis llegar a poneros por delante en la eliminatoria, podéis incluso darnos por muertos. Pero ojo. Cuidado. Somos el Madrid. Y el régimen del Madrid es la Champions.
Rodrygo es esa pareja que alberga en su cerebro un disco duro de 20 TB para desdenes y menosprecios, que es capaz de recordar que el 14 de octubre de 2003 pusiste mala cara cuando te propuso salir a cenar. Rodrygo toma cada ocasión en contra como una afrenta y su único objetivo es la venganza a través del gol. Porque Rodrygo ya tenía gol antes de nacer.
Contra el Cádiz jugó por la izquierda; frente al Chelsea, primero por la derecha, luego por el centro y siempre por todos lados. Here, there and everywhere.
Goes despliega un fútbol magnético y utiliza las fuerzas de atracción y repulsión a voluntad. Cuando conduce el balón, lo mantiene pegado al pie como si sus botas fuesen un electroimán de esos que recogen los coches en los desguaces a modo de gancho. Pero cuando atisba la más mínima ocasión de dañar al rival, repele el esférico con la misma violencia y repulsión que sienten dos personas del mismo signo.
En Stamford Bridge, el brasileño volvió a compaginar lo individual con lo colectivo según conviniese en cada momento. A su capacidad ejecutoria suma habilidades para la asociación que encajan a la perfección con Benzema y Vinícius. En realidad con quien se acerque a su ámbito de influencia. Vini y Rodrygo son dos policías rebeldes, una suerte de Zipi y Zape hiperactivos por sobredosis de Coca-Cola.
La temporada pasada ya fue decisivo en la consecución de la 14 y este año va por el mismo camino. A su edad, la mayoría de jóvenes preparan el TFG mientras se hallan inmersos en una crisis existencial ante un futuro económico y laboral desolador que les hace preguntarse si existe algo que merezca la pena. Rodrygo en cambio anota un doblete en el campo del Chelsea en los cuartos de final de la Champions.
Rodrygo es un corte de digestión. Es un bebé simpático que cuando te acercas para hacerle una carantoña te apunta con un revólver.
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El chico es oro molido y un súper profesional
La verdad es que Vini es quien se lleva, para bien y para mal, todos los artículos y las opiniones, pero lo de Rodry tiene una pinta muy muy seria... ahí un poco a la sombra de su "socio" sigue haciendo partidazos y contribuyendo a los triunfos del equipo. Le falta ser un poco más killer en liga pero aquí hay jugador para una década.
Si esto es así con tan solo 22 años, quiero verlos dentro de dos años, cuando tengan el colmillo, ya sí, totalmente afilado. Ver a Vinicius, Rodrygo, Fede Valverde, Endrick y Ceballos va a ser un deleite