Regalo de Reyes

Tal vez algunos habituales de esta sección (sin duda, masoquistas como nosotros) hayan echado en falta esta mañana nuestro diario análisis de las principales portadas deportivas. Podríamos alegar como coartada para nuestra falta una indigestión de roscón de Reyes, dificultades insalvables para gestionar todo el papel de regalo que no sabemos en qué contenedor depositar, la excitación extenuante de los más pequeños de la casa, o que la abuela se ha pasado con la sidra y ahora no hay quien contenga su indiscreta verborrea. Sin embargo, todas estas razones, sin duda de peso, palidecen ante el único, liberador y tal vez pobre argumento de que no nos ha dado la real gana de hacer hoy el portanálisis. Lisa y llanamente. Coño ya.

No sabemos si alguien más cree que nos lo merecemos, pero el esforzado equipo de portanalistas llegó anoche a la salvífica conclusión de que -carajo- un día es un día y qué mejor día que el de Reyes para hacernos el autorregalo de no echarnos a la cara las portadas deportivas. Si hasta Dios descansó tras completar la Creación, cómo demonios (perdón por meter al maligno en la misma frase que al Creador) no va a descansar el hombre, más débil en carne y espíritu; cómo no va a descansar quien, día tras día en una condena sin fin, tiene que vérselas con hernias, messías, ouijas y demás zarandajas. Pues no. Hoy no. Y sin prescripción facultativa. Pura y dura automedicación.

De paso, confiamos en que este regalo que nos hacemos suponga también un alivio para ustedes, queridos galernautas. Hagan como que hoy no ha habido prensa deportiva. Qué paz. Piensen por un día que todo es blanco inmaculado y repitan con nosotros "del Madrid al cielo".