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Rafa, el de los 14

Rafa, el de los 14

Escrito por: Athos Dumas6 junio, 2022
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Nos trajo este domingo una alegría a todos los que admiramos a Rafael Nadal, y una doble alegría a todos los madridistas que admiramos a Rafael Nadal.

En efecto, en una cascada de éxitos que parece no cesar, nuestra “sección” de tenis nos ha aportado el segundo Grand Slam de la temporada, tras el Open de Australia en enero y ahora con un nuevo Open de Francia. Recordemos que otra parte de nuestra sección de tenis, Carlos Alcaraz, ha conquistado este año, entre otros, los Masters 1000 de Miami y de Madrid, o el Masters 500 de Barcelona, también conocido como Trofeo Conde de Godó, Grande de España.

Ya son 14 victorias en la tierra roja de Roland Garros, 14 victorias en 14 finales (el Real Madrid lleva también una increíble serie de 8 victorias en sus 8 últimas finales de Copa de Europa). 14 victorias en 17 torneos disputados, con tan sólo 3 derrotas en 115 partidos disputados (¡112 victorias en 115 encuentros!).

Y todo ello pese a una molestísima lesión crónica en su pie, lo que le hace jugar prácticamente cojo (en sus andares en los descansos cada dos juegos se nota muchísimo su cojera), unidos a sus clásicos dolores de espalda que no le abandonan desde hace años.

Nadal: 14 victorias en 17 Roland Garros, con tan sólo 3 derrotas en 115 partidos disputados (¡112 victorias en 115 encuentros!)

De sobresaliente se puede juzgar su trayectoria en la pista Philippe Chatrier (mi colega del chat de La Galerna, Pepe Kollins, dice que ya están tardando los franceses en rebautizar la pista como “Rafael Nadal”), en particular tras su exhibición en uno de los mejores partidos en tierra batida jamás vistos, ante el número 1 del mundo, Novak Djokovic, en cuatro sets, con remontada incluida, al estilo Real Madrid, en el cuarto y último set en un partido maratoniano de más de 4 horas y que concluyó pasada la una de la madrugada.

Nadal y Djokovic

Ese partido, que merecía haber sido el partido final, dio mucha confianza a Nadal, que prácticamente no competía desde el Mutua Open de Madrid, hace un mes. Recordamos que a Rafa le correspondió jugar en el lado más duro del cuadro, ya que en él también estaban Zverev y Alcaraz (su verdugo en Madrid), por lo que el viernes, ya a una hora convencional y de día (aunque con la pista teniendo que ser cubierta por una tormenta sobre París), se las tenía que ver con Sasha Zverev, número 3 mundial, en plena forma y con 11 años menos que Nadal. Y con uno de los saques más potentes de todo el circuito.

La semifinal fue de las de “Sin aliento”, como la película parisina de Belmondo: un primer set espléndido, de hora y media de duración, con el mejor tenis jamás practicado por el alemán de origen ruso. Puso contra las cuerdas a nuestro mallorquín, que sacó su garra de costumbre a la que añadió su fuerza mental, única en el mundo, digna de los mejores Jedis de la galaxia. Solo en su cabeza cabía la idea de remontar un 6-2 en el tie-break ante un sacador como Sasha. Pero lo hizo. 7-6 para el manacorí y el alemán, como el Liverpool la pasada semana, pensando en qué más tenía que hacer para doblegar la rodilla de nuestro tenista favorito.

Nadal Zverev

La batalla del segundo set fue también a vida o muerte, con una sucesión frenética de roturas de servicio entre ambos. Se llegó a un increíble 6-6 tras otra hora y media de juego y allí ocurrió la desgracia: en un espléndido revés de Rafa, Zverev quiso llegar con su derecha pero midió mal su carrera y su tobillo cedió de forma escalofriante. El partido podía haber sido el más épico en muchos años, prometía irse mínimo a las 5 horas de duración. Mis respetos a Alexander Zverev por el partidazo que jugó y mis mejores deseos de recuperación.

Ya en la final, Nadal se tenía que ver las caras con el noruego Casper Ruud, procedente del cuadro más sencillo, que se deshizo en 4 sets del croata Cilic en semifinales. El único temor para Rafa, y para todos sus seguidores, era el estado de su pie, del que se quejaba en cada rueda de prensa posterior a los partidos: “un dolor insoportable”, declaró varias veces.

Ruud es un buen jugador (número 8 del mundo, número 6 a partir del lunes 6 de junio), es joven, 23 años, su ídolo es Nadal (es exalumno de la academia de Rafa en Manacor), posee un buen saque y, sobre todo, una derecha poderosísima. A lo que podemos añadir el descaro de su edad, una fuerte personalidad que le permite lanzar de vez en cuando unas dejadas que enmudecen al más pintado.

La única incógnita de la tarde era saber si Rafa iba a anunciar su retirada, tras su esplendoroso palmarés de 22 Grand Slams conquistados, para dejar de sufrir con sus lesiones que tanto dolor le producen

En el primer set se notaba incómodo a Nadal, quizás por sus dolores, pero el noruego estaba nervioso. Y Rafa sabía su punto débil, un revés muy mejorable. Acabó 6-3 y todo parecía encarrilado. En ese momento se vio al mejor Ruud de la tarde, rompiendo el saque del balear y poniéndose 1-3 con un tenis valiente y una derecha demoledora.

Se veía que Rafa no era el de los mejores días pero, precisamente ponerse 1-3 por debajo, fue el desencadenante de la tormenta perfecta. A partir de ahí empezó a funcionar la máquina mental de Nadal, sus piernas parecían más ligeras, cojeaba menos, y con su derecha empezó a martillear sin piedad el revés de Casper. El partido ya iba muy deprisa, parecía que el nuestro quería un desenlace rápido y empezó a encadenar juego tras juego, hasta ganar ¡once! de forma consecutiva, pasando del peligroso 1-3 a un 6-3, 6-0, mientras el pobre Ruud, voluntarioso, no sabía cómo hacer frente a la tormenta, perdiendo 6 veces su potente y seguro saque.

En dos horas y media, dejando solo ganar 6 juegos a Casper, la Decimocuarta de Nadal estaba ya en el saco. Sin discusión.

Rafa Nadal Roland Garros

La única incógnita de la tarde era saber si Rafa iba a anunciar su retirada, tras su esplendoroso palmarés de 22 Grand Slams conquistados, para dejar de sufrir con sus lesiones que tanto dolor le producen.

Y no, no anunció su retirada, dijo simplemente que iba a seguir trabajando para intentar permanecer en la élite. Veremos. Por lo pronto, ahora toca descansar y seguro que Wimbledon no está entre sus planes más inmediatos.

Lo volvió a hacer. Rafael Nadal, un deportista único para la historia

El título de “Rafa, el de los 14” es porque su victoria, y ese número, me ha hecho recordar la divertida película de 1973 dirigida por Mariano Ozores, protagonizada por el gran Alfredo Landa y la guapa María Luisa San José: “Jenaro, el de los 14”, en la que Landa hace el papel de un humilde trabajador a quien le toca la quiniela y las peripecias que le ocurren luego. El título de la película es lo único que se asemeja a Nadal, que desde luego no gana ni por asomo sus partidos ni sus Grand Slams por medio de la fortuna ni del azar, ni por una serie de increíbles casualidades, sino por su trabajo constante, su entrenamiento diario y su voluntad férrea que le hace superar cualquier situación por difícil que ésta sea.

Bravo de nuevo por Rafael Nadal, deportista sin igual con un carisma enorme dentro de una modestia casi infinita. Que tome la mejor decisión para su futuro dentro del tenis profesional, teniendo en cuenta que los triunfos y la gloria son importantes, pero que no puede hipotecar su salud del futuro al persistir con unos dolores que para cualquiera de nosotros, simples terráqueos, serían insoportables.

Lo volvió a hacer. Rafael Nadal, un deportista único para la historia.

 

Getty Images.

3 comentarios en: Rafa, el de los 14

  1. Acabo de caer en que, nombrando de pasada a Alfredo Landa en el texto, Nadal y Landa llevan exactamente las mismas letras, pero en orden diferente. Casualidad. O quizás no. Dos genios en culaquier caso, cada uno en lo suyo.

  2. Extraordinario deportista, fuera de serie, fenómeno de la naturaleza...en castellano. Outlier, superb, top one, en inglés. Maître, superb, magnifique, en el idioma francés . Tienen donde elegir.

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Tweets La Galerna

Se pasó ocho años @antoniohualde despotricando de Bale porque no hablaba español. Ahora le parece que Bellingham en cambio bien... aunque tampoco habla español.

Sin embargo, creo que le entiendo, aunque no comparta su texto.

Estamos ante un escenario -en fútbol y baloncesto- que puede hacer de 2024 el mejor año deportivo de nuestras vidas.
Concentración, humildad y ¡a por ello!
¡VAMOS REAL!

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