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Qué nos ha pasado, si no ha pasado nada

Qué nos ha pasado, si no ha pasado nada

Escrito por: Alberto Espinosa15 enero, 2025
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Me pregunto esta semana, después de la Supercopa, si cuando seamos viejos nos acordaremos de estas derrotas y también sonreiremos, si en algún momento daremos por hecho que hasta las capitulaciones forman parte de lo que somos, si aceptaremos algún día que somos fruto del dolor como el árbol lo es de la semilla. Si algún día cobrará sentido que el Barcelona nos golee dos veces seguidas en menos de cuatro meses.

De la ilusión, a la debacle

Me pregunto también si esta idea es sólo un consuelo, el que le queda al moribundo, el de ‘por lo menos he vivido’ en medio de la desazón ante el panorama de la caja de pino, del que no estoy seguro de que siempre sea peor que ver un imperio derrumbarse en treinta minutos como este Madrid de Supercopa que recibe cinco goles y en su velatorio nos hace preguntas existenciales.

El panorama es desconcertante. El Madrid ha ganado ya dos títulos esta temporada, y sin embargo las sensaciones son malas. En la hora de las grandes citas no responde como debiera. Incluso avergüenza por cierta dejadez

Barrunto, llegado este tercer párrafo, si darle significado a una derrota como la del domingo es cinismo o inmadurez. O si es las dos cosas. Obtener una explicación válida quizá sirva casi como un abrazo o como una mano en el hombro, una frase de aliento, una liana a la que agarrarse en medio de la caída. Sólo eso.

Las grietas del imperio

El Real Madrid vive su segunda era de diamantes: ha ganado seis Copas de Europa en los últimos once años. Tres de ellas han sido con Carlo Ancelotti al frente, quien, al margen de gustos y disgustos, forma parte de la terna de técnicos a los que podemos considerar como mejores de la historia por su palmarés. Pero hay un borrón, un tropezón grave. El bagaje de victorias, empates y derrotas del italiano contra el Atlético de Madrid y sobre todo contra el Barcelona es demoledor. A pesar de los títulos y de las sonrisas, de vez en cuando el avión sufre turbulencias graves cuando sobrevuela a sus dos grandes rivales. De los últimos seis partidos de Liga contra los rojiblancos, el Madrid sólo ha ganado una vez. Ante el Barça acumula dos goleadas sonrojantes en menos de cuatro meses. Hay muchas lecturas y ninguna conclusión: no hay cerebro humano que comprenda los motivos exactos por los que el mejor Madrid en décadas no es capaz, ya no de imponerse, sino de competir. Los de Ancelotti son el rival más débil de este Barcelona 24/25, habiendo sido perforados nueve veces en sólo dos partidos.

Síntomas de galacticidio

A veces leo la alineación del Madrid y la frase que me viene a la cabeza es ‘tus ojos me recuerdan a los suyos’. De tendencia pesimista, no puedo sino temer que esta segunda venida del Madrid galáctico se parezca demasiado a la versión original. Como buen hijo de su padre, este Madrid ya tiene ciertos rasgos de la mitad de los 2000: el gesto, la sonrisa, esa expresión de incredulidad cuando tiene a cuatro o cinco de los mejores futbolistas del mundo en el campo y no es capaz de dominar Europa a sangre y fuego. Los síntomas de galacticidio son tristemente evidentes y hasta ya empezamos a mirar allá donde nos señala el dedo: al puesto de pivote, donde antaño añoramos a Claude Makélélé; y a la posición de central, para la que anduvimos buscando novio años que parecieron décadas. Y no queremos mirar, ahora tampoco, a lo que hay antes del dedo: la acumulación en el mismo espacio de demasiados entes gravitatorios. Estos, capaces de ganar al ralentí a muchos equipos, aparcan para más tarde un debate que quizá deberíamos estar teniendo: el de cómo demonios va a gestionar el Madrid los grandes partidos, si con cuatro futbolistas descolgados o con una o dos malas caras en el banquillo.

El panorama es desconcertante. El Madrid ha ganado ya dos títulos esta temporada y sin embargo las sensaciones son malas. En la hora de las grandes citas no responde como debiera. Incluso avergüenza por cierta dejadez, que uno no sabe si es hartazgo de títulos o falta de espíritu obrero. Y de nuevo, el pesimista: los síntomas de galacticidio recuerdan un antiguo Vietnam.

No queda sino resignarse, que es rendirse al antiguo mantra que dice que a veces se gana y a veces se pierde. Aunque evitemos sufrir por las derrotas, estas seguirán sucediéndose porque sin ellas no existirían las quince Copas de Europa en la entraña del Bernabéu. Ya que hemos sufrido, ya que sufrimos, ya que sufriremos, sintámonos orgullosos de habernos entristecido, de haber vivido al Madrid, de que también nos hayan ganado y de que se hayan reído de nosotros como en la Supercopa. Porque quizá no haya peor último pensamiento que preguntarnos, cuando seamos viejos y todo cobre sentido, como hacen los Carolina Durante en su último disco, aquello de qué nos ha pasado, si no ha pasado nada.

 

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Fui periodista.

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10 comentarios en: Qué nos ha pasado, si no ha pasado nada

  1. Estimado Alberto yo creo tener la respuesta...estamos muy mal acostumbrados eso y que hay muchos VINAGRES entre nuestras filas, no solo no ha pasado nada, sino que esto en deportes es normal el año pasado les ganamos nosotros por el mismo diferencial y que? ya tenemos 2 títulos y optamos a 3 más además de ser los q más ganamos con diferencia....todo esto está liado por antis y vinagres para tapar el mayor escándalo deportivo del mundo como es que el barcelona pagó una millonada a los arbritos durante décadas para adulterar la competición y obtener títulos de manera fraudulenta deberían de estar en segunda división y devolver los trofeos a sus legítimos dueños han sido 8,4 millones según la guardia civil y el juez Aguirre lo denomina CORRUPCIÓN SISTEMÁTICA lo demás sobra y los perrodistas mirando para otro lado ante todo este lodazal pestilente y putrefacto..perder un partido? Pues no agrada pero no se acaba el mundo

  2. Cuando ganas todo lo que soñaste en el campo y en la cuenta corriente, qué te motiva? Cuál es el desafío? Volver a vivir el éxito de ganar lo que tanto imaginaste? Lo que tantas horas te obsesionó? No va a volver a ser como entonces.
    Ésa sensación de nervios,de angustia por la incertidumbre de si entrará el balón en la portería o no,de cómo se vive una final con todos los ojos puestos en tí,de levantar la copa, de cómo te animaron y te dieron fuerzas los que te quieren más allá del uniforme de futbolista. No va a volver a ser como entonces, por eso creo que lo que estamos viviendo esta temporada con el equipo es lo que se podía intuir, que cuando ya has llegado a vivir el sueño no te queda otra que bajar a la tierra y seguir con la rutina, y los pocos que repiten éxitos son aquellos que reinventan sus sueños.

  3. Yo ví hambre en el conjunto azulgrana que contrastó con la actitud del nuestro,que efectivamente lo ha ganado casi todo.
    En un amplio horizonte se vislumbra el nuevo mundial de clubes, que les pueda motivar, pero se nos puede hacer bola en los torneos a disfrutar hasta entonces, ya que todos los equipos conocen nuestras debilidades y los grandes nos pueden seguir haciendo sangre

  4. No seamos categóricos. Ni los críticos son VINAGRES y los que dicen que no ha pasado nada pueden ser NEGACIONISTAS.

    Que se esté vivo en las dos principales competiciones no exime de estar atento a los problemas que puedan surgir que desbaraten los objetivos.

    Si no actúas a tiempo, es tarde cuando esos problemas incipientes se conviertan en irreversibles, y tirar la temporada.

    ¿Hay motivos para la preocupación? Los hay.
    No sólo por las lesiones ni la motivación, sino lo más preocupante es la falta de equilibrio defensivo, la ausencia de meritocracia en las alineaciones, o los bajos estados de forma por si solos pero que no impiden además aparecer siempre de titular.

    Serían síntomas menores sino no se hubiera naufragado con el Barcelona y con otros equipos de peso. Esto debería ser claramente un punto de atención.

    Otro tema no menor es que el mismo Barcelona está teniendo unas cifras goleadoras no vistas en mucho tiempo, y eso debe hacer que el Madrid se ponga aún más alerta si cabe. El que Lamine hay aparecido ya de pleno derecho en la candidatura al balón de oro y haya pasado en valoración según diversas fuentes a Mbappe y este cerca de hacerlo con Vinicius, como un avión, no hace sino acrecentar está idea. Porque no es ya el Barcelona, es que este chico está siendo ya diferencial en los enfrentamientos directos y en los partidos importantes de su equipo. Y da la impresión que eso va a ir a mayores..

    En contrapartida, Vinicius no tuvo su día en la última derrota, y acostumbraba a aparecer en estos partidos. No fue falta de acierto, fue todo.en general. Veremos si encuentra la continuidad que el equipo necesita y por ejemplo hoy contra el Celta aparece en una buena versión.

    Los equipos, como los partidos políticos o las empresas cotizadas, estsn estsn muy influenciados por las expectativas. Y ahora mismo en el mercado el Madrid no cotiza en verde., no es un valor en alza. Hay que dar la vuelta a eso cuanto antes.

  5. Creo que las cosas son mucho más sencillas.
    Me alegro de que el articulista centre el problema en nuestros dos principales rivales porque de ellos quiero hablar.
    Anoche me puse a ver sus dos partidos de Copa con la esperanza de verles palmar o al menos pasar dificultades.
    Apagué la tele de la cocina con el 0-2 del Atleti y la del salón con el 3-0 del Barça. No quise ver más. (Creo que me ahorré hasta 4 goles más).
    Pero vi lo suficiente.
    Vi como los blaugranas asfixiaban con rabia humana la salida de balón del Betis, con ese ansia salvaje de poseer, de dominar, de castigar, de marcar, de ganar...
    Los vecinos de ciudad le dejaron tranquilamente la pelota al Elche, uno de los mejores equipos de 2ª a fecha de hoy, pero las argollas de la caja fuerte estaban duras como piedras y el dominio ilicitano era sólo un pim-pam-pum intrascendente. Cuando los colchoneros cazaban la bola, en 3 pases la habían metido en la portería contraria.
    En ambos partidos, vi también un torrente de solidaridad en el trabajo de equipo de nuestros dos máximos rivales. Se adivinaba mucho debajo de aquella puesta en escena: concentración, esfuerzo, ideas claras, empuje...
    Me acordaba de nuestra derrota en Supercopa.
    Delanteros holgazaneando, defensas desbordados y fuera de sitio; un centro del campo desacertado y exhausto por la inferioridad en que nuestro querido entrenador le había sumido, centrales que no son centrales...
    La verdadera cara de enfermo en UCI surgió cuando, contra uno menos, recién marcado el 2-5 y con media hora por delante, los leones de las grandes remontadas parecían gatitos medio ciegos desperezándose.
    Hay un problema y gordo. Llevo casi 55 años viendo fútbol y sé que este equipo puede conseguir 7 goleadas seguidas a partir de esta noche del Celta, 7 o 14...
    Pero no se trata de eso. Si el fútbol es un estado de ánimo, el nuestro a día de hoy es pusilánime y asustadizo. Eso es lo que han visto de nosotros en el orbe.
    Houston, tenemos unos cuantos problemas.
    No me contéis cuentos del pasado. El pasado pasó.

    1. Opino prácticamente igual. Se puede perder una final contra nuestro eterno rival? Pues claro. No somos infalibles y antes o después se acaba cayendo. Pero lo que nunca se puede hacer es perder como se perdió el domingo. Es que sinceramente, llegué a pensar que nos metían una goleada de 2 dígitos. Y sin que nuestro equipo diera NINGÚN SÍNTOMA DE REACCIÓN. Así que claro que podemos perder, pero esta derrota denota problemas muy serios y graves. Y espero que Carlo encuentre la solución.

  6. Lo voy a decir porque he llegado a un punto en el que actualmente estoy realmente AVERGONZADO de ser madridista después de muchos años.

    Gracias a Ancelotti y a Florentino

    1. No sentía tanto asco, vergüenza y hastío de este equipo desde la temporada de Lopetegui y Solari. Vaya despropósito. Y el constructor amigazo del Negreira Tim que tenemos de presidente ni se inmuta.

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Lamine Yamal es muy joven.

Enormemente joven.

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En el hecho de que @AthosDumasE llame a la que muchos llaman "Selección Nacional" la "selección de la @rfef" encontraréis pistas de por qué no la apoya.

La explicación completa, aquí

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Tal día como hoy, pero de 1962, Amancio rubricaba su contrato como jugador del Real Madrid.

@albertocosin no estaba allí, pero te va a hacer sentir que tú sí estabas.

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