El inmejorable arranque del Madrid de Xabi Alonso, con la solvencia por bandera mientras se encuentra y encuentra la brillantez, incita al análisis y a obtener las primeras conclusiones. Y más si consideramos que el club blanco se mide por las cumbres y estamos a punto de iniciar un mes de puertos de primera categoría. Así que vayamos por partes.
Números de récord
Xabi Alonso es el tercer entrenador desde el 68 que consigue enlazar siete triunfos consecutivos en los primeros partidos de la temporada. Iguala a Pellegrini (09/10) y Ancelotti (22/23). Además, el tolosarra es el octavo técnico de la historia que gana sus seis primeros encuentros de Liga. Le preceden Díaz Novoa, Carlos Alberto Silva, Van Gaal , Luxemburgo (también con los blancos), Tito Vilanova, Martino y Flick. En el horizonte madridista tiene a Miguel Muñoz, que arrancó la 68/69 con nueve victorias antes de empatar con el Pontevedra.
La flexibilidad y dinamismo
Son las dos virtudes destacadas por el técnico y expuestas a grandes ratos sobre el verde. Su Madrid se ha convertido en imprevisible. Con la premisa de repartir esfuerzos y ahorrar lesiones (Rüdiger y Trent ya cayeron), y gracias a la polivalencia y la calidad de la plantilla, Alonso lo tiene claro: acertar ya no sólo su once, sino su sistema, será casi misión imposible.
En los siete partidos disputados hasta la fecha, se ha visto el 4-3-3 de los últimos años, el 4-4-2 más equilibrado y el 3-5-2 que se preveía como campamento base del Madrid de este año. Además, salvo contadas excepciones (Courtois, Carreras y Mbappé), nadie es imprescindible y todos son necesarios. El éxito pasa por consolidar la armonía y la ambición, y la mejor noticia es que el equipo se ha hecho con todo el saco de puntos mientras apuntala su tremendo margen de mejora.
Vinícius
Confieso que nada más anotar su excelso golazo ante el Levante acudí como un resorte a las redes para manifestar lo ridículo que resulta dudar de Vinícius. Y un usuario apuntó en la diana: “No es dudar, es exigir”. Ahí es donde nos podemos reconocer todos. Incluido Valdano, que estos días advirtió con el acierto que suele que el brasileño debía ser “más cuidadoso en sus gestos”, pues “la gente del Madrid siempre ha antepuesto al club antes que al jugador”. Vinícius, siempre sospechoso de un crimen propio o ajeno, ya no goza de la protección paternal de Ancelotti, que llegó a manifestar su indignación y sorpresa por la persecución que a su juicio sufría el siete.
El éxito pasa por consolidar la armonía y la ambición, y la mejor noticia es que el equipo se ha hecho con todo el saco de puntos mientras apuntala su tremendo margen de mejora
Campañas y melancolías aparte, el estancamiento de la renovación y la bajada de estatus impuesto por Alonso comenzaba a nublar el ambiente, pero el delantero habló donde suele dejar a todos callados, en el césped, y su gran actuación en Valencia desmiente a los que ya le colocaban en la vía directa del paredón. Participativo, punzante, imaginativo, su gol al Levante casa con la definición más acertada de genialidad: lograr lo que segundos antes parecía imposible. Y es que la magia, por mucho que algunos lo tengan en su punto de mira, vive en sus botas.
Más nombres propios
Una de las mejores noticias para los blancos —sobre todo teniendo en cuenta la carestía de creadores en el centro— ha sido la metamorfosis de Arda Güler. De suntuoso pícaro a general en plaza, el turco no sólo ha hecho olvidar la ausencia de Bellingham, sino que está afianzando una sociedad con Mbappé indetectable para los rivales. Y eso son palabras mayores.
Qué decir del galo, líder por estatus y números, el auténtico sostén del inicio de la competición.
Respecto a los nuevos, Huijsen y Carreras han roto las predicciones más optimistas, empeñándose en agotar los adjetivos admirativos, mientras Franco Mastantuono, paso a paso, destello a destello, va demostrando con su rendimiento que la fe de Alonso no es crédula, sino basada en su valor diferencial y constante activación tras la pérdida.
Lo que viene
Hasta ahora, las balas no han sido de fogueo, pero sí de fusilería. Durante el próximo mes llega la verdadera artillería. O lo que es lo mismo: Atlético de Madrid, el viaje de nunca acabar a Kairat, el serio Villarreal, la visita a la casa de torturas de Getafe, el clásico europeo contra la Juventus y el doméstico frente al Barcelona. Ahí es nada.
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El partido del sábado es diferente. El Levante jugó abierto, a diferencia de Osasuna, Mallorca o Español. El Atleti no va a dejar huecos. El fútbol ofensivo del Madrid aún es muy plano ante rivales defensivos, algo que es normal por el poco tiempo que lleva el entrenador. Al final dependerá de cómo estén individualmente Vinicius y Mbappe. Al Atleti le faltan 200 millones en fichajes que apenas ha estrenado. Seamos cautos.