Creer cuando nadie confía. Mantener la ilusión en lo improbable. Abonarse a lo imposible. Esto, que no son frases hechas, sino los rasgos de un ADN, parecen olvidados en la semana más importante para el Real Madrid de la temporada. Fuera de la Champions y segundo en la Copa, la lucha por la Liga está a golpe de un asalto a Montjuic, pero la atención se centra en cuándo anunciará Ancelotti su salida. Desolador.
Es cierto que el Madrid no ha encontrado un juego fiable en toda la temporada, que su vulnerabilidad le hace terminar casi todos los partidos colgado del larguero, que la fortuna se ha burlado hasta extremos insospechados de la mala planificación de la plantilla, que el Barcelona ha ganado los tres partidos que se ha cruzado con los blancos… pero qué pronto se olvida que el único equipo capaz de bailar cuando pende de un alambre reside en Chamartín.
Qué pronto se olvida que el único equipo capaz de bailar cuando pende de un alambre reside en Chamartín
Desconozco si más que un clavo ardiendo el Madrid necesita una ferretería en llamas, pero resulta casi indecente que a estas alturas el derrotismo haya ahogado ese pálpito irracional que siempre guía y conjura las míticas remontadas blancas. Y no será por lo inédito de la dificultad de la empresa. Recuerden —y si no les hago un breve resumen— la maravillosa Liga 06/07.
Con Fabio Capello a los mandos y los escándalos en el escaparate (salida de Ronaldo, Beckham apartado, Emerson negándose a jugar en el Bernabéu), nadie confiaba en el título hasta la visita al Camp Nou. Allí, un 3-3 injusto con la imagen del equipo, que sacó todo el orgullo y la casta que exige el escudo, comenzó una remontada que terminó con el título de Liga más meritorio de la historia.
El madridista no pide a estas alturas un clon de Juanito o Camacho, pero tampoco es de recibo no dar señales de estar en disposición de luchar hasta el final. Despierta, Madrid
Me recordaba Isidoro San José hace unas fechas en los micrófonos de EsRadio que para que se produzca el fenómeno de la fe, los primeros que han de dar el paso son los propios jugadores. Y qué razón tenía. Si analizamos lo sucedido (o lo no sucedido) contra el Arsenal, veremos que todo partió de la afición, que los futbolistas en realidad no dieron la sensación de creérselo nunca. Resulta obvio que el madridista no pide a estas alturas un clon de Juanito o Camacho, pero tampoco es de recibo no dar señales de estar en disposición de luchar hasta el final. Despierta, Madrid.
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No nos dejaran ganar como lo llevan haciendo desde hace décadas y este año más aún si cabe, los negreira boys harán su trabajo por el que" cobran" o acaso la millonada que el barcelona dio a negreira lo hizo por amor al arte y la neutralidad JAJAJAJA..forza inter
Así fue, el Madrid de Capello llegaba tocadisimo al Camp Nou y sin embargo jugó un partido magnífico que mereció ganar de largo. Guti dio una exhibición y a partir de ahí la dinámica del equipo cambió hasta proclamarse campeón. Esperemos que pase algo parecido el domingo. El Madrid ya sabe cómo hacerlo, igual que en la segunda parte de la final de copa: presionando con intensidad arriba y no metiéndole atrás.
Hernández Hernández, el pito,Alberola Rojas, el VAR.
El CTA, ha echado el resto, quieren dejar la liga sentenciada ya.
Son varias ligas q, para mi no tienen valor.
La actual liga me da repelús, y no representan la culminación un campeonato y si el hecho probado q es un montaje.
La designación de ambos suena descarada y cínica a la par.
Para despertar hace falta Capello o Mou que dejo al equipo despierto para ganar 6 copas de europa
Creo que no somos conscientes de que el Madrid necesita ganar por goleada para poder ganar al Sobornalona, partido ajustado y la mafia del CTA se encargará de que no lo gane el Madrid.
¿Está el Madrid en un estado de forma como para ganar por goleada al Robalona?
No sé qué me cuesta imaginar más, si ganar en Montjuich o conquistar la liga.
Y ello, no por la dificultad intrínseca de los dos logros mencionados sino más bien por la confabulación conocida, sin despreciar nuestra ya providencial desconexión a lo largo de la actual temporada.
Si el equipo se aísla razonablemente de rumores y/o realidades acerca de inminentes bajas, altas y descartes para dedicar dos horas enteras, con compromiso y sin bajar la guardia, a hacer borrón y cuenta nueva, aún a pesar de los árbitros y de las bajas, no es del todo imposible ganar en Barcelona.
Otra cosa es que se nos deje a nosotros ganar en Sevilla y que, por el otro lado, el Athletic de Bilbao en la última jornada, ojalá antes Español o Villarreal, coadyuven a cuadrar las cuentas.
En definitiva, resulta muy difícil creer que los mismos que nos perjudicaron cardinal y consecutivamente contra Español, Atlético y Osasuna, estén dispuestos ahora a no hacerlo ante Mallorca, Sevilla y Real Sociedad.
Los mismos que están a horas de que Louzán les reciba en audiencia para que les dé su aquiescencia sobre las declaraciones intempestivas de González Duro y De De Burgos Bengoechea previas a la final de Copa y que la propia FIFA afeó.
De ahí mi escepticismo en un mundo, como es el del fútbol español, en el que se admite que un club durante 20 años pague al vicepresidente de los árbitros para que las actuaciones arbitrales sean más limpias.
El mismo mundo, repito, en el que los árbitros pretenden imponer al presidente de la RFEF que les autorice a criticar hostilmente a uno de los clubes al que deben arbitrar posteriormente en una final.
Y que junto a semejante legitimación, entone el susodicho presidente un mea culpa por lo tardanza en la misma.
Ante semejante panorama, cito, como alguna otra vez, a Arthur Schopenhauer, en su obra " El mundo como voluntad y representación", cuando plantea esta disyuntiva acerca del sentido de la existencia humana, "mientras la Voluntad me dice que SÍ, la Razón me dice que NO".
Pues eso, que como todo madridista QUIERO, DESEO y CREO que el Madrid puede ganar en y al Barcelona como también la liga, pero cuando PIENSO y RAZONO sobre esa posibilidad, tomo conciencia de que, quizá, no va a poder ser y que no habrá forma ni manera de conseguirlo.
Y no por ello, ya lo sabemos, hemos de ponernos tristes, sino ocuparnos como club en implementar medidas eficaces contra esta injusticia tan terrible.
¡HALA MADRID POR SIEMPRE!