Arbitró Mateo Busquets Ferrer del colegio balear. En el VAR estuvo Trujillo Suárez.
Probablemente el mejor colegiado de la actualidad, y eso que es uno de los jóvenes del estamento arbitral y con pocos años en la élite. Hoy falló en algunos detalles que tuvieron que ver principalmente con faltas y con el primer penalti de la noche, cuando necesitó la ayuda de Trujillo.
En el 17' Copete cometió la pena máxima por una mano extendida y abierta que, como dice el nuevo testamento de las manos, es penalti. A Busquets Ferrer se le escapó y se puede entender, porque es complicada de apreciar en directo. Le ayudó el VAR para que lo pitase con el monitor. Pero en la misma jugada hay un penalti catedralicio de Diego López a Mbappé al que agarra sin opción de jugar el balón que tampoco vio. Tuvo suerte el equipo che de que pitase la primera acción, porque Diego López habría visto la roja de señalar el segundo.
La primera y única amarilla para los locales llegó por una falta de Tchouaméni a Beltrán que iniciaba una contra. Justa, pero viene precedida de un claro derribo a Mastantuono en la frontal del área.
En el 43', el segundo penalti a favor de los madridista que admitió poca duda. Thierry llegó tarde ante Carreras y se lo llevó por delante.
En la segunda mitad lo más destacable fue la amarilla a Javi Guerra por agarrar a Endrick en el 87' y que el colegiado balear volvió a obviar una falta sobre Mastantuono cerca de la frontal. Gayá le pisó por detrás en el talón y era una entrada merecedora por lo menos de tarjeta amarilla.
Busquets Ferrer, DISCRETO.












Los valencianistas hacían varios penaltis en cada jugada pero él tenía dificultades para ver alguno...
A Franco le cosieron a patadas (dos de ellas, al borde del área rival) y no sancionó ninguna y, encima, tras una de las no sancionadas, vino la tarjeta a Tchouamení.
No le quedaron más narices que pitar el penalty sobre Carreras pues fue catedralicio pero no vio ninguno de los tres que hubo en el saque de esquina, que tuvo que indicárselo Trujillo desde el VAR porque su asistente -el que señaló, al inicio, un fuera de juego inexistente que impidió una clara ocasión de gol- también se inhibió y, eso que los dos agarrones los tuvo delante de sus narices.
¿Discreto? ¡Nefasto!
Vuelve el algorrino a las andadas…
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Anoche volví a ver las jugadas "conflictivas", faltitas y faltas, y a mí este mushasho no me convenció: Gayá, ese miserias, mereció una tarjeta y algún otro del Violencia también. En la jugada del primer penal , hay otros penales más y tarda demasiado en ver el más escondido e ir al Var. En vez de discreto yo le pondría insuficiente.
Estamos normalizando el hecho de que si un árbitro nos pita un penalti incuestionable, eso le convierta en buen árbitro. A mi no me gustó en general su arbitraje, aunque no fue de los peores. Al menos no nos anularon ningún gol, que ya no sabes si alegrarte cuando marcamos. Qué cruz.