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Goles son amores

Escrito por: Marcelino1 marzo, 2020
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Una sensación de deja vu ha circulado por la mente de los madridista esta semana. Las derrotas consecutivas frente a Levante, cediendo el liderato liguero al FC Barcelona, así como la derrota frente al Manchester City, que deja al cuadro blanco en una situación delicada respecto a su futuro europeo han devuelto al madridismo viejas vivencias de la temporada pasada, cuando los merengues, comandados por Solari, perdieron sus opciones de títulos en una semana. En el horizonte aguarda un FC Barcelona que visitará el domingo el Santiago Bernabéu, un estadio donde viene cosechando muchas victorias en los últimos años y que puede comprometer seriamente las opciones de los locales de cara al título liguero tras muchas jornadas del conjunto de la capital en lo más alto de la tabla.

Ese deja vu, si cabe, se acrecienta si uno observa las sensaciones que transmite el Real Madrid en el terreno de juego. Tras un arranque de curso bastante negativo, los blancos fueron poco a poco ganando solidez y siendo más compactos a través de dos decisiones capitales de Zidane: la inclusión de Ferland Mendy en el lateral izquierdo, y la presencia de Fede Valverde en el perfil derecho del centro del campo. A partir de estos movimientos fue asentándose un equipo caracterizado por la mejor disposición de cara a las transiciones defensivas, limitando el poder ofensivo rival y tratando de competir fortaleciendo la retaguardia. Sin embargo, los problemas en el último tercio del campo rival han ido limitando a los blancos poniendo en jaque su temporada.

La temporada del FC Barcelona ha sido del todo irregular, empezando por una inestabilidad institucional que ha derivado en todo tipo de desmanes deportivos y no deportivos. Sin embargo, todo este maremagno se ha visto suavizado por un equipo que, pese a estar cosechando una temporada peor para los estándares de la última década, ha obtenido buenos resultados para seguir progresando en liga y en Champions League. Las flaquezas a nivel de club se han resentido la producción en campo y el equipo no transmite la sensación de poderío de los últimos años. Entre todos los problemas, a nivel deportivo, se produjo la destitución de Ernesto Valverde hace poco más de un mes, que llevo a Quique Setién a hacerse con las riendas del equipo. Dicho cambio, unido a la plaga de bajas de los blaugrana ha devenido en una serie de cambios que han tenido su impacto en el juego del equipo.

El dilema de Setién

La llegada de Quique Setién al FC Barcelona supone una  apuesta por  “los orígenes”   FC Barcelona. El técnico cántabro practica el juego de posición arquetipo de los culés con una incidencia especial en dos fases: la recuperación en campo contrario y la salida de balón. Es a partir de estas dos fases donde Setién pretende hacer fuerte a los suyos. Todavía se percibe que el Barça anda en construcción, como es lógico tras poco tiempo de trabajo y con una plantilla que, tras la errática planificación de la secretaría técnica, está muy limitada en cuanto a sus piezas.

El nuevo técnico ha ido haciendo muchas pruebas a lo largo de las semanas, con diferentes dibujos, piezas y propuestas, lo que ha derivado en diferentes versiones de su equipo.

En los últimos encuentros estamos viendo a un FC Barcelona que parte con cuatro centrocampistas en rombo, colocando a Arturo Vidal en la cúspide, sirviendo de apoyo a Leo Messi y Antoine Griezmann, quienes se emparejan con los centrales. Son los laterales, Firpo y Semedo, quienes se encargan de dar amplitud y profundidad por los fuera, mientras que el propio Vidal o Griezmann se encargan de lanzar movimientos de ruptura por dentro, a la espalda de la zaga rival.

En estos compases se ha visto a un FCB con una circulación algo lenta, buscando protegerse con la misma y dificultades para girar al rival. Su principal amenaza está siendo, como no podía ser de otra manera, Leo Messi. El astro argentino es el catalizador del ataque culé, ya sea lejos de la frontal, donde es capaz de filtrar pases imposibles y activar todo tipo de jugadas, o cerca de la misma, donde es un jugador con un rango de tiro y acción capaz de encontrar el arco rival desde cualquier posición y distancia.

Lo más probable es que nos encontremos ante un Real Madrid, que como viene haciendo este curso, opte por un bloque alto o un bloque medio-alto para cortocircuitar la salida rival. La presencia de Ferland Mendy y Fede Valverde en el once blanco han tenido un impacto en cuanto a la estructura del mismo. Fede se ha mostrado como un elemento muy valioso a la hora de ejecutar esa presión en campo rival, gracias a su capacidad para repetir esfuerzos de alta intensidad y el lateral francés se ha destapado como un activo a nivel defensivo, que sella su costado y ofrece una cobertura cerca de Sergio Ramos y Casemiro, quienes pueden adelantar líneas sin desprotegerse.

En este escenario, el Barcelona cuenta con dos activos importantes para desactivar la presión blanca. En los primeros escalones, la presencia de Marc André Ter Stegen supone todo un plus a la hora de generar superioridades numéricas. El alemán es verdaderamente un portero jugador y muestra una capacidad innata para ejecutar todo tipo de pases que desbaratan la presión rival. El cancerbero es capaz de jugar en corto a la espalda de la presión, sin titubear lo más mínimo, así como jugar en largo con pases tensos y precisos.

En el último escalón se encontrará Leo Messi, tratando de hacer daño entre líneas. El Real Madrid está encontrando problemas para defender a los jugadores que atacan a la espalda de Casemiro y el ‘10’ argentino es la gran amenaza mundial explotando este tipo de espacios. Cada vez que el Real Madrid se ha descuidado de tener una defensa específica sobre Messi, lo ha pagado con creces. El pasado miércoles vimos como Kevin de Bruyne castigaba una y otra vez la espalda de la presión vikinga. Encontrar al belga en tierra de nadie fue un movimiento ganador, cada vez que entraba en contacto con el esférico, lo hacía con tiempo para pensar y ejecutar, hecho que resultó en ocasión de gol para el Manchester City cada vez que esto ocurría. Pero Zidane y el Madrid han sufrido en demasía a Leo Messi como para obviar la necesidad de dedicar una vigilancia especial.

 

Kevin DeBruyen a la espalda de los centrocampistas

 

En cualquier caso, está por ver qué tipo de partido plantea Quique Setién, Lo lógico es pensar que su voluntad sea la controlar el partido a través de la tenencia de la pelota, la presión en campo contrario, el control de las segundas jugadas y no exponer a su equipo en transición defensiva. Además, al FCB le ha funcionado la estrategia de jugar al gato y el ratón en Concha Espina. El FCB apostando por una circulación conservadora para desespero de la afición merengue, quien se impacienta y termina por contagiar al equipo, el cual salta a por el poseedor Pero a la vista de lo acontecido el miércoles en el Santiago Bernabeu no es descartable que trate de matizar su propuesta, ceda los primeros metros al Real Madrid y trate de hacerle daño a partir de la transcición tras pérdida. Los blancos vienen sufriendo mucho en transiciones y el sector de Dani Carvajal se ha mostrado tremendamente endeble. En este sentido, no es descartable que veamos a Martin Braithwaite comparecer y tratar de quemar al lateral derecho local a partir de movimientos profundos y de ruptura sin balón. El extremo danés destaca por su capacidad para mezclar movimientos de apoyo y ruptura que pueden ser muy problemáticos para el Real Madrid si se encuentra Messi con libertad para buscarle.

Será interesante de ver si Setién matiza su propuesta de juego para tratar de ganar el partido desde la estrategia operativa, tratando de aprovechar las debilidades del rival.

 

Portería a cero

Bien puede estar tentado Setién de apostar por una estrategia que ceda protagonismo al Real Madrid sabedor de los problemas de estos en campo contrario. Y es que el equipo de Zidane se ha vuelto a sentir desnudo cuando ha llegado el tramo caliente de competición. Los merengues se han topado de frente con su realidad y es que es un equipo con muchas dificultades en el último tercio de campo, tanto por cuestiones individuales como colectivas, pero principalmente por una falta de calidad diferencial y registros.

En este caso, no se trata de una cuestión de efectividad, sino más bien de volumen. Al conjunto blanco le cuesta mucho castigar a las defensas rivales, traducir las fases de dominio en ocasiones. Por una parte su circulación es de mucha calidad, pero algo lenta, lo cual dificulta desordenar al rival mediante el pase, si bien es cierto que sigue siendo la principal forma que encuentran los blancos de atacar. Por otra parte, encuentra dificultades para desbordar a los rivales. Sólo Hazard (lesionado la mayor parte de la temporada) están constituyendo un factor diferencial a la hora de desordenar a partir del regate. Jugadores como Isco, Marcelo o Modric, fuente de desequilibrio interior y exterior han dejado de hacerlo como antaño. Si bien la inclusión de Mendy y Fede Valverde a supuesto una mejora en la estructura del equipo y hoy por hoy son imprescindibles, no es menos cierto que su fútbol no está orientado a desequilibrar al rival. Fede Valverde ha sido una amenaza en aquellos partidos en los que es capaz de atacar el intervalo lateral-central izquierdo de los rivales, pero su juego no siempre está enfocado a ellos. De esta forma los rivales suelen defender de cara constantemente, facilitando su labor.

Análisis del clásico Real Madrid Barcelona

Asimismo, los merengues no encuentran ventajas numéricas en área contraria. Karim Benzema está bastante solo a la hora de atacar a los centrales rivales. Tanto Eden Hazard, como Vinicius Júnior tienen un comportamiento en el campo bien distinto al que tenía Cristiano Ronaldo. Su juego está más enfocado a la generación y el desequilibrio, que a materializar las ocasiones. En este sentido, Vinicius Júnior, quien ha vuelto a ser un activo importante, tiene un comportamiento eminentemente exterior, tratando de ser una fuente permanente de desequilibrio mientras encara a sus pares. De esta forma, cuando Karim Benzema traza movimientos circulares a través de los cuales pretende desordenar la defensa, ningún compañero activa las zonas que Karim habilita. Sólo cuando el Real Madrid hunde por completo al rival y le gira es capaz de encontrar a jugadores desde la segunda línea.

El centro lateral, recurso predilecto del equipo de Zidane en la primera etapa de éste ha ido perdiendo protagonismo con el paso del tiempo. Antaño, aprovechando el poderío aéreo del equipo, con jugadores como Ronaldo, Bale o Álvaro Morata, el equipo se apoyaba en esta acción, incluso cuando no venía precedida de ventajas previas, haciéndose valer de su superioridad. Hoy el centro sigue siendo importante, pero lo es como recurso y rara vez se ejecuta sin haber agitado antes a la defensa, pero el único jugador que viene sumando en estas lides es Karim Benzema, básicamente porque es el único receptor de los mismos.

Tampoco ayuda que el equipo no posea especial rango de tiro. Sólo Gareth Bale y James Rodríguez son jugadores regulare desde la media distancia pero hoy por hoy no pasan de jugadores secundarios, o terciarios como el caso de James.

Para muestra, la evolución goleadora del equipo. El desplome es evidente y pese al leve repunte de este curso, el equipo sigue estando muy lejos de la élite.

Si bien el equipo ha mejorado mucho en lo que a la faceta defensiva respecta, no es menos cierto que hoy los partidos del Madrid son muy largos y, por tanto, abiertos. Al Real  Madrid le cuesta edificar ventajas sobre las que apoyarse de forma que las opciones del rival maximizan. La naturaleza del equipo es la del “1-0”, de forma que los márgenes en los que se mueve son muy estrechos, ello da pie a que cualquier fallo o desajuste pueda pagarse muy caro.

La solución hoy por hoy no parece sencilla. Ninguna de las alternativas ofensivas del equipo es una garantía, pese a que jugadores como Jovic, Bale o James tengan capacidad goleadora, de ahí que Zidane suela optar por incluir un centrocampista más (Isco) tratando de ganar cuota de control, tratando de ordenar al equipo a partir de la pelota, mejorando la circulación para así protegerse ante posibles pérdidas.

Análisis del clásico Real Madrid Barcelona

Es posible que ,ante los problemas de Junior Firpo en el costado o si la alternativa al dominicano  es un central, que Zidane apueste por algún jugador de banda derecha para tratar de atacar esa debilidad. Además, de esa forma, Carvajal encontraría un punto sobre el que apoyarse para proyectarse. No obstante, el pasado miércoles Benjamin Mendy daba sensación de ser una debilidad, estaba amonestado y el técnico francés no adoptó ninguna medida enfocada específicamente a buscarle las cosquillas.

Lo más probables es que veamos a un Real Madrid que trate de ganar el partido desde la presión en campo rival, tratando de provocar pérdidas que descoloquen al FC Barcelona, así como el control del esférico, para ordenarse. A partir de ahí, tratar de aprovechar las ocasiones que se generen, aunque sean pocas, pero el equipo no está preparado para un escenario abierto ante un equipo con mayor capacidad goleadora (62 goles en liga FCB vs. 46 RMA), como es el FCB de Leo Messi y Antoine Griezmann.

Asistiremos a un partido liguero con sabor a final, con cierta nostalgia por lo que hasta hace poco eran ambos equipos en términos de talento y potencial pero con toda la emoción de un título en juego y la rivalidad histórica de ambos conjuntos.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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Twitter: @Marcelino_AdE

Un comentario en: Goles son amores

  1. Estupendo análisis. Sé que el equipo se va a dejar al piel por ganar. Lo lleva haciendo toda la temporada a pesar de sus propias debilidades. Solo le pido que a parte de la entrega, derrochen atrevimiento. Que lo intenten. Que los defensas no dejen respirar a los delanteros. Que los medios arriesguen y busquen los desmarques a través de pases verticales. Que tiren desde media o larga distancia. Que acaben las jugadas para presionar la salida de balón del Barcelona. Que los delanteros y extremos regateen, que busquen las cosquillas al contrario, que tracen diagonales que rematen. Nos falta un poco de todo esto. Da la sensación de que el equipo se ha vuelto demasiado plano y ahí hay jugadores que pueden hacer mucho más: Isco, Modric, Benzema, Vinicius, Bale... Ánimo a todos y a ganar!

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