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Un suceso insólito

Un suceso insólito

Escrito por: Genaro Desailly14 noviembre, 2025
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Ayer por la tarde, en la capital de España, se produjo un suceso estupefaciente. Un hombre llamado Luis Rubiales lanzó huevos contra otro hombre llamado asimismo Luis Rubiales, y todo ello en el contexto de una charla o conferencia.

El Luis Rubiales agredido se hallaba en lo alto de un escenario o tarima, en compañía de otro sujeto, cabe colegir que un maestro de ceremonias o introductor del ponente, mientras que el Luis Rubiales agresor perpetró su atentado desde el patio de butacas. El Luis Rubiales agresor fue detenido por la policía, lo que le salvó de convertirse por el mismo precio en Luis Rubiales a su vez agredido, ya que la víctima había descendido ya, como un resorte, a la altura de su homónimo con el objetivo de responder traduciendo huevos por obleas, tarea en que ni la más avanzada IA que pueda concebirse tiene las de ganar.

Los especialistas freudianos de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado elaboraron enseguida una explicación psicoanalítica del suceso. Un hombre con serios problemas de autoestima habría encontrado una alternativa a la autolesión en el acto de agredir a otro llamado como él, y si le lanzó huevos y no cualquier otra cosa fue por una manifestación subliminal de ciertas dudas sobre la propia virilidad.

En otras palabras, Luis Rubiales habría lanzado huevos a Luis Rubiales como forma de autoexigirse un nivel de testosterona apto para una coyunda que últimamente se le resistiría, acaso por un problema de insuficiencia eréctil. En la mente febril de Luis Rubiales Agresor, por tanto, y siempre según estos componentes de la Policía Freudiana, un ficticio agente externo (en realidad el mismo sujeto) reclamaría al propio Luis Rubiales Agresor, vía lanzamiento de huevos a Luis Rubiales Agredido, la solidez eréctil que se le resiste. “El subconsciente es asín”, concluye nuestra fuente en la Policía Freudiana.

Sin embargo, no tardó en entrar en juego una variable que cambió el rumbo de la investigación en la frenética tarde de ayer. Llegó al conocimiento de los agentes implicados que el acto donde tuvo lugar el incidente no era en realidad una simple conferencia, sino la presentación de un libro, escrito por Luis Rubiales Agredido. El caso pasó inmediatamente a manos de la Policía de Propiedad Intelectual, donde se comenzó a manejar la hipótesis de una venganza como respuesta a una usurpación de copyright o similar.

La mayor parte de delitos de plagio literario que se conocen atañen al contenido de los libros. En este caso, sin embargo, y de manera harto fascinante, el fraude no se referiría al contenido del libro, sino a su autor. Queremos que se nos entienda: Luis Rubiales Agredido se habría apropiado fraudulentamente no del texto, sino del nombre del autor, a la sazón Luis Rubiales Agresor, a la hora de firmar la obra. De ahí el desquite del agraviado a través del lanzamiento de huevos.

En medio de todo esto, una nueva revelación sacudió de pronto los cimientos de este intrincado castillo de pesquisas. Sí, amigos, algunos tal vez ya lo sepáis. Agredido y agresor no solo compartían nombre, sino que eran además tío y sobrino.   “Ambos de Motril”, apostilló un joven oficial, con aires de gravedad.

Tío y sobrino. Motril. ¿Cómo encajar en el puzzle tan tremendos nuevos datos? De momento, el expediente cambió otra vez de manos en la sede de la Policía Nacional. Eran las 20:34, y el mismo bedel que los había trasladado del Departamento Freudiano al de Delitos contra la Propiedad Intelectual tomó el ascensor para llevar los papeles a la Unidad de Violencia Doméstica No de Género.

A altas horas de la madrugada, la policía seguía inmersa en la tarea de desentrañar todos los desconcertantes detalles. A las 2:17 AM, se conocieron extremos sorprendentes de la vida del agredido. Aparte de cosas como haber organizado fraudulentamente una competición de fútbol en un país del Golfo, o robar besos furtivos a la capitana de un equipo de balompié femenino, la víctima parecía compartir con el agresor cierta experiencia en el campo de los huevos, por cuanto en cierta ocasión se palpó los suyos propios en presencia de la Reina Letizia y de una de las infantas del Reino de España. Aun ignorándose aún la posible relevancia del dato, por precaución  se cambió de inmediato el nombre al expediente, que internamente pasó a denominarse “Luis Rubiales Lanzahuevos vs. Luis Rubiales Tocahuevos”. Solo el segundo apellido parecía marcar diferencias entre los protagonistas de la historia.

Estaban a punto de dar las cinco de la mañana en todos los relojes del Ministerio del Interior cuando se hizo del dominio de la policía el dato más perturbador e inquietante. La enésima revisión del video del incidente había confirmado la sospecha más lúgubre. El individuo de color que salta del público para intervenir en el lance, no se sabe bien en favor de cuál de los dos contendientes, era en efecto Bertrand Ndongo, popularmente conocido como “el negro de VOX”.

¿Qué hacía ahí Bertrand Ndongo? ¿Confirmaría también su presencia en la sala lo que tanto la Nacional como la Benemérita llevan tiempo barruntando, es decir, que es completamente gilipollas? Conociendo la adscripción socialista de Luis Rubiales Tocahuevos, acaso la aparición de Ndongo sugiera la forja de una maniobra política inopinada: un pacto de estado entre PSOE y VOX para borrar al PP del espectro de partidos nacionales al alcance del elector. Acaso el lanzamiento de huevos contra Rubiales Tocahuevos por parte de Rubiales Lanzahuevos no haya sido sino un ensayo de cara a un atentado similar contra la integridad física de Alberto Núñez Feijoo.

De momento, el bedel anda ya, expediente en mano, camino de la sede de la UCO.

Seguiremos informando.

 

Getty Images

 

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Genaro Desailly es poeta.

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9 comentarios en: Un suceso insólito

  1. El contenido del artículo está a la altura de "la parte contratante de la primera parte será considerada como la parte contratante de la primera parte ". A la altura del gran Groucho. Felicidades.

  2. Esos no son "loh faloreh de la real feración ehpañola de fubo" que tanto decía el Rubi cuando destituyó a Lopetegui a punto de empezar el mundial 2018 porque el Madrid le había fichado para la temporada siguiente y que tanto aplaudieron con las orejas todo anti diciendo que había hecho bien plantando cara a Florentino cuando en realidad le ahorró dos millones de euros que era la cláusula que tendría que haber pagado el Madrid.
    Luego el de loh valoreh hico cosas como las del chalet de Salobreña, las llamadas a geri para apañar la Supercopa en Arabia o la tocada de huevos y piquito a la Jenny en la final del mundial femenino, ahí ya no aplaudían con las orejas los antis como antes.
    Una aclaración, el "negro de Vox" no es bertrand ndongo sino Garriga, que realmente pertenece a Vox no como ndongo que aunque pueda ser defensor de sus ideas es un mero reportero.

  3. El articulo es muy bueno. Pero si analitzar en serio, no entiendo que se le cobertura a este tipo. Se nota que no hay notícias. En fin… igual se presenta a otro cargo…

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