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Salmo 135 de las semifinales

Salmo 135 de las semifinales

Escrito por: Padre Suances12 abril, 2018
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Todo lo bueno viene de lo Alto. Y, como Abraham que fue premiado en su fe en el último momento, ayer el Madrid fue premiado por su fe, por su ánimo y, por qué no decirlo, por su blanca indumentaria frente al equipo de la Ciudad del Diablo.

Por ello hay que dar las gracias, porque como ya hemos dicho innumerables veces, el Señor ha elegido a nuestro equipo para pastorear la competición de máxima exigencia de este deporte.

Dad gracias al Señor porque es bueno:

porque es eterna su misericordia.

Dad gracias al Dios de los dioses:

porque es eterna su misericordia.

Dad gracias al Señor de los señores:

porque es eterna su misericordia.

Sólo él hizo grandes maravillas:

porque es eterna su misericordia.

Él hizo sabiamente las alineaciones:

porque es eterna su misericordia.

Él afianzó sobre el campo a Modric y a Case:

porque es eterna su misericordia.

Él hizo tifos gigantes en la grada de animación:

porque es eterna su misericordia.

El míster que gobierna el vestuario:

porque es eterna su misericordia.

La ambición que gobierna los ánimos:

porque es eterna su misericordia.

Él hirió a la UEFA en sus primogénitos Platini y Villar:

porque es eterna su misericordia.

Y sacó al Cholo de aquel país:

porque es eterna su misericordia.

Con contragolpe poderoso, con testarazos mareantes:

porque es eterna su misericordia.

Él dividió en dos partes las eliminatorias:

porque es eterna su misericordia.

Y condujo por en medio al Real Madrid:

porque es eterna su misericordia.

Arrojó en el mar Rojo del Liverpool al Faraón Guardiola:

porque es eterna su misericordia.

Guió por el desierto del 0-3 a su pueblo:

porque es eterna su misericordia.

Él hirió a petroequipos famosos:

porque es eterna su misericordia.

Dio muerte a equipos poderosos:

porque es eterna su misericordia.

Al Atleti, rey de los lloriqueos:

porque es eterna su misericordia.

Y al Barcelona, rey de contrabandistas:

porque es eterna su misericordia.

Nos dio la Champions en heredad:

porque es eterna su misericordia.

En heredad al Madrid, su siervo:

porque es eterna su misericordia.

En nuestra humillación, se acordó de nosotros (esperando al minuto noventaitodos, hay que reconocerlo, estuvimos a punto de dejar de creer):

porque es eterna su misericordia.

Y nos libró de nuestros opresores (esperemos que también actúe en las elecciones de la RFEF):

porque es eterna su misericordia.

Él da alimento a CR7:

porque es eterna su misericordia.

Dad gracias al Dios del cielo:

porque es eterna su misericordia.

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No soy la respuesta madridista a mi querida amiga Sor Lucía Caram. Hay planteamientos tácticos mezquinos que entusiasman el corazón de Dios.

5 comentarios en: Salmo 135 de las semifinales

  1. AMÉN .
    Cuanto tiempo Padre Suances ! Pero después de leer su artículo ha merecido la pena esperar .
    Un saludo blanco celestial .

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