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En el campo, el rival. El enemigo, en los medios.

En el campo, el rival. El enemigo, en los medios.

Escrito por: Federico Garcia "Lurker"24 noviembre, 2019
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Del rugby suele alabarse, junto a una nobleza aparentemente impropia de tan rudo deporte, el tercer tiempo, en que los contrincantes beben juntos el terminar el enfrentamiento. El fútbol carece de tan feliz institución (acaso también de su nobleza) que se ve sustituida por una costumbre no menos interesante: la rueda de prensa tras el partido.

Al terminar la contienda comparece el entrenador ante los periodistas. Comparecer es lo que hace el acusado ante el tribunal que lo juzgará, el condenado ante el pelotón que lo ajusticiará y el entrenador frente a la prensa (¡qué nombre tan atinado!) que lo estrujará. El compareciente tiene margen para declararse culpable, para fumar un último cigarrillo o para intentar escapar de las preguntas envenenadas con una sonrisa de circunstancias.

Sospecho que el entrenador acude a la sala donde comparece llevando en el bolsillo una estampa de San Sebastián, santo patrón del gremio, al que se suele representar atado a un árbol y atravesado por las flechas y los dardos de los periodistas/sagitarii, en acertada imagen del entrenador ante el pelotón de periodistas con alma de tricoteuse que torpedea al míster

En cuanto se abre el turno de preguntas empiezan a silbar piedras: “¿Cree usted que señalar a N. dejándolo en el banquillo por tercera vez en un mes puede alterar el equilibrio del equipo?”,  “¿no debería haber jugado en lugar de M., a la vista del pobre rendimiento que ha dado éste?” De vez en cuando, en lugar de una piedra llega una flecha untada en curare: “La afición no entiende que B. se marche a su país, ni que juegue al golf arrastrando esa hernia, ¿ha considerado el club imponerle una sanción?” O bien una ráfaga de ametralladora: “Hay rumores de que usted podría ser cesado si no consigue encadenar una racha victoriosa ¿qué tiene que comentar?”, “¿qué opina del runrún que sitúa a Fulano en su banquillo la próxima temporada?”, “¿se considera responsable de los últimos fracasos?”

Es apasionante. Digno de las viejas películas del oeste, con cientos de indios enloquecidos ansiosos de cobrarse unas cuantas cabelleras de rostros pálidos. Lo curioso es que por lo general el nivel de conocimiento de los enfurecidos asaltantes/periodistas es muy discutible en lo deportivo y bastante mejorable en lo lingüístico, lo que no disminuye en absoluto la saña con que arrojan sus dardos. Casi siempre, el entrenador contiene el impulso de responder que todo el conocimiento del periodista acerca de los jugadores de su equipo, de su rendimiento y su implicación cabe holgadamente en una avellana, y esquiva la acometida con alguna frase multiusos: “todos los jugadores son importantes”, “la temporada es larga y habrá oportunidades para todo el mundo”, “no comento los rumores”, “no entro a valorar otras opiniones”, etc. La comparecencia del míster se suele saldar así con un empate a cero entre las preguntas malintencionadas o inanes de la prensa y las respuestas anodinas y precocinadas del entrenador.

A veces imagino un escenario alternativo en que las cañas se tornaran lanzas y el acosado se convirtiera en acosador, devolviendo la flecha a quien la envió. Y así fantaseo con la idea de que a preguntas como las indicadas arriba y otras similares contestara “lo incomprensible es que usted haya logrado trabajar de periodista pese a sus evidentes carencias sintácticas, ortográficas y culturales, eso sí que es triunfar en la vida y no lo de Bill Gates, enhorabuena por ser sobrino del patrón”, o bien “usted no tiene ni idea de fútbol, no sabe cómo están mis jugadores ni qué planificación hemos hecho para la temporada,, así que deje de decir tonterías, que se está dejando en evidencia”. No lo oirán mis oídos, pero no me negarán que sería una gozada.

Otro frente de contraataque jugoso consistiría en aludir a la línea editorial de la empresa en que trabaje el plumilla, con respuestas como “¿y no es sospechoso que su periódico siempre apoye a cierta facción y oculte sus pufos mientras airea los de la acera opuesta?”, “¿por qué en su cadena no dan trabajo a quienes simpaticen con este equipo, pero sí a los de enfrente? ¿es eso independencia de criterio o cara dura?”, “¿no es una desgracia para el lector o el oyente de su medio que esté en manos del gobierno de su región, cuyas subvenciones lo hacen viable al tiempo que le convierten en una marioneta?”

¿Ensoñaciones? Quizá. Pero son tan groseras la ignorancia, la mala fe y la falta de educación de algunos preguntones (a quienes cuesta llamar periodistas) y las agresiones editoriales de ciertos medios, que no sería sorprendente que un buen día se encontraran con la horma de su zapato en la figura de un entrenador o de un jugador (también estos comparecen ante el pelotón en ocasiones) que les cantara las verdades del barquero. Alguna muestra ha habido, por parte de un demonio de Setúbal (que fue perseguido y casi embreado y emplumado) y hasta por algún futbolista inesperado, como Isco. Bien está, pero no es suficiente para satisfacer mi deseo de un zasca (la RAE acaba de acoger esta palabra en su sagrado templo) monumental.

Lo que me encantaría es oír a un entrenador (del Real Madrid, preferiblemente) tapar la boca a un periodista en una rueda de prensa con la frase lapidaria que dirigió el rey anterior a un notorio bocazas: “¿por qué no te callas?”

Para terminar este artículo, voy a tomar prestada una frase que describe a la prensa que padecemos. La frase es de un apreciado galernauta y comentador habitual: “mientras en el campo sólo está el rival a batir, el enemigo anida en los medios”.

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Yo en el siglo me llamaba Dionisio, como todo el mundo. Fue al abrazar la fe madridista y profesar en la orden de los hermanos galernautas, cuando adopté el nombre de Federico García Lurker. Me gusta ver el fútbol en el bar. Sobre todo, los días de partido.

15 comentarios en: En el campo, el rival. El enemigo, en los medios.

  1. A menudo, sobre todo cuando las cosas van bien, aparece algún lancero trabajándose la memoria histórica. En este mercado en que nos movemos, los entrenadores, a título individual, o los periodistas a título colectivo, son los alanceados favoritos. A estos últimos se les recuerdan los desafectos, los errores supuestos o reales y todo aquello que se hizo o se dejó de hacer a pesar del asesoramiento gratuito del periodista. Habrá que esperar a las derrotas para recargar las armas. El mundo sigue y las derrotas vendrán.
    Pequeño aviso con el PSG: Abrigaditos atrás y antes de salir con riesgo, patada a seguir dentro de las estrategias.

  2. buenos dias.
    La "prensa" deportiva de este pais, salvo contadas excepciones, ya no es ni prensa ni deportiva.
    Les da exactamente igual lo que diga el entrenador de turno, solo buscan la polemica. Si les contestara como usted dice, ellos estarian encantados, y sus jefes mas. Carecen de la mas minima dignidad profesional, no les importa ser definidos, que no insultados, como la basura que son, como ya reconocio aunque con otras palabras, Josep Pedrerol. Por eso "rezan" aunque pocos lo reconocen, que regrese Mourinho al Real Madrid. Con cada Rueda de prensa tendrian hecho el trabajo de toda la semana.
    La triste realidad de todo esto, es que lo hacen porque VENDE, solo hay que escuchar los pitidos a Bale en el ultimo partido, apoyados, por desgracia, por antiguos madridistas como Mijatovic y del Corral como ultimos ejemplos. Somos nosotros los aficionados que no siguen las lineas editoriales de estos medios, los que debemos a traves de RRSS , paginas como La Galerna y conversaciones con amigos y no tanto, intentar, que no conseguir, dar explicaciones con argumentos de lo que significan los medios en este pais, y que lo unico que les interesa es la cuenta de resultados, algo muy licito por otra parte, lo que es nauseabundo son las formas que emplean.
    Se despide un esceptico con el futuro periodistico que nos espera.

  3. Si queremos acabar con la prensa antimadridista, hay que seguir la estrategia de Trump, crear una horda de bits de Internet que critiquen y humille por las RRSS a los periodistas de marca, as, sport, mundo deportivo, etc... Es una estrategia de éxito probado, también la usó Podemos que tenía una horda de bots que saltaban a la mínima. Y ya si conseguimos que algún peso pesado del madridismo les señale y les ataque en vivo y en directo, sería apoteósico. Ya lo hizo Isco, pero hay que hacerlo más veces. Esa es la única manera, los medios se creen que tienen barra libre para hacer bullying, para acosar a quién decidan hasta extremos inhumanos, pues entonces hay que pagarles con la misma moneda. No a nivel personal, obviamente (aunque ellos lo hacen), pero sí cuando contra las noticias y artículos que publiquen.

    1. Uno tampoco tiene ni instagram, ni facebook, ni twitter...y, como han dicho por ahí, el único motivo para participar de las redes sociales sería la defensa a a ultranza del Real Madrid.

      1. Sería hacerlo en plan organizado, como hacen los podemitas, o en USA los seguidores de Trump. Obviamente, si el club o jugadores ayudan, sería brutal, pero una horda de bots bien organizada puede dejar la imagen de los medios por los suelos, ridiculizada.

  4. Es que es tal cual explica y demuestra el articulista. Entre trencillas, VAR, dirigentes, políticos y prensa hidráulica , todos juntos, configuran The Tinglao.

  5. No tengo redes sociales, a mi manera defiendo al Madrid incluso en mi grupo de wasap de madridistas, pero estoy por hacérmelas por denunciar las injusticias cómo dice el compañero madridista 101. Hala Madrid

  6. Sí señor, quid de la cuestión, tanto tiempo acuñando la frase para ser propalada entre el madridismo que verla titular un artículo de La Galerna me ha emocionado. Pero es una frase real, cierta y verdadera que describe con sencillez y precisión el permanente doble rasero y mala praxis del periodismo deportivo patrio. 😉

    Mientras en el campo solo está el rival a batir, el enemigo, ése que te quiere mal, está en los medios.

    Recordad que los medios tienen una responsabilidad en la opinión mucho mayor que nosotros, el aficionado, pues ellos con su licencia mediático pueden llegar a la ciudadanía a llevarles información pero en su lugar les llevan opinión, una opinión que es adjetivada de forma dura, áspera, vehemente y drástica como si no cupiera otra posible interpretación d elos hechos que su sensación, impresión, creencia, suposición, deducción, sospecha... se han erigido en los exégetas, los interpretadores de los hechos que acaecen al Real Madrid, en los augures y gurús modernos que dicen desde sus potentes altavoces mediáticos lo que está bien y lo que está mal ¿para eso les dieron la licencia de comunicación? Es un abuso del altavoz mediático porque el medio llega a la gente y de tanto insistir, sus reproches (que son interpretaciones propias) calan en la gente, en la ciudadanía, en el usuario víctima de este machacón y repetitivo cuestionar y condenar todo lo del RM mientras que con los demás miran a otro lado o directamente quitan hierro.

    Por ejemplo, el Realmadrid consigue un hito histórico, nunca lo suficientemente bien ponderado como debiera en este país, que es conquistar la Champions 3 veces consecutivas. La idea que traslada la mayoría de medios (ya sabéis, cope, ser, ondacero, radiomarca, etc.), en sus tertulias y opinadores habituales es que
    1. El RM no juega a nada. Y estas Copas quitan el foco de su grave problemón profundo que tiene la plantilla y su gestión. Como esta gestión no puede ser buena no se ha acertado con los jugadores y menos con el entrenador por eso...
    2. Zidane no tiene nivel ni sabe de táctica ni tiene conocimientos suficientes para ser entrenador porque se trata de una ocurrencia de Florentino y éste no puede acertar ni salir bien esa apuesta que desafía y supera a la de Pep en el Barça. ASí que, aunque se gane mucho en muy poco tiempo, incluía una liga, no sabe, entonces ¿cómo se justifican todas estas victorias, muy fácil:
    3. Se gana de suerte.

    Y esas tres felonías las han ido repitiendo temporada tras temporada mientras caían maduras las Champions y como la persistencia tiene su premio, en cuanto vinieron mal dadas, aunque fuese tiempo de siembra y preparación, como las últimas 10 jornadas del pasado campeonato de las que se hizo cargo Zidane, esas 3 ideas falaces que salieron desde los medios llegan a madridistas que s elo creen y no eran pocos los q afirmaban que Zidane no sabía y que se ganó de suerte. Este madridista es víctima, sin ser consciente de ello, del verdadero enemigo, ése que te quiere mal, que te desprestigia, que te menosprecia y que anida (cuál pajarracos) en los medios. 😉

    1. Estimado y admirado vagawain: su frase distinguiendo entre el rival y el enemigo y señalando dónde se encuentra cada uno debería repetirse día tras día hasta que penetrase en las mentes más cerriles.

      Aprecio mucho sus comentarios en la galerna y valoro enormemente su labor tenaz. Es un placer leer sus opiniones. Gracias.

      1. Muchísimas gracias por los elogios. Creo que necesitamos meter esa idea en los aficionados para que intenten aprender a discernir y sospechar de la exigencia mediática, que intenta usurpar la del aficionado, que nos atiza constantemente mientras, para su desdoro, no lo hacen con los demás, cayendo en un bochornoso doble rasero que es más aborrecible por venir de un medio de comunicación. Así que, es un placer para mí comprobar como en un sitio de reputado madridismo como éste, se hacen eco y lo propalan entre los madridistas.

        Pero he de reconocer que además de en los madridistas, donde me gustaría que estuviera instalada permanentemente la idea y actualizando con charlas periódicas para que no se olvide, es en el vestuario del Real Madrid. Ahí es tan necesario como en la afición. 😉

        Muchas gracias, Federico.

  7. El otro día oí a una persona que era periodista que había trabajado en As y que ya no, que tenía un podcast que no lo recuerdo ahora. Era en un programa diferente a nada relacionado con el deporte, pero ese día hablaban de hitos y como ha influido el deporte en la sociedad desde la II mitad del s. XIX. Pues este periodista deportivo, que se manifestó antimadridista y seguidor del Sporting de Gijón, creo, no es Meana. Dijo que el que no es del madrid es antimadridista. Pero decía que todo el mundo era madridista porque todo el mundo estaba pendiente de como quedaba el madrid, spobre todo para darle palos. Decía que la mayoría de la población era antimadridistra.
    El madrid lo es todo.

  8. Gran artículo y gran frase, la pena que no cale hondo en el sentir de la gran mayoría de madridistas. El día en el que se abronque y pite las decisiones malintencionadas del trencilla de turno, que haya cánticos en contra de la LFP,RFEF, la manipulación en los medios, ese día, despertaré del sueño en que vivimos, mientras... pitamos a Bale o CR7 o quién sea, aplaudimos a jugadores rivales y solo animamos si la cosas van bien. Siento decir que tenemos lo que nos merecemos
    Saludos

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