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Los dobletes de Arsuaga al Barça

Los dobletes de Arsuaga al Barça

Escrito por: Alberto Cosín22 noviembre, 2023
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El nombre de Pedro Arsuaga saltó a la palestra el pasado 28 de octubre de 2023, cuando Jude Bellingham marcó dos tantos al Barça en la Ciudad Condal en su debut en un Clásico. El inglés igualó la marca del jugador vasco, que también en su primer partido en Barcelona contra los azulgranas con la camiseta blanca, en 1947, anotó un doblete. El destino quiso que Arsuaga lograse sus dos últimos dos goles como merengue también frente a los culés en un choque liguero celebrado el 23 de noviembre de 1952 en Chamartín. Hoy se cumplen 71 años de aquel hecho. Uno de aquellos dos goles postreros a los azulgrana fue olímpico.

Pedro María Arsuaga nació el 19 de octubre de 1927 en la localidad de Tolosa (Guipúzcoa). En su adolescencia y el comienzo de su juventud se desempeñó como medio izquierda y medio centro, pero el entrenador donostiarra Sebastián Silveti lo colocó como extremo izquierdo donde brillaba por su rapidez, habilidad, idea de juego, capacidad de ‘dribling’ y finura en el golpeo de balón. En el diario Pueblo le compararon con el “estilo de Gorostiza, por su velocidad y remate”.

Su idilio con el balompié surge en el Colegio de los Padres Escolapios de Tolosa actuando durante tres años. Al comenzar la temporada 1943-1944 ficha por la Tolosana, de Segunda Regional, y un año después se marcha al Tolosa que milita en Tercera División. Su buen desempeño empezó a llamar la atención de otros equipos de superior categoría. Arsuaga sobresalía con frecuencia como futbolista destacado.

En la temporada 1946-1947, en el Tolosa, pero apenas jugó unos pocos encuentros. En Semanario gráfico de los deportes MARCA, Arsuaga explicó que fui “a Madrid por razón de estudios, y en el mes de noviembre formalicé mi compromiso con los merengues”. La firma se produjo el 12 de noviembre de 1946 según confirmó en MARCA Pepe Echániz, delegado del equipo madridista, quien añadió que “se ha comprometido por cuatro años” y “es un muchacho de magníficas condiciones, que puede ser una gran figura”.

Su debut oficial tuvo lugar en un encuentro de Liga de la jornada 12. Pablo Vidal cayó lesionado la semana anterior contra el Barça y el técnico Baltasar Albéniz dio la alternativa a Arsuaga en la banda izquierda merengue. Así lo recordaba el vasco: “Debuté en Mestalla, el 8 de diciembre del 46, y el Valencia, que hizo un partido magnífico, nos ganó por 4-1”. Recibió un estrecho marcaje y su adversario al disputar el primer balón le derribó y le espetó: “Chaval, como te acerques otra vez, te sacudo”.

fue el precursor de bellingham en debutar en un clásico con un doblete, en 1947. en otro choque ante el Barça en Chamartín, este vez en 1952, cuyo 71 aniversario se cumple hoy, Anotó otros dos tantos, uno de ellos olímpico

El regreso de Vidal lo devolvió a la suplencia hasta las últimas jornadas ligueras. En el mes de febrero volvió a la titularidad. Arsuaga destacó en un duelo con la selección castellana (combinado de jugadores del Real Madrid y Atleti) frente al Gimnàstic de Tarragona, y unos días después Albéniz le otorgó otra oportunidad. En el diario MARCA se dio la siguiente explicación: “Al novel extremo izquierdo, a quien conviene ir dando oportunidades de foguearse en partidos oficiales. Y el de esta tarde tiene todas las características ideales para la presentación en la capital del nuevo jugador madridista, cuya calidad es magnífica, pero quien su halla todavía poco endurecido en luchas de Campeonato”.

Pese a que los blancos sucumbieron contra el Sabadell, el papel de Arsuaga convenció y terminó la Liga como titular, y también inició la competición copera como un fijo para Albéniz. Su mejor actuación fue contra el Barça en Les Corts el 30 de marzo de 1947. El guipuzcoano no logró evitar la derrota de su equipo, pero anotó dos goles y “causó buena impresión”, según la crónica de Subirán en MARCA. El primer gol llegó tras un tiro “rápido y cruzado, de cerca, para batir de forma imparable a Velasco”, mientras que en el segundo “Arsuaga reeditó la jugada anterior y rubricó con otro tiro cruzado y seco el último gol de los visitantes”.  En el torneo del KO disputó la primera ronda completa contra el Racing de Ferrol y el primer partido de octavos frente al Real Betis. Sin embargo, una dura derrota por 4-0 en la ciudad hispalense condenó al extremo que no volvió a jugar en la competición. Vidal ocupó el extremo izquierdo el resto de eliminatorias y también la final en la que el Real Madrid ganó por 2-0 al RCD Español en Riazor.

En las siguientes tres campañas la trayectoria de Arsuaga tuvo altibajos. En la temporada 1947-1948, con Jacinto Quincoces como entrenador merengue, empezó de titular en la Liga. Sin embargo, una lesión importante de tobillo contra el Gimnàstic de Tarragona en la segunda jornada le detuvo en seco. Estuvo muchas semanas parado y solo jugó un amistoso en cinco meses frente al Toledo en diciembre. En el mes de marzo, cuando el Real Madrid contaba con Mr. Keeping como técnico, regresó a la titularidad frente al Valencia. Después sumaría otros dos partidos, en Liga frente al Athletic Club y en Copa contra el Córdoba, antes de terminar un curso para el olvido a nivel personal y colectivo, ya que los blancos rozaron el descenso a Segunda y se salvaron en la última jornada. Su primera gran temporada en la casa blanca fue en 1948-1949. Logró la confianza de Mr. Keeping y fue uno de los hombres de confianza del inglés durante 15 jornadas consecutivas en Liga, hasta una lesión ante el Real Valladolid que empeoró al forzar en un entrenamiento. El wing vasco rindió con enorme solvencia y también vio puerta con facilidad logrando cinco dianas. La pronta eliminación copera tras reaparecer ante el Athletic le impidió más actividad después de disputar la ronda completa frente a los leones. Aquel trienio se completó con una campaña 1949-1950 en la que apenas tuvo participación. El canario Cabrera se hizo dueño de la banda izquierda y Arsuaga, que también tuvo una lesión en el mes de diciembre solo actuó en tres encuentros oficiales: dos de Liga y uno en las semifinales de Copa.

La confianza del club en el tolosarra no desapareció y, pese a una campaña muy complicada, y a que finalizaba contrato, lo renovó por cuatro temporadas más en el verano de 1950. Un nuevo panorama se abrió para él que recuperó viejas sensaciones, dejó atrás los problemas físicos y tuvo mucha participación en la Liga 1950-1951 con los tres entrenadores blancos aquel curso: Mr. Keeping, Albéniz y Scarone. Acumuló doce encuentros y consiguió sus mejores cifras goleadoras en un curso con 6 tantos, especialmente significativos los dos contra el Valencia en Chamartín o la diana en San Mamés frente al Athletic Club.

El siguiente curso Arsuaga volvió a tener una dura pugna por el puesto con Cabrera. Era la campaña 1951-1952, y en verano se habló de una posible salida al Celta junto a Olmedo, como parte del traspaso del celtiña Sobrado al cuadro blanco en 1950. El vasco empezó como suplente y de nuevo a finales de año volvieron los rumores con una salida cedido al Real Valladolid, que el extremo rechazó por razones de estudios. Pero Arsuaga dio la vuelta a la situación y terminó el año futbolístico como titular en Liga y en Copa. Desde el mes de febrero, Scarone le dio la alternativa en el extremo izquierdo y el vasco cuajó notables actuaciones llegando a marcar cuatro tantos. A partir de abril, en la Copa, disputó tanto la ronda de octavos ante el Celta, como la de cuartos contra el Real Oviedo donde marcó en Chamartín, y la de semifinales frente al Valencia en la que los che eliminaron a los blancos.

La buena dinámica para el puntero izquierdo continuó al comienzo de la temporada 1952-1953. No viajó a la Pequeña Copa del Mundo de Caracas en el mes de julio por encontrarse de luna de miel en Palma de Mallorca, pero eso no fue un impedimento para que resultase imprescindible para el entrenador Ipiña al inicio del curso futbolístico. Jugó 14 de las primeras 16 jornadas ligueras con goles ante el Valencia, Deportivo de la Coruña, el derbi capitalino contra el Atlético de Madrid y el choque ante el Barça en Chamartín, cuyo aniversario se cumple hoy. Anotó dos tantos, uno de ellos olímpico.

 

El Real Madrid venció por 2-1, Arsuaga firmó un doblete y fue el héroe en el triunfo merengue. Aquellos dos tantos fueron los últimos oficiales como jugador blanco. Los azulgranas ganaban por la mínima cuando el tolosarra con un histórico gol olímpico (le regalaron una cafetera como gratificación) batió a Ramallets, mientras que el segundo, que culminó la remontada, fue un disparo bombeado que se coló por encima del portero blaugrana, que estaba adelantado.

Sin embargo, cuando estaba en un periodo dulce, un nuevo problema físico, en el mes de enero de 1953, le apartó de los terrenos de juego durante dos meses y medio. En el final de campaña únicamente pudo actuar en un partido de Liga ante el Racing, y en la ida de octavos de Copa contra el Real Murcia. Precisamente este choque frente a los pimentoneros sería el último oficial de Arsuaga en el Real Madrid.

El curso 1953-1954 lo arrancó en la disciplina blanca, pero solo se le vio en varios amistosos. Algunos de pretemporada como ante el Alcalá, en el que ejerció de capitán blanco y recogió el trofeo Alfonso Revilla tras ganar el Real Madrid a los locales por 1-5.

También jugó ante el Nancy en el día de la presentación de Alfredo Di Stéfano, o ya en el mes de diciembre contra el Atlético de Madrid en la Copa Ramón Triana. De cara a ese curso, el Real Madrid había firmado a un joven Francisco Gento que se desempeñaba en su posición y asaltó la titularidad desde la primera jornada de Liga. A partir de entonces a Arsuaga se le conoció como el predecesor de ‘La Galerna del Cantábrico’ en el equipo blanco. A finales del mes de enero de 1954 se consensuó que lo mejor era una salida para que el tolosarra pudiera jugar, y se marchó al Granada cedido, en Segunda. Al término del préstamo, el Real Madrid lo incluyó en la operación Marquitos con el Racing y se despidió para siempre de la casa blanca. Sus estadísticas totales fueron de 79 partidos oficiales (65 de Liga y 14 de Copa) y 24 dianas.

Recaló pues en el cuadro santanderino, que seguía buscando un extremo que hiciese olvidar la salida de Gento el verano previo. En el conjunto cántabro permaneció cuatro temporadas, una en Primera y tres en Segunda, dejando un buen sabor de boca actuando como extremo izquierdo, y en ocasiones también por el otro costado a pierna cambiada. Con 30 años, en 1958, colgó las botas por su dedicación a otros asuntos y cansado de acumular lesiones.

Arsuaga ,que empezó estudiando Ingeniería de Caminos, acabó por cambiarse a Ciencias Económicas licenciándose en la Universidad Complutense de Madrid. Además, era un políglota consumado, y tras su carrera futbolística, como hobby, se licenció en Filología Semítica. Dominaba multitud de idiomas como el latín, italiano, francés, inglés, alemán y euskera. De otros como el ruso, hebreo, árabe y lenguas semíticas tenía notables conocimientos. Ejerció de economista en una fábrica de balones de plástico de Galdácano, y también hizo negocios de importación y exportación gracias al manejo de diferentes lenguas.

Nunca llegó a ser internacional español en partido oficial, pero sí participó en varios encuentros de entrenamiento organizados por la selección en el mes de noviembre de 1952. El seleccionador Pedro Escartín lo convocó para enfrentarse a los habituales compartiendo equipo con otros grandes jugadores nacionales como Eizaguirre, Mencía (su mejor marcador según afirmó en una entrevista en MARCA), Miguel, Seguer, Parra, Juncosa o Escudero, y según las crónicas dejó detalles de su categoría.

Además, también tuvo la suerte de actuar en un partido de entrenamiento de la selección argentina. La albiceleste pasó por Madrid para medirse a España y después organizó un partido de entrenamiento (de carácter benéfico navideño) entre sus convocados en el estadio Metropolitano, el 10 de diciembre de 1952. El DT argentino Guillermo Stábile tenía varias bajas como la del extremo izquierdo de ‘La Máquina’ Félix Loustau y pidió refuerzos. El Real Madrid prestó a Arsuaga y la equipación blanca a uno de los combinados, y el jugador vasco pudo compartir 90 minutos de juego con leyendas argentinas como Tucho Méndez o Ángel Labruna.

Arsuaga falleció a los 82 años el 22 de octubre de 2009. Un señor muy madridista, como siempre declaró en diferentes entrevistas. En una de ellas en MARCA, en agosto de 1949, afirmó que la mejor de sus actuaciones fue “sin duda, jugar al fútbol en el Madrid” y que su alegría más grande era “ser titular del Madrid”. Fue padre del eminente paleoantropólogo, divulgador y escritor Juan Luis Arsuaga, amigo de esta casa.

 

 

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Apasionado del balompié, me hubiese gustado ver en directo a las figuras de los años 30, 40 y 50. Gato y madridista, en mi primera visita al Santiago Bernabéu pude contemplar a Diego Armando Maradona.

8 comentarios en: Los dobletes de Arsuaga al Barça

  1. No conocía a éste jugador pero desde el principio de ésta columna ya pensaba que el único Arsuaga que conocía aunque fuera de la televisión y la radio era el antropólogo y al final resulta que son padre e hijo.

    1. Hola, Vastic.

      Efectivamente, es hijo del famoso paleontólogo.

      Si buscas por la web encontrarás una entrevista que le hicieron hace un tiempo y en el que habla de su padre.

      Gracias,

      Saludos

    1. Hola, Pedro

      Así es. La diferencia es que Arsuaga y Bellingham lo hicieron en Barcelona mientras que Fleitas fue en el Bernabéu.

      Gracias.

      Saludos

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