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Vallecas nos lleva a Mou: ¿Pog qué?

Vallecas nos lleva a Mou: ¿Pog qué?

Escrito por: Tomás Guasch10 noviembre, 2025
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Esto hay muchas maneras de mirarlo, eso lo primero. El Madrid llegó al Clásico con dos puntos de ventaja y se marcha al parón con tres. O sea, menos lobos.

Pero… Esto no acaba de funcionar.

Vamos a ver. Después de Liverpool afamados comentaristas y similares llegaron a la conclusión de que este Madrid no es aquel del 6/11: seis copas de Europa en once años. Han abierto con ello youtubes, chates, chatis, informativos, programas. Incluso de cocina.

Xabi vuelve a ser Xabi y el Madrid mejora

Me van a permitir: eso lo dejé escrito aquí allá por agosto. Cuando empezó la temporada y se decían cosas como que con Xabi volvería la locura y tal. Acabaré cobrando a este personal, sí. Bueno, servidor y al menos media docena de gentes galérnicas que alertaron parecido.

Empieza una nueva era y, como Zamora, no se toma en una hora. Ni en cien. Es más que probable que está transición se extienda en el tiempo hasta llegar a un Madrid-Madrid. Este es más débil porque lo que no puede ser -que sea igual o superior a aquel- no puede ser. Y además es imposible. Lo dijo el Torero.

Muy pocos futbolistas se salvaron. En lo individual, digo. En lo colectivo, ninguno. Me gustó Asencio, al que felicito. Courtois no cuenta, claro. Tampoco se salvó el entrenador

Este Madrid es pura transición, y convengamos que en materia de resultados no le va mal. Pero de la misma manera que Serena, Amancio, Grosso, Velázquez y Gento (la Sexta) no podían ser igual que Kopa, Rial, Di Stéfano, Puskas y siempre Gento, las cinco primeras más o menos, esto no puede ser como lo último. Y Casemiro-Kroos-Modric no tienen nada que ver con cualquiera de los tercetos que el Madrid pueda alinear hoy en su sala de máquinas.

‘Quícir’: este no es un Madrid imbatible o casi como fue el último… despedido hace un año. Esto no es hacer churros. Con mil galones y uno muy especial: aquel ganó más títulos en Europa que aquí, machada que compartió en el tiempo con Cristiano y otras gentes. Más títulos por el mundo que en tu casa. Un caso único, como único fue el gran Negreira.

Entonces, si convenimos en que esto es nuevo y está haciéndose, lo primero, lo irrenunciable, es la obligación de estar en el partido más que el adversario: el que sea. Con los seis sentidos. Comértelo. Intentarlo hasta tus últimas fuerzas.

El asunto no acaba de resultar fiable, es cierto. No pido excelencias, sí lamentar  partidos de este Madrid como el de Vallecas. Su falta más absoluta de jerarquía. Que tiene que ver con estar. Querer estar. Y el Madrid no quiso.

Y, claro, no pudo. Es difícil ganar sólo con la camiseta y más si no es la blanca como en esta ocasión. La blanca acojona. Las otras, no tanto. Si estás, la calidad sale. Si estás no desperdicias el millón de jugadas de ayer por un mal pase, una mala colocación, una peor decisión. Si no estás, al rival le basta con mostrar atención para empatarte por lo menos.

Son tres meses de trabajo con Xabi. Desconozco el tiempo que necesita un equipo para ser una máquina seria, eficaz, todo eso. Quizá no lo sabe nadie.
Doy por supuesto que no es coser y cantar. Sí debe serlo eso que le llaman actitud, en otros tiempos echarle cojones. Lo que hizo el Rayo, vamos. En el estadio donde el mítico Lech Poznan hizo dos goles, el Madrid no se estrenó. Entre otras cosas porque apenas llegó a puerta. Porque no ganó los balones importantes. Porque miró más de la cuenta.
Antes de empezar rindieron homenaje a Laurie Cunningham, la estrella del Madrid de los García. Una de las plantillas más normalitas en la historia del club y ganó sus cosas y jugó una final de la Copa de Europa. Pero sobre todo se dejó el alma. Cada partido.

Esa carencia, ese ir y venir absurdo, es lo más tremendo y preocupante de este Madrid. Si sale en plan la mitad del día del Clásico gana y por dos de diferencia quizá. No lo hizo sabiendo todos, jugadores, técnicos, familiares, lo que es Vallecas y lo primero que necesita un visitante si quiere ganar.

No lo hizo. La primera parte, la segunda, casi 100 minutos, tampoco en el descanso: nunca. Estuvo irritante en todo, pues tampoco los cambios lo enderezaron.
Muy pocos futbolistas se salvaron. En lo individual, digo. En lo colectivo, ninguno. Me gustó Asencio, al que felicito. Courtois no cuenta, claro. Tampoco se salvó el entrenador. Fue realmente patético todo. Patético es algo que causa gran dolor o tristeza.

Eso fue el Madrid en Vallecas. Un dolor. Mucha tristeza. Hay que volver a Mou: ¿pog qué? Me gustaría recibir una respuesta, una pista. (Nota sin más: hubo dos penaltis en el área rayista, sí. No se pitaron, no. Lo único normal en la tardecita madridista).

 

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Tomás Guasch
Tomás Guasch. Periodista.

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8 comentarios en: Vallecas nos lleva a Mou: ¿Pog qué?

  1. A ese equipo 6/11 también se le criticaba (se les empieza a valorar ahora que ya no están) y también daban petardazos como el de Vallecas ayer; no entiendo de qué nos sorprendemos.
    Con todo lo mal que se jugó y con toda la falta de actitud de los jugadores, si se hubieran pitado los penaltis que nos hicieron hubiéramos acabado ganando; esa es la única realidad, y lo que hace que otros ganen ligas y nosotros no.

  2. El "pog que" de Mou tenía respuesta: Negreira.
    Contra el Rayo nos burlaron tres penalties tres. Dos Mabppe (uno catedralicio con llave de judo incluida) y otro a Bellinham con rotura de dorsal incluida.

  3. La diferencia es que a otros sus "malos partidos" los de siempre hacen que pasen desapercibidos. Por Vallecas ya han pasado los tres a priori favoritos, en las últimas diez ligas sólo han ganado ellos, pues la afición vallecana al año que viene no recordará con cuál de los tres no fue atracada, veréis como cantan "Así gana el Madrid".

    1. ¿Por eso, porque habían jugado el jueves, tenían derecho a hacer llaves de judo, derribar y romperle la camiseta a los jugadores del Real Madrid?
      A partir de ahora, cuando un equipo descanse menos de 72 horas, juega con otras reglas. Buen argumento, sí señor.

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