Las mejores firmas madridistas del planeta
Inicio
Opinión
Pase lo que pase en Mendizorroza…

Pase lo que pase en Mendizorroza…

Escrito por: William Pogue14 diciembre, 2025
VALORA ESTE ARTÍCULO
1 estrella2 estrellas3 estrellas4 estrellas5 estrellas

Todo es muy extraño y, al mismo tiempo, parece muy conocido.

Históricamente, el Real Madrid ha tenido carajas en partidos sueltos, aunque las menos veces con rivales directos; malos resultados en bajones invernales y crisis galopantes de juego y de vestuario. Pero creo que lo que estamos viendo es bastante nuevo, o suena nuevo para mí.

Las carajas no hay que explicarlas. Los bajones invernales son frecuentes cuando entramos en el bombo de la Copa del Rey y con los deberes hechos en la Champions, normalmente. No es el caso de este año ni del pasado, por el estrafalario diseño de la UCL, donde no te aseguras el pase hasta enero. La UEFA, en un intento fallido de emular lo que podría ser una Superliga, pero con la presencia del Orcasitas, el Villaverde y ciento setenta y ocho equipos más, nos deja en cliffhanger hasta después de Navidad. Y está la Supercopa de por medio. Ya no sabes qué competición estás viendo.

Las crisis de vestuario son bien conocidas desde la dimisión de Florentino en 2006, devorado por su criatura y por su afán de diseñar un equipo invencible. Después de los Zidanes y Pavones, sólo quedaron Zidanes y un desbarajuste en el campo y en el vestuario que todos recordamos.

Zidanes y pavones

El origen de lo que vemos ahora es un rediseño de la misma estrategia, actualizada: compra de jóvenes talentos a precios terrenales (algunos serán Zidanes, otros no) para verlos explotar mientras se invierte lo que sea en un solo jugador franquicia. De bien que ha salido, ha salido mal. Tenemos dos jugadores franquicia y otro par de aspirantes y eso parece que está trastocando las cabezas.

Florentino tiene sus ideas. En 2000, él mismo lo ha explicado, apostó por una inversión astronómica para generar nuevo negocio y darle solvencia financiera a un club en ruinas. La parte empresarial no pudo salir mejor. La deportiva terminó en catástrofe. El presidente dimitió tras admitir su responsabilidad. No les pido que me lo mejoren, iguálenmelo. Dimitir es el verbo menos conjugado en España, país abandonado por la decencia y sumergido en la corrupción con un yunque atado al tobillo, en el deporte y fuera de él.

Después de una década increíble de fútbol y de resultados, fruto de la confección de una plantilla legendaria, volvemos al punto de partida. Hay que volver a construir un equipo ganador. El epílogo del periodo anterior nos dejó muy buenas sensaciones: un equipo joven, renovado, un Vinícius estelar y la posibilidad de la llegada de Mbappé, que se concretó en el verano de 2024.

Después de una década increíble de fútbol y de resultados, fruto de la confección de una plantilla legendaria, volvemos al punto de partida. Hay que volver a construir un equipo ganador

El problema del juego se viene arrastrando desde Ancelotti y continúa con Alonso. Dos entrenadores de corte muy distinto, un relevo generacional que necesariamente debería haber traído consigo un cambio notable en el juego que no estamos viendo.

La plantilla que debería habernos llevado a la excelencia continental de nuevo ni siquiera nos está alcanzando para hacer un papel digno peleando LaLiga, corrupción institucionalizada aparte. Hasta el Madrid mediocre y ramplón del año pasado nos habría bastado para ganarla sin los tres atracos consecutivos del infausto mes de febrero de 2025. Pero el juego fue malo, y así continúa. El equipo carece de propósito en el campo, se muestra indolente, pasivo, funcionarial.

Mi opinión no vale más que la de cualquiera, no me malinterpreten, pero descarto un problema con la calidad individual de los jugadores. Sé que muchos la ponen en duda, comparando a Valverde con Kroos o a Güler con Modric, por ejemplo. Esas comparaciones no son justas. Hemos visto a Valverde haciendo partidos estratosféricos. El Bellingham del primer año nos convenció de que iba a ser un fichaje barato. Qué decir de los Vini o Rodrygo 2024...

Gol de Vinícius al Borussia

No tenemos un problema de calidad. No tenemos un problema de entrenador. Alonso fue un jugador inteligente y nos consta que comprende el juego. Lo que hizo con el Leverkusen lo acredita, con un puñado de buenos jugadores que serían suplentes en el Real Madrid y otros cuantos de relleno que no serían titulares en el Villarreal o en el Rayo. Alonso no es el problema.

Las lesiones y la falta de estabilidad en el once son condiciones limitantes. No ha habido continuidad en la defensa ni en el centro del campo. Ahí es donde se generan los principales automatismos para dominar los partidos. La delantera, sin embargo, tiene que ser caótica, como el comportamiento de un avión de combate. Si eres previsible, las defensas rivales, en el césped o en el aire, te estarán esperando, como contra el Celta o el Rayo. Una dosis de caos, de aleatoriedad, te aproxima al éxito: un uno a uno contra el portero, un remate dentro del área en el fútbol o la maniobra evasiva e inesperada que te salva del impacto de un Sidewinder o de un Patriot en el aire. Nuestra delantera es muy previsible. Falta chispa y falta cabeza.

La situación personal de los jugadores es lo que más me recuerda a la era de los Galácticos. Cada uno parece ir a lo suyo. Hemos leído a Benzema decirlo: los jugadores no se hablan. No hace falta ser Gonzalo Miró, que nos habla hasta durmiendo, pero es cierto que Vini cree que está haciendo su trabajo cuando pierde el 80% de los balones al intentar penetrar en el área. Mbappé probablemente cree que está cumpliendo metiendo un gol por partido. Pero no es eso. Esto es un deporte colectivo y va de ganar.

Pase lo que pase en Mendizorroza, Alonso debe seguir

Me resulta muy difícil tratar de pensar como un chaval en la veintena que ya tiene la vida resuelta, que se sabe una estrella. Cómo ve la vida, qué entiende por esfuerzo, trabajo, sacrificio. En qué está pensando además del fútbol y qué es el fútbol para él. Qué visión tiene de su futuro, qué cree que es el Real Madrid y si es capaz de ver el panorama desde fuera, intentando ponerse en la piel de un seguidor cabreado. No sé interpretar la expresión de Rodrygo o de Bellingham al finalizar el partido contra el City. Frustración, rabia, tristeza, desesperación, impotencia... No alcanzo a inferir a partir de esos gestos cuál puede ser su reacción en el siguiente partido, cuando otro rival te lo ponga difícil o cuando falte acierto de cara a la portería. Me da miedo la fragilidad. El equipo se desconecta.

El problema del juego es de los jugadores. Y creo que es mental. Ningún entrenador puede arreglar que Vini ya no sea el de 2024. Que Rodrygo haya batido récords de irrelevancia sobre el césped. Que Valverde no corra. Que Bellingham no brille. Que Güler no aparezca. En el partido contra el Celta vi tres intentos de presión a la defensa rival que no se me van de la cabeza. Los tres acabaron en remate dentro de nuestra área. Cero inteligencia futbolística. Presionando al contrario sin mirar atrás, sin buscar al compañero para señalar la ayuda, sin hablar. Estoy seguro de que Alonso insiste en lo que hay que hacer y que es claro en sus instrucciones. Tal vez les aburre escuchar y aprender. Son la generación de la velocidad y de la inmediatez. Les da pereza pensar. Puede que alguno incluso haya perdido la pasión por el juego. Tengo la sospecha de que el entrenador es mucho más inteligente para el fútbol que cualquiera de los jugadores de la plantilla.

Hay calidad de sobra, individual y colectiva, para ganar LaLiga y para presentarse al menos en cuartos de Champions. La ausencia de un organizador es una excusa fácil y que apunta a donde siempre. Pero esto es el Madrid. Aquí no valen las excusas: se juega para ganar. Y si no hay un medio centro para marear al rival y crear espacios, se juega a otra cosa, pero se gana. En unos cuantos minutos contra el Celta vimos un conato vertiginoso de amor propio hasta que el árbitro decidió que el marcador ya no se movería. Contra el City vimos ratos de mejor fútbol, pero es cierto que el City no es el Alavés, que obviamente no tiene una defensa circense, mujer barbuda incluida.

Pase lo que pase en Mendizorroza, Alonso debe seguir. Dependiendo de lo que veamos en los siguientes partidos, hasta saliendo con onces revolucionarios: Jude de delantero centro, Rodrygo de mediapunta, Endrick de extremo derecho, Mbappé por la izquierda o Vini de carrilero con dos centrales del primer equipo y otro de la cantera. Probar. Meritocracia pase lo que pase y al que no le guste, que corra, que se exprima y deje en el campo lo que lleve dentro o que empiece a buscar casa en la soleada Arabia o en algún lugar donde haya más bares, a elegir.

 

Getty Images

Foto del avatar
Astronauta vocacional. Nací, crecí bastante, me reproduje, y ahora estoy aquí, esperando. @Pogue1976

La Galerna trabaja por la higiene del foro de comentarios, pero no se hace responsable de los mismos

7 comentarios en: Pase lo que pase en Mendizorroza…

  1. Pogue ,las champions tardarán en llegar porque no competimos solos ,pruebe a echar un vistazo a las plantillas de al menos 4 clubs de la premiere ,PSG y Bayern Munich y si es mínimamente conocedor del fútbol vera que nuestra plantilla es mucho más endeble ,amén de mal confeccionada

  2. Si habláramos de otro club, pero éste club que nos desvela es el Real, y el Real será muchas cosas pero lo que no es inmóvil y conformista. Benítez podía haber ganado en alguna temporada pero se optó por adelantar plazos colocando a Zidane, apuesta arriesgada, pero demostración de que el club siempre busca mejorar, busca la excelencia. Desde agosto hasta ahora hubo mejoría en resultados? En el juego? En las prestaciones de los jugadores? Qué evolución hemos visto en 4 meses? El club está siendo fiel a sí mismo buscando un golpe de timón para darle impulso a la plantilla. Quizás el entrenador no ha sido fiel a sí mismo.

    1. Tienes razón. La mejora se Benítez a Zidane fue evidente e inmediata. Benítez impuso una pizarra y demasiadas reglas. Creo que ahora el problema es otro y que está más en la cabeza de los jugadores que en Alonso.

  3. El de arriba ya le ha puesto la cruz. O le gusta ningún Alonso porque no le gusta ningún entrenador. Le mola más convertir al club en sociedad anónima y quedarselo ya definitivamente... lo que dure

  4. Puede ser que crea que los entrenadores son un mal necesario. Le pega. Pero todo lo que hace es por el club. Para qué querría quedarse el Madrid? No necesita nada. Te estás olvidando de las 7 champions, de Valdebebas, del nuevo Bernabéu

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Tweets La Galerna

Cargar más
closehomelistpencilcommentstwittercaret-rightangle-rightspotify linkedin facebook pinterest youtube rss twitter instagram facebook-blank rss-blank linkedin-blank pinterest youtube twitter instagram