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Historias de un número: el 5

Historias de un número: el 5

Escrito por: Antonio Valderrama5 agosto, 2025
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El 5 es, probablemente, el único número que el Madrid ha globalizado de manera particular, pues todo comenzó con Zidane. Zidane lo heredó de Sanchís, que era la reliquia que quedaba de la Quinta del Buitre en el Madrid de final de siglo que cambió para siempre la historia de la institución.

Hay un tipo de madridista, tardoboomer y de la generación X, que se piensa que la Quinta del Buitre inventó el fútbol. Por lo común no acepta lecciones de nadie:nunca el Madrid ha jugado mejor, por más que aquel equipo, que no se enfrentó a nadie en España, fuese aplastado sistemáticamente en Europa por el Milan de Sacchi y Capello, que encarnaba la modernidad. Después, el recuerdo de La Quinta fue barrido por el Barcelona de Cruyff, que además fue campeón de Europa. La Quinta del Buitre era españolísima y castiza a más no poder; representaba la España en cambio de la Transición, otra época sobrevalorada hasta decir basta, quizá porque en realidad sus nostálgicos entonces eran jóvenes, tenían pelo y fueron los únicos jóvenes que han ganado dinero en este país. Pero La Quinta, desde luego en términos históricos, está varios cuerpos por detrás de algunos otros Reales, empezando por el que se dio en llamar la Quinta del Ferrari, con Hierro y Raúl a la cabeza, y por supuesto sin contar al Yé-Yé ni mucho menos al de Di Stéfano.

A los madridistas millennials, como es mi caso, nos pueden decir misa: nosotros hemos visto a Roberto Carlos, Redondo y Zidane; sobre todo, al Madrid de los Jerarcas, cuya cumbre estética fue la final de Cardiff, pináculo de excelencia que tardaremos en ver superar, si es que alguna vez lo vemos. La coda de Los Jerarcas fueron dos copas de Europa irrepetibles que, por sí solas, cada una de ellas, vale por cinco ligas seguidas.

El 5, hasta Zizou, fue un dorsal eminentemente defensivo, vinculado al sacrificio, al esfuerzo y a la idea de orden. Era propio de centrales, líberos, centrocampistas defensivos…El 5, normalmente, también está ligado, en la imaginación de los aficionados, al metrónomo, al que lleva el volante del equipo. Kroos, por ejemplo, habría sido el mejor 5 de la Historia del Madrid, pero eligió el 8, que cuando él llegó al Real era propio de delanteros, el número de Míchel, de Mijatovic, un dorsal cuyo radio de acción iba desde la mediapunta a los carriles ofensivos…

Gol de Míchel al Bayern en 1988

Zidane lo eligió como una cortesía hacia Florentino Pérez, para quienes los futbolistas no deben llevar números estrambóticos. Es decir, él, que se había hecho famoso en la Juve con el 21, y en Francia con el 10, eligió el 5 como tributo al clasicismo. Lo reinventó. Zidane hizo del 5 un icono mundial, universal, prácticamente un tótem del que después se sirvió, cuando se hizo entrenador, para que todos confiáramos en él, para que todos creyéramos que, bajo la protección chamánica de su calva beduina, jamás nos podría pasar nada malo.

Bellingham interpretó a la perfección la cinética del 5 en su primer año, y a ramalazos durante el segundo. El inglés, hijo de su tiempo y de su fantástico origen mestizo, ha subrayado la agonía barroca del ejercicio plástico que supone llevar el 5 en el Madrid

Zidane le dio al dorsal número 5 una dimensión cultural emparentada con la potencia creadora del caos, con la fuerza seminal del arte. La camiseta blanca con el 5 a la espalda trascendió las fronteras de lo meramente futbolístico para inmortalizarse con su volea en Glasgow, para convertirse desde ese preciso instante en una imagen del siglo XXI que acababa de empezar: en un retrato de la belleza y la luminosidad a la que el hombre contemporáneo, aplastado entre las formidables, oscuras y lúgubres ruinas que ha dejado el colapso de la civilización industrial, todavía puede aspirar.

A Zidane, con el 5 del Madrid a la espalda, dos artistas contemporáneos, el inglés Douglas Gordon y el francés Philippe Parreno, le hicieron una película, Zidane, un portrait du 21e siècle, que presentaron en el Festival de Cannes del año 2006, que fue el año en que Zidane dejó de jugar en el Madrid. Ambos, artistas visuales, pintores, retratistas y escenógrafos, grabaron, con 17 cámaras Súper 35 mm y H, todo lo que hizo Zidane por el césped del Bernabéu en un Madrid-Villarreal de la primavera de 2005 que acabó 1-1 y en el que el 5 del Madrid fue expulsado. La película recoge el sonido ambiente del público y, a veces, de la retransmisión televisiva española del partido, además de lo que los futbolistas decían, respiraban y escupían, destacando de un modo notable el contacto con el balón, los tackles y las carreras. Dura lo que un partido y el grupo Mogwai le puso banda sonora. Es un documento tan extraordinario que fue adquirido, después, por la Galería Escocesa de Arte Moderno, y la Philarmonie de Paris ha elaborado hasta una versión con paneles y un montaje audiovisual en formato inmersivo.

Ya vendrán tiempos mejores

De todo eso sale Jude Bellingham. Zidane confirió al 5 del Madrid la naturaleza de la poesía y del movimiento, la κίνησις de los griegos antiguos, el poner en movimiento que interpela directamente a los sentidos, más que a la razón, y que cualquier puede explicarse mirando una fotografía de Zidane controlando un balón: sin tocar el suelo, contorsionando su cuerpo en una plasticidad extrema y bellísima que sólo es posible encontrar en la escultura helenística y, mucho después, durante el Renacimiento.

Bellingham interpretó a la perfección la cinética del 5 en su primer año, y a ramalazos durante el segundo. El inglés, hijo de su tiempo y de su fantástico origen mestizo, ha subrayado la agonía barroca del ejercicio plástico que supone llevar el 5 en el Madrid. Que no es ni la manija, ni la brújula del equipo, sino algo más difuso, vago y simbólico: portar la antorcha de una tradición relativamente reciente que nació cuando él era un niño y que todas las cadenas de televisión del mundo transmitieron en su parto, en su florecimiento y en su decrepitud. Más que hacer que su equipo encuentre el camino del gol y de la victoria, el 5 del Madrid debe hacernos creer que es capaz de lo mágico, de hallar la solución imposible, y por tanto, de emocionarnos.

 

Getty Images

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Madridista de infantería. Practico el anarcomadridismo en mis horas de esparcimiento. Soy el central al que siempre mandan a rematar melones en los descuentos. En Twitter podrán encontrarme como @fantantonio

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13 comentarios en: Historias de un número: el 5

  1. Siempre he dicho que Antonio Valderrama me parece el mejor escritor de La Galerna. No sé si es el calor o la atonía del mes de Agosto, pero hoy se ha estrellado estrepitosamente. Denigrar una época, la más brillante de su historia reciente a nivel nacional, que nos llevó a ganar 5 ligas consecutivas, me parece lamentable. El Madrid de la quinta no solo consiguió algo que no ha vuelto a repetirse, es que lo hizo con un futbol memorable. Decir que aquellos éxitos fueron contra "nadie" me parece de vergüenza ajena. Se olvida también el autor que aquel Madrid ganó dos copas de la UEFA, que eran lo más parecido a la Champions actual, y que eliminó a equipos enormes como el Napoles de Maradona, el PSV de Romario, el Oporto campeón de Europa o el Bayern. Mucho de lo que somos hoy pertenece a aquella época.

  2. El Madrid de la quinta hacía un fútbol infinitamente superior a lo que hemos visto en los últimos cuarenta años, incluidos el Madrid de los Zidanes y Pavones, los jerarcas o lo que usted quiera. Una cosa son los títulos y otra el fútbol que se juega.

    1. Voy a decir que seguramente sea impopular, pero a mí Redondo me ha parecido el mejor centrocampista que he visto en mi vida, incluyo a Kroos a Modric a Zidane y a quién sea. Nunca he visto a un mediocampista la exhibición que le vi a Redondo en Dortmund en semifinales de la séptima o en la final de la octava dónde, literalmente se comió el partido.

  3. El tratar de menospreciar a los jugadores de la quinta del buitre y a sus antecesores, Juanito, Camacho, Santillana, Stielike... suele ser bastante normal en estos tiempos.
    Sólo decir que no es verdad que el farsa de Cruiff fuese mejor, de hecho el holandés estaba en la calle de robar la final de copa del 90 Villar mediante. Y en cuanto al Milán, eran los rossoneros quienes temían al Madrid, pero la noche aciaga en San Siro cambió todo.
    Antes de eso se habían ganado dos copas de la UEFA, inalcanzables hasta entonces para ningún equipo español, y entonces el Madrid en el Bernabéu asustaba a toda Europa como dijo Valdano. Se estuvo a punto de ganar la copa de Europa el año anterior a la eliminación citada contra el Milan pero no siempre la suerte es propicia.
    Ese Madrid con Leo y con Luis primero fue fantástico.
    Saludos

    1. Se eliminó a la Juve de Platini y Laudrup, al Bayer de Matheus, al Oporto campeón de Europa, al Nápoles de Maradona o al PSV de Romario. El Milán de Baresi, Gullit, Maldini y Van Basten es sencillamente uno de los tres mejores equipos de la historia.

    2. Se eliminó a la Juve de Platini y Laudrup, al Bayer de Matheus, al Oporto campeón de Europa, al Nápoles de Maradona o al PSV de Romario. El Milán era uno de los tres mejores equipos de la historia. Solo eso.

  4. El despedir a Stegen por parte del club cliente de Negreira no se puede comparar con el caso de Carvajal. Al primero pretenden echarlo de su trabajo estando lesionado a consecuencia del trabajo y a Carvajal, el Real Madrid, le renovó el contrato unos días después de lesionarse en el trabajo. La primera forma de actuar es de una empresa de gentuza y la segunda de una empresa con categoría moral y humana.
    Me gustaría que un tal Toni Freixa le ocurriera lo que le está pasando al portero de su Farsa para que viviera en su persona un comportamiento similar por parte de su empresa. No entiendo cómo se puede ser tan mezquino, tan malvado y tan hipócrita.

  5. Bueno,decir que las dos UEFA,no fuera alcanzable para un equipo español,si no también para el resto de europa, nadie las ganó solo el Madrid,,y bueno ya decir que el Madrid lleva 11finales con ésas dos uefas ,sin perder.ok

    1. Así es, por eso las valoro tanto, veníamos de perder dos finales europeas contra equipos británicos, Liverpool en el 81 copa de Europa y Aberdeen en el 83 Recopa, si a esas dos sumamos la Recopa perdida contra Chelsea en el 71 eran tres finales perdidas seguidas.
      Un saludo.

  6. Que no le dediques este artículo al mejor 5 que ha tenido el Madrid, el gran Nuri Sahin, dice mucho de lo que sabes de fútbol. Con eso y que no te emocionen las dos UEFAS esas tan maravillosas que hacen temblar de emoción al madridismo basado, en fin chico, que no hacemos carrera de Ud. Te recomiendo seguir a Nuri en el Puerro FC

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