Las mejores firmas madridistas del planeta

Buenos días. Los tiempos siempre están cambiando, de lo contrario, no serían tiempos, sino fotografías. Lo que sucede es que la mutación se ha vuelto exponencial. La velocidad del cambio acumula tal energía cinética que si no te adaptas ya la realidad te atropella y desintegra.

En apenas un mes de verano, el Madrid maravilloso de Ancelotti que arrasó en la campaña de la 15 pasó a firmar una de las temporadas más deprimentes que se recuerdan. A Carlo se le adivinó en el gesto desde el comienzo que algo no iba bien, y el compromiso de los jugadores no llegó a lo que se le exige a un profesional del Real Madrid.

Xabi pareció reanimar al grupo en tiempo récord. De hecho, lo reavivó. Fue un soplo de aire fresco: presión, trabajo, automatismos tácticos, irrupción de jugadores. Dio sus frutos y colocó al equipo líder, donde sigue. Pero sería de necios negar que las aguas alrededor están creciendo y, si el Madrid no se adapta al cambio, el vestuario puede resultar anegado y el oleaje puede volcar el barco.

And admit that the waters around you have grown

And accept it that soon you'll be drenched to the bone

If your time to you is worth savin′

Then you better start swimmin' or you'll sink like a stone

For the times, they are a-changin′

Porque el Madrid no espera a nadie, ni siquiera a sí mismo. Da igual tu bagaje, si no sigues nadando con las ganas del primer día, el bravo océano de espuma blanca te ahoga. Y si los triunfos logrados te han saciado, lo mejor es que pruebes en un mar más tranquilo. O en una piscina. Nadie está obligado a luchar toda la vida si no se siente con fuerzas. Para el Madrid no sirve todo el mundo y, quien sirve, a menudo, solo lo hace durante un tiempo.

As lo resume en «Toque de atención», seguido de «En el Madrid preocupa cierta desconexión entre Xabi Alonso y la plantilla. También una caída general de tensión tras el Clásico. Se desploman las recuperaciones en campo rival y se disparan los tiros contra la meta blanca». Hoy no podemos poner un pero: es la realidad.

Es un toque de atención porque se está a tiempo de enderezar el rumbo. De hecho, el catastrofismo ni aplica ni conduce a nada bueno. El Madrid está en buena posición en todos sus frentes. Es cuestión de tiempo y trabajo, como siempre. Sucede que la combinación tiempo y trabajo es poco atractiva para los amantes de lo sumarísimo, de los modos gilescos, y la paciencia es más escasa que la honestidad en el fútbol español.

Tiempo y trabajo, eso sí, con sentido y un objetivo claro y común solo con quienes decidan comprometerse.

En el diario de PRISA también leemos una esquela que reza: «Superliga y Madrid ponen en marcha la demanda para reclamar 4.500 M€ a la UEFA». Los tiempos están cambiando y Ceferin se agarra al cable del telégrafo para no ser arrastrado por ellos mientras Florentino cabalga a lomos de la fibra óptica. El máximo organismo europeo del fútbol sigue empeñado en modificar el VHS mientras la juventud consume en streaming.

The order is rapidly fadin′

And the first one now will later be last

′Cause the times, they are a-changin'

Y los tiempos changin’ tan raudos que aparecen portadas giradas 90º, como la de Marca.

Frontispicio que no vamos a comentar porque las contracturas cervicales no nos permiten adoptar la postura en cuestión. Lo que sí vamos a tratar son las palabras de Javier Tebas al medio gallardo.

Javier Tebas lanza en @marca un aviso a todos aquellos que ven el fútbol pirata en España#PremiosMARCA2025 pic.twitter.com/cZeVT4acMF

— MARCA (@marca) November 24, 2025

Quien paga manda, y Marca brinda su particular Aló, presidente al sátrapa de la liga. Como es costumbre últimamente, se lleva una nota de la comunidad en X desmintiendo las amenazas de Tebas.

Es curioso que este señor de apariencia espectral diga que «no hay excusa para robar», es como si Lamine Yamal o algún exministro dijeran que no hay excusa para contratar chicas de imagen. Un Tebas que de facto pretendió robar derechos al Real Madrid, motivo por el cual el club debe articular mecanismos de protección de su patrimonio y blindarlo frente al expolio de dictadorzuelos tropicales como este.

Tebas desea seguir regentando su videoclub particular en 2025. Es entendible que él lo haga, pero no que lo apoyen el resto de clubes a excepción del Madrid, porque si no se adaptan a los tiempos Prime, Netflix, Apple o Unify van a ser arrastrados aguas abajo. Si no entiendes lo que está sucediendo o no quieres ayudar, apártate.

 Come mothers and fathers throughout the land

And don′t criticize what you can't understand

Your sons and your daughters are beyond your command

Your old road is rapidly aging

Please get out of the new one if you can′t lend your hand

'Cause the times, they are a-changin'

De Sport y Mundo Deportivo, salvo resaltar que el Espanyol volvió a ganar, esta vez al Sevilla con goles de Pere Milla y Roberto, nada que decir, el tiempo ya los ha arrasado. Están muertos, como en el Sexto Sentido, y se mantienen zombis con el alimento de Tebas y del Barça. Ya ocurrió lo predicho en los versos de Dylan.

'Cause the battle outside ragin′

Will soon shake your windows and rattle your walls

For the times, they are a-changin'

Recordad también que cualquier vaticinio que hagáis en estos momentos será probablemente errado. Del mismo modo que la zozobra brota inopinadamente en tiempos de bonanza cuando nadie la ve venir, los momentos de gloria surgen cuando menos los espera nadie.

Porque los tiempos siempre están cambiando.

Pasad un buen día.

Hace unos días conocíamos la noticia de que Tom Cruise ha recibido un Óscar honorario, premiando toda su carrera. En analogía con el balompié, sería algo así como un trofeo generacional, otorgado por votación planetaria o por consenso de las instituciones no corruptas del fútbol, es decir, casi todas menos las españolas, que deberían tener en sus vitrinas las familias de Alfredo di Stéfano, Gento, Juanito, y la sala noble de las casas de Raúl y por supuesto de Cristiano Ronaldo.

Ethan Hunt es el personaje de ficción que más ha caracterizado a Tom Cruise en los últimos veinte años. Por otro lado, extraordinario actor de blockbusters en los 80: Risky Business, Top Gun, Nacido el 4 de julio (que Dios perdone a La Academia). En los 90: Algunos Hombres Buenos, la primera Mission: Impossible. Minority Report o El último Samurai fueron grandes películas de los 2000. Pero sobre todo las misiones imposibles a partir de 2010 y las distópicas e interesantes Oblivion o Al filo del Mañana.

Encarnando a Ethan Hunt, Cruise se ha caracterizado por salvar al mundo de catástrofes, de villanos, del mal; Ethan Hunt es, como Cristiano Ronaldo, imparable. Dan lo mismo las dificultades, el nivel de los enemigos, la exigencia de la misión. Siempre sale adelante, pero, a diferencia de otros héroes hiperprovistos de testosterona, como James Bond, Hunt no le mira las curvas a sus compañeras de reparto (o no notamos que lo haga, porque el americano es un caballero).

Sin embargo, ocho apariciones de Cruise como Ethan Hunt no le han servido para cosechar un Óscar competitivo. La academia tiene normas tan claras como las del Balón de Oro y, probablemente, igual de éticas: ahora este, porque es negro; ahora esta, porque es sordomuda; y ahora el pequeño hormonado, porque su club paga en especie y en metálico. Si no interpretas a un yonqui, un tullido, engordas o adelgazas cincuenta kilos para un papel o interpretas a un enfermo mental como el Joker sin que se note que lo eres de verdad, no hay nada que hacer. Cruise es un superhéroe sin capa, como Cristiano. Un hombre normal capaz de logros extraordinarios. Uno en la ficción, otro sobre el césped.

Ronaldo también tiene su carrera de blockbusters. Empezando veinte años después que Cruise, lógicamente. Entre 2000 y 2009, Ronaldo goleó para tres clubes, deslumbrando al mundo. Quién no recuerda sus goles de 40 yardas con el United. La década de los récords, sin embargo, fue la que vistió de blanco. 450 goles con el Real Madrid. 17 en una sola Champions de las que todavía no jugaban equipos de barrio en la primera ronda. Estamos hablando de un bicho que ha metido 2 repókers, 11 pókers y 66 hat tricks hasta el momento y que, desde 2020, sigue promediando más de 40 goles por temporada. Ronaldo mantiene de algún modo la motivación para llegar con su selección al próximo mundial. Él no lo ha dicho, pero yo creo que aguantará en activo hasta el día en que meta su gol número 1000. Ese día dirá adiós sobre el césped, se parará el partido y se parará el planeta.

Cruise es un superhéroe sin capa, como Cristiano. Un hombre normal capaz de logros extraordinarios. Uno en la ficción, otro sobre el césped

Fin de semana agridulce. Juego nihilista en Elche de un equipo indolente, otra vez apático. Me pilló lejos de casa. La verdad, me perdí todos los goles igual que perdí el interés por el partido hacia el descanso. Seis partidos de la NFL simultáneos de fondo en las teles de un sport bar fueron mucho más interesantes de ver, sin ser yo un seguidor de eso que medio planeta llama también fútbol. La conversación de mi acompañante fue mucho más interesante que cualquier espectáculo periférico. No me apetece hacer sangre, pero empiezo a ver en Rodrygo un futbolista irrecuperable y también veo que ni con cuatro ni con cinco defensas somos capaces de armar el juego. El centro del campo, que debería ser una máquina de fútbol, es un descontrol abarcando kilómetros, con todos los futbolistas corriendo imprevisiblemente en cualquier dirección. Tenemos una dependencia inesperada de Tchouaméni, que es quien viene evitando el desorden, recuperando y manteniendo junto el equipo. Está empezando a ponérsele cara de Casemiro.

Sin embargo, el día tuvo su parte dulce. Por fin vimos a Florentino enumerar con claridad y concisión todos los males del fútbol español y europeo en la asamblea del club. Le vimos reproducir lo que humildemente señalamos cada día en La Galerna: el salario de Tebas, el control de los medios de comunicación, el oscurantismo con los dineros, las maniobras de Tebas para apropiarse del patrimonio del club que da de comer al resto, las patadas de ahogado de las élites del fútbol europeo, peleando a vida o muerte por el último canapé.

Florentino nos recordó, alabado sea el Señor, que ese club del que usted me habla pagó durante décadas a un dirigente arbitral, justo un día después de que el títere recién llegado al CTA recomendara olvidar la corrupción, sin mencionar siquiera al corruptor, pero teniendo un recuerdo compungido para los árbitros, pobrecitos, los más perjudicados, según él, por el negreirato. No me pueden dar más pena. Angelitos míos.

No lo sabíamos, pero la necesitamos: me propongo escribir a la agencia de representación de Cruise para ofrecerles el guion de la novena entrega de Mission: Impossible. En la trama, Hunt acabará con la podredumbre del fútbol español arrojando luz sobre todos sus entresijos. Quién sabe, es cine, tal vez Luther pueda resucitar para ayudar a Futbolgate y al juez instructor para que consiga atar todos los cabos del caso. Luther sabe cómo detectar y desactivar zombis en X, será muy necesario. Benji podría interceptar cualquier intento partidista de evitar la sentencia y Grace podría mimetizarse entre políticos para que no puedan meter las manos en el caso. Afortunadamente, los que desearían poner sus manos sobre Grace están a punto de compartir pastilla de jabón en duchas comunitarias.

me propongo escribir a la agencia de representación de Cruise para ofrecerles el guion de la novena entrega de Mission: Impossible. En la trama, Hunt acabará con la podredumbre del fútbol español arrojando luz sobre todos sus entresijos

Y es que en estas películas siempre se acaban descubriendo tramas ocultas. Tal vez Tebas tenga un gato blanco con increíbles ojos verdes al que acaricia, mientras se concentra para escribir su siguiente tuit, con una mano en la que refulge una sortija con un topacio de cien gramos. Tal vez descubramos que el chico de los recados de Louzán fue en realidad el actor secundario que salía del baúl en Pulp Fiction, o que Ceferín domina el cuerpo a cuerpo con cuchillo como Gabriel (Esai Morales), aunque yo le veo más parecido al banquero de terroristas Le Chiffre, el malvado de Casino Royale que lloraba sangre cuando se ponía nervioso. Una vez derrotado por James Bond, se operó el ojo y buscó refugio en la UEFA para seguir jugando su póquer particular.

Tengo fe inquebrantable en Ethan Hunt, como la tengo en Cristiano Ronaldo, de quien nunca dudé para lanzar un penalti o para decidir la mejor opción en un contragolpe. Detrás del personaje, un coloso del cine. Tom Cruise. A sus 62 años, sigue interpretando sin dobles de acción la mayoría de sus escenas de riesgo. Su longevidad para mantenerse en el máximo nivel de exigencia en su profesión solo es extrapolable a extraterrestres como Modric o el propio Cristiano en esto del fútbol.

La gente no entiende bien lo que supone ser élite en una profesión que requiere una exigencia física cuando van cayendo los años. La disciplina en el trabajo y en el descanso, en lo que comes, en lo que bebes y en lo que no. Cruise trabaja cada día para ser capaz de mantenerse donde está. Desde que tenía la edad de Cruise ahora, mi madre solía decir cuando veía actuaciones musicales acompañadas de cuerpos de baile: “si tuvieran los huesos como yo, no se moverían tan ligeros”. Mantengo la literalidad de la frase porque el lector entenderá que mi madre era una señora del sur de España cuyos huesos le dieron muy mala vida. Y sí, ambos se mueven ligeros. Uno clavando chilenas por la escuadra con cuarenta castañas y el otro colgándose del tren de aterrizaje de una avioneta a una edad en la que los prejubilados de la banca ya han olvidado la última vez que doblaron el lomo.

Dos estrellas, cada una en lo suyo, con la luz pagada en las mansiones que disfrutarán los herederos, sólo pueden obtener la motivación del amor a su profesión, de la que no tienen ningunas ganas de despedirse, independientemente del dinero. No les queda vida suficiente para gastarlo todo ni comprándose el Air Force One y pintarlo de rosa sólo por darse el capricho, pero ahí siguen facturando, patrocinados por las marcas más grandes, porque son únicos. Inmortales, en realidad.

Y sí. Los dioses le dieron a Cruise una sonrisa y un carisma que todos querríamos. A Cristiano, un físico de estatua romana cincelada con trabajo, además de un talento completamente desproporcionado frente al promedio de futbolista profesional y una cabeza florentinesca, con esa determinación enfermiza con la que fue capaz de moverse ingrávido durante años sobre el césped, mientras vestía la camiseta más pesada del deporte mundial, a la altura de la del 23 de los Bulls o la del 10 de la selección argentina del siglo XX.

Y sí, hemos hecho una chufla de partido en Elche, no hay duda. Hay trabajo por hacer, sobre todo en el vestuario y en los despachos. Xabi va a pasar una semana bastante fastidiado, pero ahí está Florentino, recogiendo una vez más la bandera de la justicia del suelo y clavando el mástil bien profundo para lo que viene. Temblad, malditos.

 

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Todos los hombres son el mismo hombre. Todos los momentos son el mismo momento. Todos los domingos son el mismo domingo. Todos los partidos de mierda del Madrid son el mismo partido de mierda del Madrid. Nuestras vidas giran en torno a un arquetipo. Se repite bucle incesante, repetido una y otra vez, el proceso interminable de alegría, llanto, hastío y éxtasis del que algún día nos tendremos que salir, porque ya no tenemos esa edad cándida e indulgente de la juventud en la que los únicos pesares eran que no ganara el Madrid.

Desde Elclásico ocurren cosas extrañas. El Madrid le ganó al Barcelona y entonces la plantilla decidió, como la guardia pretoriana, jugarse la corona del emperador a los dados. Yo pensé entonces que ese día nacía algo, que había surgido algo y aquí lo dejé por escrito. El equipo crecía, se galvanizaba espiritualmente…pero, tras el partido del Valencia, sencillamente ha acaecido un raro desplome.

Esto, de verdad, lo hemos visto tantas veces ya, y sin embargo no sabemos qué puede ocurrir. Hay varios escenarios: el lopeteguiano, es decir, el del despido prenavideño; el camachesco o del cese, el tardomourinhista o prolongación de la agonía con baches de entusiasmo y varios picos de frenético desquiciamiento, y, finalmente, el zidanesco o de mágica recuperación.

Todos los hombres son el mismo hombre. Todos los momentos son el mismo momento. Todos los domingos son el mismo domingo. Todos los partidos de mierda del Madrid son el mismo partido de mierda del Madrid

Tampoco hay que engañarse. La plantilla no da para tanto. Hay varios jugadores cuyo rendimiento está muy por debajo de su autopercepción. Lo de Rodrygo Ganges, como dicen por ahí, roza ya lo criminal. Parece una sombra, un espectro salido del Purgatorio de Dante, y quizá la insistencia de Alonso en alinearle responda a la intención del club de exponerle de cara al mercado de invierno. Lo cual tiene su lógica porque, si no juega, se devalúa. Pero, cada vez que este hombre juega, su valor como activo patrimonial cae en la misma proporción en que el Estado español endeuda a sus futuros súbditos cada minuto de cada hora de cada día: exponencialmente.

El club, por otra parte, está a cosas más serias que una temporada. Transita hacia otro modelo de propiedad y de gestión, no se sabe aún cual. Pero el hecho en sí es de tanta trascendencia que las cuitas del vestuario y lo que ocurra en el césped, por afrentoso que resulte para los sufridos aficionadillos que somos nosotros, no deja de ser una anécdota.

Se habla de cama, de que varios pesos pesados de la caseta no tragan ni a Alonso ni a sus métodos; que estaban tan a gustito, que decía Ortega Cano, con Ancelotti y su indulgencia de padrone que, claro, ponerse a correr ahora, con el frío que hace, y pasar horas viendo vídeos de cómo juega el Elche… Se entiende pero, desde luego, ni Valverde ni Vinicius, ni Bellingham, y mucho menos Camavinga, tienen la talla todavía que tenían Cristiano Ronaldo, Sergio Ramos, Luka Modric, Casemiro o Toni Kroos cuando lo de Rafa Benítez o Lopetegui: hay que ganar más Copas de Europa y, sobre todo, demostrar mucha más categoría en el fútbol, cosa que sólo da la edad. Quizá se crean mejores de lo que realmente son. Quizá alguien de arriba incurra otra vez en la ocurrencia de pensar que un equipo como el del Madrid va solo. El caso es que, como decía al principio, esto lo hemos visto un montón de veces antes, y uno ya está viejo para estas historias.

Si el vestuario del Madrid es el coño de la Bernarda, ¿quién le pone el cascabel al gato? ¿Merece la pena sentarse a ver un partido? Valverde parece que no corre y con su desidia convierte a Álvaro Rodríguez, del que yo escribí algunos tuits entusiastas en el calor de un gol suyo al Atlético, en Rivaldo, como dice Hughes en su crónica. Y si Valverde, figura egregia del cancherismo sudamericano antiguo, está en estas movidas, la infección parece muy grave. Es curioso cómo todas estas cosas de camas y de pasotismos deliberados siempre se achacan a los brasileños, es sin duda un prejuicio muy extendido, como si los uruguayos y los argentinos fueran gente tan recia, castellanos del Río de la Plata, que no anduvieran en estos quilombos. Lo que son las ideas preconcebidas. Quizá ni siquiera haya nada preconcebido en la actitud abúlica de los jugadores del Madrid, al fin y al cabo los futbolistas son por lo general emociones con patas y, entonces, la idea del bisturí de hierro no resulte del todo descabellada. Pero para eso la dirigencia debe tener la conciencia también del problema. ¿Quién mejor que Florentino para hacer la poda? En la viña, cuando acaba el invierno, se lleva a cabo la castra, que es una poda de saneamiento para no perjudicar la calidad del vino. Se lleva a cabo no con la tijera sino a navaja, y se quitan brotes que son verdes y que, en apariencia, presentan un aspecto hermoso y prometedor.

Los viejos de antes decían que, el mundo, muchas veces, necesita de una de estas castras para seguir funcionando.

Me viene a la cabeza el poema El laberinto que escribió Borges en Elogio de la sombra: estamos atrapados en una cárcel sin puertas y el futuro es «el odiado camino de monótonas paredes» que es el destino, nuestro destino de kafkianos madridistas. En vez de la usura de los días, nuestra paciencia sufre la usura de las temporadas, todas iguales y a la vez distintas: ojalá fuera éste el último día de la espera de un mayo que, en noviembre, siempre parece tan lejos…

 

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Con lo de anoche les mareo poco. Entre unos y otros les dieron a ustedes la noche, huelga insistir. ¿Unos? Equipo, jugadores, técnicos. Otros, nosotros, los que se lo contamos. Me limito a decir, nada original imagino, que esto no va.

Y si va es a peor. Está el Madrid en modo cangrejo. ¿Si tiene arreglo? Pues me supongo. Pero me está empezando a pasar como con el Rompehuevos del colegio. Me acuerdo de él cuando veo al Madrid: aquel tío que por más que nos pidiera a todos perdón nos volvería a jorobar el patio.

Un día se había dejado la pelota en casa. Al siguiente la tocaba con la mano en el primer córner sólo por fastidiar. Otra exigía jugar de portero y era el más chico del curso. O había escondido una portería. Y así.

Con el Madrid me está pasando parecido estos sus últimos partidos, temo que la va a liar y la lía. Un rompehuevos. Esta vez vivimos la versión cambio de sistema, jugadores poco habituales. Resumen y acabo: todo sin ninguna gracia.

No pretendo comparar, pero díganme cómo el Elche puede jugar como jugó y el Madrid... lo mismo. Lo del Elche es envidiable. Para lo del Madrid no encuentro calificativo. Queda pues esperar: El Pireo y Girona de momento. ¿Y? Si atendemos a lo visto, cualquier cosa.

El día madridista debió terminar pues con la asamblea donde vivimos una gran faena de Florentino que salió en plan Morante, se echó la muleta a la izquierda y armó un alboroto. Me recordó a Jesús Gil. ¿Florentino? Sí y me explico.

Lo suyo fue una entrevista sin preguntas, un invento de Gil. La que cualquier periodista hubiera pagado por hacerle se la hizo a sí mismo. Como vibrante, puede que la mejor de su vida. O la segunda, que servidor le hizo una cuando cumplió tres años de presidencia en su primer mandato y fue buenísima.

Pero a lo que íbamos. Su intervención en la asamblea brindó una gloriosa media hora de entrevista sin periodista preguntón, y eso fue lo que me llevó a Gil que en gloria esté. Cuando le dio por llamar a la radio y gritarle a quien cogía el teléfono: “¡Oye, soy Jesús, ponte a grabar!”

El día madridista debió terminar pues con la asamblea donde vivimos una gran faena de Florentino que salió en plan Morante, se echó la muleta a la izquierda y armó un alboroto. Me recordó a Jesús Gil. ¿Florentino? Sí y me explico

Que sí, que sí, que estuve presente en una de ellas. El periodista le preguntaba: “¿Grabar? ¿Es que quiere contarme algo?” Y sí, era eso: “Me voy a hacer una entrevista, la grabas y la pones en tu programa”.

La cosa era más o menos así:

Jesús Gil jacuzzi

Pregunta de Gil a Gil: ¿Presidente, es verdad que va usted a echar al entrenador?

Respuesta de Gil a Gil: Eso es mentira. Es un invento de esos que quieren mal al Atleti. Esos envidiosos y tal y yal y tal.

Y así media hora. Un despelote. Y sí, a los tres días el entrenador había pasado a mejor vida.

Florentino hizo eso: una autoentrevista. Y tiene su mérito pues concede tan pocas que igual había perdido la costumbre. Pero no. Salió y se fue contestando a sí mismo.

Del asunto, como del partido, tienen ustedes cumplida referencia. Dos apuntes si acaso. No dijo el presidente del Madrid más que lo que algunos hemos venido diciendo. En lo de Negreira, desde aquel 15 de febrero de 2023 cuando supimos del asunto. En lo de Miami, desde la primera filtración. Dos magníficas maneras de adulterar competiciones, por cierto. Lo del balance de títulos, expulsiones y otras cosillas entre Madrid y Barcelona, de la UEFA, la LFP, la Superliga y demás para qué contarles. Sólo en La Galerna tienen un máster completito.

El Real Madrid bate récord de ingresos

No dijo Florentino nada que no supiéramos, la gracia fue que lo dijo el presidente del Real Madrid y a su pueblo lo reconfortó. Llevaba esperando la tira.

Mucho titular se refirió a que Real y Barça han roto. Tampoco es novedad, era imposible lo contrario.

Tú puedes hacer la vista gorda con un rival, pensar que son muchos años de relación, que está en la ruina y que puedes echarle una mano. OK. Vas y lo haces.

Pero sabes, y Florentino perfectamente, que el Barcelona no es un rival con el que compartes competiciones, sueños, problemas, escenarios. Es un rival cuyo mayor sueño y objetivo es tu aniquilación. De frente o por la espalda.

Luego antes o después acabarás apartándote de él. Florentino sabía que eso iba a pasar cuando le tendió la gran mano económica que permitió respirar a Laporta bajo el agua. Cosa que mucho madridista no entendió.

Tú puedes hacer la vista gorda con un rival, pensar que está en la ruina y que puedes echarle una mano. OK. Vas y lo haces. Pero sabes, y Florentino lo sabe perfectamente, que el Barcelona Es un rival cuyo mayor sueño y objetivo es tu aniquilación

El presidente del Madrid consideró que hacía bien echando aquella mano. Aunque sabía que se la acabarían mordiendo. Corolario: al presidente del Madrid, el Barcelona no le interesa. Lo soporta, convive.

Sabe de su toxicidad, cómo no. Le interesa que el Madrid sea lo que a él le parece debe ser. Por eso es el presidente. Y por eso corre el riesgo de que muchos de los suyos no le entiendan. Hasta que un día se levanta y empieza a dar muletazos hasta el volapié final. Fue ayer.

Segundo apunte: no se habló gran cosa del nuevo modelo societario madridista. Eso no tocaba, queda para otra ocasión y será lo que se dice histórica. Esperemos pues. Ese asunto sí le interesa al presidente. Ahora mismo le importa eso y que el equipo espabile, claro. A él y a todo el madridismo.

 

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Buenos días, queridos.

No es normal, y aquí vamos a parafrasear al presidente Florentino Pérez en su asamblea de ayer, que tengamos que digerir ciertas cosas. Para empezar, no es normal que haya tanta chicha informativa tras diez días de parón (o bajón, Alcaide dixit) de selecciones.

Comencemos con lo estrictamente deportivo para reconocer que no es normal que el equipo de Xabi Alonso se haya desplomado en juego y resultados como lo ha hecho en el último mes. No es normal que haya desaparecido la presión adelantada, que se hayan volatilizado los automatismos que se vislumbraban allá por julio en el Mundial de Clubes, no es normal la baja forma de algunos jugadores, como tampoco es normal la aparente falta de implicación de otros. Podéis leer las notas de los jugadores en el partido de ayer, así como la crónica desencantada del encuentro, ambas de la mano y pluma de Genaro Desailly.

No es normal que al Real Madrid le costara tanto entrar en el partido, hasta el punto de que no pareció normal empatar por dos veces un encuentro que se le puso muy cuesta arriba ante un buen rival. No es normal que al Madrid se le aplique siempre la ley del excanterano según la cual, siempre van a marcarnos cuando juegan con la elástica del rival. Ayer fueron Febas y Álvaro Rodríguez los que tomaron el testigo de tantos otros con dos goles de bella factura.

Tampoco es normal que los medios, tan tolerantes con la corrupción sistémica de la MLN, quieran vestir de “polémico” el empate del Real Madrid en el Martínez Valero. Todo por una supuesta falta de Vinícius a Iñaki Peña que el propio jugador reconoció en caliente que no fue tal:

No es normal el cabreo del entrenador ilicitano, E.Sarabia, al que Esa-rabia le va a costar una úlcera algún día. No es normal que la vehemencia mostrada en rueda de prensa, y posiblemente la bronca en el vestuario a su portero, hicieran cambiar de opinión a este para afirmar minutos después que sí, que era falta clara, que la honestidad que había mostrado con el micro de Movistar había desaparecido, como reconoce el nunca bien ponderado Mundo Deportivo:

Podéis valorar la supuesta polémica tras leer la opinión de Alberto Cosín, siempre preciso y objetivo en su análisis del arbitraje. Las portadas de los diarios As y Marca destacan el sufrimiento de los blancos y la caída mostrada en el juego:

No es normal, o sí, porque ya nos conocemos todos, que los supuestos expertos arbitrales de las webs de ambos medios indiquen que el segundo gol del Madrid tenía que haber sido anulado, como no es normal que se eleve a polémica cualquier jugada del Madrid cuando está bien arbitrada y que nunca sean polémicos los arbitrajes como los sufridos durante décadas, incluida la presente temporada.

De todo esto, y de modo premonitorio, habló ayer Florentino Pérez en la Asamblea de compromisarios del club. No es normal que un club haya pagado 8,4 millones de euros durante al menos 17 años al vicepresidente de los clubes y no es normal que los medios de comunicación, regados con dinero de LaLiga, es decir, de todos los clubes, emitan sus opiniones al dictado de un presidente como Javier Tebas, que dice de lo que se puede y lo que no se puede mencionar y marca la línea editorial de unos medios que nunca fueron menos independientes.

No es normal que vengan estos tipos a hablarnos de “señorío”, o de su ausencia, como si el señorío consistiera en seguir callando sus tropelías. Si la estrategia del Real Madrid consiste en denunciar la corrupción sistémica del campeonato o la dictadura de Tebas, bravo por esta demostración de señorío con los socios y aficionados

No es normal que el diario Marca señale que Florentino está “contra todos”, cuando lo que hizo ayer fue únicamente señalar la corrupción de la competición promovida por nuestro máximo rival, la opacidad de LaLiga en sus acuerdos con CVC y para controlar la prensa, las amenazas mafiosas de la UEFA o la situación crítica del fútbol español. No es normal que el resto de clubes se posicione al lado del corruptor y no del que recuerda lo que la Guardia Civil ha definido como “corrupción sistémica”, como no es normal que los medios señalen a Florentino y no investiguen sobre la razón o no de sus argumentos. No es normal que en Barcelona se indignen con lo que As llama “Al ataque” en un tono que, ciertamente, nos recuerda a aquellos tiempos pretéritos de Chiquito de la Calzada:

- ¡Al ataquerrrrlll!!! Ese peazo de fistro pecadorl de la pradera que cuadruplica los pagos a Negreira y que coge un micro, y suelta: “¡¡¡Jaaarl, no te das cuen de que pagamos por informes, por la gloria de mi madre!”.

Preferimos tomarnos a cachondeo algo tan serio, y lo hacemos a conciencia, porque no es normal que en Barcelona numerosos periodistas afines a Joan Laporta estén solicitando que el Fútbol Club Barcelona denuncie a Florentino Pérez por decir que el club azulgrana ha pagado 8,4 millones de euros al vicepresidente de los árbitros y que estos pagos coincidieron con su mayor etapa de éxitos deportivos. Ojalá se produzca esa denuncia, estamos deseando verla. Estamos deseando ver a ese juez o jueza preguntando a Laporta si pagó o no a las empresas de Enríquez Negreira y si las anomalías estadísticas arbitrales tuvieron algo que ver en el aumento de los emolumentos de ese señor del que usted me habla.

No es normal, nunca lo han sido, las portadas que nos llegan desde Barcelona, donde no se evita la palabra “polémica”, por supuesto, o donde se afirma de manera gratuita que los ataques de Florentino al Barça no eran más que una cortina de humo para tapar el posible cambio de estatutos y modelo de propiedad del club.

No es normal que vengan estos tipos a hablarnos de “señorío”, o de su ausencia, como si el señorío consistiera en seguir callando sus tropelías. Si la estrategia del Real Madrid consiste en denunciar la corrupción sistémica del campeonato o la dictadura de Tebas, bravo por esta demostración de señorío con los socios y aficionados. No es normal que tengamos que tolerar lecciones de nadie, pero menos que nadie de esta gente.

En otro orden de cosas, no es normal que España llegara a disputar la final de la Copa Davis frente a los italianos con un equipo de circunstancias, como no sería normal que no felicitáramos el gran papel realizado por el grupo de jugadores bajo la batuta de David Ferrer, que tuvo que lidiar con la ausencia de Alcaraz y Davidovich. Tampoco es normal que el Atleti se llevara los tres puntos de Getafe sin que sus jugadores marcaran un solo gol, pero así es la flor de Simeone. Como no es normal que hayan expulsado de una competición a los MacLaren mucho antes que al Fútbol Club Barcelona.

Sí, señores, nada es normal en el deporte patrio. Que pasen ustedes un buen lunes, algo que, por supuesto, no suele ser normal para el común de los mortales.

 

Arbitró Francisco Javier Hernández Maeso del colegio extremeño. En el VAR estuvo Melero López.

Buen partido del trencilla en un partido de mucha ida y vuelta entre ilícitanos y madridistas.

En lo disciplinario casi todas las tarjetas fueron para los locales excepto una última a Mbappé.

En la primera mitad no sacó ninguna, aunque una entrada peligrosa de Ceballos a Aguado pudo ser la primera. Pero el andaluz no tocó con toda la superficie al jugador ilicitano y E libró. Affengrube vio en el 56' la cartulina por un placaje a Mbappé, luego Chust y Febas por protestar, y el central la segunda, con la consiguiente expulsión, por un agarrón a Mbappé. El francés también protestó una última acción en el 98' y se llevó otra.

En el área hubo un agarrón de Fort a Asencio en un córner que pareció más una disputa y la acción en el segundo gol merengue entre Peña y Vini fue fortuita. El portero acabó con sangre tras un golpe con la tibia del brasileño pero nada punible.

Hernández Maeso, BIEN.

-Courtois: NOTABLE. Tuvo un par de brillantes intervenciones, en particular una a pies de André da Silva.

-Trent: APROBADO. Sacó a pasear el guante que tiene en la derecha, pero tiene un lenguaje corporal que exaspera denotando indolencia. Y no es solo el lenguaje: en el Madrid no se tarda un mundo en tirar córners cuando vas empate o perdiendo.

-Fran García: SUSPENSO. No sabemos de qué jugó pero, fuera de lo que fuera, jugó mal.

-Huijsen: APROBADO. Le salva su primer gol como madridista, pero estuvo muy inseguro. Se desvanece por minutos el jugador, hegemonico en potencia, que creíamos tener.

-Carreras: SUSPENSO. Bah.

-Asencio: NOTABLE. El mejor jugador del Madrid. Ahora mismo, es intocable.

-Ceballos: SUSPENSO. Impresentable partido del andaluz.

-Güler: SUSPENSO. Otro que se difumina a ojos vista.

-Bellingham: APROBADO. Le salvan el gol y el apretón final, pero no estuvo fino. Siempre lo intenta, eso sí.

-Mbappé: APROBADO. Creó sensación de peligro, pero eso es poco para él.

-Rodrygo: SUSPENSO. Quizá el peor del equipo, y mira que tiene mérito.

-Camavinga: SUSPENSO. Calamitoso.

-Vinicíus: SUSPENSO. Tampoco le salió nada de nada.

-Valverde: SUSPENSO. Desconocido.

-Gonzalo: APROBADO. Ya nos habíamos olvidado de su existencia. Casi marca. Ayudó en defensa.

-Brahim: sin calificar.

-Xabi: SUSPENSO. Desde Anfield, proyecta la sensación de que el equipo se le descompone. No se entiende nada de lo que hace.

En un partido con poca alma, mucha imprecisión y casi ningún juego, el Madrid arrancó en Elche un punto que le permite mantener el liderato, pero en el que se deja gran parte del crédito obtenido ante Juve, Barça y Valencia. La triada Anfield-Vallecas-Elche ha hecho mucho daño.

En la resaca vespertina de la flamígera intervención de Florentino Pérez en la Asamblea, el Madrid se presentaba en Elche con un once que elevó numerosas cejas en el madridismo tuitero y la prensa afín, si la hubiere. ¿Tres centrales (Huijsen, Asencio, Carreras)? ¿Vini suplente? ¿Valverde suplente? ¿Ceballos titular? ¿Rodrygo en la alineación? Trent y Fran García reeditaban, a priori, la figura del carrilero. Una formación y una amalgama inusuales que no aclararían ni su porqué ni su funcionamiento en ningún momento del encuentro. (Pronto se vio que en realidad no se trataba de una defensa con tres centrales, sino de una suerte de doble lateral con el gallego y el manchego. O qué sé yo).

El Elche planteó una presión altísima que ya desde el pitido inicial produjo algún error peligroso en la entrega por parte de Huijsen. El Madrid trató de replicar dicha presión, y Mbappé la tuvo tras una buena entrega de Güler, pero seguía costando descifrar el revoltijo táctico de Xabi. Rafa Mir remató fuera por poco en medio de un comienzo tan poco estimulante para los blancos (hoy azules) como esta navidad cada año más precipitada que nos endilgan. Muy poco después, el profundo empane de los madridistas generó una ocasión clarísima del propio Mir. Tapó Courtois en el área pequeña.

Puf.

La triada Anfield-Vallecas-Elche ha hecho mucho daño

Asencio remató de cabeza, fuera por poco, un córner de Trent, pero las cosas seguían sin funcionar ni remotamente, y el Elche imponia su posesión, dando la razón a los peligros que en su previa de La Galerna señalaba Alberto Cosín.

Al borde de los 25 minutos, un Fran García casi en posición de media punta (nada se entendía) producía una dejada de lujo que Güler resolvía con un balón ligeramente por encima del larguero. Pero no se asentaba ningún dominio blanco ni se contragolpeaba con peligro. Nos salvábamos de milagro, porque en una catastrófica asistencia involuntaria de Huijsen la volvió a tener el Elche.

La tuvo Mbappé en un contragolpe, pero ni siquiera el francés se mostraba letal. Su torpe último toque permitió despejar a Iñaki Peña. En los de Xabi, solo se salvaba un expeditivo Asencio, aunque para dejar mal al cronista un sensacional centro de Trent lo remató a bocajarro Mbappé para el paradón soberbio de Peña. El inglés apuntaba destellos del guante que tiene en la diestra, pero sin continuidad, y tampoco se veía acompañado ni por un Ceballos desaparecido ni por un torpe Güler ni por un Bellingham excesivamente flemático. Courtois tuvo que salvar ante André da Silva ante la pasividad de Trent. Se mascaba un desastre que por fortuna no se concretaba.

Como fórmula de ataque, el Madrid proponía básicamente una sucesión de paredes imposibles en la frontal del área. La frustración generada por esta impotencia casi le causa un disgusto a Ceballos en una entrada a destiempo, pero el árbitro no le expulsó pese al desesperado llamamiento de la retransmisión de Carlos Martínez al VAR. Y con esa misma frustración se llegó al descanso.

A la vuelta del mismo, una gran jugada de Mbappé por la izquierda derivó en  un remate de Rodrygo que fue atajado por Peña. Fue un espejismo. Una combinación en la frontal de las que no salían al Madrid salió perfecta a los locales. Un gran taconazo se convirtió en una perfecta asistencia a Febas. El balón tocó en el poste y entró llorando, emulando al madridismo.

Reaccionó Xabi. Dentro Camavinga, Vinicius y Valverde. Fuera Ceballos, Rodrygo y Fran García (difícil decir cuál estuvo peor). El Madrid decidió empezar a jugar (o no siquiera). Calentaba Gonzalo. Si íbamos a asistir al milagro de verlo en acción, no podía descartarse el de la remontada. Se fue Güler para hacerle sitio, y nada más entrar el canterano remató de cabeza fuera. Ya teníamos el milagro delante. El de Gonzalo jugando. El de la remontada no lo cataríamos.

Dijimos antes que el Madrid se puso a jugar (o no). Fue que no. Ni un solo balón dividido se llevaban los madridistas, que aun así la tuvieron en una internada de Vini que no concretó su pase a Mbappé. Empató Huijsen en un córner, rebañando a la remanguillé un remate de Bellingham, pero el juego no había mejorado un ápice. Cundía un indecente correcalles (indecente para el Madrid, el Elche bastante hace). Álvaro Rodríguez, fiel a la ley del ex, como antes lo había sido Febas, se marcó una gran jugada individual y disparó desde fuera para marcar un golazo espectacular. 2-1.

A su manera desangelada, laxa, el Madrid apretó a continuación y Bellingham marcó con oportunismo. Se quedó tirado en el suelo Peña para ver si anulaban el gol. Lo cierto es que Peña sangraba. Se consideró el choque fruto de la mala suerte y se dio validez al tanto del inglés.

El Madrid se conjuró. Una gran jugada de Bellingham con balón en profundidad a Camavinga (que acabó de lateral) no la remató Gonzalo por los pelos. En el partido roto de los últimos suspiros, cualquier cosa podía pasar. Pero no pasó nada más, y no sabemos si dar las gracias.

 

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Nadie esperaba una tormenta tan dichosa y visceral. Florentino se puso el traje de héroe justiciero, el que conecta con una afición hastiada de trampas e intentos de vejación a su club, y facturó el discurso más duro que se recuerda. Tuvo para todos. Después, apaciguada ya la cólera, tras el reparto gozoso e inmisericorde de mandobles, después ya de la aprobación de unas cuentas que vuelven a ser modélicas con nuevo récord de ingresos, esbozó algunas líneas de un plan de reforma estatutaria que aún habrá de aterrizarse para suscitar opiniones fundadas.

Tuvo (no necesariamente en este orden cronológico ni de importancia) para Louzán, de quien reveló que le propuso entrar en la Federación, a lo que al parecer espetó Florentino: “Usted a mí no me conoce”. Usted no me conoce, podríamos extrapolar, si piensa que con mi presencia voy a legitimar la invasión por parte de Tebas de todas y cada una de las instituciones relevantes en el fútbol español.

Nadie esperaba una tormenta tan dichosa y visceral. Florentino se puso el traje de héroe justiciero, el que conecta con una afición hastiada de trampas e intentos de vejación a su club

Para Tebas, enemigo público número uno, hubo también remoquetes, soplamocos y medias mangurrinas. El mandatario blanco se mostró iracundo por el mero intento de comparar el éxito de la NFL en Madrid con el fiasco del Villarreal-Barça en Miami. Aludió al sueldo de Tebas, multiplicado por diez mientras los clubes bajo su mandato se ven obligados a vender jugadores para subsistir, y confesó que hay ocho clubes que ya se arrepienten en privado de haber suscrito el acuerdo con CVC. (“¡Que los diga!”, bramaban en X, como si Florentino no tuviera suficiente con intentar salvar el fútbol y además le correspondiera quitar caretas a los cobardes).

Partido en Miami: otro golpe a la equidad

Claro que Tebas fue en el discurso un mero exponente de todos aquellos que se enriquecen con el deporte más popular del mundo a base de ejercer posiciones de poder innecesarias para los verdaderos creadores de riqueza en el sistema. ““No es normal que ver el fútbol sea cada vez más caro cuando la tecnología permite ofrecerlo incluso gratis”, bramó Florentino, poniendo el Mundial de Clubes como ejemplo. En ese sentido, sorprendió quizá al insistir en la necesidad de la Superliga, por mucho que raleen los apoyos públicos a la misma. “No hemos conseguido la sentencia del TSJE en contra del monopolio de la UEFA para enmarcarla, sino para llevarla a la práctica”. Aquí parafraseo, pero boom en todo caso.

Con todo, fueron los palos específicamente dirigidos al club cliente de Negreira los que más encendieron a la concurrencia. La guerra parece ya total contra corrompidos y corruptores por igual. Calculad la magnitud de la siguiente andanada, con epicentro en Valdebebas y ondas expansivas fabriziorromanas.

Asimismo, recordó que la oposición frontal de Laporta al acuerdo con CVC se vino abajo con el permiso de inscripción de LaLiga a los fichajes truchos del club catalán. “A nosotros no nos podrán presionar con permisos para inscripciones”, soltó al respecto, estableciendo las evidentes diferencias. Boom de nuevo.

La auténtica expectación residía, en todo caso, en ese apunte sobre lo que ha de acontecer en la próxima Asamblea Extraordinaria, a la que no puso fecha. Como cabía esperar, fueron muchas más las preguntas que las respuestas suscitadas, pero ya sabemos dos cosas: que se propondrá la entrada de un inversor con un porcentaje testimonial de la propiedad (“en torno al 5%”), y que dicha entrada de capital hasta ahora ajeno al club se someterá a referéndum entre todos los socios con derecho a voto.

Honestamente, creo que hay precipitación juzgando una idea cuya operativa es aún un misterio, y que existe en todo caso el compromiso de un referéndum. Los sectores más inmovilistas, paradójicamente, ya se han movilizado en contra (en contra de aún no se sabe muy bien qué). Estos sectores, aunque bienintencionados en su permanente romanticismo, no suelen tener en cuenta los retos del futuro. En 1904, se opusieron seguramente a participar en la creación de la FIFA. En 1947, se opusieron a la construcción del estadio. En los ochenta, a la publicidad en las camisetas. Recientemente, a la remodelación del Bernabéu. Afortunadamente, su conservadurismo nunca ha triunfado en la historia del club. Descuentan la conversión en SA y alertan lúgubremente con que alguien se va a “quedar” el club, en pueril metonimia del todo por la (mínima) parte.

El proceso de hiperprofesionalización que va a demandar el futuro no va a cumplirse sin algunos cambios en la estructura de propiedad. Probablemente, la profesionalización haya de venir desde dentro

Intuitivamente, entiendo que el modelo, que ha sido de éxito sin parangón hasta ahora, no tiene por qué seguir siendo válido ante los descomunales desafíos del futuro (la competencia en la selva ajena al Fair Play de los petroclubes, el Bernabéu Multiusos e Infinito junto a Apple, el impacto brutal e incierto de la tecnología). El proceso de hiperprofesionalización que va a demandar el futuro no va a cumplirse sin algunos cambios en la estructura de propiedad. Probablemente, la profesionalización haya de venir desde dentro. Yo creo, con todos los respetos, que una estructura de propiedad exclusiva y atomizada de 100.000 particulares no armoniza con los retos que se plantean. Hablo por intuición hasta que se revele más, y respeto por adelantado las opiniones que por fuerza han de suscitarse ante este momento de máxima trascendencia.

Paladeemos en todo caso, de momento, los deleites adrenalínicos de este Florentino desencadenado.

 

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Buenos días, amigos. Hoy es un domingo importante: juega el Real Madrid por la noche contra el Elche —podéis leer aquí la previa de Alberto Cosín— y durante el día se celebra una de las asambleas más importantes de su historia.

Sin embargo, nada más despertar, aún con el marasmo mental inherente a la transición entre sueño y vigilia, y observar las portadas —porque un portanalista lo primero que hace al levantarse es un pis, asearse, y ver los frontispicios— tuvimos la misma sensación que produce esa película que no existe titulada Regreso al pasado.

Un escalofrío severo recorrió nuestro cuerpo de arriba abajo —como la hermana de Rubiales le partió las piernas— cuando leímos en la portada gallarda: ¡A POR LA SÉPTIMA!

Puff, ¿pero no teníamos ya 15 Champions? ¿Cómo diantres vamos a volver a ir a por la Séptima? ¿Pero qué invento es esto, como decía Sara Montiel? Si la Séptima la ganamos contra la Juve con aquel gol de Pedja. Y después vino la Octava, como es lógico, porque nadie ha ganado la Novena después de la Sétima, ni siquiera Beethoven. Y así hasta la 15.

No queremos creerlo, pero ahí lo pone bien claro, porque, además, como Marca es de la Central Lechera, solo habla del Madrid y siempre bien, todo el mundo lo sabe. De modo que tomamos otro diario así, a la buena de Dios.

El Sport dice que «El estadio blaugrana se vistió de gala para llevar en volandas al equipo». ¿Pero no está el Camp Nou en obras? Hay vídeos y fotos con grúas por todas partes y sectores del estadio aún sin (re)construir. Y lo que hay terminado es igual a lo anterior, pero con lucecitas del estilo de esas que atraen tanto a algunos ministros.

Esta idea del pasado se ve refrendada por lo que informa la primera página de Mundo Deportivo. «El Barça celebra el regreso al Camp Nou con goleada».

Titular: «FIESTA COMPLETA», entendemos que con final feliz, claro, aunque no sabemos si con chicas, chicos o chiques de imagen o no. Además, aparecen dos futbolistas, frente a frente, como cantaba Jeanette, en actitud cariñosa, esa actitud que también suelen tener ciertos cargos importantes con sus contratistas de obras nocturnas.

Padecemos retortijones en el bulbo raquídeo. Los intestinos se nos revuelven como si les hubieran inyectado tabasco con una jeringa gordísima. Pero hay cosas que no nos cuadran, si hubiésemos regresado al pasado, a tiempos anteriores a la Séptima, no tendríamos móviles, ni estaríamos escribiendo este portanálisis en un portátil. Algo raro sucede.

Decidimos preparar café. Siempre es buena idea preparar café salvo cuando no lo es. Tomamos una taza. Terminamos de despertarnos por completo. Nos damos cuenta de que andamos sin gafas. Vaya. Nos las montamos sobre la napia. ¡Anda, si se ve!

Miramos la portada de As.

«España bate a Alemania y reta a Italia en la final de la Copa Davis. La Armada busca su séptima ensaladera». Un momento… Entonces… Vamos a mirar de nuevo la portada de Marca. ¡Cáspita, si se ve una raqueta!

Qué alivio, resulta que se referían a la séptima Copa Davis. Ahora, ya espabilados y con gafas, miramos el interné y comprobamos que el Madrid sigue teniendo 15 Champions.

Pero en ese momento recordamos que Laporta ha dicho que no quiere que le pase nada a su Tebas, que el club sigue sin recibir sanción alguna por haberse comprado el arbitraje durante décadas, que siguen pitando los mismos árbitros de la época Negreira, que al Atleti le han “regalado” montones de metros cuadrados de terreno público para que construyan y exploten ahí lo que les plazca y gracias a ello han multiplicado el precio de venta del club, para mayor enriquecimiento de Gil y Cerezo, que se habían apropiado el Atleti de manera indebida, sin poner un duro, y se fueron de rositas gracias a una prescripción en la que tuvo que ver, casualmente, un juez que vive cerca del estadio del Madrid y sigue a Ruido Bernabéu.

La vida sigue igual: el Madrid, solo en su lucha contra la corrupción y, por ello, odiado por quienes mandan, porque sin corrupción viven peor. Quizá sí hayamos regresado al pasado.

El día de hoy es importante para encarar el futuro. Pasad un buen día.

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