Cuando Zidane firmó la mayor obra de arte de su carrera, allá por 2002 en la final de la Novena, el añorado Javier Marías estableció un catálogo de los goles admirables. Según el escritor, entre ellos hay que distinguir: existen los buenos, los grandes, los maravillosos y los sobrenaturales. De acuerdo a este canon, para considerar un tanto como maravilloso se requiere que, aparte de incidir decisivamente en el resultado, posea una dificultad y belleza enormes y el protagonista sea un astro carismático. Y para alcanzar la categoría de sobrenatural, resulta preciso que, además, la jugada tenga algo de gratuito, de impensable, de inesperado para todo el mundo. En otras palabras: de regalo caído del cielo.
Arda Güler no marcó ningún gol en los escasos minutos que disputó en Pamplona. Sin embargo, siguiendo el práctico índice de Marías, nos dejó una acción probablemente no maravillosa del todo, aunque sí sobrenatural. A priori, este uso de adjetivos puede parecer un quebranto de la ortodoxia antes explicitada, puesto que los requisitos de lo sobrenatural se supone ya incluyen los de lo maravilloso. Y, después de todo, el disparo al larguero ni fue gol, ni incidió en el resultado, ni estuvo protagonizado por un astro consolidado. No obstante, me atrevo a pronosticar que la prometedora trayectoria del joven Arda va a atesorar un carácter tan estético que nos va a acostumbrar a este tipo de paradojas.
Faltaban cinco segundos para la conclusión del encuentro cuando el balón se perdió por la línea de banda del campo que defendía del Madrid. Llegados a ese punto, todos esperamos lo habitual en estas situaciones: el lateral del equipo vencedor exagera la lentitud con la que se dirige a recoger la pelota, invitando con su parsimonia a que el árbitro señale el final. Pero Güler, acaso acuciado por la ansiedad que debe causarle el escaso tiempo que le conceden, apremió a Lucas con su desmarque. El disciplinado gallego, siempre dispuesto a echar una mano al compañero que se lo pida, puso la bola en juego, que acudió a la llamada de su amo dando botes demasiado cortos, como un perrillo que tuviera desgana. Arda protegió su recorrido colocando su enjuto cuerpo para aguantar el contacto con el defensa, y en dos toques sutiles de zurda consiguió hacerse espacio y atravesar la divisoria. En ese instante, nuestro turco preferido levantó la cabeza en un gesto súbito, casi imperceptible, y vio Asia a un lado, al otro Europa, y allá a su frente Estambul.
Nuestro turco preferido levantó la cabeza en un gesto súbito, casi imperceptible, y vio Asia a un lado, al otro Europa, y allá a su frente Estambul
No se lo pensó dos veces. El disparo aunó contundencia con delicadeza, si se me permite una nueva contradicción de las que ya he dicho este niño nos va a obligar a emplear. Todo lo que hace tiene un aire enigmático: circula por el frente de ataque pidiendo constantemente la bola para soltarla mejorada y pulida tras un primer toque o una conducción, casi difuminándose. Son solo atisbos, conjeturas, pinceladas, pues no ha tenido ocasión de más; lo que, por cierto, está causando una cierta avidez en un sector de la hinchada que, sin necesitar más pruebas, ya lo ha incluido entre sus favoritos. El carisma de Arda combina la voluntad de achuchar a los percibidos como vulnerables con el auge de los nuevos modelos de protagonista: deconstruidos y entrañables antes que agresivos, como un Shaun Murphy que fuese delantero en lugar de Buen Doctor.
Hoy Arda Guler jugo muy pocos minutos pero nos dejo este destello de calidad un disparo de media cancha que casi entró la salvó el portero con la puntita de los dedos si entraba era para gritarlo 3 días pic.twitter.com/SyrAWgVfZh
— noel marquez (@elnoees) March 17, 2024
Volviendo a Pamplona, el balón cañoneado efectuó una parábola que hubiese emocionado a Gauss y se estrelló, casi a cámara lenta, contra el larguero. El tiempo se detuvo y, a continuación, la incredulidad ante la belleza dejó paso a una punzada de dolor. El madridismo no es una afición como otras, en las que el “y si…” supone un refugio efectivo donde lamerse las heridas. La poesía se valora, pero ha de acompañarse más de sentido que de evocación. De manera que, en mi opinión, ha llegado la hora: Carlo debe dar un paso al frente y ofrecer al muchacho, en los partidos de liga restantes, la oportunidad de que, poco a poco, cumpla las expectativas. Sin miedo y sin presión: el mismísimo Cristiano estuvo ensayando chilenas durante temporadas antes de conseguir finalmente su gol, también sobrenatural, en Turín. No tenemos prisa, pero en algún momento hay que empezar. Al fin y al cabo, como Javier Marías también sabía, la historia del Real Madrid es, por encima de cualquier otra cosa, la de convertir lo excepcional en lo cotidiano.
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En el mítico Asador Donostiarra, cuyas paredes repletas de fotos de famosos podrían contar centenares de anécdotas futbolísticas, tuvo lugar el domingo 17, día de San Patricio, la conmemoración del 59º aniversario de la entrañable Peña Madridista Ibáñez.
Luis Cáceres, presidente de la peña y a la sazón eximio madridista, tuvo a bien invitar a La Galerna para compartir mesa y mantel con otros 150 comensales, peñistas en su mayoría que asistieron acompañados por sus más próximos allegados.
La comida estuvo presidida por la Copa de Europa y por la Euroliga de baloncesto, trofeos que fueron convenientemente —y de forma masiva— fotografiados por adultos y por niños.
La mesa presidencial, en la que Luis Cáceres hizo las presentaciones del evento, contó con la presencia de nuestro querido Robber Andrades, asiduo colaborador de La Galerna, además de dos leyendazas absolutas del Real Madrid, nada menos que el Héroe de la Séptima, Pedja Mijatovic, y del gran Chechu Biriukov, héroe de múltiples trofeos madridistas y también campeón de Europa en 1995 ante Olympiacos en Zaragoza.
El magnífico almuerzo contó con la presencia oficial del club, en la persona de su Director de Socios, José Luis Sánchez —el querido Josele para sus amigos y conocidos—, que tuvo unas muy cariñosas palabras para la Peña Ibáñez por parte de la entidad y de su presidente.
Otra presencia notable fue la del periodista y subdirector del Diario AS Tomás Roncero, buen amigo de La Galerna, que arengó a todos los peñistas presentes en un discurso muy sentido y muy madridista, que recibió una ovación unánime mientras todos contemplábamos el gol de Mijatovic en Amsterdam que supuso acabar para todos los madridistas con una sequía de copas de Europa de 32 años.
El editor de La Galerna, Jesús Bengoechea, y un servidor tuvimos la suerte de estar también en la mesa presidencial, y más suerte aún de estar al lado de Biriukov y de Mijatovic, leyendas, personas de bien y grandes conversadores, que nos amenizaron toda la comida con una impagable colección de anécdotas sobre sus éxitos, que tanto hicieron gozar a millones de madridistas hace unos años. Ambos fueron ovacionados durante varios minutos al tomar la palabra a la hora de los postres.
Hubo todavía más aplausos espontáneos y toda suerte de parabienes para dichos invitados de lujo, que no pararon ni un instante de hacerse fotos con todos y cada uno de los presentes, y la tinta de varios bolígrafos y rotuladores se acabó secando tras firmar sin parar infinidad de autógrafos, de banderas, de gorras y de camisetas.
Larga vida a la Peña Ibáñez, que el año que viene cumplirá la respetabilísima edad de 60 años, que coincidirá, si Dios quiere, con el décimo aniversario de nuestra Galerna.
Enhorabuena a todos los integrantes de la peña, y en particular a su presidente, don Luis Cáceres, prototipo del señorío merengue y a Robber Andrades, por su incansable labor. ¡Esperamos ansiosos tener el honor de ser invitados el año que viene!
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Bueno, lo primero que fue muy gracioso. Que el Atleti palmaba y marcaba Joao Félix —pasó en la primera vuelta— se sabía desde el sorteo del calendario. Faltaba saber la fecha, nada más. Juraría que el Atleti es el único rival al que le ha marcado en la primera vuelta y en la segunda. Mírenlo si les apetece.
El tío hizo el primer gol, el más resultón. Se le escapó la risa, claro. Cómo fue la cosa que al Barça le sobraron dos tantos. Y medio tiempo. Otra grave falta de sentido del humor culé: ese partido lo ganaban seguro. ¿Para qué meter más? 0-1, Joao. Risas sólo ofrecen si les mientas a Negreira. En fin…
Pregunta: ¿Qué sería del Atleti sin el Madrid para excitarse, vivir y tal? ¿Se imaginan que va el Madrid y decide no presentarse más a los partidos con él? Eso supondría puntos de sanción, pero mientras no fueran 35 ganaba la Liga igual. U otra cosa. Gana el Madrid la 15 y decide disolverse, para qué más. ¿Qué sería del Atleti?
Cuando el 0-3 hubo lío en Bomberos/Las Rozas, Madrid. Escucharon un alarido fortísimo, liberador, las sirenas se excitaron. La Federación se había reunido en el despacho del presidente en plan camarote de los Hermanos Marx y festejó el gran momento: por fin el Barça va segundo. ¡Viva!
Cuentan que aquello parecía La Chalana. No descartemos que entre el personal anduvieran Koldo, Ábalos y varias señoritas, algunas incluso federativas. Tres mil langostinos estuvieron seguro.
Cuando el 0-3 hubo lío en Bomberos/Las Rozas, Madrid. Escucharon un alarido fortísimo, liberador, las sirenas se excitaron. La Federación se había reunido en el despacho del presidente en plan camarote de los Hermanos Marx y festejó el gran momento: por fin el Barça va segundo. ¡Viva!
La locura en la casa será total si el Barça acaba primero, claro. Se intentará. Quien hace lo que puede no está obligado a más. Hombre, expulsar a dos del Madrid en el calentamiento de los partidos que quedan… No lo descarten. Se les puede ocurrir eso u otra cosa: veremos.
Lo segundo mollar —lo primero es que el Madrid palme, quedan nueve posibilidades— está encaminado: la Supercopa vive y colea. No, en Arabia no se inmutaron gran cosa. Son listos y nunca dudaron que lo suyo acabaría bien.
Ha costado 29 jornadas, pero ya está: Madrid, Barça, Athletic y Mallorca, supercoperos. ¡Bien! Hombre, no creo que el Girona le quite la plaza a los blancos, convendrá no descuidarse. El colmo sería que se jorobara el gran trinque... ¡por culpa del Madrid! En la frontera lo ponían.
Antes de la broma en el Metropolitano hubo un mangazo al Castilla en el derbi de filiales y la víspera no pitaron un penalti a Vinicius, allá en Pamplona. No entiendo el lío que hubo con eso siendo lo que fueron: casualidades, dos. Como también que Vini fuera amonestado y se pierda el próximo partido. Tres casualidades o sea.
Me da que Bellingham y él no van a coincidir en el equipo, en Liga digo, hasta la cuarta temporada de Mbappé en el Bernabéu. Anoche metió tres goles al Montpellier de Mönchengladbach Sur. Y de visitante. En fin…
Vini fue amonestado y se pierde el próximo partido. Me da que Bellingham y él no van a coincidir en el equipo, en Liga digo, hasta la cuarta temporada de Mbappé en el Bernabéu
Vinicius decía. El esperado paréntesis de selecciones acabará para nosotros con un España-Brasil en el Bernabéu, la noche del 26. El saque de honor debería hacerlo Brahim, por cierto. Ese amistoso emparejará a Vinicius con Carvajal si el gran De la Fuente no decide poner de lateral diestro a Navas o a Porro, que sería lo suyo y favorecería el espectáculo: Carvajal no le va a hacer un marcaje pecho-espalda a su colega que con otro marcador estaría en su salsa. Una falta cada dos controles de pelota o intento de carrera. El pueblo como loco y una eficaz manera de preparar el asalto al City y esas cosas, y no una pachanga. Amistoso, vale. Pero hasta un límite.
Conviene que los futbolistas no pierdan el ritmo, la costumbre. Ancelotti, Davide, Pintus e incluso Porlán Chendo me darán la razón. No es bueno que los muchachos se equivoquen y/o relajen. ¿Por dónde anda Vinicius desde el sábado, eh? Me preocupa que juegue un partido en campo amable y ante un marcador lo mismo. Le descentrará seguro. No me extrañaría que le pasara la bola al mismo Carvajal o a Joselu si los ponen. Que jugándose donde se jugará lo normal es que no estén ni en el banquillo.
No, no me gusta nada. Navas es buena opción, una tranquilidad nacional: si empuja a Vinicius en el área y por detrás no es penalti. Pero Porro es el hombre por razones obvias.
Tampoco me entusiasma el escenario: para un grito contra el racismo, que es el porqué del evento, entiendo que tenemos otros estadios más idóneos. Todo sería más creíble, ¿verdad?
Se juega por ese motivo por Vinicius, un tipo al que insultan incluso en partidos que no juega. Ponerlo en el Bernabéu, su casa, pues… Pese a que la entrada es libre y puede colarse cualquiera sí espero un ambiente plácido, puede que incluso ejemplar, que puede llevar a error: ¿ven cómo en nuestro fútbol no hay racismo? Han jugado España y Brasil. Ha jugado Vinicius. Ha vuelto Casemiro y de capitán de los suyos y todo ha sido una fiesta. Miau. Yo cambiaría el escenario, sí. Mantendría a Porro, sólo a él. Estamos a tiempo.
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Buenos días. Tras una heroica resistencia, el Atlético de Madrid tuvo que terminar sucumbiendo ante el Barcelona en el duelo liguero de anoche en el Metropolitano. Bien es cierto que sólo lo hizo por 0-3. Así se puede perder.
Habría sido fácil para los hombres del Cholo el haberse dejado llevar por el consuelo de que una eventual derrota habría perjudicado al gran rival, el Real Madrid. Ni muchísimo menos. Nada más lejos de la realidad. Los aguerridos guerreros cholistas ignoraron taxativamente esa cuestión colateral, y se dejaron sobre el verde tapete la mismísima vida, mostrando ante los hombres de Xavi una actitud irreprochable.
Luego perdieron, sí, pero no sería porque no pusieron toda la carne en el asador, empezando por la mismísima alineación, un once inicial que suponía una auténtica bofetada a todos los maledicentes que en las vísperas habían llegado a dudar que el Atleti fuera a emplearse a fondo en este choque. Nos referimos a sicarios lecheros como Jesús Bengoechea, quien en la tertulia del viernes, en el canal de Youtube de Ramón Álvarez de Mon, se atrevió a afirmar que el Atleti está "genéticamente incapacitado para ganar si su victoria beneficia de soslayo al Real Madrid, aunque también le beneficie a él".
Sí, sí, es verdad que el Atleti no ganó, pero nadie que viera el partido puede negar que no pusieran de inicio a sus mejores piezas, en la clarísima ambición de conseguirlo.
Erm... Sí, es verdad que Simeone dejó en el banquillo a Griezmann, que es indiscutiblemente su mejor jugador, pero hay que entender que era preciso reservarlo para... para... Tranquilos, os lo miramos y os lo decimos luego.
El Cholo reservó también a Memphis, de quien el ilustre Diego Torres decía el otro día que conforma con Griezmann una dupla superior a la que en el Madrid hacen Vinícius y Bellingham, pero es que a Memphis había que dejarlo en el banquillo porque... porque... Bueno, ahora mismo tampoco caemos pero os lo vamos a mirar y ya si eso os lo comunicamos luego.
La actitud general del Atleti fue intachable, es a lo que vamos. Que sí, que perdió, pero al final del encuentro fuimos testigos de imágenes que acreditaron sobradamente la seriedad y el afán de victoria con que los colchoneros afrontaron el encuentro, así como cuánto les escoció no haber consumado un triunfo que se mostró esquivo, pese a los méritos acumulados.
Las imágenes son lo suficientemente explícitas como para segar de cuajo cualquier suspicacia, ¿no os parece? El Atleti no ganó pese a sus múltiples méritos, que extrañamente no recogen las portadas de hoy, demasiado ocupadas todas ellas en loar al por lo demás ejemplar FC Barcelona, club que al no haber pagado durante 17 años al vicepresidente de los colegiados, a fin de comprarse el sistema arbitral, merece siempre todo respeto y reconocimiento, incluido el de la desvergonzada Central Lechera.
De hecho, es que viendo la portada de As parece que anoche el único que jugara fuera el Barça. Ayudadnos a encontrar alguna palabra respecto a qué tal jugó el Atleti. Ni media, en efecto, pero y eso qué importa, si eso ya os lo contamos nosotros.
De maravilla. El Atleti jugó de maravilla. Perdió, porque el fútbol es así, pero no se puede decir que no se esmerase al máximo en lograr lo contrario. El correoso De Paul puso en bandeja el segundo gol culé, sí, pero esos son avatares que nada tienen que ver con la atención o la intensidad que se le ponga a un partido, pedazo de malpensados. Quien siembre dudas, dejando caer que el Atleti tenía bien presente el hecho de que una victoria suya beneficiaba al Madrid, falta a la verdad. No hay más que ver el mayúsculo enfado de su masa social ante la derrota de ayer, y ello a pesar de que se intentó de todos los modos posibles. Puf, ardía en cólera el Metropolitano, como arde la Central Lechera hoy contra el cholismo.
Marca, a diferencia de As, sí califica el partido del Atleti, del cual dice que fue "pobre". Durísimas palabras. No merece el abnegado y brillante equipo rojiblanco descalificaciones tan gruesas. Se la ha jugado ahí Marca, arriesgando desatar las iras de Cerezo y Gil Marín. Ellos verán. Imprudentes.
Sí la prensa capitalina se rinde ante el triunfo culé, qué no hará su prensa afín. "Barça letal". "Exhibición para soñar". No es para menos cuando acabas de sellar una victoria así ante un rival tan denodado como el Atleti, que se dejó el alma sobre la cancha. Irredentos fans colchoneros buscan aún, a estas horas, sobre el césped, jirones de piel de Savic y Riquelme. Perdieron, sí, pero qué admirable Atleti vimos anoche, casi como si su razón de ser en esta vida no fuera única y exclusivamente perjudicar al Real Madrid.
Pasad un buen día.
El nombre de Arthur Johnson es desconocido para muchos aficionados madridistas, pero fue un hombre capital en la historia del Real Madrid en sus primeros años de existencia. Celebramos ese papel fundamental hoy, en el día de San Patricio, puesto que Arthur Vere Scott Johnson nació en Dublín el 31 de agosto de 1878. Por entonces, la República de Irlanda todavía no se había independizado del Reino Unido, hecho que acaeció en 1916. Se observará, pues, que en adelante muchos documentos se referirán a él como “el inglés”. Lo cierto es que Johnson nació con la nacionalidad británica pero murió, en 1929, con pasaporte irlandés, merced a dicha independencia.
“Por tanto tiene todo el sentido que publiquéis esta pieza sobre él en el día de San Patricio”, nos dice su nieto Dave, que tiene la deferencia de recibirnos vía Skype desde Canadá. Sonríe desde la pantalla y desde más allá del océano. Es un hombre de 75 años, inmensamente afable y apasionado por la historia de su abuelo. “Si le hubieras preguntado, mi abuelo AVS Johnson habría dicho que era irlandés, por mucho que por entonces Irlanda aún formara parte del Reino Unido y por mucho que él formara parte de Church of England. Era un devoto anglicano que sin embargo se casó con una mujer judía, mi abuela Ada, cosa audaz para la época y que nos fascina en la familia. De hecho, parece que aquella boda, que tuvo lugar en España, constituyó una pequeña gesta burocrática que exigió la intervención del Consulado Británico en la capital de tu país".
Pero nos estamos adelantando. Los primeros datos conocidos de Johnson apuntan a qué jugó en el fútbol amateur inglés en diferentes posiciones. Algunas fuentes afirman que militó en el famoso Corinthian FC, el conjunto en el que el Madrid FC se inspiró para su zamarra blanca. Sin embargo, no aparece en los registros oficiales (e incompletos) de partidos de dicho club inglés a finales del siglo XIX.
Por motivos de trabajo se instaló en Madrid en los primeros meses del siglo. Según Jeff Wiseman, autor de la única pieza existente sobre su figura, trabajó en la modernización del sistema de alcantarillado después de la epidemia de cólera que se había producido en 1885. Dave no tiene claro que fuese el caso. "Su ocupación profesional en Madrid no está clara, aunque sí lo es que se desempeñó casi toda su vida, también en esta etapa, como ingeniero técnico para la compañía química británica United Alkali, de la que era contratista. De hecho, parece que firmaba contratos de cinco años que iban renovándose pasado ese tiempo, lo que encaja con la duración de su estancia en Madrid". Dave especula con la posibilidad de que, antes de venir a Madrid, Johnson pasase por Huelva y entrase en contacto con los verdaderos pioneros del fútbol en España, los ingleses mineros a los que se debe el nacimiento del Recreativo, club decano, pero esta conexión no pasa por ser, de momento, más que una sugerente hipótesis.
En la capital conoció el amor, y también continuó con su pasión por el fútbol. Johnson compartía piso con un tal Joe Silver en el número 18 de la Calle Belén. Este es pues el portal donde vivió esos años el irlandés que (digámoslo ya, al albur de nuestro no exagerado título) enseñó a jugar al Real Madrid.
La mencionada Ada, su futura esposa, la mujer judía, era hermana de su compañero de piso. Su nombre de soltera fue pues Ada Silver. Ambos se conocieron en una visita de Ada a su hermano en Madrid, y terminaron por contraer matrimonio en la capilla anglicana de Madrid (por entonces en el Paseo de la Castellana) el 19 de abril de 1902. Fruto del matrimonio nacerían Carmen en la capital española un año después, y George en 1905, ya en Inglaterra. Dave es hijo de George, que falleció en 2002. "Mi tía Carmen, que ya sé que es el nombre más quintaesencialmente español que existe, debió su nombre a una amiga española de la pareja, pero no sabemos más sobre ella".
La gran afición al balompié del joven Arthur le llevó a tratar con los hermanos Padrós, Julián Palacios, los cubanos hermanos Giralt y Pedro Parages entre otros. "No conocemos a ciencia cierta cómo comenzó su relación con los fundadores del club", admite Dave. El campo más habitual en la época se encontraba tras las tapias del Retiro, en el Tiro de Pichón, lugar en el que los muchachos se reunían para jugar.
La legalización del Madrid FC fue aprobada por el Gobierno Civil el 22 de abril de 1902, y Johnson aparece ya en las primeras alineaciones del club. Fue uno de los pioneros del conjunto blanco, y su primer partido testado fue uno de ensayo entre los propios integrantes del equipo el 6 de abril de 1902. Compartió escuadra con Giralt (J.), Neyra, Giralt (A.), Celada, Gorostizaga, Spottorno, Palacios (P.), Giralt (M.), Páramo y Pizarro, entrando más tarde Molera y Meléndez.
Según la crónica de Heraldo del Sport, Johnson hizo dos tantos. No actuó, sin embargo, pese a estar muy extendida la idea, en el partido del 9 de marzo en la avenida de la Plaza de Toros que quedó inmortalizado con una foto entre los conjuntos uniformados con una banda azul y otra roja. El primer gran reto del cuadro madridista llegó con el Concurso de Football celebrado en mayo de 1902. Con motivo de la mayoría de edad de Alfonso XIII organizó Carlos Padrós un torneo que sería el precedente de la actual Copa del Rey y que se llamó más popularmente la Copa Coronación. Participaron el Madrid FC, el FC Barcelona, el Español de Barcelona, el Vizcaya y el New de Madrid. Las siguiente fotos pertenecen a dicho Concurso de Football en 1902.
En semifinales, el 13 de mayo, se midieron el Madrid FC y el FC Barcelona en el Hipódromo con victoria azulgrana por 1-3. En el equipo merengue se alinearon Sevilla, M. Giralt, J. Giralt, Molera, Gorostizaga, A. Spottorno, J. Palacios, Johnson, Neyra, J. Giralt y Celada. El tanto blanco lo firmó Johnson que según describió ‘Heraldo del Sport’ fue un “soberbio tanto”. Algunos autores consideran este como el primer partido oficial del Real Madrid, lo que convertiría el gol de Johnson en el primer tanto oficial de la historia de los blancos. Sin embargo, no hay consenso respecto a la oficialidad de este torneo. No parece descabellado, en todo caso, llamar a Johnson el primer goleador de la historia del Madrid.
En la revista ‘Los Deportes’ ensalzaron el juego del irlandés por “su fuerza, agilidad y sangre fría”. Tras esta derrota la ‘Gran Peña de Madrid’ convocó otro concurso de consolación para los equipos derrotados. Por diferentes circunstancias solo aceptaron el desafío el Madrid y el Español, que jugaron tres días después en el mismo terreno de juego. Johnson volvió a formar parte del once en la delantera, y en esta ocasión los madridistas pudieron saborear la victoria por 3-2, aunque se desconoce quiénes fueron los goleadores.
no hay consenso respecto a la oficialidad del "concurso de football" de madrid en 1902. No parece descabellado, en todo caso, llamar a Johnson el primer goleador de la historia del Madrid
Uno de los primeros reportajes en la prensa sobre el equipo blanco se publicó en el semanario El Cardo el 8 de marzo de 1903. En una pieza magnífica se dio a conocer un poco más sobre la vida y el estilo de juego de los integrantes del Madrid FC. En lo que concierne a Johnson se escribió: “Es natural de Inglaterra, y tiene 23 años; es el capitán de este equipo, en donde juega de medio centro, distinguiéndose por sus grandes cargas, agilidad y elegancia en el cuerpo, jugando además en los sitios de delantero y guardameta; juega también otros sports, como son el Lawn-Tennis y Ruker”. El jugador irlandés, por tanto, continuaba con su versatilidad en el campo al igual que hizo en Inglaterra, y se le pudo ver en su carrera madridista desempeñar diferentes posiciones en función de las necesidades del equipo en cada momento.
Pero si por algo fue especial y fundamental Johnson fue por instruir a sus compañeros. No hizo la labor de entrenador como se escribe habitualmente, porque no existía una figura como tal ni tampoco cobraba por ello, pero no es faltar a la verdad el indicar que se convirtió en la persona que enseñó, aconsejó y difundió unas reglas y un ‘vademécum del jugador’ para el buen desempeño del balompié. Johnson era un caballero del deporte y había adquirido profundos conocimientos en el fútbol inglés, que quiso compartir con sus amigos españoles al detectar que había indisciplina y faltaba mucha formalidad.
Las normas eran cuatro y se publicaron en ‘Heraldo del Sport’ el 22 de marzo de 1902. En dicha publicación, fueron presentadas de la siguiente manera: “Por creerlo de gran interés, tanto para el mayor desarrollo de este sport como para que en nuestra patria llegue a ejercitarse en toda su pureza, publicamos a continuación las condiciones que para conseguirlo cree necesarias el distinguido socio del Madrid Foot- Ball Club, Mr. Arthur V. Johnson, y con las cuales estamos en un todo conformes”.
"Primero: Una partida seria no debería empezarse a jugar sin que cada ‘team’ tuviera elegido de antemano su jefe, para que este ordenara y distribuyera a sus hombres como mejor tuviera por conveniente. Esta medida tendría además las ventajas de evitar la excesiva charla y discusiones que por desgracia ahora existen".
"Segundo: Los jugadores deberían jugar siempre en el mismo puesto, y no cambiarse unos con otros, siendo la principal ventaja de esta medida el conocer cada jugador el juego de sus compañeros y aprender a ayudarlo en caso de necesidad o peligro. El sistema empleado actualmente de que cada jugador cambie de sitio no es ‘football’.
"Tercero: Los jugadores deberían emplear más astucia y agilidad en devolver la pelota al juego cuando esta se sale de las líneas que limitan el campo. Si se llevara esto a efecto, bastaría con una hora u hora y media de juego, en lugar de las dos o tres que ahora se emplean y que, principalmente se destinan a conversaciones, fumar, etc".
"Cuarto: Debería también darse mayor atención a la ‘combination‘ (devolución de la pelota de unos a otros jugadores) pues en la actualidad brilla por su ausencia".
De todas estas fascinantes indicaciones de Johnson, seduce especialmente la tercera. El intentar evitar que el partido se prolongue hasta "las dos o tres horas que ahora se emplean" sugiere que ni siquiera la duración de los partidos estaba aún estipulada en el reglamento. Pero no es cierto, sí lo estaba y ya era de noventa minutos (otras normas en cambio, como el fuera de juego, sí estaban aún por establecerse). Dave Johnson, fascinado por esta indicación y por la referencia al tabaco, rompe a reír desde Canadá y aventura la siguiente hipótesis: "Tal vez los partidos duraban hasta que se les acababan los cigarrillos". Más bien parece que, aun estando establecida la duración, se prolongaban en exceso lo que Dave llama graciosamente "smoke breaks".
Ya Félix Martialay, en su número sobre el Real Madrid de Enciclopedia de los Deportes, consigna cómo por entonces existía la “perniciosa costumbre de los jugadores de fumar durante el partido. Era cosa corriente que el guardameta (goal-keeper) estuviera fumando mientras el juego se desarrollaba lejos de su demarcación. Vicio que no era privativo del portero, pues el extremo hacía lo mismo, con el agravante de seguir con el cigarrillo en la mano mientras hacía los regates precisos, para continuar con unas precipitadas chupadas una vez efectuado el tiro a puerta”.
"Tal vez los partidos duraban hasta que se les acababan los cigarrillos"
Arthur Johnson no se paró ahí y también enseñó técnicas y trucos en el juego. Por ejemplo, cómo pegarle a la pelota y el lugar del golpeo del cuero: “Fuerte, raso y pegado al palo”, les aconsejó. También les mostró las diferencias entre una carga legal con la cadera y una falta y la utilidad de realizar entradas sin brusquedad arrastrando el pie por el suelo para parar el juego de forma discreta. En estas fotografías somos testigos de estas maniobras de adiestramiento.
Dave Johnson no para de reír ante las informaciones que sitúan a su abuelo como el mentor de aquellos primeros madridistas. "Los Johnson tenemos fama de ir por la vida de sabelotodos, y convencer a cualquiera de que dominamos cualquier materia, incluso aunque no sea cierto. Somos grandes habladores. En este caso, no obstante, parece que la autoridad de mi abuelo para ejercer como formador del resto se asentaba sobre razones muy firmes. Para empezar, mirando las fichas del equipo de la época, que he podido rastrear en la web del Real Madrid, constatamos que, aun siendo en 1902 mi abuelo un joven de 24 años, era de largo el más viejo del equipo, conformado en su mayoría por chavales de 18 ó 19. Parte de su autoridad venía sin duda de ahí. Además, claro, venía de Inglaterra, la tierra donde se había inventado aquel deporte, lo que le brindaba más autoridad todavía. Y había un factor más. Los españoles tenéis fama de bajitos, y todo hace indicar que Arthur sacaba una cabeza al resto. Había una cuestión de altura. No en vano, entre las múltiples posiciones donde jugó también estuvo la de guardameta".
Pero ¿cómo se hacía entender para ejercer semejante liderazgo?, cabe preguntarse. Al fin y al cabo, había llegado a España pocos meses antes, y no parece probable que sus compañeros hablaran inglés. Responde Dave: "Tenemos fundadas razones para pensar que mi abuelo era un genio para los idiomas. Debió de hacerse con los rudimentos del español muy rápidamente. Era un lingüista aficionado. Sabemos de una postal a través de la cual alguien trató de coquetear con mi abuela en francés, ignorante de que Arthur dominaba perfectamente la lengua de Moliere".
Entre sus compañeros Johnson fue muy respetado y querido, como queda comprobado en estas declaraciones de Julián Palacios. El que fue primer presidente del club madridista dijo que "quien más sabía lo que hacía en aquel entonces era el inglés Johnson”. La seriedad con la que parecía tomarse el juego, en contraste con el resto, no hizo que le cogieran manía. Agrega Palacios: "Era un tipo muy simpático también, aunque tomaba el juego tan en serio que se casó un sábado y jugó al día siguiente por la mañana”.
También habló del irlandés un antiguo miembro del equipo blanco cuyas memorias transcribió Jesús María de Arozamena en el Semanario Gráfico de MARCA en 1952, sin desvelar el nombre del autor. De Johnson escribió que era “un inglés que vivía en Madrid, jugaba con nosotros de portero y nos aconsejaba. No era, como se puede pensar, un entrenador, cargo que entonces no se conocía, sino el compañero al que se escucha, por ser el que más sabe y también en razón de su (futbolísticamente hablando) aparatosa nacionalidad. Johnson explicaba los medios de que podíamos valernos para hacer más efectivo el juego, con la experiencia adquirida en su país, y determinó una técnica sencilla, pero que en aquel momento nos sirvió de mucho”.
La carrera de Johnson como madridista se alargó hasta finales de 1903, porque hacia 1904 es cuando se calcula que dejó la capital por motivos laborales, aunque según la revista ‘Arte y Sport’ estuvo en la lista de inscritos para el Campeonato de Copa de 1904 como suplente en el Madrid FC. En su bagaje de blanco disputó al menos otros siete partidos con la camiseta merengue. Dos choques oficiales de Copa y cinco amistosos. El cuadro madridista jugó más partidos amistosos en los que no han quedado registradas las alineaciones en actas o en la prensa, pero es altamente probable que el irlandés figurase en alguna de ellas.
En el mes de diciembre de 1902, en la capital, se organizó el Concurso de Bandas en el que tomaron parte el Madrid FC, el New FC, el Moncloa FC, el Moderno FC, el Español de Madrid y el Club Retiro. Johnson actuó en las dos primeras jornadas ante el Moncloa y el New. En ambos partidos que el Madrid ganó por goleada (0-8 y 9-2) en la alineación aparece colocado en la media. Especial resultó su actuación ante el New cuando destacó con un doblete de goles.
Erróneamente, se ha relatado que volvió al seno del Real Madrid entre 1910 y 1920 en calidad de entrenador, pero no hay registros con su nombre. De hecho, la figura de entrenador como tal en el Madrid tiene que esperar hasta mediados de los años 20, con la llegada de Juan de Cárcer. Llama poderosamente la atención que haya podido suscitarse un error referido a una horquilla temporal tan amplia.
En la primera edición oficial de la Copa de S.M. el Rey, en el mes de abril de 1903, participaron el Madrid FC, el Español de Barcelona y el Athletic Club. Los tres equipos jugaron entre ellos y en el primer duelo en el Hipódromo los madridistas vencieron a los catalanes por 4-1, con Johnson de portero. En el segundo, catalogado con la final del torneo, de nuevo el irlandés apareció bajo palos contra los vascos. El triunfo fue para los vascos con una remontada en la segunda parte tras ir ganando el Madrid FC 2-0 al descanso. El título se fue a Bilbao tras los tantos de Cazeaux, Montejo y De la Sota. Según la crónica de la revista El Cardo anteriormente, fueron “bastantes los goals defendidos por el Sr. Johnson” que acabó siendo por la publicación de los “distinguidos” en la defensa blanca junto a Normand y Giralt (P.).
Antes de las vacaciones estivales el Hipódromo de la capital acogió el Trofeo Codorniú. Un torneo con una gran concurrencia y un calor excesivo que disputaron a mediados del mes de junio el Madrid FC y un combinado madrileño que integraban futbolistas del Moderno, el Español capitalino, el Amicale y el Moncloa. Johnson disputó el segundo de los partidos, el día 21, formando media con Patache Giralt y Normand. El duelo tuvo poca historia y los blancos avasallaron a sus rivales por 7-0.
"Tercero: Los jugadores deberían emplear más astucia y agilidad en volver la pelota al juego cuando esta se sale de las líneas que limitan el campo. Si se llevara esto a efecto, bastaría con una hora u hora y media de juego, en lugar de las dos o tres que ahora se emplean y que, principalmente se destinan a conversaciones, fumar, etc".
La siguiente campaña (1903-1904) en el cuadro blanco revela la participación de Johnson en los primeros meses de curso. En una nueva edición del Concurso de Bandas, jugó en la derrota por 1-3 contra el Moncloa, también de guardameta el 11 de octubre de 1903, y el último choque del que se tiene constancia de su actuación fue en una visita de los blancos a El Escorial. El Madrid FC se medió a un combinado de la población esculariense en un amistoso el 1 de noviembre de 1903. El irlandés defendió de nuevo la meta blanca y los madridistas vencieron por 1-4.
También se sabe que, en noviembre de 1902, probablemente por cuestiones laborales, estuvo por Barcelona. En la página oficial del club hay registro de que jugó un encuentro amistoso con los azulgranas, y hay constancia de que jugó al menos un encuentro amistoso con el Barça. Entonces era común. Fue ante el Universitari el 16 de noviembre en el campo de la carretera de Horta, y los culés vencieron por 2-1.
En 1904 regresó a Inglaterra, donde siguió trabajando para la mencionada United Alkali Company, con sede en Liverpool. Una empresa que producía productos para fabricar vidrio, jabón y papel. A finales de la década se sabe gracias a una fotografía que jugó al cricket, por ejemplo, en la Isla de Man en 1909, como muestra el siguiente daguerrotipo. "Era, por encima de todo, un gran deportista", recalca Dave.
Está verificado que en un par de ocasiones esporádicas regresó a España, por cuestiones laborales, concretamente a Valverde del Camino, en Huelva. Los viajes fueron en 1913 y 1920 a tres de las minas que tenía la compañía británica en la zona onubense (Buitrón, Concepción, Poderosa, Sotiel Coronada y Tinto-Santa Rosa), pero no hay constancia de que volviese a vestir la camiseta de ningún equipo de fútbol.
Erróneamente, se ha relatado que volvió al seno del Real Madrid entre 1910 y 1920 en calidad de entrenador, pero no hay registros con su nombre. De hecho, la figura de entrenador como tal en el Madrid tiene que esperar hasta mediados de los años 20, con la llegada de Juan de Cárcer. Llama poderosamente la atención que haya podido suscitarse un error referido a una horquilla temporal tan amplia.
Johnson falleció con apenas 50 años. El que MARCA en su especial sobre el 50ª aniversario de Real Madrid calificó de “extraordinario jugador, que actuaba indistintamente en cualquier puesto del equipo, incluso en el de guardameta” falleció el 23 de marzo de 1929 debido a una neumonía en su casa de Wallasey, en la otra orilla del rio Mersey que lo separa de la ciudad de Liverpool. Fue enterrado en el Wallasey (Rake Lane) Cemetery, y años después le acompañó su querida esposa Ada, que pereció en Canadá. La prensa local de Wallasey se hizo eco de su muerte y en el ‘The Wallasey News’ apareció una noticia titulada ‘Muerte de un deportista’. No se hacían eco de su pasado en el club blanco, pero si indicaron que era “miembro del club de bolos desde que llegó a Wallasey hace 15 años. Vivía cerca de Rullerton Road y trabajaba para la United Alkali Company en Liverpool”. La siguiente es una foto de las tumbas contiguas de Arthur y Ada.
La siguiente instantánea muestra el registro del nombre de Johnson en el cementerio de Wallasey.
El irlandés que enseñó a jugar al Real Madrid murió en 1929 sin tener la menor idea de la trascendencia que llegaría a alcanzar el equipo de españoles bajitos y fumadores a los que instruyó. Ni siquiera llegaría a saber de la existencia de Ricardo Zamora, el primer galáctico, en la década de los 30. Probablemente nunca escuchó el nombre de Santiago Bernabéu, y desde luego jamás los de Di Stéfano, Gento, Puskas, Santamaría y el resto de héroes de las Copas de Europa de los 50. Nada supo de Mijatovic, Raúl, Hierro, Zidane o Roberto Carlos. ¿Qué habría dicho si hubiese sabido de la existencia de Cristiano Ronaldo, Modric, Kroos, Ramos, Courtois, Vinícius o el resto de héroes contemporáneos?
No lo sabemos. Nunca lo sabremos. Lo que sí sabemos es que, sin él, nada de esto habría sido posible.
Texto: Alberto Cosín, Jesús Bengoechea
Fotografías cortesía de Dave Johnson
Buenos días, amigos. Luce fresca la mañana desde el (aún más) liderato. El Real Madrid ha aumentado su distancia en puntos con respecto al segundo y, de paso, lo ha hecho marcándose un partidazo en Pamplona, con lucimiento especial de Brahim y Vinícius, tal y como lo refleja en su crónica Jesús Bengoechea.
El jugador malagueño tiene muchas virtudes, aunque al parecer adolece de apellidarse Díaz y no, por ejemplo, Puig, Serra, Martí o Vila. El brasileño, por su parte, está superando sus registros goleadores, lleva seis goles en cuatro partidos, pone a temblar en cada partido a los defensas rivales, inventó ayer un toquecito pleno de sutileza y efectividad en su segundo gol, pero al parecer adolece del autocontrol debido cuando es señalado un día sí y otro también con todas las cámaras del mundo, con todos los micrófonos del mundo, con todos los abucheos del mundo, con todos los insultos, racistas y no racistas, del mundo... De todas las tarjetas del mundo, algunas merecidas, las más fáciles de sacar se las lleva Vinícius, no vaya a ser que nos dé por comprender lo que supone estar expuesto a semejante señalamiento diario.
Así lo hace, así lo vuelve a hacer, la prensa culé, mientras espera al Atleti de João Félix. "Pique con el Sadar", dice Mundo Deportivo; "Vinicius la lía", dice Sport. Será que duelen tanto sus dos goles como para no plantearse la posibilidad de que lo de Vinícius sea una reacción y no una acción, una respuesta a tanto escarnio y no un estado inicial fruto de su mero modo de ser.
Sí, se le puede pedir al brasileño un poco más de cuidado en sus reacciones, pero solo si antes y con letras mayúsculas se señala, como por cierto lo hizo ayer en rueda de prensa Jagoba Arrasate, que todo está montado para que solo un santo pueda llegar a tener dicho cuidado. Pero de santos sabe mucho la parroquia culé. No en vano, gozó en sus filas hace no mucho del buen hacer de un delantero uruguayo llamado Luis Suárez, al que jamás se le pidió cuidado alguno a pesar de que lo suyo no eran reacciones, sino acciones plenas de marrullería cuando no de vileza.
Así que baila, Vini. Es lo que te pedimos desde aquí. Ayer lo hizo con garbo, anotando dos goles que pudieron ser hasta cuatro si llega a acertar en el segundo mano a mano que se le presentó y si llega a entrar un disparo seco que rozó el palo de la portería de Osasuna. No tiene gol, decían los que saben de esto.
Y que baile también Brahim, a quien aún no hemos visto jugar mal en los minutos que le da Ancelotti. Ese chico, que disfrutará la selección de Marruecos porque con La Masía casi nos basta para llenar el vestuario de España, es puro vértigo y precisión, pero también esfuerzo, dedicación y solidaridad en la pelea.
Y que baile también Arda Güler, cuyos poquísimos minutos -vamos, Carlo- nos dejan muchas ganas de verlo más. Contra el Celta, nada más salir en el descuento, marcó un estupendo gol y ayer, contra Osasuna, casi se marca el gol del año al disparar desde el centro del campo y colocar el balón en el larguero. Tiene malicia de la buena ese joven turco, tiene magia.
Y bailemos todos este domingo, amigos. No escatimemos en bailes, mientras miramos desde arriba el Atleti-Barça de esta noche, mientras esperamos al City de Guardiola, mientras creemos siempre en lo mejor. La Historia nos da la razón.
Lunin: NOTABLE. Seguro casi siempre y brillante en varios tiros lejanos. ¿Algo blando en el intrascendente último gol?
Carvajal: NOTABLE. Gran gol y enorme trascendencia en el juego, casi impropia de un simple lateral derecho.
Mendy: APROBADO. A nadie encandila pero con él ganas. Es el primo aburrido que sin embargo te arregla la caldera.
Rüdiger: SOBRESALIENTE. Nadie le tose y además se descuelga, en ataque, con pases de valor gol.
Tchouaméni: APROBADO. Con autoridad como central.
Camavinga: NOTABLE. Su único lunar es una tarjeta evitable. Cada día añade más jerarquía a la exuberancia.
Kroos: NOTABLE. Valga la redundancia.
Valverde: NOTABLE. Trabajo extenuante y por doquier.
Brahim: SOBRESALIENTE. Viva Marruecos.
Vinícius: SOBRESALIENTE. Bigoleador y pesadilla. Está en modo estrella mundial, o sea, precisa y exactamente lo que es.
Rodrygo: APROBADO. En su línea reciente. No se le puede reprochar nada en actitud y juego, pero no tiene acierto en el momento final.
Modric: APROBADO. Minutos de calidad.
Nacho: APROBADO. Solvente en el rato que tuvo.
Lucas V: sin calificar.
Fran García: sin calificar.
Güler: NOTABLE. Aún estamos colgados de ese larguero.
Ancelotti: NOTABLE. Hay que darle crédito por el dinamismo y los automatismos del equipo.
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Arbitró Juan Martínez Munuera, del comité valenciano. En el VAR estuvo Iglesias Villanueva.
Actuación bastante deficiente del de Benidorm, sobre todo en la primera parte. Más pendiente de lo que hacía Vinicius cuando caía al suelo y en las celebraciones de los goles.
El gremio arbitral tiene el ego subido desde hace eones y vigila y sanciona mucho más las protestas que las entradas peligrosas que pueden causar una desgracia a los jugadores.
En el 4' Herrando realizó una entrada durísima y con riesgo de lesión a Rodrygo. Le dio con la planta entre el gemelo y el tendón. Una acción de roja que se saldó sin amarilla y sin revisión del VAR. Lamentables los colegiados.
Unos minutos más tarde, el de Benidorm se tragó un derribo de Unai a Vinicius en el área rojilla cuando se desentiende totalmente del balón. Penalti al limbo.
A lo largo del partido se mostró reacio a sacar tarjetas, como una que perdonó a Torró sobre Vinicius y otra en los últimos minutos del choque, también sobre el brasileño, por parte de Iker.
Herrando finalmente fue amonestado por una entrada a Brahim y también Lucas por patada por detrás a Camavinga. A ellos se unieron el propio francés por pisotón fuerte a Moi, Unai por derribo a Vinicius y el brasileño por protestar.
Además, se pidió penalti por una mano de Mendy, que no fue, y por una caída de Budimir en forcejeo con Camavinga, que tampoco era nada.
En el 88' se anuló un tanto de Lucas por claro fuera de juego.
Martínez Munuera, HORROROSO. Rematadamente mal en connivencia con su colega del VAR, que está para mostrar atención en acciones como la de Herrando y preservar la integridad de los futbolistas.
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En una de las actuaciones más completas de la temporada, el Madrid conquistó el Sadar con un Vinícius estelar. Ni la más que previsible derrota del Atleti ante el Barça parece amenazar su firme marcha en pos de la liga.
Ancelotti optó por un once bastante estándar, banqueando a Nacho para dar entrada a Tchouaméni en el centro de la defensa y dejando así hueco a un Camavinga que parece asentarse en la posición de medio centro. Güler aguardaba una oportunidad en el banquillo a pesar de su fugaz y bella aparición ante el Celta, con Brahim de media punta a la hora del cous cous.
A los 3 minutos, Vinícius presionó con fe a Catena y le robó el balón, para batir con calma suprema a Herrera. Las cosas se ponían de cara para el Madrid nada más empezar, pero no tardarían mucho en volver a equilibrarse en un córner. Budimir remataba con todo a favor e igualaba las cosas en un comienzo trepidante del partido: antes del minuto de Juanito, Vinícius casi vuelve a desequilibrar tras un gran pase de Rüdiger, pero esta vez estuvo más acertado el excelente Herrera. Ni Hemingway conoció una Pamplona más intensa que la de estos primeros diez minutos. Frenético inicio para las almas y los culos, sin oportunidad de tomar asiento.
El Madrid dominaba. Rodrygo chutó desde la esquina exigiendo lo mejor de Herrera, pero un chut lejano hizo lo propio de Lunin a renglón seguido.
A los 17 minutos, una jugada de manual del Madrid por la izquierda desembocó en un nuevo desempate. Brahim puso un espléndido balón liftado para el desmarque de Valverde, que de espaldas a puerta efectuó una gran dejada sobre la llegada de Carvajal. Con el exterior, en un gesto técnico de loable pragmatismo, el capitán Carvajal la ponía en la escuadra sin permitir al cronista recuperar al resuello, siquiera para consignar una jugada fronteriza de Vini en área rojilla. A todo esto, Munuera cumplía con lo esperado ignorando faltas de manual sobre Brahim y Vini, no fuera a ser que tuviera que sacar tarjeta por las mismas.
El Madrid jugaba francamente bien, aunque alguna incursión aventurada de Vini, que a veces hace la guerra por su cuenta, desembocara en algún contragolpe amenazante de los de Arrasate. Las piezas blancas se mostraban bien engrasadas, con un Carvajal indetectable que en ocasiones jugaba casi de mediocentro. Gran dinamismo blanco en esos minutos, con constantes permutas de posición en el juego ofensivo para buscar espacios. En estas disquisiciones tácticas andaba el cronista cuando Vinicius rozó el poste desde lejos.
El Madrid ejercía un mando despótico del partido, pero Lunin hubo de volver a lucirse en otro chut osasunista, volviendo a atajarla en el rechace tras el correspondiente saque de esquina. Como para sacudirse el espejismo, un contragolpe modélico del Madrid acabó con un tiro en semifallo que resolvieron entre Herrera y el larguero.
Y con estas sensaciones nos fuimos al descanso, no sin que antes Munuera pudiera amonestar gratuitamente a Vinicius. Dentro del odio generalizado que le tienen los colegiados al brasileño, el tal Martínez constituye un ejemplar muy destacado. Cómo le gusta regañarle, tanto más cuantas más faltas reciba.
Prosiguió el Madrid con el buen tono del primer tiempo al comienzo del segundo, apoyado en el buen hacer de todos, en particular Brahim y Camavinga, aunque este último sigue con la asignatura pendiente de no saber medirse en algunas jugadas y ver demasiadas tarjetas en un sistema deseoso de mostrarlas al Madrid. Esmerados en evitar un correcalles que tal vez no le convenía, los de Carletto ralentizaron algo el ritmo. Las razones para obrar así se rubricaron cuando un saque de puerta de Lunin posibilitó el que Valverde peinara el balón en el medio campo (haciéndose daño en el choque de cabezas) para que Brahim se plantara solo ante Herrera y marcara.
No quedaría ahí la cosa. Un nuevo pase en profundidad de un Rüdiger desatado lo volvió a tocar Valverde para que Vinícius se internara y, con sutileza infinita, tocara para que el balón entrara llorando. Es un genio. Apártense, ámenle u ódienle más fuerte. A elegir. Casi vuelve a marcar de inmediato tras controlar de forma soberbia otro balón largo.
Seguía el festival, ya con Modric y Nacho en el campo. Casi marca Rodrygo tras estelar combinación con Vini, con quién si no, pero Herrera volvió a demostrar su inmensa categoría sacándola con el brazo izquierdo.
Presionaba con orgullo y líneas altas Osasuna, pero la diferencia de calidad permitía intuir una ampliación de la diferencia. Sustituyó Ancelotti a Vini, que no podrá jugar ante el Athletic, para que se llevara el aplauso (es un decir) del respetable, y entró Güler, que esta vez no marcaría pero mandaría el balón al larguero desde el centro del campo. Es evidente que tiene algo muy especial.
El que casi marca, también, es Rodrygo tras gran slalom, pero Herrera impidió la manita. Le habría venido bien a título individual, pero colectivamente no importaba: el Madrid apesta a campeón a despecho del tanto postrero de Osasuna y de la corrupción del sistema.
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Vamos a Pamplona en un partido crucial para el objetivo del título de liga. Vamos a un campo difícil, con un ambiente muy hostil hacia el Real Madrid (que se lo pregunten al gran Paco Buyo, por ejemplo). Sin embargo, vivimos la mayor racha sin perder contra Osasuna en la liga, 17 partidos nada menos. No perdemos ante los rojillos desde 2011, que nos ganaron 1-0 en El Sadar. Pero el madridismo, aun con la mirada en la tierra de los Sanfermines, tiene la mente puesta en Manchester, en el equipo del crédito sin fin, en el club matriz del Girona, en el vigente Campeón de Europa y en el dirigido por el mayor derramador de colonia que en el orbe ha existido.
La eliminatoria es brava donde las haya, el rival, de campanillas y, para más dificultad, jugamos la ida en casa. Los cuartos de final es una eliminatoria que históricamente se le da muy bien al Real Madrid, de hecho, ha pasado a semifinales en las últimas once ocasiones que ha jugado esta fase y no pierde en cuartos de final desde aquella infausta ocasión de 2004 en que el Mónaco de Fernando Morientes nos mandó casa en el Estadio Louis II de la capital monegasca.
El madridismo, aun con la mirada en la tierra de los Sanfermines, tiene la mente puesta en Manchester, en el equipo del crédito sin fin
Además, tenemos un equipazo. La cara de Beguristain cuando ha salido la papeleta de su equipo emparejado con el nuestro ha sido un libro de poemas. No nos querían ni en pintura, es más, ninguno de los siete posibles rivales querían a los blancos. Imagino la cara de alivio de los directivos cuando salió nuestra bola. Y esto es así porque el Real Madrid, aparte de tener una verdadero equipazo que puede competirle a cualquier equipo del mundo con garantías (que si todo sale según lo previsto, la temporada que viene puede rayar la ilegalidad) tiene un comportamiento místico en la mejor competición del mundo.
El Real Madrid de la Copa de Europa (ya saben mi resistencia al nuevo nombre) es otro equipo, distinto del de las competiciones nacionales (aquí no hay negreirato, negreiras ni gaitas) con un gen competitivo apabullante. La Copa de Europa está en nuestro ADN, en nuestro ser. Los niños, cuando llegan a Valdebebas, saben que lo más importante en este club es ganar la orejona. Se lo graban a fuego los entrenadores y los veteranos, lo viven desde el primer día de entrenamiento. El espíritu campeón del Real Madrid en esta competición es conocido por todos, admirado por todos y temido por todos, lo que hace pensar que podemos pasar la eliminatoria, claro que sí.
Ahora vamos con el nuevo capítulo de la ya afamada serie “El delito nuestro de cada día del FC Negreilona”. Cómo será la cosa, que el responsable económico del club ha dimitido. Uno más, un directivo más, un responsable más que se baja del barco. A este paso, no va a quedar ni barco.
Cómo será la cosa, que el responsable económico del club ha dimitido. Uno más, un directivo más, un responsable más que se baja del barco. A este paso, no va a quedar ni barco
Por otro lado, La Audiencia Provincial de Barcelona ha ratificado que el FC Negreilona no puede figurar como perjudicado en la causa, ya que está investigado por los mismos delitos que los otros imputados. La Audiencia ha sido demoledora cuando dice que “La cuestión no es si un investigado/encausado puede, a su vez, ejercer la acusación particular, sino si un investigado puede ejercer la acusación contra otro investigado respecto del mismo delito que se atribuye al primero”. Para entendernos, los cachondos del Negreilona querían, aunque hayan pagado durante décadas al vicepresidente de los árbitros, ser las víctimas de sus propios pagos. Un dislate, vaya… “he robado el banco, pero acuso a mi cómplice porque soy la víctima”.
La verdad es que cuando salió la noticia de que se habían intentado personar como acusación particular las risas entre los que entendemos más o menos de Derecho se oyeron hasta en Sebastopol. Además, la propia Audiencia regaña al club catalán cuando dice que la intención “plantea más una estrategia de defensa al intentar diluir su responsabilidad en la de otros”, vamos, que pretendían engañar al personal. Con trampas, como siempre.
No quiero acabar el artículo sin hacer una mención importante sobre el racismo asqueroso que, desde ciertos sitios, se está aplicando a Vinicius Junior. Uno de los mejores jugadores del mundo, uno de los pocos jugadores de la liga española que da espectáculo en los partidos y que siempre encara, siempre lucha y siempre intenta la filigrana ganadora, uno de los jugadores más admirados del globo, comete el gran pecado de ser del Real Madrid.
Ser del Real Madrid es una profesión de riesgo para ciertas aficiones, un acicate para hacer aflorar el odio, la envidia y la insidia de algunos “aficionados” al fútbol que vierten todas sus frustraciones, recuerden el artículo que publiqué en este prestigioso medio en el afirmé (y afirmo) que el antimadridista no es más que un madridista frustrado, que maldice al padre, abuelo o tío que le hizo de un equipo distinto del Real Madrid.
Pues resulta que en Barcelona y en las inmediaciones del Wanda, la semana en la que sus equipos se jugaban el tipo en Europa, estos seres inmundos se han dedicado a insultar gravemente a nuestro jugador. Fíjense, se juegan la vida y están pensando en el Real Madrid, patético. Pues bien, el Real Madrid, con gran acierto desde mi humilde opinión, ha denunciado a la Fiscalía estas acciones para que investigue y acuse a los responsables, como deber ser.
Por último, celebrar con ilusión y mucho cariño la magnífica Gala de entrega de los II Premios La Galerna, que se celebró el lunes pasado con un éxito atronador de crítica y público. La organización fue perfecta y lo pasamos en grande. Que se repita todos los años.
Ahora, como ya saben, unos datos del partido y, como siempre les digo, ser del Real Madrid es lo mejor que puede ser una persona en la vida… ¡Hala Madrid!
Aparte del dato de la racha sin perder en liga contra los rojillos, El Real Madrid sólo ha perdido 1 de los últimos 23 partidos oficiales jugados contra Osasuna y sólo uno de los últimos 21 partidos de liga disputados.
En total, 76 jugadores del R. Madrid han marcado a Osasuna en liga y 85 en partido oficial.
La Federación y el CTA siguen empeñados en que haya liga hasta el final. Supongo que después del sorteo de Champions será más flagrante la persecución al Real Madrid para que no se pueda preparar en condiciones la eliminatoria. Quieren a toda costa que se reduzca la diferencia entre Real Madrid y Barcelona y por eso nos meten al valenciano Martínez Munuera, que fue el nefasto árbitro del R. Madrid-Sevilla de la liga 2020/21 que propició con sus decisiones que el Real Madrid no ganara esa edición. Ya saben, la película que se emitirá en Pamplona el sábado podría llamarse perfectamente “Atraco a las 16:15”. Veremos.
Nuestro Eduardo puede jugar su partido de competición española nº 100 con el Real Madrid. Un niño ya centenario en España.
7 victorias, 3 empates, 21 goles a favor (2,1 goles por partido) y 4 en contra.
Goleadores: Lucas Vázquez y Vinicius (3) Isco, Marco Asensio y Bellingham (2), Cristiano Ronaldo, Sergio Ramos, Rodrygo, Jovic, Militao, Casemiro, Alaba, Fede Valverde y Joselu (1).
Asistentes: Benzema y Fede Valverde (3), Vinicius y Casemiro (2), Kroos, Cristiano Ronaldo, Isco, Bale, Carvajal, Vinicius, Álvaro Rodríguez y Alaba (1).
Tarjetas: Nacho (3), Camavinga (2), Sergio Ramos, Modric, James, Militao, Carvajal, Dani Ceballos, Vinicius, Tchouaméni y Rüdiger (1).
Expulsados: Ninguno.
Primer tiempo: 8 goles. Segundo tiempo: 13 goles.
Gol más tempranero: Bellingham (minuto 9).
Gol postrero: Lucas Vázquez (minuto 96).
El R. Madrid ha remontado una vez para ganar el partido y no le remontaron.
Mayor goleada, 7 de octubre de 2023, R. Madrid-Osasuna, 4-0, goles de Bellingham (2), Vinicius y Joselu.
Ningún gol de penalti marcado (4 fallados) y ninguno recibido.
Un doblete o más (Bellingham).
Partido con más goles (5): 9 de febrero de 2020, Osasuna-R Madrid, 1-4, goles de Isco, Sergio Ramos, Lucas Vázquez y Jovic.
El R. Madrid ha marcado en 8 de los 10 últimos partidos jugados frente a Osasuna en liga.
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