Las mejores firmas madridistas del planeta

En el Mundial de Italia se encontraba el célebre Luis Suárez Miramontes como seleccionador español, que confió en ‘La Quinta del Buitre’ como espina dorsal. El gallego contó con Sanchís, Martín Vázquez, Michel, Butragueño y, además, con Chendo y Fernando Hierro. La otra presencia madridista fue el central argentino Ruggeri.

Los cuatro miembros de ‘La Quinta’ disputaron los cuatro choques de España en un Mundial que tuvo a Michel como protagonista. El centrocampista diestro allanó la clasificación a octavos con su recordado hat-trick ante Corea del Sur en el segundo encuentro y su famosa celebración y aquel “me lo merezco”. Posteriormente, también anotó ante Bélgica, y en el partido de la fase eliminatoria contra Yugoslavia apartó la cabeza en el libre directo lanzado por Stojkovic que mandó a España a casa.

Además, Chendo fue el dueño de la banda diestra en todo el Mundial, mientras que un joven Fernando Hierro conoció lo que era una Copa del Mundo, pero no gozó de la oportunidad de Luis Suárez para debutar.

Por último, Ruggeri era un fijo para Carlos Bilardo en el centro de la defensa. Comenzó el Campeonato como titular ante Camerún, pero una pubalgia le obligó a dejar el terreno de juego en el descanso. Tardó unos días en recuperarse, aunque a tiempo de ayudar a la albiceleste en la gran victoria contra Brasil en octavos de final. Luego también actuó en cuartos contra Yugoslavia, e Italia en semis, donde los sudamericanos vencieron ambos choques desde los once metros. El zaguero salió en el once de la final contra Alemania, pero no pudo ampliar su palmarés con un segundo Mundial al marcar Brehme de penalti y dar el título a los teutones.

Cuatro años después, en Estados Unidos 1994, únicamente hubo tres jugadores del Real Madrid en el Mundial: Fernando Hierro, Alkorta y Luis Enrique. El trío pertenecía a la guardia pretoriana de Clemente y eran prácticamente fijos. Disputaron el debut con empate contra Corea del Sur y también la igualada ante Alemania en Chicago. Frente a Bolivia, el seleccionador vasco refrescó al equipo, aunque contó con el malagueño para la segunda mitad en un duelo que certificó el pase a octavos al vencer por 1-3.

El cruce nos emparejó con Suiza, con un gran papel de Hierro, que marcó un gol fantástico que supuso el 1-0. Ya en la segunda parte, Luis Enrique firmó el segundo y España acabó ganando por 3-0 con Alkorta también actuando de central. En cuartos, la maldición siguió vigente y Roberto Baggio apeó a España con dos goles en un envite donde Hierro fue suplente de manera sorprendente, aunque acabó jugando 26 minutos en la segunda mitad al ingresar por Bakero.

La ley Bosman, en 1995, y la libre circulación de jugadores comunitarios sin que ocupasen plaza de extranjero, permitió que el número de futbolistas blancos a partir del Mundial de Francia 1998 creciera de forma significativa. En total fueron nueve los merengues que viajaron a territorio galo justo después de levantar la Séptima Copa de Europa en Ámsterdam. Roberto Carlos, Karembeu, Hierro, Morientes, Raúl y Cañizares, por España, Seedorf (Holanda), Suker (Croacia) y Mijatovic (Yugoslavia) representaron al Real Madrid.

El lateral izquierdo abrió el torneo en el debut contra Escocia y disputó los otros dos partidos de la fase de grupos y los cuatro de las eliminatorias donde Brasil se impuso a Chile, Dinamarca y Países Bajos por penaltis. En la final se enfrentaron al anfitrión en un día muy complicado tras lo acaecido con Ronaldo y ningún brasileño rindió a su nivel en el encuentro.

Por su parte Karembeu, que había llegado al Real Madrid en los albores del año y fue decisivo para conseguir la Copa de Europa, no era indiscutible para Aimé Jacquet. Actuó en el segundo encuentro de la liguilla contra Dinamarca, y salió como titular en cuartos, semifinales y la gran final, aunque en todos esos partidos acabó siendo sustituido. Karembeu se sumó a Netzer y Valdano como jugadores blancos campeones del mundo.

La selección española volvió a decepcionar pese al buen rendimiento de Raúl y Hierro, que jugaron los tres partidos del equipo nacional en Francia. Los dos anotaron en el debut contra Nigeria en un duelo que se perdió por los graves fallos defensivos de los españoles. También participaron en el empate contra Paraguay y en la infructuosa goleada ante Bulgaria en el que Hierro marcó de penalti. Precisamente en ese choque frente a los búlgaros, Morientes, que tuvo minutos ante Paraguay, salió como titular y cumplió con creces con un doblete. Por su parte, Cañizares era el reserva habitual de Zubizarreta y no tuvo oportunidad de intervenir.

Seedorf, en los Países Bajos, y pese a su gran campaña en el Real Madrid, no era uno de los fijos. En la primera ronda salió en el partido contra Bélgica y no se le volvió a ver hasta octavos, cuando los neerlandeses eliminaron a Yugoslavia. En cuartos contra Argentina vio el triunfo de su país desde el banquillo y regresó para las semifinales, aunque únicamente tuvo nueve minutos en la prórroga. No lanzó ninguna pena máxima y el cuadro oranje se despidió de sus opciones de llegar a la final al errar Cocu y Ronald de Boer. En la lucha por la tercera plaza Hiddink sí confió en el mediocampista, que no pudo ayudar a vencer un partido que se llevó Croacia.

Por su parte, Suker brilló durante un mes ante los ojos de medio mundo con una actuación sensacional. Estrella croata, fue el máximo realizador con seis dianas y aupó a Croacia a un tercer lugar histórico. Debutó con un tanto ante Jamaica y también dio el triunfo unos días más tarde ante Japón. Frente a Argentina su pólvora se mojó pero en octavos desde los once metros batió al rumano Stelea y colocó a Croacia en cuartos. Pocos les daban por ganadores de ese choque contra Alemania, pero guiados por Suker, que consiguió el tercer tanto, barrieron a los germanos en Lyon. En las semis viajaron a París para jugar contra Francia, a la que tuvieron contra las cuerdas. El delantero zurdo silenció Saint Denis tras superar a Barthez, pero dos dianas de Thuram acabaron con el sueño croata. En el Parque de los Príncipes se vieron las caras con los Países Bajos y de nuevo Suker fue decisivo con una diana para adelantar a Croacia después del empate de Zenden y acabar en el podium del Mundial de Francia.

Mientras, Mijatovic, héroe en Ámsterdam, no tuvo el Mundial que seguro había soñado. Figura fundamental para Slobodan Santrač, tuvo su mejor desempeño en el encuentro contra Alemania en el que Yugoslavia empató a dos y el montenegrino logró un tanto. En el tercer partido tuvo que retirarse con un golpe en la rodilla a la media hora frente a Estados Unidos y, aunque jugó en octavos ante Países Bajos, lo hizo mermado y el equipo plavi hizo las maletas a casa.

En 2002, en el primer Mundial en Asia, y con Japón y Corea del Sur como sedes, la delegación del Real Madrid fue de diez hombres: Makelele y Zidane por la vigente campeona Francia; Casillas, Hierro, Raúl, Helguera y Morientes en la selección española; Roberto Carlos por Brasil; Luis Figo en Portugal y Geremi en Camerún. Todos llegaron al torneo semanas después de levantar la ‘Novena’ en Glasgow al vencer por 2-1 al Bayer Leverkusen con el famoso gol de volea de Zizou.

Para Zidane y para Francia fue un Mundial para olvidar. El mediapunta llegó tocado a Corea del Sur y únicamente pudo jugar el último choque de la fase de grupos ante Dinamarca. El francés fue el mejor del partido, pero Francia perdió por 2-0 y quedó sorprendentemente eliminada. Mientras que su escudero Makelele también tuvo su única actuación en el torneo ante los daneses.

francia fue eliminada del mundial de 2002 en la fase de grupos

España, con Camacho al frente de la selección, tuvo a Casillas, Hierro y Raúl titularísimos. En el estreno ante Eslovenia marcaron el siete y el malagueño y la selección volvió a ganar en un debut después de 52 años sin lograrlo. Además, los otros dos madridistas, Morientes y Helguera, salieron en la segunda mitad. Ante Paraguay fue clave el delantero extremeño, que entró sustituyendo a Tristán y con un doblete culminó la remontada frente a los guaraníes con Hierro anotando de nuevo desde los once metros. En la última jornada Morientes ya se hizo con el puesto de delantero titular y Helguera dio descanso a Hierro. El protagonista fue Raúl, que, con un doblete, allanó el camino del triunfo contra Sudafrica. En octavos, contra Eire, los cinco madridistas formaron de inicio, Morientes anotó otro gol en el campeonato y Casillas resultó fundamental en la tanda de penaltis. Sin embargo, Raúl se lesionó y se perdió el choque contra los anfitriones en cuartos, donde el protagonista fue el árbitro egipcio Al-Ghandour que desesperó a toda España con sus decisiones.

Por su parte, Roberto Carlos añadió su nombre a los campeones del mundo madridistas. El lateral, un cañón por la banda durante toda la competición, disputó seis partidos y sólo se perdió el tercer encuentro de la liguilla cuando Scolari le dio descanso. Marcó un tanto de falta contra China y ante Alemania logró su sueño de levantar el título número cinco para su país.

Luis Figo jugó su primer Mundial y el equipo nacional luso decepcionó con su papel. El extremo diestro jugó los 270 minutos de su grupo, pero Portugal fue superada por Corea del Sur y Estados Unidos. Por último, a Geremi le pasó algo similar con ‘Los Leones Indomables’. El defensa contó con la confianza en los tres duelos por parte de Winfried Schäfer, aunque no avanzaron a octavos.

En 2006, en Alemania, los expedicionarios merengues volvieron a ser 10 futbolistas: David Beckham con los pross; Roberto Carlos, Cicinho, Robinho y Ronaldo en la verde-amarela; Zidane por los bleus y Casillas, Salgado, Raúl y Sergio Ramos en España.

El medio inglés y capitán de su selección rindió a un buen nivel y ya en el grupo fue elegido el ‘Man of the match’ en la victoria contra Trinidad y Tobago. Pero fue en octavos cuando tiró del carro con un gol de falta directa que confirmó el triunfo ante Ecuador y el pase a cuartos, donde Portugal les dejó fuera en los penaltis.

Brasil arrasó en su grupo con nueve puntos en tres envites y con Roberto Carlos y Ronaldo básicos en el esquema de Parreira. El delantero sumó dos tantos en el 1-4 ante Japón. Por su parte, Robinho gozó de minutos saliendo desde el banquillo en los dos primeros partidos y fue titular ante los nipones al igual que Cicinho. En octavos decidió ‘El Fenómeno’ con una diana y un gran rendimiento contra Ghana, pero en cuartos se toparon con una Francia colosal que les echó de la competición.

En ese equipo galo Zidane saboreaba sus últimos días como futbolista capitaneando a una selección a la que todos daban por muerta, pero que resucitó en tierras germanas. Pasaron con apuros el grupo y en octavos se enfrentaron a una España embalada. Ahí apareció Zizou, que días antes se había despedido entre lágrimas del Bernabéu, para demostrar que le quedaba fútbol de muchos kilates. Aniquiló a la selección hispana con un tercer gol bellísimo y en cuartos realizó una exhibición contra Brasil. En semis, un tanto suyo de penalti frente a Portugal dio el pase a la final a su país y en el partido decisivo volvió a anotar a lo ‘Panenka’ con suspense incluido. Sin embargo, el cuento no acabó feliz al ser expulsado por agredir a Materazzi y Francia perder el trofeo.

Por último, España con Luis Aragonés al frente, tenía a Casillas y Ramos al inicio de las alineaciones. Raúl no era titular, pero su entrega y corazón fueron necesarios en la remontada con gol incluido contra Túnez. En el tercer partido ante Arabia Saudí, Michel Salgado gozó de 90 minutos en un once con muchos suplentes, y en la contienda de octavos ante Francia tanto el arquero, como el zaguero de Camas y el delantero madrileño saltaron de inicio pero se marcharon desolados tras la eliminación.

Cuatro años después, la historia cambió para los españoles, que levantaron la Copa del Mundo en Johannesburgo. Casillas, Ramos, Xabi Alonso, Arbeloa y Albiol eran los representantes del Real Madrid, a los que se sumaron Higuaín en Argentina, Van der Vaart en Países Bajos, Kaká en Brasil, y Cristiano Ronaldo y Pepe en Portugal.

Vicente del Bosque dio el status de primordiales a Casillas, Ramos y Xabi Alonso todo el torneo. Mientras que Arbeloa disputó trece minutos ante Honduras y Albiol no llegó a debutar. El guardameta brilló con luz propia, sobre todo en dos momentos, en cuartos parando un penalti a Cardozo y en la final salvando el famoso mano a mano contra Robben. Por su parte, Sergio Ramos realizó un gran torneo como lateral diestro subiendo con peligro y defendiendo con contundencia, mientras que Xabi Alonso formó un binomio perfecto junto a Busquets en la sala de máquinas.

En la Argentina de Maradona, el ‘Pipita’ Higuaín era el delantero titular. Y el de Brest no le decepcionó. Un hat-trick contra Corea del Norte y una diana en octavos ante México fue el bagaje del atacante antes de que Alemania les avasallara en cuartos.

Rafa Van der Vaart era titular habitual en Holanda en un mediocampo junto a Sneijder, Van Bommel y De Jong, pero también era frecuente que no acabase los choques. Una contractura sufrida ante Camerún hizo que se perdiera los octavos y los cuartos y, por ende, su puesto en el once. Regresó en la segunda parte de las semifinales contra Uruguay y en la final salió en la prórroga, donde un mal despeje suyo lo aprovechó Cesc para asistir a Iniesta y que España se llevase el Mundial.

El brasileño Kaká tuvo un Mundial con bastantes sombras. Llegó mermado físicamente y contra Costa de Marfil fue expulsado por doble amonestación en apenas tres minutos. De este modo se perdió el partido ante Portugal, aunque regresó en la victoria de octavos a Chile. Pero en cuartos, Brasil se vio las caras con la oranje, que demostró ser muy superior, y el número diez dijo adiós al torneo.

kaká fue expulsado ante costa de marfil en el mundial de 2010

Los últimos merengues en el continente africano fueron los lusos Pepe y Cristiano Ronaldo. El crack de Madeira únicamente pudo batir al portero norcoreano Ri Myong-guk en la goleada por 7-0 y ante España estuvo anulado, lo que conllevó la eliminación lusa en octavos. Por su parte, Pepe apareció como centrocampista en el Campeonato en el tercer partido del grupo ante Brasil y repitió en ese puesto contra los españoles.

En Brasil 2014, los merengues que habían conquistado la Décima en Lisboa ascendieron a doce: Marcelo con los anfitriones; Modric en Croacia; Casillas, Xabi Alonso y Sergio Ramos en España; Varane y Benzema en Francia; Di María con la albiceleste; Khedira con la ‘Mannschaft’ y Pepe, Coentrao y Cristiano Ronaldo en Portugal.

La verde-amarela estaba ilusionada con ampliar su palmarés en casa a seis títulos y Marcelo era el dueño del carril zurdo. Disputó todos los minutos hasta semifinales y anotó de penalti en la tanda decisiva de octavos contra Chile. Sin embargo, Alemania les arrasó por 1-7 en Belo Horizonte en un partido para el recuerdo.

Modric en Croacia actuó los 270 minutos de la liguilla, pero se llevó un gran chasco después de que los balcánicos finalizaran en tercer lugar tras Brasil y México. Algo parecido le pasó a España con los tres blancos fijos para Del Bosque. La Roja fue superada por los Países Bajos y Chile y, aunque venció a Australia ya sin el arquero madrileño, no le sirvió de nada.

En la selección francesa Benzema era uno de los líderes y cumplió a un buen nivel con tres dianas en la liguilla, dos contra Honduras y uno en la goleada a Suiza. Mientras que Varane jugó los dos primeros choques y descansó frente a Ecuador para retornar en octavos contra Nigeria. Ambos disputaron los cuartos donde su bestia negra, Alemania, y tras un fallo en el marcaje del espigado central, les obligaron a hacer las maletas.

‘El Fideo’ Di María llegó lanzado al Mundial tras una gran temporada en el Real Madrid. Básico en el plan de Sabella, rindió muy bien hasta que una fatídica lesión le dejó sin poder participar en la final contra Alemania. En el otro lado de la balanza, su compañero Khedira, que se pasó buena parte del curso lesionado, tuvo molestias musculares en el calentamiento y también se perdió el partido en el que su combinado nacional se proclamó campeón. Hasta entonces tuvo un papel notable, con el punto álgido en semifinales y su partidazo con gol incluido a Brasil.

Mientras, el trío luso no pudo avanzar en su grupo en un papel muy pobre de la selección portuguesa. Cristiano anotó en la victoria insuficiente ante Ghana, Pepe disputó ese partido y el de la dura derrota contra Alemania donde vio la roja directa y Coentrao únicamente actuó también frente a los teutones que les ganaron por 4-0.

En el Mundial de Rusia el Real Madrid cuenta con la delegación más amplia hasta la fecha, con 15 jugadores: Achraf por Marruecos; Cristiano Ronaldo por Portugal; Carvajal, Nacho, Isco, Asensio, Lucas Vázquez y Sergio Ramos por la selección española; Varane en Francia; Kovacic y Modric en Croacia; Casemiro y Marcelo por Brasil; Keylor Navas en Costa Rica y Toni Kroos en Alemania.

En pocas semanas se disputará el Mundial de Rusia de 2018 y el Real Madrid volverá a estar muy bien representado en varias selecciones de todo el planeta. Salvo lesión, serán 15 los futbolistas blancos que acudan al torneo en un dato que significa un récord hasta la fecha.

La primera vez que algún jugador merengue representó al Real Madrid en la Copa del Mundo fue en Italia 1934 tras no ir ninguno a Uruguay en 1930. El seleccionador español Amadeo García convocó a cinco jugadores para la cita en el país transalpino: Ricardo Zamora, Ciriaco Errasti, Jacinto Quincoces, Luis Regueiro e Hilario Marrero.

El Madrid ganó semanas antes la Copa y entre 1932 y 1933 reinó en el panorama nacional con la Liga. Por ello cuatro jugadores fueron básicos en sus esquemas y el único que no tuvo minutos fue Hilario. ‘El Divino’ jugó ante Brasil y el primer partido contra Italia en la llamada Batalla de Florencia. Sin embargo, una lesión le impidió actuar en el desempate. Lo mismo le ocurrió al zaguero eibarrés Ciriaco. Luis Regueiro por su parte se perdió el debut ante los sudamericanos pero jugó y a gran nivel contra la ‘azzurra’, marcando además un gol en el primer choque. Por último Quincoces, que fue elegido tras el Mundial como el mejor defensa del mundo, es el único que participó en los tres partidos del equipo nacional español en el Mundial.

La ausencia de merengues en el Mundial de Francia 1938 hizo que hasta el periodo posterior a la II Guerra Mundial no se viera de nuevo a un madridista en el torneo más prestigioso del fútbol. Y el único que viajó a Brasil 1950 fue Luis Molowny, pese a que Miguel Muñoz fue reclamado por parte de la afición en el país. Guillermo Eizaguirre confió en el joven interior canario pero, debido a la gran competencia en su puesto, sólo disputó 90 minutos. Indiscutible en la clasificación ante Portugal, ‘El Mangas’ vio cumplido su sueño de jugar un Mundial en el primer partido de la segunda fase ante Uruguay. El duelo se celebró en Pacaembú y España rayó a gran nivel contra las charrúas que días más tarde darían la sorpresa en el mítico ‘Maracanazo’ frente a la anfitriona Brasil.

Hasta 1958 hubo que esperar para que un extranjero blanco vistiese la camiseta de su país en una edición mundialista. Y era uno de los mejores jugadores del mundo: Raymond Kopa.

El francés, que se alzaría ese año con el Balón de Oro, completó un Mundial de Suecia extraordinario. La estrella gala del equipo que dirigía Albert Batteux comandó a su selección a un tercer puesto histórico hasta ese momento. ‘El pequeño Napoleón’ participó en los seis partidos de los ‘bleus’, marcó tres dianas (ante Paraguay y Escocia en la liguilla y Alemania Occidental en la lucha por la tercera plaza) y asistió en varias ocasiones a su compañero Fontaine, al que ayudó a lograr el trofeo de mejor realizador del Mundial.

Cuatro años después, España regresó a un Mundial tras doce años de ausencia. En la lista confeccionada por Pablo Hernández Coronado y el entrenador Helenio Herrera, figuraron siete madridistas, de los cuales la mayoría habían formado parte del glorioso cuadro blanco que gobernó la Europa futbolística desde 1956 a 1960. Ese curso el Real Madrid también se presentó en la final de la Copa de Europa pero por primera vez perdió ante un Benfica guiado por Eusebio. El arquero Araquistáin, los defensas Santamaría y Pachín y los atacantes Del Sol, Puskas, Di Stéfano y Gento fueron los elegidos para un Mundial en el que la selección tenía puestas muchas esperanzas.

Sin embargo, rápido se torcieron las cosas para ‘La Saeta Rubia’ que se lesionó días antes y no pudo dejar su huella jamás en un Mundial. Además Araquistáin llegó como suplente de Carmelo, pero tuvo su oportunidad ante Brasil en el tercer partido de la fase inicial. En cuanto a los defensas, Santamaría fue fijo para Herrera y Pachín entró en escena tras caer en el debut la selección contra Checoslovaquia. ‘Siete Pulmones’ Del Sol disputó los dos primeros encuentros y fue suplente contra la verde-amarela en el duelo decisivo, y tanto Puskas como Gento formaron parte del ataque en los 270 minutos disponibles en el torneo. El magiar no tuvo un papel muy destacado al contrario que ‘La Galerna del Cantábrico’, que deslumbró sobre todo contra México con una jugada extraordinaria a poco del final para servir a Peiró el gol con el que se derrotó a los aztecas.

En 1966, de nuevo la selección española fue la única en la que figuraron jugadores del Real Madrid para el Mundial de Inglaterra. José Villalonga, extécnico madridista y campeón dos veces de la Copa de Europa, contó con Antonio Betancort, Manuel Sanchís Martínez, Zoco, Pirri, Luis del Sol, Amancio y Gento. El arquero canario no tuvo ninguna opción con Iríbar en el marco, pero el resto fueron parte de la columna vertebral del equipo nacional. Sanchís (logró un gol célebre y magnífico ante Suiza) y Zoco jugaron los tres partidos de España y, en el último contra la RFA, el navarro lo hizo como capitán. Los otros cuatro merengues actuaron en dos partidos, Pirri y Luis del Sol en la derrota ante Argentina (el ceutí consiguió un tanto) y la victoria contra Suiza. Amancio, por su parte, salió ante los suizos (a los que anotó una diana) y ante los teutones, mientras que el capitán de la selección Gento participó en el estreno contra la albiceleste y también ante los centroeuropeos, para ser relegado al banquillo frente a Alemania Occidental.

Uno de los Mundiales más notables de la historia, el de México en 1970, se completó sin presencia madridista, y cuatro años más tarde únicamente Netzer se enfundaba la zamarra blanca. El cerebro rubio, un gran mediocampista que en 1972 deslumbró a todo el viejo continente en la Eurocopa, apenas tuvo participación en la Copa del Mundo con sede en su país. La base del equipo era la del Bayern y el seleccionador Schon le dio un papel testimonial con sólo 22 minutos en el duelo ante la RDA. Días más tarde, Netzer sería el primer campeón del mundo que pertenecía al Real Madrid, pero lo vio todo sentado en la banqueta.

Tras dos Mundiales ausente, España volvió en Argentina 1978, y Ladislao Kubala incluyó en su lista a cinco madridistas: Miguel Ángel, San José, Pirri, Santillana y Juanito. ‘El Gato’ tenía toda la confianza del seleccionador en la portería, y completó un Mundial fantástico con paradas fenomenales, aunque no pudo impedir la caída a las primeras de cambio. San José, especialista defensivo, también jugó los tres partidos, y a Santillana y Juanito les tuvo en cuenta Kubala después de perder en el estreno contra Austria. Mientras que Pirri, el capitán, empezó a buen nivel contra los austriacos pero luego dejó de contar en el choque contra Brasil del famoso fallo de Cardeñosa, y únicamente salió a jugar la segunda parte ante Suecia donde se confirmó la eliminación de España.

La gran esperanza de organizar un Mundial en casa, en 1982, se tornó en fracaso tras apenas unos días de competición. España dio una imagen muy pobre pese a que Santamaría llamó a Camacho, Juanito, Santillana, Gallego y Miguel Ángel y fue apeada en la segunda ronda. Arconada llevaba ya un tiempo como titularísimo en la portería, y eso dejó sin oportunidades a Miguel Ángel, que contaba con 34 años. Gallego, uno de los jóvenes, aprendió lo que era un Mundial y debutó en una gran cita internacional con 12 minutos en la inesperada derrota ante Irlanda del Norte. Por su parte, Santillana mantenía una gran pugna por el puesto de delantero con Quini o Satrústegui, y su bagaje fueron los dos partidos de la segunda fase en el Santiago Bernabéu ante Alemania Occidental, donde se perdió, y contra Inglaterra con la que se firmaron tablas. Los otros dos miembros blancos, Juanito y Camacho, sí eran fijos para el seleccionador, y el de Cieza actuó en los cuatro partidos del campeonato, mientras que el malagueño marcó de penalti en la repetición contra Yugoslavia y jugó en todos los partidos menos en la despedida contra los ‘pross’.

La participación madridista no se quedó esta vez en los hispanos sino que también otro alemán, al igual que en 1974, militaba en el cuadro de Chamartín en la época: Uli Stielike. El versátil futbolista era pieza clave de una selección de Alemania Occidental que sólo fue detenida por Italia en la gran final. ‘El Pánzer’ jugó en la derrota ante Argelia del debut y también en los dos siguientes partidos de su selección en la primera fase, en los que se alzaron con la victoria (Chile y Austria, este último en el famoso ‘que se besen’ de El Molinón). Luego los germanos, con el jugador con bigote en sus filas, igualaron con Inglaterra y se impusieron a España para plantarse en semifinales ante Francia en un partido antológico. El choque concluyó empate a tres tras una prórroga y Stielike falló su penalti (lo detuvo Ettori), aunque posteriormente su compañero Schumacher le sacó del apuro tras los errores de Six y Bossis. En su casa, en el Santiago Bernabéu, Stielike -al igual que con la Copa de Europa de un año antes- no pudo sacarse la espina y tampoco se proclamó campeón del mundo.

En México 1986, la nómina de jugadores del Real Madrid que aparecieron en el Mundial ascendió a nueve. Siete de ellos por parte de la selección española que dirigía Miguel Muñoz (Camacho, Maceda, Gordillo, Chendo, Gallego, Michel y Butragueño), el mexicano Hugo Sánchez y el argentino Jorge Valdano.

El rendimiento de España fue muy bueno, y únicamente los penaltis ante Bélgica cortaron las alas a un equipo que podría haber llegado más lejos en el torneo. Todos los madridistas tuvieron su oportunidad y mientras para unos -como Butragueño o Michel- su recuerdo es sensacional, para otros como Maceda es triste ya que una lesión en el primer encuentro ante Brasil le retiró prácticamente del fútbol. Butragueño se encumbró como un futbolista de talla mundial con cinco goles, uno ante Irlanda del Norte y un póker frente a Dinamarca en Querétaro.

Míchel también deslumbró pese a que su precioso gol fantasma ante Brasil fue ignorado por el trencilla australiano Bambridge. Camacho, el capitán de la selección, disputó todos los minutos posibles y Gallego se hizo con una posición del once en octavos y cuartos tras el tercer partido de la liguilla ante Argelia. Gordillo tuvo sus minutos en el duelo ante los norirlandeses, y Chendo (debido a las bajas) cumplió jugando contra los ‘Diablos Rojos’ en Puebla.

Los otros dos merengues del Mundial también alcanzaron la parte importante del campeonato. Hugo Sánchez, con la anfitriona, entró con fuerza en competición y marcó en su debut en la victoria ante Bélgica. Luego el nueve no marcaría más tantos, pero disputó la contienda ante los paraguayos y el choque de octavos con triunfo contra Bulgaria, y la dolorosa derrota en cuartos por penaltis ante la RFA. Por su parte Valdano jamás olvidará esa Copa del Mundo en la que se coronó campeón gracias al talento que tenía a su lado, un diez llamado Maradona. Valdano fue uno de los escuderos de ‘El Pelusa’, y con cuatro dianas descolló en suelo azteca. Anotó dos goles fundamentales en el estreno ante Corea del Sur, y también abrió la senda de la victoria en el tercer partido de la liguilla contra Bulgaria. Continuó siendo fijo en las rondas finales hasta que llegó la final contra Alemania Occidental, donde marcó el 2-0. Minutos después los germanos empatarían, pero una diana de Burruchaga otorgó el título a la albiceleste. Valdano entraba así en el club de los campeones del mundo merengues hasta la fecha junto a Netzer, con la salvedad de ser el primero en obtenerlo sobre el césped, ya que el alemán no llegó a jugar como ha sido dicho.

(Continuará).

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