Las mejores firmas madridistas del planeta

Hoy se cumplen 108 años del nacimiento de Lazcano, el autor del primer gol del Real Madrid en la historia de la Liga en 1929. Además de al balompié se dedicó a la medicina, fue novelista y escribió varias obras de teatro del género comedia como las tituladas "El Astrágalo" o "Amar es vivir". Un intelectual de la época.

Nació el 30 de Diciembre de 1909 en Pamplona (Navarra), era un extremo derecho muy rápido, fogoso, valiente, de excelente condición física, con un magnífico disparo y dotado de gran técnica individual. Las aficiones rivales le gritaban irónicamente "¡Dramaturgo!" debido a su afición teatral aunque su apelativo más reconocido fue "El niño de los caracoles".

Inició su trayectoria en el Club Atlético Osasuna llamando la atención del Madrid en el verano de 1928 cuando paga 6.000 pesetas por su fichaje. Meses más tarde, el 10 de febrero de 1929, en el estreno del conjunto blanco en la recién creada competición de Liga, no sólo inauguró el casillero, sino que logró otros tres tantos que, junto con el de Morera, dejaron un marcador final de 5-0 frente al Europa. Acabada la temporada firma 11 dianas, el Real Madrid finaliza la Liga en segunda posición, a 2 puntos del F.C. Barcelona, cae en la Copa en la famosa "Final del Agua" ante el Espanyol por 2-1 (tanto de Lazcano), pero conquista el Campeonato Regional por delante del Athletic de Madrid.

El 16 de septiembre sufrió un grave accidente de moto cuando iba camino de Sevilla para fichar por el Real Betis. Cerca de Villarta chocó contra un vehículo que le dejó en estado grave con heridas en la cabeza y congestión pulmonar. Se pensó que no volvería a jugar y el equipo verdiblanco desechó su fichaje. Reapareció en enero del año siguiente y pudo participar en la campaña 1929-1930. En el enfrentamiento liguero de la jornada nueve ante el F.C. Barcelona da comienzo la racha de Lazcano frente a la escuadra blaugrana al anotar 1 gol en la victoria por 1-4, y en la segunda vuelta logra otros tres que ayudan a derrotar por un contundente 5-1 al eterno rival.

La llegada de grandes jugadores para el curso 1931-1932 cambia el panorama de la institución, se contrata a los defensas Ciriaco y Quincoces y al delantero Olivares procedentes del Alavés, a Luis Regueiro del Real Unión y al canario Hilario procedente del Deportivo para conformar un excelente plantel. Se obtiene sin ninguna derrota la primera Liga de la historia con un Lazcano soberbio desde el ala derecha asistiendo a sus compañeros y marcando cinco goles, uno de ellos en la visita al F.C. Barcelona el 3 de abril de 1932.

En 1933 se revalida el entorchado liguero al aventajar por dos puntos al Athletic en una campaña en la que Lazcano cae lesionado y únicamente juega 4 partidos de Liga con dos goles en su haber. En la temporada 1933-1934 no se puede con el Athletic en Liga, pero se consigue tras varios años de espera la Copa. Se elimina consecutivamente a Osasuna, Athletic tras un desempate, y Real Betis para disputar la final ante el Valencia, al que se derrota por 2-1, tanto definitivo obra de Lazcano en el minuto 73. En la última temporada del jugador pamplonés como madridista -en 1935- termina con un total de 10 tantos, dejando gran sabor de boca al firmar un triplete al Barcelona en Liga en la jornada 10 en un partido que finalizó por un abultado 8-2.

El bagaje para la historia que deja "El niño de los caracoles" en la entidad blanca es de 147 partidos entre todas las competiciones y 79 dianas, ocho de ellas conseguidas en 9 partidos oficiales frente al F.C. Barcelona. Su carrera continúa en el Salamanca y el curso 1935-1936 es traspasado al Atlético de Madrid, en el que juega 12 partidos de Liga para colgar las botas a final de temporada.

Con España actúa en cinco encuentros y anota un gol. Hizo su estreno en un amistoso ante Portugal a la que se gana por 5-0 y dos meses después -el día 15 de Mayo- aparece en el XI inicial frente a Inglaterra en un partido para la historia. Forma en la delantera con Goiburu, Gaspar Rubio, Padrón y Yurrita y en una memorable tarde de España se vence a los inventores del fútbol por 4-3 (diana de Lazcano que suponía el 2-2). Se despidió de la selección en noviembre de 1930 en un amistoso contra Portugal (0-1) en el que tuvo que salir sustituyendo a Goiburu en el minuto 15.

Tras finalizar su carrera deportiva se dedicó a ejercer la medicina, aunque también llegó a ser seleccionador formando tripleta con José Luis Costa y Ramón Gabilondo entre 1959 y 1960. Además presidió la Federación de Pelota en 1963, deporte del que era gran aficionado, se le nombró vocal de la Federación Española de Fútbol en el mismo año y tiempo después fundó junto con su hermano José Luis -en Madrid- el Club Apóstol Santiago, una escuela deportiva dedicada a fomentar el deporte entre los más jóvenes.

Falleció el 1 de Junio de 1983 en Madrid a los 73 años.

Hoy 1 de diciembre se cumplen 101 años del nacimiento de Pruden Sánchez, un delantero capital en la historia merengue al lograr con sus goles que el Real Madrid permaneciese en Primera División en una campaña donde se rozó el descenso de categoría.

Salmantino de Babilafuente fue un jugador de gran oportunismo y eficacia, con un buen disparo con ambas piernas y un poderoso remate de cabeza. Le gustaba ir al choque en cada jugada y siempre incomodaba a los zagueros rivales por su fuerza y vigorosidad. No era un prodigio técnico y su estilo era poco estético, por ello siempre buscaba la portería contraria sin adornos ni florituras.

Comenzó su carrera en la UD Salamanca con el que subió a 2ª División antes del estallido de la Guerra Civil. Al término del conflicto permaneció una campaña más en el conjunto salmantino hasta que recibió una propuesta del Atlético Aviación para hacer una prueba en el equipo rojiblanco. En el ensayo convenció al cuerpo técnico y a los directivos y un mes después se cerró el acuerdo para su fichaje. El Atleti revalidó el título de Liga en 1940-1941 y Pruden  tuvo mucho que ver al ser el máximo goleador de la competición con 30 goles.

En el periodo estival Pruden pidió a la directiva rojiblanca una ficha profesional ya que aún era jugador amateur. Las conversaciones no llegaron a buen puerto y las divergencias económicas hicieron que el ariete decidiese abandonar la entidad y regresar a la UD Salamanca. El de Babilafuente además aprovechó para continuar sus estudios de medicina que había dejado a medias tras su mudanza a Madrid un año antes.

Los primeros rumores sobre su fichaje por el Madrid surgieron tras participar en el homenaje a Jacinto Quincoces. Disputó varios amistosos con los blancos al mismo tiempo que intentaba mantener al Salamanca en la categoría de plata. Finalmente en marzo de 1943 se cerró el trato por el que Pruden reforzaría a los capitalinos a partir de la Copa que se disputaría desde finales de abril.

El Salamanca acabó bajando tras ser tercero de su grupo en la liguilla final por la permanencia y Pruden debutó en las filas merengues en el torneo copero precisamente ante la escuadra charra en Chamartín. Vencieron por 5-1 a su ex equipo con dos goles que llevaron su firma y en la vuelta también lograron el triunfo por la mínima. En las eliminatorias posteriores el Real Madrid derrotó a Español, Xerez y F.C. Barcelona con el famoso 11-1 en el que el artillero salmantino marcó tres dianas y se clasificó para la final en la que caerían contra el Athletic.

La parroquia blanca tenía puestas grandes esperanzas en el salmantino dadas las magníficas cifras goleadoras que tuvo en el equipo vecino. Sus actuaciones en la Copa de 1943 fueron muy buenas, pero sus dos primeras temporadas completas dejaron dudas en la directiva y en la hinchada. Nueve goles en 1944 y siete goles en 1945 fueron el bagaje en dos años en el que la escuadra entrenada por Ramón Encinas no alcanzó ningún título.

La situación cambió con la llegada de Quincoces al banquillo blanco. En el curso 1945-1946 Pruden marcó 20 goles en Liga y solo fue superado por Zarra en la clasificación de mejores artilleros. El conjunto blanco no pudo pelear por la competición doméstica pero obtuvo la Copa después de 10 años de sequía. Eliminaron consecutivamente a Club Ferrol, SD Ceuta, Alcoyano y Real Oviedo y se presentaron en la final contra el Valencia al que vencieron por 3-1, con doblete de Pruden.

La campaña siguiente se hizo cargo del equipo Baltasar Albéniz, aunque el rendimiento en Liga fue muy pobre al quedar pronto descolgados de la lucha por el título y terminar en séptimo lugar. Pruden sí rayó a gran nivel y consiguió con 22 dianas su mejor cifra de goles con la camiseta blanca en el campeonato liguero. Solo restaba una opción para no tildar de fracaso la temporada y era la Copa. La escuadra merengue defendía el título y lo acabó revalidando, algo que no hacía desde 1908. En su camino hacia la final se deshizo de Club Ferrol, Real Betis, Castellón y Athletic Club, y en el duelo por el título se vio las caras con el RCD Español. El encuentro se disputó en Riazor y el Real Madrid alzó el título tras un 2-0, el último tanto obra de Pruden en las postrimerías del choque.

El curso 1947-1948 fue el último del futbolista salmantino en la disciplina merengue. El equipo no funcionó en ningún momento de la campaña y la ansiedad y el agobio por verse en los puestos de abajo condicionó cada partido. Pruden perdió la titularidad, y tras marcar un gol en la primera jornada ante el Alcoyano estuvo 25 encuentros seguidos sin hacerlo.

Sin embargo, los otros dos goles que firmó fueron los vitales para que el Real Madrid siguiese en la Primera División. A la última fecha del campeonato, el plantel entrenado entonces por Mister Keeping llegó en el puesto once con posibilidades reales de bajar. Los asturianos habían cumplido todos sus objetivos y eso jugó a favor de los madrileños. Pruden, con dos dianas en la primera mitad, sentenció el partido y salvó al Real Madrid de la categoría de plata. Unas semanas más tarde el charro abandonó la institución madridista tras 114 partidos oficiales y 93 goles.

Su siguiente club fue el Real Zaragoza y en 1949 se marchó al Plus Ultra donde tras permanecer cuatro campañas se retiró del fútbol a los 37 años.

Nunca fue internacional con la Selección española precisamente por la gran competencia que había para el puesto de delantero centro, donde principalmente Mundo y Zarra, que empezaba a destacar, le cerraron el paso.

Tras colgar las botas siguió ejerciendo la medicina, y en 1953 entró en los servicios médicos del club merengue. Lo compaginó algunos años con el puesto de delegado y posteriormente ejerció como médico de empresa hasta su jubilación.

En 1958, el presidente de la UD Salamanca y antiguo compañero suyo Dámaso Sánchez de Vega le entregó la máxima distinción del club en homenaje a todos los años que se enfundó la camiseta charra.

Falleció el 25 de Febrero de 1998 en Madrid a los 81 años.

 

Ah, but I was so much older then, I'm younger than that now”. Bob Dylan, My back pages.

Que yo recuerde, en los años 70 los partidos de Primera División se jugaban siempre los domingos por la tarde, no más tarde de las 16:30. En alguna temporada ponían un único partido por televisión (TVE1)  que solía jugarse a las 20:30.

En mi casa, los domingos eran un día muy estresante. Familia numerosa de nueve hermanos y hermanas, por las mañanas íbamos a misa en San Luis de los Franceses y luego a comer en casa de mi abuela Manuela o en el domicilio familiar. Cuando había partido del Madrid en el Santiago Bernabéu, además del guirigay que se organizaba durante la comida con tantos comensales, teníamos que apañárnoslas para, por supuesto, no perdernos el capítulo semanal de “El Virginiano” (o años más tarde de “La casa de la pradera” ) y, acto seguido, los hermanos futboleros salíamos corriendo hacia la plaza de Manuel Becerra para coger el autocar que nos llevaba al estadio. “¡Al fúrbol! ¡Al fúrbol!”, se desgañitaba el conductor que aparcaba su viejo autocar delante de la parroquia de Nuestra Señora de Covadonga para atraer a los hinchas y aficionados y, posteriormente,  apelotonarnos en él como sardinas en lata de escabeche. Si tenías suerte, hasta a veces podías ir sentado. Recuerdo bien el olor a bocadillos de chorizo y el de la tinta de los ejemplares de Marca que hojeábamos los seguidores. Cuando el Marca era el Marca…

Aquellos domingos por la tarde eran gloriosos. Toda la semana yo estaba esperando ese momento. Desde la Plaza de Lima, donde nos “soltaba” el autocar, corriendo con la lengua fuera hacia el Fondo Norte, donde nos ubicábamos donde podíamos, preferentemente tras la portería, y por supuesto de pie. Si ese día había atasco de tráfico, a rezar para poder ver algo. Ni tornos ni historias. Mucha gente se colaba por entonces, y no sólo los niños. Recuerdo los porteros del estadio, con sus gorras pasadas de moda y normalmente malhumorados ante las avalanchas de espectadores ante cada puerta.

En las tardes de invierno, pasaba antes y durante el partido un vendedor con copas de plástico microscópicas y las rellenaba por 4 pesetas con el brandy 501. “¡Su calorcillo! ¡Hay copas de coñá!”. En aquel entonces no había marcador electrónico en el Santiago Bernabéu. Si no llevabas radio al estadio (y en aquella época las radios portátiles pesaban de a kilo), era prácticamente imposible saber lo que estaba ocurriendo en otros campos. Tenías que haber sido previsor y llevar encima una chuleta con el “Marcador simúltaneo Dardo” de esa jornada y adivinar por ejemplo que si la clave Reloj Radiant ponía 0-1,  eso significaba que la UD Las Palmas acababa de anotar un tanto en la Nova Creu Alta de Sabadell. Vamos, que para ir al fútbol había que ser un experto en Código Morse.

Los espectadores podían consumir durante el partido varias toneladas de pipas, además de los consabidos bocadillos caseros de calamares y salchichón. Equipos hoy en día casi olvidados en divisiones inferiores, como el Pontevedra, el Burgos o el Salamanca , venían a ponernos en dificultades con sus planteamientos defensivos.

Muchas veces, ya empezado el partido, mi amigo Pablo y yo saltábamos a la tribuna para ver el partido cómodamente sentados. Y en el descanso, recorríamos el trayecto hacia el Fondo Sur para poder ver el segundo tiempo desde allí y poder ver de cerca los goles de Santillana o de Roberto Martínez, Pipi. A poder ser, también en la tribuna. Aunque bien es cierto que el Fondo Sur solía estar bastante más lleno que el Norte y, sobre todo, en las segundas partes atacando esa portería nuestro equipo.

En aquellos años, el Real Madrid solía seguir dominando la competición doméstica. El bloque del equipo lo seguía formando la vieja guardia ganadora de la VI Copa de Europa, con Pirri, Grosso, Amancio, Zoco y Manolo Velázquez, el jugador más talentoso de la época, intermitente y genial como pocos. Muchas veces cuando el partido estaba aburrido (o ya decidido en el resultado), yo me entretenía contemplando la forma de jugar de Velázquez, cómo templaba, miraba a su alrededor y lanzaba un pase majestuoso a 35 metros. Cuando llegó Günter Netzer en 1973 me ocurrió algo parecido. Era el talento ante todo lo que yo iba a ver, además de ver a los nuestros ganar.  También recuerdo que cuando aquellos genios fallaban un pase o no se marcaban una carrera “tribunera” , eran castigados con la clásica sinfonía de viento tan propia del Bernabéu. Los silbidos actuales a Benzema, Keylor o Danilo no son nada novedosos…

Se me quedó grabado en la memoria un gran disgusto cuando mi padre no me dejó ir a ver el Madrid-Barcelona de la temporada 73-74, ya que se jugaba por la noche y al día siguiente había que madrugar para ir al cole como cada lunes. Fue la nefasta noche del 0-5, que por suerte no tuve que ver in situ. Pero al final de aquella temporada, mi padre me compensó ampliamente al llevarme a la final de Copa –al estadio del Manzanares– para contemplar uno de aquellos partidos imborrables como fue el 4-0 (Santillana, Rubiñán, Aguilar y Pirri) del Madrid al Barça, esta vez sin jugadores extranjeros por ambas partes (era el reglamento de la época en la Copa, ni jugaron Netzer, ni Pinino Mas por el Madrid, ni tampoco Cruyff ni el Cholo Sotil por parte azulgrana). El mítico Ramón Moreno Grosso fue sustituido casi al final del partido para que el gran capitán Ignacio Zoco recibiese la copa de campeón en su último partido en el Madrid.

En febrero de 1974, el Barcelona ganó 0-5 en el Santiago Bernabéu

Siempre recordaré aquellas tardes de domingo, con frío, con lluvia o con un sol abrasador (en los días calurosos se vendían viseras de cartón en los puestos callejeros por 50 céntimos de peseta, junto con aquellos caramelos Saci y las bolsas de pipas), con un ambiente muy familiar y siempre festivo, tan diferente de hoy en día.

Al terminar el partido, otra situación clásica: la tercera parte del aforo ya estaba vacío, esa mala costumbre de nuestro público de no aguantar hasta el pitido final, fuese el resultado que fuese. Y en ese instante, nueva carrera para buscar pr Concha Espina el autocar que nos llevaría a “¡Manuel Becerra! ¡Manuel Becerra y Ventas!”, de nuevo con apiñamiento  humano, de nuevo trayecto de pie con los debidos tropezones debido a los frenazos y acelerones consabidos. Y escuchando por la radio del autocar a Vicente Marco y a Joaquín Prat en el Carrusel Deportivo de Radio Madrid, amenizado con los comentarios de Juan de Toro hablando de “Anís Castellana, su presencia siempre agrada”, y con las conexiones con los estadios de Altabix, Pasarón o El Arcángel.

Y llegar a la plaza de Manuel Becerra, a eso de las 7 de la tarde, normalmente con la satisfacción por la victoria de nuestro equipo, y ver a unos chavales vender por 1 peseta en la boca del metro una hoja, del tamaño de medio folio, llamada “Goleada”, en la que a esa hora ya estaban impresos los resultados de la jornada de Primera y Segunda División, a falta del partido nocturno y televisado (por la única cadena y lógicamente en blanco y negro) , con lo cual ya podíamos consultar como iba nuestra quiniela semanal hasta ese momento.

Y volver a vivir el partido, ya en casa. El pundonor de Pirri, los paradones de García Remón, las fintas del brujo Amancio, la sobriedad defensiva de Benito, la velocidad de Aguilar…

Y empezar a pensar en el partido de la siguiente semana, aquella bendita rutina.

spotify linkedin facebook pinterest youtube rss twitter instagram facebook-blank rss-blank linkedin-blank pinterest youtube twitter instagram