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Nunca (En respuesta a José María Faerna)

Nunca (En respuesta a José María Faerna)

Escrito por: Manuel Matamoros19 septiembre, 2015
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Con José María Faerna, Número 1 -para mí no sólo de los Faerna, sino de mis referencias galernautianas-, comparto experiencias remotas de una Patria lejana, en el sentido de la expresión de Rilke. De ellas trae causa su forma de ver el fútbol. Seguramente hundirá sus raíces en las entradas de 10 pesetas, sólo para niños y militares sin graduación, del gallinero de Padre Damián, a las que la experiencia se ve que ha ido vistiendo, brote a brote, de referencias para la reflexión, árbol de sabiduría a cuya sombra uno se sienta confortablemente a leer. Quizá por eso, compartimos una forma de ver el fútbol. Y quizá por eso, también, a los dos nos ofenden los pitos a los nuestros, que constituyen el motivo del artículo a una de cuyas tesis incidentales brevemente respondo.

“Históricamente, -dice Número 1- el Bernabéu ha pitado cuando al equipo le entra la caraja, y yo no tengo nada que objetar: son pitos que dicen que así no.” Yo, sin embargo, sí tengo algo que objetar: Nunca frente al enemigo.

El único atlético no antimadridista que conozco suele decirme que el fútbol tiene sus códigos, y no respeta a quien no los respeta. Dando por cierto su aserto, añadiré que el primer código del fútbol es animar al que falla. Lo sabe, y en general, lo practica, cualquier jugador aficionado de campo de tierra. Puede constatarlo quienquiera que se acerque a un partido de barrio cualquier fin de semana. Cuando rompes ese código, pitas al que yerra en un marcaje, falla un gol cantado, o se deja el balón en una finta, el fútbol te devuelve un jugador sin confianza, mutilado en sus capacidades, atenazado por el miedo a cometer el siguiente error.

El año que nací vio también la luz “Las Cosas del Fútbol”. Asistido del bisturí finísimo del humor más lúcido, esta obra diseccionó el fútbol de aquél tiempo. Sus principios generales, sin embargo, resultan de asombrosa actualidad en el fútbol de este tiempo, tan distinto. Pablo Hernández Coronado, persona clave en la construcción del Real Madrid y del fútbol español, reprocha al espectador ciertas actitudes poco inteligentes, que coinciden con esas mismas costumbres sobre las que Número 1 dice no tener que objetar. Eso sí, demuestra que cuando José María nos dice “históricamente”, lo dice con verdadero fundamento.

Xabi-Alonso-Mascherano-Barca-OKAS

Ya no hay tranvías, y si los hubiera daría lo mismo. Excepto a Xabi Alonso, jamás nos encontraríamos en un tranvía a un jugador del Madrid. En la obra citada, Don Pablo, que antes había sido futbolista, declaraba admisible que un socio pegara un estacazo en un tranvía a un jugador que no se empleó con el debido entusiasmo; nunca, nunca, en cambio, que en el campo contribuyera a rebajarle la moral. Claro que, en la jerarquía de deberes de los socios que establecía Don Pablo, la obligación de animar al equipo estaba por encima de la de pagar puntualmente el recibo, que declaraba sagrada con toda lógica pragmática, porque de su puntual cumplimiento dependía que pudiera llevar todas las semanas a casa su sueldo de Secretario técnico del Madrid.

El sueldo de José Ángel Sánchez sólo en un 8,7% depende hoy de que los socios paguemos puntualmente los recibos. Y sin embargo, un elevado porcentaje de ellos consideran ésta su única obligación. De aquí derivan el supuestamente recíproco derecho de convertir nuestro Bernabéu en el campo más incómodo del mundo para nuestros jugadores, si les da la gana a dichos socios, que para eso pagan.

No podré nunca compartir esa actitud de cliente engreído. La relación de un socio con su equipo es de naturaleza emocional, no comercial. Es una comunión con jugadores, técnicos y, sobre todo, el resto de los socios en una aspiración común: la victoria. Contribuir a desmoralizar a los jugadores de tu equipo es apartarse de esa comunión, pasarse al enemigo, traicionando al resto de los socios.

Cuando peor lo hace un jugador, o cuanto más difícil le resulta al equipo superar al enemigo, más ánimos necesita. Y sí, comparto con José María que la decepción por la falta de compromiso, no tanto como el disgusto por el desacierto, pero incluso éste, se puede expresar, y se debe. Pero que sea como José María nos relata que sucede cuando la acorazada de picar, que decía el inolvidable Joaquin Vidal, se retira a sus cuarteles en Las Ventas. En eso viene a coincidir con Don Pablo. Como en Madrid no hay tranvías, en “Otro Bernabéu es posible” los de Primavera Blanca, que también coincidimos con Don Pablo, propusimos, hace años, un pacto al Madrid: agradeciendo a la afición su aliento, los jugadores deben despedirse desde el centro del campo después de los partidos, y sólo ése será el momento de la censura, si la merecen.

Quizá el destino tenga reservado a Sergio, por cuya afición taurina se le presume conocedor de la costumbre que cita Número 1, ser el capitán que cambie la actitud indiferente del equipo en las despedidas. Eso ayudaría mucho a los aficionados a recordar, después de cada partido, la comunión de aspiraciones a que me he referido antes, para no traicionarla en el siguiente. Los miles de seguidores que venimos al campo decididos a animar al equipo, sin esperar a que el equipo nos anime a nosotros, seguiremos mientras tanto demostrando, durante los partidos, que tiene que cambiar la actitud patológica de un público espectador que hace muchos años traspasó los lindes de la exigencia, en que escuda su implícito complot con el enemigo, para instalarse en el territorio de la pura ingratitud.

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Abogado. Colaborador de ZoomNews y tertuliano en diversos medios de comunicación. Madridista.

20 comentarios en: Nunca (En respuesta a José María Faerna)

  1. Muchas gracias por tu respuesta y por tus elogios, Manuel. Tu propuesta me gusta porque, en efecto, tiene mucho de esa codificación taurina del disenso, tan civilizada. Yo también creo que no se deben pitar los errores, que forman parte de un juego tan azaroso como el fútbol y me parece que el Bernabéu pita más actitudes que errores. Por otra parte, hay algo idiosincrático en esas maneras un punto olímpicas del madridismo que tiene su gracia. Sin duda, habría que ahormarlas, pero forman parte de nuestra personalidad, que también incluye no fallar nunca en las grandes ocasiones.

  2. Buenos días D. Manuel y felicidades por este artículo, bien escrito, claro y sobre todo oportuno, que enlaza con otros artículos publicados en esta sección de La Galerna, que inciden en el mismo problema que usted clarifica y denuncia, concretamente EL MADRID NO TIENE AFICION, de D. Mario de Las Heras publicado el 13/09/2015 y ENDIOSINCRACIA, de Pepe Kollins el 15/09/ 2015, que recomiendo leer o releer, me da que este problema tiene difícil solución por dos motivos ( entre otros ) principales: 1) La muy peculiar psicología de una parte importante de la afición madridista, sobre este tema reléase el artículo de D. Antonio Valderrama; CONTRA EL MADRILEÑISMO del 11/07/2015.
    2) L a notable influencia que en gran parte de la "afición " madridista, ejercen los medios de comunicación contrarios al Madrid, que yo cuantifico en un 80% del total. Como todo cambio cultural se requiere, paciencia y tiempo.
    Saludos blancos y comuneros

  3. "No podré nunca compartir esa actitud de cliente engreído. La relación de un socio con su equipo es de naturaleza emocional, no comercial".

    Justísimo. Yo sostengo que un partido de fútbol no es, ante todo, un espectáculo, sino un acontecimiento deportivo. No es una película de gran presupuesto que se proyecta en un maxi-cine, sino una competición, una lucha, en la que el público -no sólo el "espectador", que significa "contemplador"- participa, toma partido. "Público" no equivale a "consumidor", por mucho que esta metáfora esté hoy de moda.

    Añado que el aficionado que pita a los suyos se pone a sí mismo, a su frustración, por encima de su equipo. Actúa como el consumidor que reclama que le ofrezcan más por su dinero, o que, si no, se lo devuelvan. Y, en el Madrid, ése es precisamente el tipo de aficionado al que nuestra querida prensa tanto elogia.

  4. Excelente articulo. Jamás puede considerarse los pitos y silbidos al equipo como algo normal, y menos frente al equipo al que se esta enfrentando.
    Yo como venezolano, asisto a los juegos de mi ciudad, el Caracas FC, y por más que el equipo este perdiendo frente a nuestro mas acérrimo "enemigo" de la liga, se ha llegado a pitar. Al contrario, es donde más y más fuerte entonamos nuestros coros, aupando a nuestro club, dándole los mejores de los ánimos para que puedan sentir que estamos con ellos, nos convertimos en el jugador número 12 en cancha.
    Salvando las distancias que existen entre un humilde club como lo es el Caracas FC y el Real Madrid, no existen distancias entre los aficionados de ambos clubes, ya que somos lo mismo, queremos ver a nuestro equipo ganar todos los fines de semana, frente a quien sea.
    Si algo quisiéramos manifestar en contra de algún directivo, cuerpo técnico o jugador, esto se hace de puertas para adentro. Así, sin más.
    Como decimos aquí en Venezuela: "Los trapitos de lavan en casa"

    Saludos desde este lado del charco.

  5. Cualquier día veremos a buena parte del Bernabeu vestidos de etiqueta como si de ir a la opera se tratara. No se el método,pero habría que "refrescar" la sangre de buena parte de la grada si no llegaremos a la endogamia más degenerada.

  6. Pues estando de acuerdo con la base del artículo, el partido de hoy contra el Granada es fiel reflejo de lo que entendí quería expresar Número 1. Y, por desgracia, no le falta razón. Los pitos al descanso fueron merecidos (abro paraguas).

    No se debe pitar una cantada del portero, un fallo a bocajarro del delantero o un mal pase de un centrocampista. Pero la desidia y el dejar hacer deben ser censurados. Esa actitud no debe consentirse lo más mínimo y yo comprendí perfectamente a los que así mostraron su disconformidad con lo visto en la primera mitad.

    También podríamos hablar de los supuestos en los que un jugador no defiende al Club y...bueno lo dejo.

    Pitos no, nunca, pero...

  7. Muchas gracias a todos.

    Cuando observas el público del Bernabéu, Javier, constatas que no sus patologías no están relacionadas con la edad, a pesar de que la edad -hoy he cumplido 60, ya sé algo de esto- contribuya a la mala leche. El refresco de "cultural" lo estamos haciendo hoy, partido a partido, y temporada a temporada, en la Grada de Animación, en la que participan socios. pero sobre todo no socios. Desde hace tiempo sostengo que un club en el que resulta tan complicado acceder a la condición de socio -en la actualidad sólo hijos y nietos de socios gozan de ese privilegio- debería concederla exclusivamente, incluso para los aludidos descendientes, sólo después de participar activamente durante cinco o seis años en su Grada de Animación, aprovechando su pacifismo y pluralidad actuales. Ello contribuiría a ir poblando el abono, a medida que cumplieran la edad de salida de la Grada, de seguidores (no meros espectadores -gracias por apreciar el empleo de la sutileza, querido DeSqueran-) educados en el compromiso con el equipo.

    No merece las gracias, admirado José María. Sí nos merecemos ambos una charla distendida, al amparo de un buen vino, que Número 3 me ha prometido organizar. Quizá cuando nuestro común editor se deje caer por la Corte.

    Los artículos que citas, Comunero, deberían formar parte de la materia sujeta al examen de ingreso de socio del Madrid. Educación General Básica. Te agradezco mucho todos tus comentarios a mis colaboraciones.

    Y para terminar, Edgar, es tremendo que el Madrid, siendo el más grande, tenga tanto que aprender de los equipos pequeños. Tremendamente "Real". Un envidioso saludo desde esta parte del Charco.

  8. Sabes que en esto no estoy al 100% de acuerdo contigo, Manuel
    Me encanta la idea que propones de que Sergio sea el primer capitán que consiga juntar a todo el equipo una vez terminado el partido en el centro del Estadio para recibir el pulgar arriba o abajo muy al estilo alemán.
    Me consta que esta en las gestiones y la dificultad de las mismas, ojala lo consiga.

    Pero creo que la exigencia es parte de la idiosincrasia del Club. No me gusta que se pite por fallos técnicos y es cierto que eso es lo que se da en los últimos años en gran parte del Estadio, comportamiento por otra parte muy influenciado por esta prensa que nos rodea que busca exactamente eso.
    Sin embargo, el Estadio debe seguir castigando la falta de actitud y no debe bajo ningún concepto esperar al final del partido para el juicio.
    PepeKollins lo dice en su texto, se creen Dioses porque lo son. La mayoría de partidos da igual el nivel del rival, salen al campo y en poco tiempo ellos mismos se dan cuenta de que ganan con la gorra.
    Recuerdo el partido en Turin del año pasado en la ida de las semifinales, salimos a verlas venir la Juve nos pega 2-3 sustos con gol incluido y el Madrid se pone las botas, en los últimos 20 minutos hasta el descanso el repaso es toma pan y moja tan grande y claro que los propios jugadores lo notan: " Bah! nos los comemos en cuanto queramos, son peores que nosotros".
    Así vimos la segunda parte que vimos.

    Si esto ocurre en unas Semis de Champions, en era Mou vs Dortmund mas de lo mismo en la ida, que no puedes esperar un día cualquiera random contra un Granada de la vida en el Bernabéu, Manuel?

    Es uno de los males endémicos de nuestros jugadores desde hace eones y por tanto de nuestro Club. Ni siquiera Capello o Mourinho fieles representantes de la etapa Cacique que tan bien cuenta siempre PepeKollins han sido capaces de cambiar eso.
    Solo el Bernabéu es capaz de hacer de despertador ante estas actitudes de nuestros Dioses que se dan con cierta regularidad.

    Y es que los Dioses están por encima de lo divino y lo humano, sino los despertamos cuando toca despertarlos se nos irán al Olimpo para no volver.

    En definitiva, diferenciemos actitud con fallo técnico puntual con entrega. La exigencia del Bernabéu siempre fue esa.
    Ahora la estamos confundiendo porque existen muchos factores externos que promueven esa confusión.

  9. Excelente entrada, Manuel. También lo fue la de José María. En este debate, en coherencia con lo que alguna vez he escrito, me posicion con Manuel. Los abucheos suelen dar lugar a un círculo vicioso del que sólo sacan rédito nuestros adversarios. Conozco pocos jugadores que rindan más con los pitidos que con los aplausos. Un público que ha pitado a Zidane de poco puede presumir.

    Lo que siempre digo: qué suerte tener La Galerna que nos posibilita debates de altura.
    Pd: me apunto al encuentro cuando nuestro editor tenga a bien.

  10. Muy de acuerdo con el artículo de esta entrega. Jamás entenderé que se pite a uno de los nuestros. Se demuestra muy poca inteligencia o vista al ir en contra de nuestros propios intereses, porque pitando a uno de los nuestros no se le motiva precisamente. No sé si con el carnet de socio se debería incluir una guía de cómo ayudar a tu equipo y otra de cómo joderle pa vino.
    Creo que al final del partido es cuando hay que pedir cuentas, si alguien necesita desahogar su rabia contra algún jugador que según él no esté a la altura o no se entregue como debiera a este escudo.
    Saludos

  11. Ese concepto de "cliente ingreído", o de quien manda es quien paga, está muy bien para los teatros o los centros comerciales, pero no para el fútbol. En la antigua Grecia, cuando la obra de teatro no gustaba a los espectadores, éstos arremetían contra los actores lanzándoles lo que tuvieran a mano.
    Esta manera de pensar la he escuchado mucha veces como justificación a la idea de pitar el himno en los estadios de comunidades de corte nacionalista o independentista. Como pago, puedo pitar. Pues mire, no. Si usted no está de acuerdo con España, con su equipo, o con la competición que se está disputando, pues no participe de ella, no vaya al estadio, no desperdicie su dinero en eso. Una actitud así solo sería justificada en un saboteador o perturbador, un enemigo de lo que se está realizando.
    Creo que hay una diferencia entre el "consumidor" de productos mercantiles y el de fútbol. El segundo es un "seguidor". Debería tener claro su papel en el "evento". Un papel desinteresado. Una persona que paga por recibir "satisfacciones emocionales" a cambio. Aunque actualmente el Real Madrid es una entidad "autosuficiente", el papel del socio o seguidor, aunque sólo sea nominal, es el de sustento de un equipo. Yo "pago" (tanto en metálico como en ánimo y espíritu) por mantener a mi equipo, como un matrimonio, en las buenas y en las malas. Es puro amor. El día en que considere que esa relación ya no es lo que esperaba, pues mejor sería "divorciarse".
    Con todo, creo que sólo los "pitos" lograron sacar de sus "Casillas" (nunca mejor dicho) a nuestro antiguo capitán. Esos pitos (necesarios para mí), iban también contra la "inmovilidad" que se había establecido en el club respecto a este problema.

    1. Estoy de acuerdo con lo que dices, Mauro. Sin embargo, y para ser justos, también hay que decir que el alto precio de las entradas ya predispone al público a actuar como consumidor exigente. Lo explicaba Nick Hornby en "Fiebre en las gradas": cuando los clubes ingleses se vieron obligados a remodelar sus estadios por cuestiones de seguridad, no tuvieron más remedio que encarecer las entradas para poder financiarse. Y esa medida seleccionó, "filtró", un tipo de público distinto: menos participativo y más "aburguesado" (pero también, y de nuevo para ser justos, menos violento).
      Otra cuestión que creo que puede influir es la medida en que el público acuda al estadio de forma más o menos individual, o en grupos. Porque -yo mismo lo he comprobado- uno se siente algo ridículo animando rodeado de desconocidos.

  12. Siguiendo en la linea de Mauro, estoy muy de acuerdo con el tono general de la entrada, pero tengo que hacer una confesión. Soy socio y he pitado en el Bernabéu, y no me arrepiento para nada de ello. He pitado a Iker Casillas, nunca antes lo hice y espero no volver a hacerlo nunca más con un jugador de nuestro equipo, menos aún con el capitán. Pero sin esos pitos, este año Casillas seguiría siendo titular y nuestros protagonistas del portaanálisis seguirían alabando el traje del emperador sin que nadie reconociera que está desnudo. No eran pitos de cliente engreído desencantado con lo que recibía a cambio del precio de su abono, eran pitos del que trata de conseguir, con las pocas armas de que dispone, que el club de sus amores deje de estar secuestrado. Por ello espero que el padre Suances perdone mis pecados pese a mi falta de arrepentimiento.

  13. Creo que tanto el artículo de Matamoros como el de Faerna son importantes, porque van definiendo una deontología del "pito". Si importante es el pito útil y necesario que delineaba Faerna, también lo es el silencio y el apoyo antipito que propone Matamoros. Con todo, y debido a la larga tradición y mala reputación de pitidos que acumula el Bernabéu, creo que es más importante actualmente que no se pite y que se anime, a que se siga pitando ya hasta por inercia.

  14. Perdona Manuel pero con la grada de animación tocas ya un tema que .... Estoy en el sitio menos indicado para hacer critica pero tengo que decirlo. No me explico como han pasado y siguen estando en la grada de animación gentes que nada han tenido que ver con el club nunca, y algunos incluso, aunque esto tampoco debería ser suficiente, no son siquiera socios de ninguna peña o asociación que justifique su derecho a abono en el estadio. No pertenezco al grupo que se ocupo durante 30 años de la animación en el estadio. No soy socio, soy peñista, de provincias, al Bernabeu voy unas 8 o 10 veces al año, lo cual he comprobado que en la mayoría de los casos se corresponde con una objetividad que se diluye en aquellos que tienen posibilidad de tomar parte en el club, tener el control de ciertos entes, grupos, espacios como esta pagina web que estén vinculados al club, o simplemente tener un abono en el estadio. No entrare en la para mi clara decadencia de la calidad de la animación en el estadio que en algunos momentos ha rozado lo vergonzante para el resto del publico, cada uno hace lo que puede supongo, no cuesta nada hacer un mosaico que no parezca del pro evolution. Pero la cantidad de enchufes en la grada, constatados a lo largo de la temporada pasada, (he estado entre vosotros en alguna previa y es algo que saben hasta los jubilados de las peñas de la zona a los que el Bernabeu les queda a unos 600 kilómetros) es inadmisible. El panorama que he podido ver en las previas es francamente deshalentador, y es que ya ni lo disimulais porque por poner un ejemplo ¿que hace un imberbe argentino viajando con el equipo en uno de vuestros videos y diciendo que es el el que enseña los cánticos a los fans del Real Madrid? ¿de verdad que la explicación a esos cánticos que no atinais a coordinar es el chaval este que no se sabe de donde ha salido? ¿por que los grupitos de amigos de un socio? ¿por que los enchufados por las peñas piperas?

    1. Bueno, supongo que no te molestará que te conteste yo, aunque estoy seguro que cuando Manuel lea la interpelación directa te dará cumplida respuesta.

      En primer lugar, en la grada de animación puede estar cualquier madridista que lo desee. No sabía que hacía falta tener un pedigree especial para poder pertenecer a ella. En la actualidad TODAS las personas que están en la grada o bien socios del Madrid o bien pertenecen a alguna de las peñas o asociaciones reconocidas legalmente por el Real Madrid Club de Fútbol. Este punto ya mejora sensiblemente la situación anterior donde había un grupúsculo de personas integrados en una organización que no era reconocida por el Club. En cuanto se les exigió que cumplieran con ese requisito la respuesta fue negativa intentando imponerse por encima del propio Club al que dicen representar. Si bien bastantes miembros de este grupo sí aceptaron esa condición y se integraron en la nueva grada.

      El acceso a esa grada, por tanto, es abierto. Cualquier madridista que lo desee, lo único que tiene que hacer es ponerse en contacto con cualquier grupo o peña de las que han decidido integrarse y seguir las indicaciones que se le presenten. Por supuesto, todo subordinado a la oferta de plazas y orden de prelación de solicitud. Cosa normal en cualquier organización. Otra mejora a destacar respecto a la situación anterior donde sólo unos pocos decidían quién entraba y quién no era merecedor de apoyar a su equipo de una determinada manera.

      Respecto al nivel de animación tampoco estoy de acuerdo en lo que dices. Yo soy abonado y te puedo decir que en la mayoría de partidos en los que ha funcionado esa grada de manera autónoma no sólo no es que sea peor que lo anterior, es que es bastante mejor, teniendo picos realmente buenos. La pena es la ubicación en el estadio pero con 1600 miembros es complicado crear algo serio abajo sin crear problemas a muchísimos socios. También es verdad que no siempre han estado a un nivel bueno, como por ejemplo la primera parte del partido contra el Granada, donde se apreció bastante desajuste. Pero, sin que sirva de disculpa, con tanto grupo distinto y de gente tan heterogenea que compone la nueva grada de animación me parece normal y bastante poco ha sucedido para lo que se pudiera pensar en un principio. De todos modos, imagino que será cuestión de tiempo que esa amalgana de personas funcione como un reloj, aunque estoy seguro que lo acabaremos viendo.

      Sobre "los enchufados", supongo que te referirás a las personas que entran a esa grada, es que esa terminología es tan "churrender" que me pierdo, pero bueno ya te he contestado antes que no es que haya enchufados es que es abierta a todo el que quiera. No veo el problema por ningún lado. De hecho, si por mí fuera, que la amplíen y tendríamos a más gente animando y menos turistas.

      Lo del argentino y sus canciones pues no sé pero las principales innovaciones en cuanto a cánticos de esa grada fue "el indio desime que se siente..", una de Raphael, y alguna más típicamente de aquí. Solo la primera se le podría atribuir y tampoco porque se gestó viendo el Mundial de Brasil. Si a cualquiera que se grabe un video se le da credibilidad pues muy bien.

      Por lo que se refiere a las previas poco se puede decir salvo que cada uno haga lo que pueda. La situación de seguridad no invita a organizar nada. Así que ni desastre ni no desastre, simplemente quedan amigos como pueden. Ojalá algún día se pueda quedar en algún sitio fijo sin tener que mirar a la espalda.

      No sé si me dejo algún punto sin tocar pero por lo que a mí respecta prefiero esta situación con sus peros a lo anterior. El poder ver a niños de corta edad en esa grada ya vale más que cualquier soflama de las que se cuentan retorciendo la realidad.

  15. DeSqueran, yo nunca he podido disfrutar la suerte de ver un partido del Madrid en el Bernabéu. Sobre todo por cuestiones logísticas. Tampoco sé cuánto le puede salir una entrada a un socio o a peñistas, pero las últimas veces que he visto su precio por internet, hay un mínimo de 30 euros, que para mí es asequible. Eso sí, no sé cuántas localidades se venderán con ese precio, y por supuesto seguro que será un sitio del estadio muy desfavorable, pero no creo yo que eso sea un motivo que pueda justificar un pitido. Este es un tema bastante complejo e interesante, y no podemos pasar de algunas opiniones.
    Respecto a lo que dices de ir solo, es cierto. Pero, si no te dan ganas de animar, por lo menos no pites. Creo que en esto también influye mucho el hecho de que el público del Bernabéu, como del estadio de cualquier gran club de fútbol, es muy heterogéneo, y hay una gran cantidad de espectadores que son turistas. Pero si están ahí y han pagado por ver al Madrid, es porque les gusta el Madrid, más allá de un partido puntual desafortunado. Yo dudo que un "guiri" anime, pero dudo también que pite.
    Y, lo de pitar, la verdad es que he podido vivirlo en otros estadios de primera mano. Lo que pasa es que en el Bernabéu ya empieza a ser desde hace tiempo una especie de costumbrismo esto de la cultura del pitido.

    1. No digo que los precios altos justifiquen el pitar a tu propio equipo, sino que predisponen al público, con razón, a adoptar una actitud distinta a la del aficionado que participa. Es como el himno del centenario: no tengo nada en contra del himno en sí (aunque me parece bastante pomposo, pero eso también le da cierta gracia auto-irónica), pero creo que predispone al público a callar y escuchar (como en la ópera), y no a participar (no creo que nadie se anime a cantar a coro con Plácido Domingo); el himno de la décima, en cambio, tiene una letra sencilla y emotiva, y está pensado para ser cantado y para exaltarse un poco.

      Lo que apuntas de la heterogeneidad del público es muy interesante, y seguramente sea una de las razones de fondo para que cueste arrastrar a todo el estadio a participar.

      1. El himno de la décima a mi me provoca te diría que hasta el enfado, es horrible, da vergüenza, y que encima te lo colequen tras cada gol con el idiota del speaker del Bernabeu te estropea toda la experiencia, esto me pasa a mi viéndolo en la television y cuando voy al estadio es aun peor.

        Himno del centenario cambio de speaker y algo mejorara el asunto, si ya encima contratas a alguien que se ocupe de los mosaicos como lo tienen en el Barcelona o el Bayern se volvería un poco a la normalidad en cuanto a ambiente.

        El cambio de focos tampoco ha ayudado la luz es excesivamente fria desde el año pasado.

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