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Melchor Miralles: "Ya ves cómo le va a Mirotic. Y no le va a ir mejor"

Melchor Miralles: "Ya ves cómo le va a Mirotic. Y no le va a ir mejor"

Escrito por: Andrés Torres9 octubre, 2020
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Melchor Miralles recibe a La Galerna en su casa de Madrid donde cada pequeño detalle respira periodismo; desde libros, a portadas, pasando por mapas recuerdos y fotografías. Pero hoy no buscamos al Melchor periodista. No vamos a hablar de Diario16, ni de El Mundo, tampoco de la trama de los GAL o de Señor X alguno. Hoy queremos descubrir al Melchor madridista, casi galernauta, todo un referente del periodismo de investigación en España, polifacético, que dirigió durante un bienio en la junta directiva de Ramón Calderón la sección de baloncesto del Real Madrid en los que cosechó un sinfín de memorables anécdotas… y algunos triunfos notables.

 

¿Lees La Galerna, Melchor? Di la verdad

La verdad absoluta: de vez en cuando.

¿Qué te parece?

Muy madridista. Muy Real Madrid. Está muy bien escrita. Hay firmas y entrevistas que me gustan. Pero no entro todos los días en La Galerna.

A lo mejor entras más ahora que hemos fichado como colaborador a un buen amigo tuyo: Ángel Antonio Herrera

Un gran fichajazo. Un gran madridista… al que yo puteo.

¿En qué sentido?

Tengo una coña con él en los partidos de Champions que solemos ver en su casa. Yo siempre voy con el adversario. Nos toca el Liverpool y ya empiezo a putearle desde el sorteo, os vais a cagar, como si yo fuera del Liverpool. Aparezco en su casa con camiseta, bufanda y bandera del Liverpool, las pongo en la tele y Ángel Antonio se vuelve loco.

Eliminamos al Liverpool y nos toca el PSG y el PSG pasa a ser mi segundo equipo. Y así sucesivamente sólo por putearlo. Le mando un whatsapp y le digo: “Oye. ¿Vemos el partido?” Y me contesta: “Si me juras que vienes sin atrezzo, sí”

Y se cabrea muy en serio conmigo. Después no pasa nada.

¿Y si marca el Madrid? ¿Lo celebras o quedas abducido por tu troleo?

Lo celebro, pero después sigo troleando el partido.

Entrevista Melchor Miralles La Galerna

Melchor, hay una tradición en las entrevistas de La Galerna, coge papel y boli. A todos los entrevistados les pedimos un once histórico madridista. Tu favorito, no necesariamente los mejores.

Casillas, Carvajal, Ramos, Benito, Gordillo. Pirri, Redondo, Stielike. Cristiano, Di Stefano y Gento. Joder, qué equipazo.

Ahora justifícamelo un poquito.

Casillas porque me parece el mejor portero de la Historia del fútbol a pesar de su abrupta salida, que no fue por culpa suya. Carvajal, a lo mejor no está hoy en su mejor momento, pero me parece un lateral muy solvente, un tío de la cantera, que puso la primera piedra de Valdebebas. Ramos, indiscutible. El Hacha Benito, uno de mis jugadores favoritos. Gordillo, lateral izquierdo histórico, por delante de Marcelo y de Roberto Carlos. Probablemente los dos sean mejores, pero Rafa Gordillo a mi me entusiasmaba. Pirri, madridismo en vena. Redondo, un 5 elegante con categoría, con una cabeza impresionante. Uli era otro de mis jugadores favoritos. Y el tridente creo que es indiscutible; Cristiano, qué voy a decir de Cristiano, Don Alfredo Di Stefano y Don Francisco Gento.

Me quedo jodido de no meter a Juanito.

¿Un banquillo?

Miguel Ángel. En la defensa Isi San José, lo digo porque es mi amigo y un madridista absoluto, Roberto Carlos, Schuster, Juanito, sin duda, y Santillana.

¿Entrenador?

Miguel Muñoz y Vicente del Bosque.

Once ideal Real Madrid Melchor Miralles

¿De dónde nace tu madridismo, Melchor?

Yo soy el pequeño de una familia de diez hermanos. Una familia donde hubo muchas necesidades. Fui prácticamente criado por un tío mío, lo cual era un alivio económico para mis padres. Él fue quien me hizo socio. Iba todos los domingos. Después de adolescente empecé a ir de pie al Fondo Sur siempre a la última fila, porque como soy pequeñito prefería donde tenía mejor visión. Empecé a ir al Bernabéu de crio con 5 años y ahora soy socio número tres mil y pico. Son ya más de 50 años de socio del Real Madrid. Yo era amigo del fotógrafo del Real Madrid, Pedrito García, que me llevaba con frecuencia a los vestuarios y me hacía fotos con los jugadores. Llegué a conocer a Santiago Bernabéu.

¿Cuántos años tenías cuando conociste a Don Santiago?

Un enano. Tendría 7 u 8. Me impresionó muchísimo. Mi madridismo está unido a mi infancia.

Tienes nueve hermanos ¿Hay unidad madridista?

No es una familia futbolera pero la respuesta es sí. Los Miralles somos una familia decente. No hay garbanzos negros.

¿Te consideras muy madridista?

Más.

¿Cuál dirías que es tu primer recuerdo madridista? Una imagen…

Lo primero que me viene a la cabeza es…. Betancor, Pachín, De Felipe, Sanchís, Pirri, Zoco, Serena, Amancio, Grosso, Velázquez y Gento. Un espectáculo: El Madrid Ye-Ye, de la sexta Copa de Europa. Primer gol del Partizán, marca Vasovic. Empata Amacio y Serena marca el gol de la victoria. Recuerdo esa temporada entera. Eliminamos al Kilmarnock escocés, al Inter, se lesiona Betancor y la final la juega Araquistain. Qué recuerdos.

¿Y tu recuerdo más intenso?

Glasgow. Final. Con mi hijo Jacobo pequeñito. Me dice “tengo que hacer pis” y yo “me cago en la leche”. Nos vamos al baño en mitad del partido, volvemos y a los tres segundos, la volea de Zidane. El abrazo que me di con mi hijo, cómo lloraba mi hijo, fue uno de los momentos más emocionantes de mi vida. No de mi vida madridista. De mi vida.

¿Has educado a tus hijos en el madridismo?

Yo no soy una persona que le gusta imponer. Pero mi hijo es muy madridista porque iba conmigo al fútbol desde pequeño. Eso sí, le gusta más el baloncesto. Mi hija si le preguntas te dice que es del Real Madrid. A mí, salvo el balonmano, me gustan todos los deportes. De hecho, yo quería ser jugador del Real Madrid.

¿Estuviste alguna vez cerca de ese sueño?

Yo quería jugar al baloncesto, pero era tan malo que no me dejaban. Y empecé a jugar al fútbol y lo hacía muy bien. Hice las pruebas del Real Madrid en la Ciudad Deportiva, me cogieron, jugué ahí con Grosso.

¿Cómo se truncó tu carrera deportiva en La Fábrica?

Miguel Malbo era el responsable de la cantera y me invitó un día a que no volviera, porque yo tenía un punto macarra que no encajaba con la filosofía del club.

¿De qué jugabas?

Un extremo derecho espectacular. Talentoso pero muy peleón, me expulsaban con frecuencia, me encaraba mucho con los defensas, si me daban, daba. Y en el Madrid se cuidaban mucho esas cosas y Malbo me dijo: “Melchor, no encajas”

Era Un extremo derecho espectacular. Talentoso pero muy peleón, me expulsaban con frecuencia, me encaraba mucho con los defensas, si me daban, daba. Y en el Madrid se cuidaban mucho esas cosas y Malbo me dijo: “Melchor, no encajas”

Sigues siendo macarra…

Sí. Eso no ha cambiado.

¿Y después?

Seguí jugando en equipos de ligas de la comunidad de Madrid, fútbol de campo de tierra, navajas en las gradas, fútbol duro… Al final quedé para los torneos de prensa donde se quebró mi carrera deportiva con una gravísima lesión en la Ciudad Deportiva del Madrid en un partido entre Diario 16 y Antena 3. Me peleé con mi amigo José María García y me reventé una rodilla, una triada.

¿No tuviste ninguna oferta del Atleti?

No.

¿La hubieras aceptado?

Probablemente sí. Yo quería ser futbolista. Me hubiera encantado. No soy nada anti-Atlético. Me cae bien el Atleti.

¿Y tu peor recuerdo madridista?

Suecia. Final de la Recopa. El Aberdeen entrenado por Sir Alex Ferguson contra el Real Madrid. Derrota y bfffff… Recuerdo ver a Pineda reventar de una patada la puerta del vestuario. Yo iba acreditado como periodista, pero en realidad iba de forofo. Y dices: Joder, macho, el puto viaje hasta aquí en una mierda de vuelo, sin dormir, termina el partido y hasta las cinco de la mañana esperando en aeropuerto… Los viajes de vuelta después de perder, prrr, son terroríficos.

Yo he viajado mucho con el Madrid y me han tocado muchas tristezas. También recuerdo el empate en Eindhoven, era una Copa de Europa que teníamos que haber ganado con la Quinta del Buitre. Hugo Sánchez estuvo a punto de meter el gol que necesitábamos.

Formaste parte de la directiva de Ramón Calderón. ¿Cómo valoras la gestión de Florentino Pérez?

¿Florentino me gusta como presidente? No. ¿Que Florentino ha hecho muchas cosas muy buenas para el Real Madrid? Indiscutible.

¿Conoces a Florentino? ¿Te llevas bien con él?

La gente me dice que tengo manía a Florentino Pérez y no es verdad. De hecho, durante una época me llevaba muy bien con él, pero creo que ahora me ve mal porque fui de Calderón. Me parece que es él quien me pone la cruz.

También te digo que hay cosas de Florentino que nunca olvidaré. Cuando muere mi padre, Florentino viene al funeral, y me pareció un  detallazo. Se lo dije: Florentino, no sabes cómo te agradezco que hayas venido. Creo que lo hizo de corazón.

Durante tu etapa en el organigrama del club, ¿cuál fue tu función?

Full time baloncesto. Luego estaba en las reuniones de la Junta Directiva donde el baloncesto siempre era el ultimo punto del orden del día, lo cual me cabreaba mucho. Yo soy un aficionado, no soy un técnico. Yo tenía a Antonio Martín de responsable. Debajo de Antonio estaba Alberto Herreros.

Melchor Miralles Alberto Herreros

¿Cómo recuerdas tu primer día en la oficina?

Yo tome posesión una tarde y a la mañana siguiente ya tuvimos que tomar decisiones. La primera, el cese de Bozidar Maljkovic que se lo tomó muy mal. Una negociación complejísima.

¿Se lo tomó mal?

Muy mal. Yo le explique con toda sinceridad: Mira, Boza, yo no cuestionó tu cualificación como entrenador, no es discutible, tu currículum es espectacular, pero éste es un nuevo proyecto y yo tengo otras ideas para la sección. Quiero otro entrenador.

Él es un tipo soberbio y me dijo “no vas a encontrar otro mejor que yo”. Tuve suerte porque su representante era Gorka Arrinda, tenía a los mejores jugadores de la ACB, llevaba a Felipe entonces. Me llevaba bien con él porque a mí me gusta la gente que defiende sus intereses, pero no quiere ganar hasta el último céntimo de euro. Defendía a sus representados, pero sin enrocarse, sin malos gestos, sin presiones a través de los periódicos. Gorka facilitó el acuerdo.

La primera decisión fue el cese de Bozidar Maljkovic que se lo tomó muy mal. Él es un tipo soberbio y me dijo “no vas a encontrar otro mejor que yo”

No está mal para ser el primer día…

Después hubo un enganche porque al final hubo que pagarle una cantidad. En un momento dado, llevábamos todo el día desde por la mañana y eran las siete de la tarde, el abogado me dice “dale los 30.000 euros ya y que se vaya de una vez”. Yo le dije: Yo por 30.000 euros le engancho a un tío del cuello y no le suelto. Y me dice “joder, pero si no son tuyos”. Y le digo: oye, macho, que son del club, yo soy directivo del club, estoy defendiendo los intereses del club y voy a pelear esos 30.000 euros.

Yo le dije que incluyera una cláusula para que no entrenara ese año a ningún equipo Euroliga si seguía cobrando del Real Madrid y Boza me dice “¿Cómo me vas a prohibir entrenar?”. Yo le digo, hombre, si cobras del Real Madrid no vas  a entrenar a un competidor nuestro. Y ahí se enganchó. ((Maljkovic fichó por el Baskonia después de un año sin entrenar))

Gracias a Gorka pudimos resolverlo razonablemente.

Entrenador cesado, entrenador nuevo…

Escuché a Antonio Martín y a Alberto Herreros y te voy a contar una cosa que no he contado nunca; me reuní con Aito García Reneses que estuvo muy cerca de firmar, pero al final no se animó. También tuvimos al entrenador croata Repesa cerquísima, pero un día a mí se me encendió una luz y me dije: una de las cosas que quiero es españolizar este equipo. Y entonces me senté con Antonio y Alberto y les dije que me habían hablado muy bien del segundo entrenador de Boza Majkovic, Joan Plaza. Es un tío que venía del Joventut, entrenador de cantera…

Que nunca había sido primer entrenador…

Exacto. Él tenía una oferta como primer entrenador en LEB. Yo estaba en una reunión de la directiva y salgo porque me dicen que ha venido Joan y nos dice que se va porque tiene una oferta. Entonces salí de la reunión y le dije a Joan: No te vayas. Me contesta “Melchor, yo es que de segundo entrenador… sólo aceptaría ser segundo entrenador de… y me dio tres o cuatro nombres de entrenadores supertop, porque quiero ser coach.

Y le dije: Joan, no te vayas, porque será como tú dices; serás segundo entrenador de alguno de los entrenadores que has mencionado o serás primer entrenador. Joan, mírame a los ojos, fíate de mí y quédate.

Melchor Miralles entrevista baloncesto

Y Joan Plaza pasó de entrenar en la LEB a entrenar al Real Madrid…

Decidí que fuera Joan, hablé con Ramón y le dije: “Ramón, voy a tomar una decisión que nos pueden llover hostias por todos lados diciendo que el Real Madrid se ha vuelto loco y nombra entrenador a un señor, ex funcionario de prisiones, que tiene una carrera de entrenador de cantera del Joventut, segundo entrenador del Joventut y segundo de Boza Maljkovic. No ha sido primer entrenador en la vida”. Ramón me contesta: “¿Tú crees que es el entrenador idóneo?”. Y le digo: Yo escucho a los que saben, yo soy un aficionado, no soy un técnico, es una operación que tiene un punto de riesgo, si sale mal nos van a fundir, pero si sale bien… pues fíjate. A mi me gusta arriesgar y este tío se lo merece. Ha trabajado como una bestia en el Madrid.

“Es tu decisión y la apoyo”, me dijo Ramón.

¿Mantienes el contacto con Joan Plaza?

Sí, sí, y te voy a enseñar una cosa muy bonita. El primer título de la etapa de Ramón Calderón en el Real Madrid fue la Copa ULEB de Baloncesto. Unas semanas después de ganar la copa, viene Joan y me dice “tengo una cosa para ti”. Me da un sobre. Y me dice: “ábrelo en tu casa”.

Y esto fue lo que me dio. Qué cosa más bonita. Qué tío más cojonudo.

Melchor Miralles carta de Joan Plaza

 

Viendo al actual Real Madrid de Laso, ¿quizás el proceso comenzó con Joan Plaza en el banquillo?

Ahí se hizo un equipo en todos los sentidos, deportivo y humano. Un vestuario impresionante. Tuvimos unas limitaciones económicas. Yo intenté que el club pusiera más dinero en el baloncesto, no lo conseguí. Después Florentino lo ha hecho.

Y aun así el Real Madrid hizo unos fichajes de primerísimo nivel.

¿Por ejemplo?

Sergio Llull. Es un fichaje del que estoy muy orgulloso, pero el mérito fue sobre todo de Joan Plaza, Alberto Herreros y Antonio Martín. Joan cuando quería algo era muy pesado, machacaba mucho, pero respetaba la cadena de mando. A mitad de temporada me viene Antonio Martín y me dice: “Joan quiere fichar a un chaval del Manresa que se llama Llull. ¿Tú cómo lo ves?”. Yo no había visto a este chaval, pero había hablado con gente que sí que me decían que apuntaba altísimo. “Habrá que pagar al Manresa”, me dice Antonio. Y le digo: pero este chico ¿va a jugar? Y me dice: “Pregúntaselo a Joan”.

Hablo con Joan y me dice: “Melchor, quiero a este tío, quiero a este tío”. Pero vamos a ver, Joan, que no pongo en duda que este Llull sea bueno, pero ¿va a jugar?

Y me dice: “No. Esta temporada va a jugar los minutos de la basura, pero la temporada que viene va a reventar. Te lo garantizo”.

Hablo con Joan y me dice: “Melchor, quiero a este tío, quiero a este tío”. Pero vamos a ver, Joan, que no pongo en duda que este Llull sea bueno, pero ¿va a jugar?

Y me dice: “No. Esta temporada va a jugar los minutos de la basura, pero la temporada que viene va a reventar. Te lo garantizo”.

 

Y le digo: Joan, pero… ¿vamos a fichar a un chaval a mitad de temporada que no necesitamos?

“Lo necesitamos y lo quiero ya para que se empape de vestuario, se empape de Real Madrid, que vea todos los días a Felipe, el capitano, y que esté aquí con el equipo. Éste el año que viene revienta”. Y le dije: Pues si esto es lo que quieres, fichamos a Sergio Llull.

¿Recuerdas el día que llegó a Madrid?

Recuerdo la llegada de Sergio, la firma del contrato. Después fuimos a comer a uno de los restaurantes del Bernabéu y yo me dije qué tío más encantador, más respetuoso. Él estaba impresionado, es muy madridista. Entras en la T4, en las oficinas, eso impresiona, ves todas las Copas de Europa y dices “joder”. El chaval firmaba un contrato profesional con el Real Madrid con 19 años. Pero a la vez tenía una confianza que me recordó a Raúl.  Yo hablé un rato con él: Sergio,  ¿vienes con ganas o qué? Y me dice: “Buah, me voy a dejar aquí la vida, la vida”.

¿Cuánto tardó en explotar?

Lo que dijo Joan. Explotó en un partido de pretemporada que jugamos en el Palacio de los Deportes contra Toronto Raptors que ganó el Madrid y en el que Sergio se salió. Y a partir de ahí ya, imparable.

Estamos hablando de una leyenda…

Yo no te oculto que cuando veo jugar a Sergio siento una parte de orgullo. Yo no digo que fui yo quien fichó a Sergio Llull, quien ficha es el Real Madrid, pero puse mi granito de arena.

¿Más fichajes que recuerdes especialmente?

Nosotros fuimos quienes incorporamos a Niko Mirotic a la cantera. Recuerdo la reunión con él y sus padres, gente humilde de un pueblo de Montenegro, que alucinaron cuando les dimos una visa del club para sus gastos. “¿Qué es esto?”,  me preguntaron sujetando la tarjeta como si fuera un cacho de plástico. Yo creo que no habían visto una visa en su vida. Se lo expliqué y me dijeron que de tarjetas nada, que les diéramos la pasta en metálico.

te voy a contar una cosa que no he contado nunca; me reuní con Aito García Reneses que estuvo muy cerca de firmar, pero al final no se animó.

15 años después, ¿puede decirse que el fichaje de Mirotic nos salió rana?…

Nada de rana, se fue a la NBA. Lo que pasa es que ahora ha cometido la estupidez de irse al Barça, pero cada uno va donde quiere. Ya ves cómo le está yendo y no le va a ir mejor.

Es el nuevo Tomic, que se fue allí a ganar títulos.

Llull y Mirotic, dos fichajes extraordinarios…

Sí, pero hay que contarlo todo. También fui el responsable del fichaje de uno de los grandes fracasos del Madrid del baloncesto: Papadopoulos.

El pívot griego barbudo….

El Madrid necesitaba un 5. Toda Europa quería a Papadopoulos. No había discusión de que era el 5. Estaban Panathinaikos y CSKA detrás de él. El CSKA le pagaba un millón más que nosotros. Pero vino. Los medios decían: “El Madrid ficha a Papadopoulos, la hostia”.

Papadopoulos era el fichaje estrella de la temporada…

Era como fichar a Mbappe. ¿Cuál fue el problema? Pues que a este chico se le fue la pinza. Llegó a Madrid y se enamoró de la noche. Y además tenía la manía de desaparecer. Resulta que se iba a Mallorca a bucear, deporte prohibido por el club. Eso genera problemas en el vestuario, el tío mejor pagado, el jugador franquicia… El tema Papadopoulos pudo romper el vestuario, pero el vestuario era espectacular y no se rompió. Eso sí, el equipo le puso la proa. El entrenador estaba hasta los huevos y nos decía a Antonio y a mí: “yo no puedo con este chico, si es que no viene a entrenar, yo no puedo dormir con él en su casa”.

Y nos pasábamos el día buscándolo. El delegado del equipo y yo. Le llamas por teléfono y no se pone y vas a su casa y no abre. Y después resulta que está en Mallorca. Cuando conseguíamos hablar con él era como hablar con Forrest Gump. No hubo forma de encauzarlo.

Deshacernos de él fue complicadísimo. La operación Papadopoulos la recuerdo como una pesadilla.

A pesar de Papadopoulos el Madrid volvió a ganar…

Sí, sí, ganamos la ULEB y ganamos la Liga ganando el cuarto partido del playoff final en el Palau contra todo pronóstico. Imagínate lo que es ganar la Liga en el Palau. Es como un orgasmo. Teníamos un gran equipo.

Melchor Miralles Copa ULEB

Quizás era un Real Madrid inferior al actual, pero sí era un Madrid muy querido…

Muy querido. Tunceri, Raúl López, Hervelle, Louis Bullock, Felipe, un vestuario de personas excelentes, Charles Smith….

Charles Smith, un gran madridista…

Tengo una anécdota con Charles. Yo no era un directivo de entrar en el vestuario, el vestuario es sagrado. Yo entré cuando ganamos la ULEB y la Liga, porque allí entra todo el mundo, y sólo entré una vez más. Fue cuando nos eliminó el Maccabi en Madrid, en Vistalegre, a un paso de la Final Four. Una derrota dolorosísima, injusta, con un arbitraje cabrón y dije: este vestuario tiene que estar tocado. Voy a entrar en el vestuario. Antes de hacerlo hablé con Joan y le dije: Si no te importa voy a entrar en el vestuario de los jugadores. Y me dijo “te lo van a agradecer, que están muy jodidos”. Entré y el que peor estaba era Charles Smith, llorando.  Le digo: Pero Charles, ya está, ya está, tranquilo, esto es un deporte, a veces se pierde, seguís siendo igual de buenos, sois un equipazo y estamos orgullosos de vosotros. Ya está, Charles. Y me dice: “No, no, no, a mí el Real Madrid me paga para ganar estos partidos, ocupo una plaza de extracomunitario, y el Madrid no me paga para ganar al Breogán, con todos mis respetos, y yo hoy he jugado como el culo”. Y no paraba de llorar y de pedir perdón. Me dije: qué orgulloso me siento que un extranjero reaccione de esta forma tan madridista y sincera.

Es curioso cómo hay varios americanos, sea Brabender, Luyk, Bullock, Slaughter, ahora Thompkins, Randolph o Carroll, o el propio Charles Smith que son tan madridistas que parecen de Chamberí… ¿Cómo se produce esa chamartinización?

Primero, son muy buenos profesionales que entienden que llegan a un club histórico y que se esfuerzan por integrarse en el vestuario. Y segundo, son chicos que se sintieron acogidos por el club y el equipo. Bullock es como Bernabéu de madridista. Es acojonante este tío. Y sigue siendo igual de madridista.

Entré y el que peor estaba era Charles Smith, llorando.  "a mí el Real Madrid me paga para ganar estos partidos, ocupo una plaza de extracomunitario, y el Madrid no me paga para ganar al Breogán, con todos mis respetos, y yo hoy he jugado como el culo”. Y no paraba de llorar y de pedir perdón. Me dije: qué orgulloso me siento de que un extranjero reaccione de esta forma tan madridista y sincera.

¿Alguna otra anécdota de tu etapa como responsable del baloncesto blanco?

Tengo una lamentable.

Lamentables también nos valen.

Jugamos en Grecia un partido contra Olympiakos donde nos trataron institucionalmente mal. Ya tuvimos bronca. Tuvimos una discusión con los directivos de Olympiakos en un inglés macarrónico. Pero bueno, cuando insultas se entiende en cualquier idioma. Tú le gritas a uno y sabe que te estás cagando en su puta madre. No me acuerdo cómo ni por qué, pero al final del partido tuve un enganchón con Papaloukas.

Uno de los mejores bases de Europa…

Partido de vuelta en Vistalegre. Yo sentado en mi abono de primera fila, prefería eso al palco. Nos gana Olympiakos y en la última jugada del partido Papaloukas me ve y me hace el gesto de llorar. Fue pitar el árbitro el final y me fui a por Papaloukas, salté la publicidad, en un ejercicio de inconsciencia porque Papaloukas me mete a mí un viaje y estoy todavía volando.

Nos enganchamos a insultos y, cuando iban a empezar a llover tortazos, fundamentalmente contra mí, porque yo contra Papaloukas no duro ni medio asalto, apareció la Policía y nos separó. Luego me avergoncé mucho porque estaba con mi hijo, pero no pude reprimirme, estoy cero orgulloso de aquello.

No es el único enganchón que has tenido con una estrella del baloncesto europeo…

También la tuve con Rudy. El Joventut nos elimina en una Copa del Rey en Zaragoza con Rudy y Ricky Rubio. Se mete todo el equipo en el vestuario y Rudy se queda en la entrevista de la tele. Y yo, después de hablar con Joan, me quedo con Antonio y con Alberto en la puerta. Menos mal. Y de repente se oye un jolgorio y aparece Rudy saltando. Para llegar a su vestuario tenía que pasar por nuestro lado. Y delante nuestro empieza a celebrar el triunfo como un loco. Si no es por Antonio y Alberto me revienta. Me fui a por él. Qué parida es esta de celebrar nada en nuestra cara, vete a tomar por culo, metete en tu  vestuario. Menos mal que estaban Antonio y Alberto para decirme dónde vas.

También tengo anécdotas positivas, eh.

Cuéntanoslas.

En Charleroi, la ULEB, fue toda la junta directiva, primera final. Contra el Lyetuvos Rytas. Yo le dije a Ramón, si no te importa, paso del palco, yo me voy abajo, detrás del banquillo. Yo me llevaba muy bien con los Berserkers, pero me empecé a cabrear con ellos porque solo apretaban cuando el Madrid atacaba, no cuando defendía. Entonces salté de la silla, y me puse delante de los Berserkers, fuera de la pista, detrás de la canasta. Cuando nos atacaban me ponía a dirigir la orquesta a voces. La tele me pinchó cinco o seis veces y no daba crédito de ver así a un directivo del Madrid. De esto sí estoy muy orgulloso.

Y de repente se oye un jolgorio y aparece Rudy saltando. Para llegar a su vestuario tenía que pasar por nuestro lado. Y delante nuestro empieza a celebrar el triunfo como un loco. Si no es por Antonio y Alberto me revienta. Me fui a por él.

Ahora que hablamos de presión ambiental. ¿Dónde se recibe peor al Madrid?

Te voy a contar una cosa que me aconsejó Pedro Ferrándiz. Me dijo: “Melchor, en Barcelona y en Vitoria, donde nos tienen crucificados, a ti siendo quien eres te van a poner a parir. Yo que tú, haría lo que hacía yo en mi época”.  A él le cantaba Pizarrín, Pizarrín el enano saltarín. Y Ferrándiz, antes de que saliera el equipo, salía él a la pista y se daba una vuelta entera a la cancha andando despacito, pum, pum, pum, cayéndole La Traviata encima. “Entonces ya, cuando sale el equipo, están todos desfogados”.

Mi primer viaje a Vitoria y decidí hacer caso a un sabio. Salgo, me doy mi paseíto y me cayó la Traviata: Fascista, hijo de puta, vete a tu país, cabrón. Y Ferrándiz me decía: “Y tú, impasible, como si hubiera un silencio sepulcral”.

Pedro Ferrándiz

¿Dirías que Vitoria y Barcelona son las peores plazas?

El sitio donde peor lo he pasado como directivo del Madrid fue en el Sánchez Pizjuán. Allí sentados, el público esta muy cerca, un odio que yo no me lo podía imaginar Que nos matan aquí…

¡En Sevilla!

Como en ningún sitio.

¿Te peleaste con alguien allí?

Allí no (risas)

¿El Madrid de baloncesto es el hermano pobre del club?

Antes sí, creo que ahora han mejorado. Te cuento otra historia. Coincidió un fin de semana que jugábamos en Murcia el Madrid de baloncesto y el Madrid de fútbol. Por la mañana nosotros y por la tarde los del fútbol. Ya instalados en el hotel me empiezan a llamar directivos: “Melchor ¿Dónde estás?  Que no te vemos”. Y digo: Yo estoy en el hotel con mis jugadores. Y me dicen “¿Pero en qué hotel estáis?”. Pues no sé; en el Hotel “Manolo”. “No me jodas, pero ¿Por qué?” Lo contesto: Nosotros viajamos así, en hoteles de 3 ó 4 estrellas, en vuelos donde los jugadores no caben de lo largos que son. Muchos directivos se sorprendieron de aquello y hablaron con Ramón: “Oye, Ramón, macho, estos chicos que son un equipazo, mira qué hoteles”. Nosotros íbamos a hoteles decentes pero los del fútbol iban a hoteles de primera clase, en todo caso yo les insistí en que los jugadores no se quejaban. “Pues vaya mierda”, me decían algunos directivos.

Y yo les respondía: Pues yo soy feliz así con mi equipo, mis técnicos y mis jugadores.

Con la perspectiva que da el tiempo ¿cómo ves al Real Madrid de Laso hoy?

 Cuestionar a Pablo seria un sacrilegio, pero a mí no es el entrenador que más me gusta. ¿Es mi entrenador favorito? No. Hay entrenadores que me gustan más. No voy a dar nombres. Pero lo que le ha dado Pablo Laso al Real Madrid no es cuestionable. No sólo de títulos, sino de hacer equipo, de estilo. Veo al equipo fenomenal.

¿Y si se va Campazzo?

Yo tengo una preocupación distinta a la de la mayoría que está pensando en el Facu. Si se va el Facu es una putada porque es el mejor base de Europa, pero tenemos a Laprovittola que es un jugadorazo que tiene que dar el salto de sentirse importante. También tenemos a Carlitos Alocén que va a ser un gran base y va a tener más minutos sin el Facu. Y también está Sergio que pude jugar de 1. Creo que el puesto está cubierto.

Me preocupa más la posibilidad de que se vaya Gabi Deck a la NBA. Si se va, el equipo tiene un problema y el Madrid tiene que fichar sí o sí.

El equipo supo sobreponerse a la marcha del Chacho o de Doncic…

Así es y no son cualquiera. Lo de Doncic, por cierto, es absolutamente impresionante. Repito, aunque fichemos a un descarte de la NBA para sustituir al Facu, el que no tiene sustituto fácil en el mercado es Gabi Deck.

¿Es laso mi entrenador favorito? No. Hay entrenadores que me gustan más. Pero lo que le ha dado Pablo Laso al Real Madrid no es cuestionable. No sólo de títulos, sino de hacer equipo, de estilo. Veo al equipo fenomenal.

Has mencionado a Alocén ¿Qué te parece Alberto Abalde?

Fantástico. Por lo que me llega del equipo y lo que veo con mis propios ojos, Abalde se ha integrado en el equipo desde el minuto 1. Eso da idea de que es un tío centrado, que viene de tener un papel preponderante en el Valencia, y que llega al Madrid y no se ha acojonado. Ha llegado al Madrid y ha dicho: “Aquí estoy yo, este es el sueño de mi vida y la voy a romper”

Es un fichajazo. Abalde va a ser un jugador importante del Madrid y de la selección durante mucho tiempo.  Su fichaje, salvando las distancias, me recuerda al de Rudy, un fichaje nacional insuperable. Y ojo con Carlitos Alocén también.

¿Ves al Madrid favorito a todo?

Sí. Es un equipo hecho, se conocen, saben los sistemas, confían en su entrenador, saben dónde son vulnerables, dónde son imparables… Yo tengo una confianza bárbara en este equipo.

Y eso que dicen que a Florentino no le gusta el baloncesto…

Tengo que decir que Florentino ha pasado de querer cargarse la sección, lo ha tenido en la cabeza, a poner la pasta encima de la mesa y tener uno de los presupuestos más importantes de Europa.

¿Es una utopía un Real Madrid en la NBA?

Queda mucho para eso. Es un problema de las capitales europeas. Te preguntas: ¿qué equipos españoles podrían jugar en una conferencia europea la NBA? Madrid, Barcelona y Baskonia. Y la NBA te dice que el Baskonia, campeón actual de la ACB, no le interesa porque lo que no le interesa es Vitoria. En cambio, les interesa París, Londres y Berlín, donde no hay equipos punteros. Ni siquiera en Roma. Si allí hubiera equipos como el Real Madrid o el CSKA de Moscú la conferencia europea de la NBA sería mucho más factible.

¿Podría este Real Madrid competir en la NBA?

¿Competir para qué?

Llegar a playoffs por ejemplo…

Difícil. Pero un Madrid NBA haría fichajes NBA.

Tras pasar por la cancha y los despachos vamos al césped. ¿Cómo valoras a Zidane?

A mí no me gusta especialmente a Zidane, pero… a ver cómo discutes a un tío que cada 19 partidos te gana un título. Dicho esto, el fútbol que propone Zidane no me gusta, me aburre. Todos estos títulos que ha ganado el Madrid, que son incuestionables, no han estado acompañados de un juego identificable. El Madrid de la Quinta del Buitre no ganó la Copa de Europa, pero todo el mundo se acuerda de lo bien que jugaba ese equipo.

¿Cómo crees que ha gestionado Zidane la salida de James y sobre todo de Bale?

Mal. Dicen que Zidane es un gran gestor de vestuarios, pero ni los casos de Bale, James, Mariano o Jovic los ha gestionado bien. Yo creo que James en su primera temporada demostró que era un jugador para el Madrid. Y el caso de Gareth Bale me parece alucinante. Bale es un jugadorazo. Además, que un buen entrenador tiene que entender el patrimonio del club. Dices, oye, chico, este señor ha costado muchos millones, es el que más gana de la plantilla, el jugador franquicia y no juega. ¿Por qué Bale no ha jugado en el Real Madrid en su sitio? Bale todo lo bueno que hizo en el Tottenham lo hizo por la izquierda. No es extremo derecho. Me pone muy nervioso el latiguillo de la prensa deportiva de jugar a pierna cambiada. ¿Cómo es eso? ¿Se desatornilla la pierna la gente? No. Eso es jugar en su lado antinatural. A mi me gustan los diestros por la derecha y los zurdos por la izquierda. Yo no veo a Gento de extremo derecho. Zidane pondría a Gento de extremo derecho. Yo creo que si Bale hubiera jugado en su sitio las cosas hubieran sido de otro modo.

Lo que ocurre es que después de la final de Kiev, Bale no jugó ni por la izquierda ni por la derecha…

Ni por el centro.

¿Cómo ha podido ocurrir esto?

Son cosas que pasan. A mí también me pasó algo parecido con Papadopoulos.

¿Dónde colocasteis a Papadopoulos por cierto?

No me acuerdo a quién engañamos (risas).

Me pone muy nervioso lo de jugar a pierna cambiada. A mi me gustan los diestros por la derecha y los zurdos por la izquierda. Zidane pondría a Gento de extremo derecho. Yo creo que, si Bale hubiera jugado en su sitio, las cosas habrían sido de otro modo.

¿Confías en la apuesta del club por jóvenes promesas?

Veo un problema. La decisión institucional del club de apostar, al menos hasta el año que viene, por jugadores jóvenes como Valverde o Vinicius, no por grandes figuras, choca con que tiene un entrenador al que no le gusta jugar con chavales jóvenes. Siempre ha sido más de jugar con las vacas sagradas.

¿Necesita algo el Madrid?

Creo que el equipo necesitaba y necesita reforzarse. Necesitamos un central, un relevo para Casemiro y,  sobre todo, un goleador. Benzema lleva dos temporadas magníficas desde que se ha ido Cristiano, ha marcado muchos goles, pero no es un 9 killer. Al Madrid le cuesta Dios y ayuda hacer goles y no puede depender de que Sergio Ramos meta 15 goles al año.

¿Necesitamos un Haaland?

Sí. O identificar un Haaland o un Lewandowski.

Están Vinicius, Odegaard, Valverde, Rodrygo…

Una gran labor de scouting de Juni Calafat, claro que hay en el club gente trabajando en este sentido, aunque me gustaría que como director deportivo se hubiera quedado Mijatovic.

¿Es favorito a todo este Real Madrid?

Para la Liga puede dar. Para Europa claramente no.

¿Cómo ves la Fábrica?

También echo mucho de menos, porque soy muy madridista y creo que a la afición del Madrid le gusta, que haya jugadores de la cantera. Mariano metió 22 goles con el Lyon y el año pasado no rascó bola. ¿Me gusta Mendy? Me gusta. Pero me gusta más Reguilón.  ¿Qué jugador de la cantera apunta hoy a tener minutos? Es la famosa frase de tirar la puerta. Habrá que tirarla, sí, pero habrá que poner la puerta delante. Lo de la tirar la puerta se dijo mucho con Raúl. Mucha puerta, pero si dos señores que se llaman Jorge Valdano y Ángel Cappa no hubieran decidido que jugara, Raúl no hubiera llegado a ser lo que es.

 

 Entrevista: Andrés Torres

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Fugitivo catódico y periodista de fortuna, perpetrador de LaTiradeAndrésTorres.com. Polivalente como Arbeloa, elegante como Modric, apolíneo como Cristiano y leñero como Benito. Señorío a medida.
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