Las mejores firmas madridistas del planeta

El tío Ray

Escrito por: David Mata2 febrero, 2019
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Montesquieu dijo: “Me preguntas si hay judíos en Francia. Debes saber que, en cualquier sitio donde haya dinero, hay judíos”. La frase ilustra uno de los tópicos más célebres del antisemitismo, el de la particular relación entre los judíos y el dinero. El hispanista francés Joseph Pérez explicó en su libro "Los judíos en España" que la creencia medieval de que los judíos ejercían preferentemente profesiones de tipo comercial o financiero es una generalización que no se ajusta a la realidad histórica. Y tampoco disponían del monopolio de la práctica de la usura, pese a ser este uno de los principales argumentos del antijudaismo. Sin embargo, en lo que respecta a don Raimundo Saporta, la realidad sí se ajusta al tópico. Fue un judío sefardita que sabía manejarse muy bien con el dinero. Y de hecho ese talento fue su puerta de acceso al Real Madrid.

La anécdota de que Raimundo Saporta fue recomendado por el general Querejeta, de cara a organizar un torneo de baloncesto en el marco de las Bodas de Oro del club, es conocida. Lo que no es tan conocido son los motivos que dio el general para recomendarle. La carta de presentación decía que la Federación no había tenido más que deudas hasta que allí había entrado a trabajar un jovencísimo Raimundo Saporta (19 años), pero que desde que lo había nombrado tesorero, el muchacho le había permitido ahorrar diez mil duros. Durante su primera conversación, Bernabéu desconfío de su juventud, pero cuando le preguntó que cuánto podría costar organizar el evento, Saporta le contestó: “Nada. Se puede ganar dinero”. Así nació el interés de Bernabéu por hacerle directivo.

El retrato que nos ha llegado de Bernabéu habla de un dirigente muy preocupado por el control de gastos. Los empleados contaban que cuando llegaba a las oficinas alguien daba la voz de alarma para que se apagasen las luces superfluas, porque si no les caía una reprimenda. Quizás esto fuera una característica suya o quizás una obsesión nacida de la época que le tocó vivir. Julián García Candau escribió que él creía que había empezado durante la gira por América del año 1927, donde hubo poca formalidad por parte del empresario que los contrató, y a la vuelta Bernabéu se sintió humillado por la actitud de la junta, que no le recibió cuando él traía unas cuentas de gastos e ingresos detalladísimas; pero ya fuera por lo uno o por lo otro, lo cierto es que el tema del dinero le preocupaba hasta el punto de interesarse hasta por el precio del carrete de hilo con el que se zurcían las medias y calcetines del equipo (sic).

Como el torneo de las Bodas de Oro, celebrado en el Frontón Fiesta Alegre, fue un éxito y, efectivamente, dejó dinero en el club, Saporta pasó a formar parte de la directiva. Primero como contador y ya un año después como tesorero. Al cabo de poco tiempo, Bernabéu depositó toda su confianza en él, según especuló Julián García Candau, que tuvo bastante trato con Saporta, seguramente debido a su acertado desempeño en el complicadísimo fichaje de Di Stéfano. Un exjugador del club de la época, Luís del Sol, en una entrevista concedida a diario AS, en mayo de 2017, confirma que cuando él jugaba en el equipo, el trato diario con los jugadores era cosa de Calderón y Raimundo Saporta. Es más, por sus palabras se puede deducir que toda la política económica del equipo venía diseñada por el tío Ray. Sus palabras fueron:  “Si no eres feliz, te vuelves. Han venido a por ti, pero es que si vienen a por todo el equipo lo vendo entero, porque nos hemos metido a construir la Ciudad Deportiva (de Chamartín) y estamos cortitos”.

La frase ilustra bien un par de aspectos. La posición de Saporta dentro del organigrama del club como una especie de "director ejecutivo", atribuyéndose incluso la decisión del traspaso de del Sol, pero a la vez una faceta humana de relación personal con el jugador: “Si no eres feliz, te vuelves”. La política del club respecto a sus jugadores era absolutamente paternalista. El club interfería en la esfera privada de una manera que hoy en día resultaría impensable e imposible. Aunque, sin lugar a dudas, animados por un cariño genuino. El propio” Juanma" López Iturriaga, exjugador de la sección de baloncesto, ha reconocido que pese a que a él no le convencían del todo sus métodos, el tío Ray sentía debilidad por los jugadores. El tema es que también tenía una visión muy clara de cómo debía funcionar el club y eso significaba aplicar una política en extremo intervencionista.

El periodista del ABC, Julio Carlos Díez, cuando falleció Raimundo Saporta, escribió: “Los jugadores, de su club o de cualquier otro, le consultaban todo, desde el regalo adecuado para sus novias a la inversión más rentable para resolver su futuro”. Saporta era el especialista en relaciones públicas. Hasta el punto de ser invitado incluso a las bodas de los jugadores barcelonistas, donde siempre regalaba un marco de fotos de plata. Y a nivel interno sucedía otro tanto. Mientras que el gerente Antonio Calderón era el hombre duro, el que se ocupaba de dar las bajas, Saporta era el hombre bueno. Clifford Luyk, el Di Stéfano de baloncesto, llegó a decir en una entrevista, a El Mundo Deportivo, en 1978, que “El Real Madrid ha sido mi mujer y Saporta mi padre”. Saporta se reunía una vez al mes para almorzar con los jugadores solteros. Les aconsejaba sobre cómo invertir el dinero, algo para lo que estaba muy cualificado pues era director adjunto en el Banco Exterior de España, pero también en temas más personales.

Otro exjugador del baloncesto madridista, Rafael Rullán, contó en una entrevista en la web Libertad Digital, que él a quien le pidió permiso para casarse no fue a su padre, sino a Raimundo Saporta.  Y que Saporta tenía que dar su permiso, porque en aquella época, hasta que el jugador no se casaba, el club controlaba los ahorros de los jugadores españoles que procedían de su sección juvenil. Desde una perspectiva actual esto puede parecer inconcebible, pero los jugadores de la época no suelen manifestarse por este tipo de relación desde el rencor. Al contrario. Incluso jugadores contestatarios como Iturriaga dicen guardarle "un profundo cariño". Otros, como Rullán o Luyk, directamente hablan de él como un padre. El periodista Rafael W. González Cabrera explicó una anécdota relativa a un jugador del equipo de fútbol, el que fuera el relevo de Di Stéfano en el equipo, Ramón Moreno Grosso, que radiografía a que se debe esa devoción.

Ya retirado del fútbol, Grosso se deshacía en elogios al recordar a Raimundo Saporta, ya que decía deberle todo lo que poseía. Cuando había ganado la sexta Copa de Europa, siendo además titular, Grosso se quiso comprar un SEAT 600, que en aquella época costaba 60.000 pesetas, pero al ir al banco se encontró con la cuenta bloqueada. Preguntó al director de la sucursal y este le dijo que debía hablar con el señor Saporta. Así lo hizo y el tío Ray le mandó para casa diciéndole que se dejase de tonterías. Un año después Grosso intentó comprarse un piso y volvió a encontrarse la cuenta bloqueada. Unas semanas después el director del banco le llamó para decirle que el dinero (1.600.000 pesetas) ya estaba disponible. Durante esas semanas de demora Saporta investigó la solvencia de la inmobiliaria, lo relativo al verdadero valor del piso en el mercado y consiguió una rebaja en el precio.

Esta política paternalista del club, implementada por Saporta, ayudó a controlar la tendencia de los jugadores, sobre todo la de los más jóvenes, a gastar el dinero sin pensar que sus carreras son de corta duración. Los que seguían las directrices de Saporta acababan su etapa profesional teniendo un buen dinero guardado. Aunque el club también rescató en alguna ocasión a jugadores que habían invertido en algún negocio ruinoso. Según Julián García Candau, si en algo se parecían la práctica profesional del toreo y la del fútbol era que en ambos casos acababan surgiendo amigos del alma de debajo de las piedras. Y estos no suelen ser los más indicados para ayudarle a uno a aumentar su patrimonio. Ahí tenemos la anécdota de cómo perdió todo su dinero el Rei Pelé por primera vez (1968), a manos de un amiguísimo suyo llamado Pepe y apodado el Gordo, quien casualmente era natural de Pontevedra.

En cambio, la honestidad de Saporta la garantizaba su particularísima relación con el club. Según José Tovar, amigo íntimo de Bernabéu, Saporta jamás cobró del Real Madrid. Él nunca actuó por adicción al dinero, sino hacia las personas. Cuando Martín Semprún le preguntó a Saporta que por qué no había sucedido a Bernabéu, este le contestó que él más que madridista había sido bernabeuista. Así que al morirse don Santiago ya no tenía razones para quedarse. Quizás fuese esa fidelidad y desinterés para lo que Bernabéu llamaba "la causa", lo que le dotaba de esa autoridad moral ante los jugadores. Esa que le permitía hacerles firmar los contratos sin que leyeran lo que estaban aceptando. Pero las entrevistas que los exjugadores de la entidad han ido ofreciendo a lo largo de los años más bien apuntan a que ellos percibían que su interés era personal y genuino. Saporta se preocupaba por ellos porque los quería. Se puede ver este ese carácter protector hacia sus muchachos en muchísimas anécdotas, pero pocas veces quedó tan claro como cuando Jordi Bonareu le pidió romper su contrato, por una inesperada enfermedad de su padre, y Saporta le contestó:

— Sé que estoy perdiendo la Liga y la Copa en este momento, pero la persona está por delante del jugador.

Documentalista. Antropología del fútbol. Cuenta oficial, pero no oficialista.

5 comentarios en: El tío Ray

    1. Sí, sí, está en todos los grandes momentos. Incluido el fichaje de Di Stefano. Posiblemente se llevó a cabo principalmente gracias a su gestión. Lo mismo se puede decir de la creación de la Copa de Europa.

  1. Si no se conoce la historia del Madrid y la de aquellos que la forman no se va a entender nada de lo de hoy.
    La historia se repite y es cíclica. El Madrid con Bernabeú y Saporta marcó un camino que luego imitaron otros. Hay que amoldarse a los tiempos pero aprendiendo lo que otros nos enseñaron y agradecérselo.
    Muchos madridistas desconocen su historia y luego pasa lo que pasa que se creen que el Madrid ha ganado siempre. Es el que más ha ganado pero también ha pasado travesías en el desierto.
    Después de Di Estéfano los mejores jugadores del mundo ya no pasan por el Madrid. Hay otros clubes con más dinero y es con Florentino cuando vuelven,siguiendo el modelo de Bernabeu, pero al revés. Bernabeú se endeudó para construir en estadio que no tenía nadie para tener más socios y poder pagar a los mejores jugadores. Florentino pidió créditos y vendió la antigua ciudad deportiva para fichar a los mejores y aumentar los ingresos del club. Los dos hicieron ciudades deportivas. el Patrimonio es importante y eso se hereda y te permite poder acometer inversiones futuras.
    Ahora el futbol es diferente y los magnates han comprado clubes como negocio o capricho.
    Será capaz Florentino de competir contra ellos???.
    Veremos que se saca de la chistera. Se dice que el Madrid es el que más ingresa...Será el más rico??...Según los ultimos traspasos no parece...o es que el mercado está inflado y Floren lo sabe y no quiere hipotecar el club???... lo veremos.
    Muy agradecido por estos artículos que son oro puro y nos hablan de los pioneros del futbol moderno y personas que no solo son historia del Madrid, sino del futbol europeo y mundial.

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