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Caminando al nuevo Chamartín

Caminando al nuevo Chamartín

Escrito por: Paul Tenorio27 octubre, 2016
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“¿Qué sería de la vida si no tuviéramos el valor de intentar algo nuevo? (Van Gogh)

 

“Mamá, esto es impresionante”. Estas fueron las primeras palabras que dirigió Gareth Bale a Debbie según pisó por primera vez la Ciudad Real Madrid, más de un millón de metros cuadrados de instalaciones deportivas a la vanguardia que hacen de este complejo la envidia de todos los clubes (de fútbol o no) del planeta. Quien la haya visitado sabrá de lo que hablo. Doce años han pasado desde que Dani Carvajal pusiera la primera piedra. Recuerdo las críticas de entonces, tanto de la prensa como de algunos nostálgicos, con aversión innata a cualquier novedad, de esa vieja Ciudad Deportiva que se había quedado pequeña y obsoleta. Hoy, es evidente que tanto la ciudad como el Real Madrid, tapando un agujero negro que le hizo caer en una espiral de impagos, en una deuda galopante y que le impedía fichar a los mejores del mundo, salieron ganando con la operación. Es necesario traer este asunto a colación para poner de manifiesto que, en el Real Madrid, nunca llueve a gusto de todos. O siempre llueve, por más que la evidencia y el sentido común demuestren que hace sol. Otro buen ejemplo de ello son las críticas a la reforma del Santiago Bernabéu.

La principal de todas ellas es el precio. Hay quien considera desorbitados los 400 millones de euros que costará la remodelación del templo madridista, cantidad que va a ser sufragada por un patrocinador y que sale de un concurso supervisado personalmente por Florentino Pérez y no por los contables del diario As. Si en algo difícilmente puede ser aleccionado el máximo dirigente merengue es en el ámbito de la construcción y de la pericia financiera. Desde su llegada al Madrid, son 11 años consecutivos aumentando los ingresos (los 620 millones del pasado ejercicio son un récord absoluto en el mundo del deporte) y 16 años creciendo a un ritmo del 11% anual, periodo en el que se ha acabado con la deuda que arrastraba la entidad y se ha multiplicado por 15 su patrimonio neto. Desde luego, con una fortuna particular que ronda los 1.000 millones de euros, tampoco parece demasiado lúcido acusar a Florentino Pérez de querer lucrarse personalmente con el proyecto.

nuevo-bernabeu

Se mire por donde se mire, la cuestión económica de la ampliación del estadio sólo puede ser un problema para quien, desesperado, intenta desacreditar una gestión que ha colocado al club blanco no sólo con 11 Copas de Europa en una sala de trofeos que pronto tendrá que ser ampliada nuevamente (si es de la mano de Cristalerías Chamberí, tanto mejor), sino también en el primer lugar de la lista Forbes de solvencia económica y en el primer puesto de la lista de transparencia efectuada por la ONG independiente “Transparencia Internacional”. Se le podrán discutir otras decisiones al presidente blanco, pero desde luego no sus habilidades financieras. Aunque hasta 40 de los 1.358 compromisarios en la Asamblea del pasado domingo, evidentemente movidos por otras cuestiones y algún que otro despecho, no quisieran dar su aprobación a los presupuestos del club.

Tampoco quiso dar luz verde “Ecologistas en Acción” al nuevo Bernabéu, como todo el mundo sabe enclavado en una reserva natural, y no en el corazón financiero de la capital de España. Pero salvado ese sorprendente escollo tras adecuar el proyecto a ciertos flecos legales por los que el TSJM paralizó la obra, por fin está en marcha un estadio que es parte esencial del plan estratégico de un Madrid que no quiere dormirse en los laureles de sus 11 Copas de Europa y su economía emergente, sino seguir avanzando para no verse atropellado en las próximas décadas por los magnates del este que siguen aterrizando en el fútbol con fondos virtualmente ilimitados.

No existe argumento sensato ni objetivo alguno para criticar una operación en la que no sólo el club blanco sale beneficiado sino, al igual que sucedió con la venta de los terrenos de la vieja Ciudad Deportiva, la ciudad de Madrid también vuelve a ganar, en este caso con la revalorización de la zona, el incremento del turismo en la misma, la ampliación de las aceras colindantes de la calle Concha Espina, la construcción de una gran plaza pública peatonal en el lateral del Paseo de la Castellana o la creación de un espacio ajardinado de 6.000 metros cuadrados de uso público en la Plaza de los Sagrados Corazones. A Ecologistas en Acción les gusta esto.

¿Y en qué beneficiará el nuevo estadio al Real Madrid? La lista de respuestas es larga. Para empezar, se mejorarán la eficiencia energética o la accesibilidad para las personas discapacitadas, dos aspectos que se habían quedado anclados prácticamente en 1947. Por supuesto, también cuenta la estética con esa futurista, bella y camaleónica piel envolvente desde la que se podrán incluso proyectar imágenes al exterior a la vez que se respeta la esencia del estadio, aunque la hayan calificado con ocurrencias como “sandwichera” o “envuelto en celofán”, por cierto muy celebradas por esa parte de la prensa que cuando le señalan la luna prefiere mirar al dedo. Pero hay más, muchísimo más.

El nuevo Bernabéu, un icono de la arquitectura moderna que se convertirá, hasta que otro lo supere, en el mejor estadio del mundo, proporcionará algunos de los elementos necesarios para incrementar los ingresos por día de partido, que suponen una cuarta parte del total de ingresos del club. La pasada temporada ascendieron a 155 millones de euros, cuando hace 16 años suponían únicamente 38 millones. Además de que servirá como espacio multiusos los 365 días del año, su nueva zona comercial, con tiendas, restaurantes, gastrobares, así como la ampliación del tercer Museo más visitado de España y del Tour del Bernabéu,  hará que los visitantes se queden más tiempo en el estadio y multiplicará el dinero recaudado cada día de partido, lo que dará un empujón significativo a ese plan estratégico del club que también incluye grandes aspiraciones como la autogestión de los derechos televisivos, la monetización de contenidos del club en Redes Sociales y otras que aún están en el horno.

“Pero en lo deportivo no ganamos en nada”, me decía un conocido, socio madridista, hace poco, angustiado por desacreditar la operación ante mis ojos vaya usted a saber por qué razones. Y en eso también se equivocaba, pues la cubierta retráctil impedirá que las inclemencias del tiempo igualen las fuerzas entre el Madrid y sus rivales, sin duda con menor calidad técnica y, por tanto, beneficiados cuando las condiciones para jugar al fútbol no son las óptimas. Ahí reculó y me salió inmediatamente con que la Grada Fans no anima. En ese momento, sabiendo ya por dónde iban los tiros, improvisé una excusa rápida para terminar con el diálogo y ponerme a caminar. Como las mocitas madrileñas, de las que tampoco me olvido. Seguirán yendo alegres y risueñas, cuando juegue su Madrid, caminando al nuevo Chamartín.

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Unas líneas sobre mí, literalmente: Todos los periodistas deportivos tenemos bufanda, sólo que algunos al cuello y otros en los ojos. Periodista, portero de fútbol y casi guitarrista. Prefiero preguntarme los porqués que los qués. A caballo entre Real Madrid TV, El Chiringuito de Neox y La Razón. @paul_tenorio @elfutboscopio Madrid-Avilés-Las Vegas.

23 comentarios en: Caminando al nuevo Chamartín

  1. "intentar algo nuevo" es reformar un estadio de 70 años? Que no sirve para aumentar aforo y en el que el centro comercial, hotel, parking o traslado del palco a la castellana se ha liquidado por el ayuntamiento? Éste es un error muy grave del señor Perez del que nos vamos a arrepentir muy pronto nada más este terminada la reforma. Porque este estadio se va quedar lejos de los ingresos que va a generar el FCB con su reforma mucho más potente en todos los ámbitos, aforo, palcos, comercial etc. Y decir ésto no es ser antimadridista sino todo lo contrario. Igual que pedir que dicho proyecto sea aprobado por los socios (incluído el cambio de nombre) y no por el dedo del Sr Perez. Eso es lo que han hecho en los otros clubes que son como el nuestro .. propiedad de los socios. ¿Está usted seguro que el club sigue siendo de los socios? Yo no lo tengo nada claro. NUEVO ESTADIO que es lo que hubiera hecho Santiago Bernabu. En realidad ya lo intentó hace 40 años. el problema es que el señor Pérez creo que está obsesionado con los articulitos de Relaño recordándole de cuando en cuando su promesa de techar el Bernabeu.

    Lo mejor de todo ésto es que veremos quien tiene razón en cosa de 5-10 años. A ver si para entonces saca usted un artículo valorando de nuevo como ha resultado esta operacion de poner una fachada y una cubierta por 400 millones a un estadio de 70 años ... que ni siquiera es capaz de poner asientos abatibles a todo el estadio ... pero oye que va a ser el mejor estadio del mundo .. porque lo dice Floren. Anda ya. No va estar ni entre los 20-30 mejores estadios del mundo. Porque aunque la vieja Mona se vista de seda, mona vieja se queda. Y eso lo sabe cualquier que se dedique a la arquitectura. Ahora si lo que quereis es un Guggenheim en Madrid adelante.

    1. "Lo mejor de todo ésto es que veremos quien tiene razón en cosa de 5-10 años"

      Estoy seguro de que lo mejor para Vd. será que su muy ponderada profecía se cumpla

      1. Buenas tardes Ossip ¿Qué gana usted con ese comentario malicioso a una frase de D. José
        sacada de contexto? Espero poder debatir este tema tan importante dentro de las más
        elementales normas de educación, pero que quede claro que usted no ha emprendido el
        camino correcto.
        Salud

        1. ¿Y qué gana Vd., comunero, con su incesante y desaforada crítica a todo lo que se refiere a la planificación y a la política del club?

          Yo no estoy dentro, carezco de datos para poder evaluar ciertas cosas, pero sí que veo (y Vd. también, lo sé) que el RM está cercado por todos los frentes (institucional, mediático, incluso político-social) y que aún en un ambiente de hostigamiento total no solo consigue sobrevivir, sino que incluso consigue prevalecer o, al menos, no quedarse excesivamente rezagado de las posiciones punteras.

          Eso hace que le dé un voto de confianza a la gente que está a las riendas del club. Y no, no estoy de acuerdo en todo lo que deciden o emprenden, pero me imagino que esas decisiones que a mí no me gustan se han tomado con más datos de los que yo dispongo y por eso las doy por buenas.

          Si la situación fuera de otra, de normalidad. Si el RM fuera un club más, yo no estaría ahora tecleando para responderle, entre otras cosas porque puede que ya estuviera desenganchado totalmente del fútbol. Estando las cosas como están, creo que hay que ayudar al club, al menos no contribuyendo al excesivo ruido que se produce alrededor del mismo.

          Así que ahí tiene Vd. explicada toda la malicia de mi comentario al comentario de José.

          Y sobre lo del mal camino emprendido, le agradezco sus esfuerzos por corregirme de mi extravío.

          1. Buenas noches, no se si tomarme a pitorreo su pregunta o responderle con
            argumentos, haré lo segundo todo sea por la paz y el debate en La Galerna
            le respondo un poco a la gallega con preguntas ¿Le parece a usted bien o mal
            que nos gastemos 400 millones de euros ( que serán más ) para no
            aumentar el aforo? ¿ Le parece bien o mal que haya debate y se pregunte
            a los socios? ¿ Le parece bien o mal que haya democracia interna y votaciones
            o son un rollo? . ¿Le parece bien o mal que se pueda debatir entre reforma o
            campo nuevo o en este tema los socios no pintamos nada?. Podría seguir y
            seguir pero no merece la pena o sí, una última pregunta ¿ No le parece
            decepcionante el escasísimo nivel crítico de la masa social madridista el
            domingo?, usted mismo me da la razón dice que el club es un club rodeado
            y cercado a todos los niveles ¿ Alguien tendrá la culpa? ¿ o no ?.
            Para terminar reconozco que es brillante su disculpa por la forma en que
            afrenta a José, pero no deja de ser falaz que usted se fie de la actual
            directiva es su derecho y eso le sirva para manifestar que D. José prefiere
            tener razón antes que al club le vaya bien, ¡Inadmisible! que usted dude del
            madridismo de D. José, de esa forma tan bestial.
            Salud

    2. Buenas tardes José. excelente comentario como suele ser habitual en usted, es evidente que si el
      Ayuntamiento de Madrid ha dado el visto bueno es porque el Madrid y -ojo- no D. Florentino se
      ha bajado los pantalones, nos vamos a gastar 400 millones de euros en un lavado de cara, ( que al
      final serán 500) que 1) no aumenta el aforo del estadio nos quedamos en 80.000 asientos que
      comparado con el aforo del Barcelona ( en adelante La Orga), tras su remodelación 105.000, nos dan
      25000 asientos menos, un 30% menos eso es mucho para poder competir a largo plazo
      2) se eliminan la posibilidad de construir aparcamientos que se sustituyen por zonas de botellón
      vulgo espacios ajardinados. Actualmente acercarse al Bernabéu entre semana y los sábados es
      una tortura
      3) Se elimina la esquina del Bernabéu, y no queda claro su sustitución por otras posibilidades
      comerciales
      4 ) ES EVIDENTE QUE CON ESTE LAVADO ( CARO ) DE CARA, D. FLORENTINO SE HA GANADO UN
      SITIO DENTRO DE LO POLITICAMENTE CORRECTO, SI PODEMOS APRUEBA EL PROYECTO Y
      ECOLOGISTAS EN ACCION SE CALLA ES PORQUE EL MADRID PIERDE, PERO D. FLORENTINO NO
      5) falta de democracia interna, un gasto de este nivel y sobre todo lo más importante una opción
      estratégica a largo plazo tan importante, debe ser debatida, confrontada y votada con otras opciones
      alternativas. Continuará
      Saludos blancos, castellanos y comuneros

      1. Comunero, creo que en este caso partes de dos premisas erróneas:
        - No nos gastamos 400 millones, realmente ese dinero nos lo pagan a cambio de hacer la reforma en la Castellana. Es decir, la alternativa no existe. No hay 400 millones para gastarlo en lo que queramos.
        - si la reforma nos sale gratis, realmente hay necesidad de llevarlo todo a una consulta con los socios? Hay que consultar renovaciones de jugadores? Hay que consultar acuerdos con patrocinadores? Hay que consultar colores de la camiseta? Es decir, si usted quiere la consulta, debe poner los límites a esa consulta. ¿Cuándo se consulta y cuándo no?
        - la alternativa del estadio nuevo tampoco se contempla porque no existe. Irse a Valdebebas significa vender unos terrenos en la Castellana que debe recalificarse y eso no nos lo dan ni en 100 años.
        La pregunta, por tanto, comunero es:
        ¿Dado que no nos podemos mover a Valdebebas y dado que nos dan 400 millones para remodelar el estadio, qué haría usted? ¿Remodelaria o no remodelaria?
        Saludos a todos los que hacéis tan grande este foro.

        1. La reforma no es "gratis" porque para recaudar ese dinero el club ha de vender un activo importante. el nombre del estadio. A usted eso (como al presi) le puede parecer poca cosa pero para mi (socio) es un tema serio que convendria que el presi explicase a los socios y posteriormente les pidiese su aprobación. ES MENTIRA que ninguna asamblea haya dado permiso a Perez a gastarse 400-500 o lo que sea en una reforma del estadio y mucho menos a cambiar el nombre del estadio. Se le dio luz verde a abrir un concurso internacional. Que iba a aumentar los ingresos del estadio un 30%? De verdad alguien se cree que sin aumentar aforo, liquidando el parking, centro comercial y hotel en castellana se van a aumentar los ingresos un 30%? Lo que vienen a ser 50 millones al año? Eso es lo que saca el club por la venta de los abonos. Los abonos mas caros de España le recuerdo. El doble de caros que en el Camp Nou por ejemplo.

        2. Buenas tardes D. Jorge la verdad es que me sorprende usted, no porque disienta
          de mis posiciones que en su derecho esta, ( que la discrepancia y contraste de ideas
          es muy positiva si se hace con moderación ) sino porque en mi opinión, compara
          dos cosas que son incomparables como son una opción estratégica ( reformar o
          construir) que determinara nuestro futuro, con una medida de gestión diaria, que es la renovación o no de un jugador más o menos importante. Por supuesto no estoy de
          acuerdo con la idea de que nos sale gratis, siempre hay costes de oportunidad
          el dinero de I.P.I.C., si te los gastas en una cosa ( reformar el estadio) no te lo gastas
          en jugadores, es sólo un ejemplo, y creo que D. José ha respondido mejor que yo
          a esta cuestión tan importante. Le comento que soy muy partidario de consultar
          a los socios los asuntos fundamentales, en pleno S.XXI y con Internet a todo trapo
          no debería el club tener problemas técnicos, para organizar consultas y referéndum
          y habrá años en que serán necesarias una o dos las consultas por la importancia
          de los temas con periodos de 5- 6 años que no sería necesario el referéndum
          al no haber temas de relevancia, sería una forma estupenda de activar la vida
          social del club, y la comunicación entre club y socios que ahora se remite al
          ya conocido de paga y calla. Por último no puedo contestar a su pregunta porque
          en mi modesta opinión D. Jorge, esta mal formulada, el hecho de que el actual
          gobierno municipal( que no será para siempre) no nos dejara recalificar el Bernabéu
          en nada impide que nos vayamos a Valdevebas, a lo mejor tener dos estadios
          es otra opción que ni siquiera se ha planteado, el futbol a Valdevebas con 110.000
          asientos en el mejor y más moderno del mundo y el Bernabéu una vez techado
          para el baloncesto pudiendo meter perfectamente 20 -25.000 personas y conciertos
          y actividades diarias. En definitiva si la remodelación excluye la construcción de
          un campo nuevo ni me la planteo. Gracias D. Jorge por hacer acuse de mi comentario
          Saludos blancos, castellanos y comuneros

  2. Que hay que hacer algo con el estadio, yo creo que todos estamos de acuerdo. Gran reforma o estadio nuevo, es un buen debate con opiniones validas para ambos.

    Mi opinion, pese a que un nuevo estadio en los terrenos para la ampliacion de IFEMA seria algo fantastico de ver, es que por ahora lo mejor es una gran reforma. Por comunicacion, valor al estadio y por los siguientes puntos que expongo, ya que el Bernabeu seria el unico estadio del Mundo que cumpliera todos estos puntos:

    1: UBICACION. Estadio en el centro de una gran ciudad (la capital de Espana). Un enclave magnifico que no tiene ningun otro estadio, ya que todos los grandes estan a las afueras de la ciudad. Esto convierte incluso al horrendo y anticuado Bernabeu actual, en un estadio cosmpolita y con muchisima alma que no tienen los frios estadios de las afueras

    2: LEYENDA. Con la desaparicion de Old Traford, Anfield, Wembley, el Olimpico de Munich, etc... el Santiago Bernabeu es junto con San Siro, el estadio con mayor leyenda del Mundo. En este estadio y no otro, ha sido donde ha jugado el equipo de Di Stefano, de Puskas, Gento, Stielke, Butragueno, Ronaldo, Zidane, o Cristiano a dia de hoy. Y ademas han jugado como rivales, jugadores como Pele, Cruyff, Beckembauer, Baggio, Van Basten, Maradona... Ese estadio es HISTORIA viva del futbol mundial, algo que ya apenas pueden decir otros.

    3: ICONO COSMOPOLITA. El diseno del nuevo Bernabeu es perfecto. Es sencillo y espectacular. Facil de recordar y reconocible. Si os pongo el nuevo Anfield, el nuevo Old Traford y el Emirates, no sabriais decir cual es cual porque no son iconos como lo es la Opera de Sidney por poner un ejemplo de icono. En futbol, esta el Allianz mas por sus colorines y el nuevo Wembley por su genial arco, aunque es un frio estadio a las afueras. Pero el nuevo Bernabeu ademas de convertir por fin el estadio en una sola estructura por fin, sera como la Opera de Sidney, un icono arquitectonico. Un simple vistazo y todo el mundo lo reconocera.

    4: MODERNO Y ACORDE AL SXXI. Es una verguenza que el Real Madrid tenga un mamotreto de principios del siglo pasado. Por fin tendra un estadio que competira con los grandes. Y ademas, cumple los 3 primeros puntos que no tienen los demas estadios nuevos.

    Ningun estadio del Mundo cumple los 4 puntos dichos, cosa que si hara el Nuevo Santiago Bernabeu. Y ademas se le sumara que, maldicion, es el estadio del REAL MADRID, del mejor club de la historia del futbol mundial, el de la "camisa blanca" como decia Il Pater Capello y donde hay 11 Champions League en sus vitrinas. Por eso estoy enamorado del dieseno de la reforma y quedara perfecto. Es una pena que el proyecto no sea el de sus inicios con Centro Comercial y Hotel en la Casetellana que es la entrada del estadio y donde mejor se aprovecha todo, pero dara para mucho una vez se trasladen las oficinas del Real Madrid al nuevo edificio de Valdebebas.

    Se que el estadio no competira con brutalidades como el Cowbow Stadium, pero sera genial. Pensad que el actual mamotreto horrendo que es el Santiago Bernabeu actual, ingresa 155mill de Euros anuales. El segundo estadio con mas ingresos es el Emirates del Arsenal con 132mill. El Camp Nou con 30.000 localidades mas, ingresa 117mill. El Allianz Arena 95mill. Evidentemente es por la situacion donde esta el estadio. Si este estuviera a las afueras, pocos irian alli en dias que no fuera uno de los 2 dias al mes donde hay partidos en casa. El Bernabeu genera TODOS LOS DIAS. Con el contrato de IPIC ya se generaran 180mill ipso facto. Y con las mejoras me imagino se aumentara ampliamente los 200mill de Euros en ingresos que ningun otro estadio suena .

    El sueno de muchos, un estadio conectado a la Ciudad Deportiva de Valdebebas, es lo que actualmente tiene el Manchester City que entre su ciudad deportiva y nuevo estadio, se ha gastado 1.000 mill de Euros. Todo es genial, todo es magnifico. Hay un puente que conecta el estadio del filial con el estadio del primer equipo (que es un estadio increible). Todo totalmente compenetrado: Estadio, filial, ciudad deportiva y oficinas. La perfeccion. Eso si, ESTA COMPLETAMENTE A LAS AFUERAS DE LA CIUDAD. Pues el club genera por ingresos del estadio 65mill de Euros naming incluido (el estadio se llama Ethihad Stadium). Muy lejos de los mas de 200mill del Nuevo Bernabeu que ademas como he dicho, es al mismo tiempo un estadio con ALMA COSMOPOLITA al estar en el centro, DE LEYEDA donde han jugado desde DI Stefano y Puskas hasta Zidane, ICONICO ARQUITECTONICO reconocibles como la Opera de Sidney, algo que pocos estadios en el Mundo por muy modernos y bonitos sean y TOTALMENTE MODERNO.

    Asi que por estos puntos, por rentabilidad, por la cantidad de medios de transporte que hay para llegar (desde cercanias, Metro, buses...) al lado de la estacion de Nuevos Ministerios que hara que todo el que visite la ciudad vaya al Santiago Bernabeu a visitarla, al igual que no hay nadie que vaya a Paris sin visitar el ICONO ARQUITECTONICO de la Torre Eiffel.

    Asi que yo voto SI a la reforma del Nuevo Santiago Bernabeu. Al menos por los proximos 20-30 anos y cuando el estadio llegue a los 100 anos siendo moderno y espectacular, me imagino que Valdebebas estara mucho mas desarrollada y se podra construir un estadio con la tecnologia de esa epoca para, esa vez si, ser el estadio mas brutal del Mundo al lado de la actual Ciudad Deportiva, aunque se pierda los puntos antes dichos. Pero ahora mismo Valdebebas es practicamente campo donde campan los conejos.

    Saludos.

    1. Buenas noches como lo que yo le diga por un oído le va a entrar y por el otro salir he aquí parte de un interesante
      articulo de D. Manuel Matamoros publicado en La Galerna hace ya bastantes meses y que forma de una trilogía
      para mí lo mejor publicado en La Galerna en su corta historia

      XVII. ¿Qué habría hecho Santiago Bernabéu?

      No podemos responder con un mínimo rigor a la pregunta de qué habría decidido hacer Santiago Bernabéu en 2015 al respecto del estadio que siempre denominó Chamartín. Sabemos, eso sí, con absoluta certeza, cómo trató la cuestión del estadio hace setenta años y también treinta años después. Sabemos con qué planteamientos afrontó los problemas del club de hace cuarenta años. Pero ni la sociedad, ni el fútbol profesional, ni los problemas del Real Madrid —afortunadamente— son hoy los de entonces. Precisamente por respeto a la figura de Santiago Bernabéu, las soluciones que en su momento planteó no se pueden trasladar de forma mimética al presente.

      Cuando yo era un chaval —aparte del marcador simultáneo dardo, el significado de cuyas claves de tres letras publicaba el Marca— los únicos letreros publicitarios que había en un estadio impoluto eran los de la Philips. Con los años, supe que esa publicidad exclusiva era el precio que había pagado el Madrid por aquella iluminación artificial que en unos tiempos verdaderamente oscuros transformaba nuestro estadio en un escenario sobrenatural. Pero era, sobre todo, un instrumento decisivo para facilitar la retransmisión televisiva de los partidos, que la tesorería y los recursos de apalancamiento al alcance del Madrid no alcanzaban para adquirir.

      Las retransmisiones televisivas en los primeros años sesenta fueron el origen —bien modesto— de una partida de ingresos, a la que más arriba me he referido ya, que en la actualidad financia casi otro tercio del presupuesto de gastos del Madrid. La experiencia se inició con muchas contradicciones y enormes problemas. En su núcleo, la disputa por otro bocado —además de las quinielas— que el Estado pretendía dar a los recursos económicos que era capaz de generar el fútbol, de cuya futura potencia estaba seguro el Madrid, aunque no se pudiera ni sospechar su importancia actual.

      La existencia de un solo canal oficial, que era además el principal instrumento de propaganda de una dictadura, otorgaba a TVE una enorme capacidad de presión política sobre el Madrid. Tanta, que en una ocasión en que el Madrid se opuso a la entrada de los equipos, el director general de seguridad —Arias Navarro, al que volveremos a citar— ordenó la detención del gerente Antonio Calderón. La consecuencia de semejante desequilibrio era que los precios que pagaba TVE ni siquiera alcanzaban a indemnizar justamente al Madrid por el aforo no vendido en los partidos televisados, dañándole particularmente la taquilla de los de la Copa de Europa —a esa altura de la década de los sesenta, a excepción del Atlético que disputó junto al Madrid la edición de 1967, el Madrid era el único equipo español que disputaba partidos de la máxima competición—.

      En aquellas fechas, y lo sería cada vez más grave hasta la época de la muerte de Bernabéu, el problema estratégico determinante para el crecimiento del Madrid era el deterioro de los ingresos por taquilla. La televisión no sólo no ayudaba, sino que hacía publicidad negativa. Perjudicaba la imagen del estadio, que cada día enseñaba más cemento, introduciendo la evolución del negocio en una espiral de deterioro, al desanimar a más y más gente para acudir a pasar frío a un escenario que se percibía cada vez más gélido, incómodo y envejecido.

      El aumento de la renta disponible a consecuencia del desarrollo abrió a los españoles alternativas de ocio. El seiscientos, las vacaciones, la segunda residencia, eran usos alternativos del dinero antes dedicado al fútbol. Por aquella época mi padre dejó de ir los domingos al estadio. Conservó el carnet de socio, que era al mismo tiempo la entrada de general que no usaba, pero dejó su abono de primer anfiteatro. Por aquella época también, el Madrid tuvo que abrir de nuevo la inscripción de socios que, ante la pujanza de una demanda que a mediados de la década siguiente se había extinguido, había cerrado a finales de los cincuenta. E inmediatamente se puso a proyectar medidas que permitieran resolver, con el ofrecimiento de nuevos estándares de calidad, el problema de atraer la demanda. Por aquella época, el Atlético inauguró el Manzanares, con sesenta mil plazas de asiento.

      El hecho de que el saneamiento económico del club haya neutralizado los problemas que amenazaban seriamente su viabilidad al fallecimiento de nuestro mítico presidente —y no hicieron más que agravarse de forma continua durante las dos décadas posteriores— no asegura que los problemas no se vuelvan a reproducir. La burbuja del fútbol actual constituye una amenaza de caer de nuevo en una espiral de endeudamiento, cuando, de una u otra forma, los ingresos están sujetos a la elasticidad de los resultados deportivos y a la viabilidad de los negocios televisivos orientados al fútbol.

      Dije más arriba que no podemos responder con un mínimo rigor a la pregunta de qué habría decidido hacer Santiago Bernabéu en 2015. Sin embargo, su singular biografía, a la que hemos hecho amplias y suficientes referencias en las entregas anteriores; la forma de afrontar los problemas de contracción de la demanda y de creación de nuevas fuentes de ingreso, más arriba apuntada; y el modo de abordar la cuestión del estadio, nos dan indicios precisos para afirmar con total seguridad qué no habría hecho:

      No habría hecho dejar de mirar al frente. No habría hecho enmascarar en la sacralización del mítico pasado el no abordar los cambios necesarios para resolver los problemas del presente, negando al Madrid el futuro. No habría hecho dejar las cosas como estaban. No habría hecho, desde luego, no hacer nada. Hasta el final de su vida intentó resolver los problemas, devolviendo al Madrid la posibilidad de recuperar su hegemonía europea. Enfrentándose al poder para resolver el secuestro de los recursos que generaba el fútbol. Utilizando el patrimonio activo del club —que su dirección destacadamente había contribuido a crear— para resolver sus desequilibrios estructurales, con proyectos de crecimiento y futuro, no poniendo parches. Proyectando, incluso, dinamitar el estadio que llevaba su nombre.

      XVIII. Jugamos en el Bernabéu, a pesar de Bernabéu

      1. El 8 de septiembre 1973, la Asamblea de socios compromisarios aclamó la propuesta de Santiago Bernabéu de construir un nuevo estadio en Fuencarral. Cubierto, con capacidad de albergar 120.000 espectadores, de ellos 60.000 sentados. Un proyecto a la vanguardia de la arquitectura deportiva mundial, obra del arquitecto español Félix Candela —exiliado en Méjico, lo que quizá influyó en la hostilidad contra el proyecto de los sectores más ultramontanos del Régimen—. Pensado para convertir al Madrid en el club más moderno del mundo, todavía cuarenta años después conmueve su elegante racionalidad, sencillez, funcionalidad y equilibrio. Y estremece que no se convirtiera en realidad.

        Los recursos financieros para su ejecución se obtendrían de la utilización de los terrenos del estadio Santiago Bernabéu. Sobre ellos, una operación urbanística singular, diseñada por el urbanista y promotor canadiense William Zeckendorf, autor del complejo de Naciones Unidas en Nueva York, daría lugar a la construcción de la edificación más alta de Madrid —la Torre de Plata— junto con un parque que ocuparía casi el noventa por ciento de la superficie y otras utilizaciones subterráneas del suelo, posiblemente inspiradas en la ciudad de Montreal, cuya ordenación urbanística había dirigido.

        No me extenderé más en la descripción de un proyecto que frustró la cerrada oposición del Régimen, y particularmente de Arias Navarro —el director general de seguridad que ordenó la detención del gerente del Madrid por oponerse a la entrada de los equipos de TVE en el Bernabéu—, en aquel entonces alcalde de Madrid. Arias comparó la operación, literalmente, con un asesinato, al declarar, como si los planes urbanísticos no se pudieran modificar, que «no puede admitirse la construcción en zona deportiva, no por ningún criterio, sino porque está prohibido en la Ley, como está prohibido el asesinato». Aún descontando la tosquedad de su carácter, hacer pública semejante comparación daba idea de hasta qué punto la negativa estaba decidida.

        En la oposición al proyecto, la propaganda del régimen franquista jugó duro para neutralizar la influencia social del Madrid. «Arriba», el periódico del Movimiento, comenzó la ofensiva mintiendo sobre el origen de la propiedad del suelo del estadio para indisponer a la opinión pública. Según el órgano falangista, los terrenos del Bernabéu fueron expropiados tras la Guerra Civil. La realidad era que el viejo Chamartín fue incautado para convertirlo en un campo de prisioneros, y que el Madrid, además de esos terrenos adquiridos en 1923, había comprado en junio de 1944 el restante suelo necesario para edificar el estadio.

        La campaña se reforzó desde Barcelona usando, sin embargo, las páginas de ABC, puesto que el partido se jugaba en Madrid. Un sujeto que ascendería hasta el Consejo del Poder Judicial a propuesta de Jordi Pujol, y cuya ejecutoria delictiva como juez le llevaría a ser condenado y expulsado de la carrera años después, Luis Pascual Estevill, escribió un panfleto, usando un lenguaje sardónico, para respaldar las exageraciones de Arias Navarro y las mentiras de Arriba: «El Real Madrid es un gran club (…). Todos los españoles sabemos eso. Bien que nos lo repiten insistentemente en todos los tonos y con todas las fanfarrias posibles de acompañamiento. Aún más, el Real Madrid es el club de la imaginación, de la inventiva, de la prospectiva y de la anticipación del futuro. Debe de ser verdad. Porque acaba de sorprender a España con una innovación en el terreno del Derecho que debe traer de cabeza a todos los penalistas (…) El Real Madrid pretende (…) obtener beneficios propios a costa de perjudicar a los demás (…) El Real Madrid tenía un campo viejo, el campo de Chamartín (…) le añadieron veintisiete mil metros cuadrados que les expropiaron (…) ¿Cuánto va a costar este estadio fabuloso? Mil millones de pesetas o algo así. Como si dijéramos la renta total de la provincia de Soria durante dos meses».

        Santiago Bernabéu, cuya gestión, por encima de todas sus notas, se caracterizó por una verdadera obsesión por la honestidad, tuvo que soportar que este delincuente en ciernes sugiriera que la auténtica motivación de la operación era la apropiación por los directivos del Madrid de una parte de las plusvalías urbanísticas de la venta de los terrenos del estadio. No quiso querellarse, convencido de que lo mejor para el Madrid era no encanallar la situación con los medios. Particularmente con los no oficiales, como el ABC, que eran el único territorio en el que el Madrid podría defender ante la opinión pública la racionalidad urbanística del proyecto. La densificación posterior del entorno Cuzco-Lima, sin ninguna de las soluciones para la distribución del tráfico viario que atraviesa la Castellana que contemplaba el proyecto de Zackendoorf, vendría a darle la razón en este aspecto. Claro que después de muerto.

        Las gestiones de Raimundo Saporta en El Pardo, que se cierran con un: «Dígale a Saporta que no presente el proyecto, porque le van a llamar especulador»; y en La Zarzuela, que concluyen con un: «Qué puedo hacer yo, si no tengo ningún poder»; sólo consiguieron demostrar que la suerte estaba echada. Santiago Bernabéu se vio forzado a admitir la derrota frente al mismo régimen que había recalificado Les Corts ocho años antes para limpiar de deudas al declinante FC Barcelona.

        Convencido de que «tenemos un proyecto respetable» y de que la mediocridad, que él representaba en «la envidia», le obligaba a abandonarlo, Bernabéu enterró con el proyecto del nuevo estadio sus expectativas de recobrar la hegemonía europea. Su compromiso personal con la idea era tal que la indignación le llevó a declarar, en contra de sus profundas convicciones: «La otra vez hice la guerra en un bando, pero si hubiera otra veríamos en qué bando estaba». A la desesperada, buscaba titulares en los periódicos. Sus declaraciones, es obvio, no fueron publicadas. A Julián García Candau, que relata dicho episodio, le confesó: «Ayer le dije al alcalde, que estuvo muy cariñoso conmigo: a ver si le ponéis a este estadio una bomba y que no queden ni rastros de él».

        A pesar de todo, ya dije que no se podía aventurar cuál sería la posición de Santiago Bernabéu en relación con la cuestión del estadio ahora que muchos de los problemas que trató de resolver con la desaparición del actual han sido resueltos: Regularmente, el de su calidad, con las sucesivas ampliaciones; satisfactoriamente, el del excesivo endeudamiento del club, con la enajenación de la Ciudad Deportiva que llevó a cabo la junta de Florentino Pérez. Sin embargo, la necesidad de expansión sigue estando ahí.

        Paradójicamente, si hoy seguimos jugando en el Bernabéu es a pesar de Santiago Bernabéu. Al impedir sus planes de transformación, el régimen de Franco nos castigó a seguir allí. Si Florentino Pérez es capaz de explotar esta situación como ventaja, a través de su proyecto de remodelación, aún estaríamos ante una última paradoja: el castigo sería un premio. Pero sea o no sea así, esta historia nos aporta la certeza moral de que el nombre de un estadio, del que Santiago Bernabéu deseó «que no queden ni rastros de él», nunca habría sido el dique contra el que se rompieran los sueños del mejor presidente del Madrid.

    2. Señores lo que siempre digo a los que me dicen Estadio en las afueras. ATLETICO DE MADRID en 1 año. En un año veremos si el campo del Atletico (que está en las mismas "afueras" se llena o no. Si dentro de un año vemos lleno tras lleno esa excusa se cae por los suelos. Ojo que son ya 90.000 socios .. están a punto de superar las cifras del Madrid. Nosotros tendremos 300 plazas de parking. Ellos van a tener 1.000 bajo el estadio para club y VIPs y se habla de otras 9.000 fuera del estadio (iban a ser 4.000 pero la concejal del distrito ya habla de que es mejor llegar a las 9.000). Plazas que no van a ser gratis imagino (en el español se cobra 250€ al año por poder aparcar en el centro comercial adyacente).

      Sobre los ingresos
      Esos datos que da no son reales. El Camp Nou (puede verlo usted en los informes de ingresos de estadios de Deloitte) ingresa ya al mismo nivel que el Bernabeu. http://lopezdoriga.com/deportes/los-10-estadios-con-mas-ingresos-en-europa/

      Y eso que tiene dos hándicaps .. uno el precio de los abonos. En el Camp Nou el abono más caro sube a 1.200 euros. Mientras que en el Bernabeu alcanza los 2.700€. Por otro lado el Barcelona debido a la falta de palcos ingresa 25 millones menos en ese concepto que los 40 millones del Real Madrid. Eso es un agujero que van a tapar con la creación de 100 nuevos palcos a los que ya tienen (el Madrid tiene 220) y el aumento de aforo del estadio? Se imagina lo que podrían sacar si algún día subieran el precio del abono a los que tenemos aquí en Madrid?

      Muchos dicen que los campos no se llenan. Pero la realidad es que no se llenan por los precios abusivos de entradas y porque muchos socios no van al campo y no ceden el abono al club. Pero hace 20 años muchos sabrán que al Bernabeu iban 110.000 personas en la Liga de Valdano y el Camp Nou se llenaba hasta los 120.000. Simplemente con el aforo que hay los clubs intentan subir el precio de entradas al máximo para conseguir venderlas casi todas. Y de hecho las venden casi todas. Si no se llena el campo es fundamentalmente por el socio que no va. Y si aquí algunos sois abonados sabéis que eso pasa.

      Lo mío sólo son estimaciones. Pero si sumamos la Zona Comercial del Espai Barsa (de la que no se habla pero es un centro comercial al uso), las casi 5.000 plazas de parking (nosotros tenemos 300), los 105.000 asientos en los que los VIP van a aumentar muchismo hasta alcanzar las cifras del Bernabeu remodelado El FCB fácilmente se puede ir a una horquilla de ingresos por el estadio que se vaya a unos 200 mill€ como poco .. y unos 250 mill€/año de máximo. Y tiene la bala guardada de los abonos que están subvencionados. Solo por los abonos podrían recaudar 30 mill más fácil a nada que les pongan un precio realista a la demanda.

      También podemos hablar del aumento patrimonial que eso supone para el club. En lo único que les vamos a sacar ventaja es en el hecho que estamos mucho menos endeudados. Mientras nuestros estadio crece 0 m2 el Camp Nou aumenta su "edificabilidad interna" de 40.000 m2 a 104.000 m2. Es un aumento de edificabilidad del 150%. Mientras que el nuestro es cero %. Nos limitamos a coger los m2 de La esquina y meterlos en el estadio. Pero incremento no hay ninguno. Son los 125.000 m2 que ya tiene hoy todo el complejo y que se quedan lejos de los 152.000 m2 que tenía el proyecto inicial antes de que fuera liquidado por el TSJM (en lo que hace referencia a los terrenos) y al aforo, m2 etc por el Ayuntamiento.

      Porque no es verdad lo que dice Florentino. El proyecto ha sido liquidado por el Ayuntamiento (aforo, m2, parking y CC en castellana). El TSJM solo sentención que la forma en que se cambian terrenos en Carabanchel y Las Tablas por la explanada de la castellana era ilegal. Pero nada dice que el ayuntamiento no nos pueda vender esos terrenos modificando el PGOU lo que haga falta (como se modificó en su día para recalificar la vieja ciudad deportiva). Simplemente este ayuntamiento por ideología y vencer a Pérez ha dicho NO. Y Pérez en vez de pillarse un cabreo como cuando a Don Santiago no le dejaron recalificar el Bernabeu para hacer un nuevo estadio allá por 1970 va diciendo que el ayuntamiento son gente muy maja y nos han ayudado mucho ... hay que tener mucha cara.
      Repito es mi opinión pero es un hecho YA:
      Que el Madrid este año ha ingresado 620 y el Barcelona 690 (es mentira eso de que el FCB mete fichajes porque este año solo han podido meter los 8 millones de la venta de Bartra). Que el Madrid espera sacar 650 millones de beneficios (aunque luego pueda ser algo mayor) y este fin de semana el barcelona aprueba un presupuesto de mas de 680 millones y unos ingresos de 725.

      Vamos que ya no somos lideres de ingresos .. y (esta es un predicción mía) con la gran reforma que supone el Espai Barsa el FCB también nos van a pasar en la lista Forbes como club de futbol mas valioso (ahora están solo 100 mill$ por detrás). De hecho los Cowboys ya nos han pasado este año como club deportivo más valioso gracias a su inversiones en el AT&T stadium y el Ford Center (una ciudad deportiva/centro comercial/hotel/club social)

      Y en ésto me puedo equivocar .. o no. Tiempo al tiempo. Pero invertir 400 kilos en un estadio de 70 años para aumentar los ingresos casi en cero me parece una cagada. El hecho es que nadie ha hecho nunca eso. Llevamos gastados desde que llego Perez +200 millones en este estadio, Ahora quieren gastarse otros 400 ... en Estados Unidos te dirían que hay que estar loco porque allí los estadios no duran más de 30-40 años por norma. Y en Europa lo que hacen es reconstruir estadios en el mismo solar .. pero nunca reformar una estructura que tiene ya 75 años (80 desde que fue diseñada).

      Como arquitecto os podría decir por qué estoy tan en contra de seguir invirtiendo en este estadio. Tipología de la grada del 1er y 2 anfiteatro que hace muy difícil poner asientos abatibles. O la grada baja chapucera encofrada a mano que hizo Lorenzo Sanz encima de la vieja grada de a pie en vez de hacerla nueva con estructura prefabricada como hizo el Barcelona Y TODO EL MUNDO (pero claro Lorenzo dejo el club tieso y sin un duro prefirió encargar esa grada a Pepe y Otilio en vez de gastarse un poco más y hacerla como dios manda). O la pésima visibilidad que hay en los palcos. O la estrechez que sufre el estadio en su interior por culpa de la verticalidad de las gradas y que estamos entre cuatro aceras y rodeado de vecinos a 10 metros del estadios. Lo que hace inviable que este estadio pueda crecer como lo hace el del Barcelona (encima con ayuda municipal no como aquí).
      La realidad es que con datos reales en la mano el Bernabeu es de los grandes estadios de europa el más viejo por contrucción (fecha y tipología). Hasta Anfield o Old Trafford más antiguos en realidad son MAS NUEVOS porque se han ido tirando las gradas y haciéndolas nuevas de cero. En cambio en el bernabeu seguimos teniendo las mismas gradas del estadio que se inaguró en 1947 y que se proyectó en una época de miseria de postguerra donde casi no había ni cemento y mucho menos existía la construcción prefabricada. Todos los que vinieron detrás, Camp Nou, Calderon etc .. ya se hicieron con estructura prefabricada que aguanta mucho mejor el paso del tiempo y permite hacer reformas más fácilmente a la hora de replantear asientos o ampliar pasillos y escaleras.
      Y ojo que yo no defiendo la reforma del Camp Nou. Esa gente antes de aceptar la reforma movieron cielo y tierra para lograr un estadio nuevo al norte del actual .. o reconstruirlo de cero en el mismo sitio. Pero no les llega el dinero y han tenido que conformarse con la reforma. En cambio el Madrid está en una situación económica privilegiada y Pérez se empeña en la reforma del Bernabeu. Miedo me da lo que pueda haber detrás del misterioso contrato de IPIC (esos jeques de los que supuestamente Florentino ha venido a salvarnos pero a la hora de la verdad deposita el aval de que nos salga "gratis" la reforma en esos mismos jeques). Y esos jeques ya nos la jugaron con la isla resort .. estando ahora en tribunales para intentar cobrar las penalizaciones.

    3. Y quiero añadir. Por supuesto que un estadio en VALDEBEBAS necesita de metro al lado del estadio (no solo cercanias). Y no solo una linea sino hasta dos lineas de metro. Pero eso es algo que entiendo se tiene que negociar con el ayuntamiento. Hay proyectos para ampliar el metro hasta Valdebebas por dos lineas la 1 y la 5. Y hoy la ciudad deportiva .. la pura realidad es que esta a 15 minutos en renfe de la estación de chamartin. O sea que ya no son las afueras.

      Para mi Valdebebas es un lugar privilegiado. A cinco minutos de la T4 por donde llegan los turistas (turistas que cojen el metro, la renfe etc). Asi que no entiendo esos que dicen que la gente no iria al estadio ... irian mas como en el futuro podremos demostrar cuando el estadio del Atletico este acabado. Creeis de verdad que van a ir menos aficionados y que el Tour se va a resentir? Que van a ir menos turistas a ver el nuevo estadio que el calderon? de verdad alguin se cree eso?

      Pues nada en un año se va a empezar a poder comprobar lo "LEJOS" que esta LA PEINETA ... muy prontito sabremos.

      Florentino aceró completamente al llevarse la ciudad real madrid ahi. Veis como no tengo complejo de decir lo que Floren hace bien?

      Ahora si esperamos 30-40 años a que toda esa zona sea "centro urbano" cometeremos un error. Nor iremos cuando haya vecinos por todos lados que se quejaran de un nuevo estadio, de su altura, de su capacidad, de la gente molestandoles .. la zona estará ya comercialmente explotada y ya no serña tan rentable tener un estadio con Centro Comercial con cines, tiendas, restaurantes, Hotel etc etc como lo sería si somos los primeros en llegar coger una parcela de 500x500 metros y tener sitio para eso .. y para hacer un futuro estadio que substituya a ese dentro de 100 años sin tener que tirar el otro durante las obras.

      Eso es anticiparse al futuro .. y Santiago Bernabeu siempre lo tuvo muy claro.

      Que es caro?

      Este club puede perfectamente coger los 400 kilos de IPIC (que se dijo eran 1.200 caso de hacer un estadio nuevo) y dedicar 50 millones del presupuesto durante 15 años a gastarse 1.200 millones de euros en ahora si EL MEJOR ESTADIO DEL MUNDO. Con los ingresos extras de ese estadio y los nuevos contratos por la camiseta, renombrar la ciudad deportiva, el nombre del estadio ....

      Si IPIC da 400 millones solo por poner IPIC o CEPSA delante de "Bernabeu" (porque lo de Santiago si se va a eliminar) cuanto darían por nombrar un estadio al 100%

      En serio solo IPIC está interesada? nadie más? .... Apple, Google, Microsoft etc etc empresas serias (no fondos de inversión de jeques) mucho mas acorde con los valores que defiende el club?

      Porque tiene gracia que se venda estadio sostenible y bla bla y resulta que te lo patrocina una empresa que se dedica a comprar acciones de petroleras. Que muy ecológico no es. O lo que ya digo mas abajo .. floren nos viene a salvar de los jeques y las Sociedades Anonimas .. pero le encanta firmar contratos de 400 kilos con esos jeques .. y encima lo firma con un tío que ahora esta en la cárcel por sustraer dinero de IPIC ....

      Porque a mi no me importa que el estadio se llame de cero CEPSA STADIUM si me lo pagan. Le pongo una estatua de "60 metros" a Bernabeu en la entrada como homenaje (y hasta a Florentino). Ahora que me cambien el nombre del estadio (aunque sea solo un poco) por 400 millones para una reforma que al final no va suponer casi nada en ingresos .. y que basicamente es poner una fachada y una cubierta a un estadio de 70 años (cumple 69 años de la inaguración en Dic de este año) pues no sé. No lo veo.

  3. También yo soy favorable a construir un nuevo estadio,dadas las trabas que ponen ayuntamiento y diversas instituciones. Teniendo en Valdebebas espacio y estando conectado con el centro por la linea de cercanías. Pero alguno cree que nos iban a conmutar los terrenos del Bernabeu?Ni en broma,dirian que es un caso de favoritismo y el ayuntamiento no querría echarse encima las broncas de ecologetas, indignados, ayleticos y demás raleas.
    Por eso es un mal menor la reforma del Bernabeu,sufragada ademas con inversión privada.
    Por cierto,el proyecto fue aprobado por los socios en asamblea, mejor no hacer caso al Ouija Daily y demás que solo saben enmierdar.

    1. El Madrid no necesita ni recalificar el bernabeu para sacar adelante un campo nuevo. Podemos dejarlo ahi de museo para la posteridad si queremos. Para jugar un partido de vez en cuando .. o dedicarlo a conciertos. Siendo realistas el solar del bernabeu no vale mas de 150 mill€. Es solo la tercera parte de la ciudad deportiva por la que sacamos unos 400 en una e´poca de boom inmobiliario y gracias a una edificabilidad brutal con las cuatro torres (ahora cinco) de 250 metros. En el solar del Bernabeu nunca dejarían hacer algo parecido.

      Es más yo entregaria ese solar al ayuntamiento a cambio de facilidades y mejores terrenos en Valdebebas. Y no nos engañemos el Ayuntamiento estaria encantadod e sacar el estadio fuera del centro. Ahi teneis al Atletico que le estan dando todas las facilidades en la Peineta. hasta les van a "regalar" el centro acuatico y más terrenos a cambio de que dediquen una parte de esa "ciudad deportiva" a uso socila (polideportivo etc). En lo único que les han puesto pegas (como buenos podemitas) es a tanta edificabilidad en el viejo solar del Calderon-Mahou. Pero al final han llegado a un acuerdo.

      Luego tenemos el handicap de tener a Florentino de presidente, con sus luces y sus sombras. Porque aunque vaya con buenas razones y éstas sean adecuadas para todos (club, ciudad) .. este señor no se puede quitar lo que realmente es como empresario.

      ¿Cómo se puede valorar el daño que hace Perez al Madrid cuando en las noticias sale que el almacén Castor en Tarragona (1500 mill€), las radiales de Madrid (4.000 mill€) o el Ave a Francia (600 mill€ y subiendo) lo vamos a acabar pagando todos los ciudadanos mientras su empresa se lo embolsa?

      Quizás ahí también tenemos la causa de por qué tanto antimadridismo y tanta animadversión hacia el club.

      Es como si mañana pones a Aznar de presidente. Lo puede hacer muy bien o muy mal. Pero hay una parte de la sociedad (la que lo odia) que va a relacionar al Madrid con lo que ha sido.

      Por eso mi Madrid ideal seria una especie de Bayern de Munich. Una sociedad de la que son dueños los socios que es administrada por gente preparada (consejo de Administración) .. siendo la mayoría ex fubolistas.

  4. De todo lo que he leido,lo mas que me extraña,es que los "opinologos"no hayan enseñado sus credenciales.¿son acaso arquitectos con experiencia internacional en obras semejantes?¿o acaso son ingenieros de caminos,canales y puertos,con experiencia?¿o son simplemente unos aficionados,a esto del futbol,que descontentos,con no se que,estan a la primera que salga para sembrar dudas?
    Yo,ni seguro ninguno de estos srs.que no estan de acuerdo con la gestion de F.Perez,han visto el proyecto final,del nuevo estadio,luego es imposible estar poniendo pegas y defectos a un proyecto que desconocen.
    Los proyectos de esta emvergadura,no se estudian y realizan,en el salon de mi casa,ni en la cocina,se han realizado en estudios de ingenieria y de arquitectura invirtiendo muchas horas de trabajo y de dinero,con opiniones,a favor y en contra,hasta llegar a soluciones razonables,tomadas por ingenieros,arquitectos y economistas,creo yo,de prestigio internacional.
    Yo,es mi opinion,creo que este proyecto,sera un exito,para la entidad y para la ciudad.baybay....

    1. Este era un proyecto de 400 millones que dejaba el bernabeu en 152.000 m2 de edificabilidad con

      Dos parkings (uno en Padre damian y otro nuevo de casi 1.000 plazas en Castellana)
      Un Centro Comercial y Hotel de 150 habitaciones en Castellana
      7.500 localidades mas
      Traslado de palco y zona jugadores/prensa a Castellana.
      Fachada y cubierta

      Ahora el proyecto final siguen siendo 400 millones pero se mantienen los 125.000 m2 que hoy tiene el estadio+Esquina (solo que los 10.000 m2 de La esquina se meten en el estadio) es decir 27.000 m2 menos que en el anterior.

      VERDADES IRREFUTABLES

      Ya no hay mas aforo (y la grada que irá encima de Padre Damián no os va a gastar a ninguno por la forma amorfa que tiene) ES UN HORROR. hasta los defensores de la reforma que la han visto no la quieran ni ver.
      Todo lo de Castellana se ha liquidado. El parking liquidado. El centro comercial serán unas pocas tiendas extras junto a la Tienda del club. El Hotel ... se lo están pensando .. pero ni tendrá 150 habitaciones y si lo hacen .. será a costa de quitar m2 al estadio, al museo etc etc
      La altura del estadio ha bajado unos cinco metros respecto a la original.

      Para ésto no hace falta ser arquitecto. Pero si tienes dudas podemos reunir a los mejores arquiectos de estadios del mundo y que nos digan (si como dice Perez) este estadio va a ser el "MEJOR DEL MUNDO". Yo me juego mi carnet de socio a que no lo ponen entre los 20 mejores del mundo. Porque un estadio moderno de futbol es mucho mas que en techo y una fachada .. dejemoslo de dudoso gusto.

      Porque si tu vieras por primera vez el estadio con esa reforma y sin ningun cartel o informacion ¿jurarías que a primera vista es un estadio? O un Guggenheim?

      Ahora si tu te crees a Florentino que le dijo a un socio en la asamblea que el proyecto es el mismo solo que ya no toca el suelo .. potuverá como dicen en mi "tierra."

  5. (A comunero, puesto que el diseño de la página no permite dejar la respuesta en su lugar)

    Bueno, como esto no tiene excesivo recorrido una vez fijadas las posiciones, le respondo brevemente y cierro el tema.

    1. Ya le dije que no me gusta opinar de cosas sobre las que me falta información.
    2. Siento haber sido tan “bestial” en mi “afrenta” José, cuyo madridismo jamás puse en duda, y también haber sido tan “falaz” como para reproducir textualmente un texto suyo en el que, es verdad, decía lo que decía, pero sin duda empujado por las mejores intenciones de aportar remedios y no ruido. Yo, en mi burricie, lo interpreté como una profecía apocalíptica más, de esas que el enemigo se empeña en colarnos por todos los medios todos los días, y como me chirrió encontrarla precisamente en La Galerna, una página que, entiendo yo, se distingue precisamente por ser impermeable a este tipo de cosas, pues no pude resistirme a contestar, aunque reconozco que no me medí, y de ahí lo afrentoso, bestial y falaz de mi intervención. No volverá a ocurrir.
    3. Saludos

  6. No pasa nada. Tampoco me lo tomo mal. A mi también me acusan de ser muy directo e impetuoso en mis formas. Para mi el Madrid lo primero y a llevarnos todos bien (no me gusta nada lo que vi en la asamblea y esa lucha de unos contra otros y en especial esa guerra civil entre peñas de animación etc). Tenemos fuera suficientes enemigos para encima pelearnos entre nosotros. Eso si hemos de ser criticos y ambiciosos y pedir a Florentino siempre las máximas explicaciones. A mi eso de que Floren es nuestro Mesias y cualquier cosa que haga es buena para el Madrid NO ME VALE. Porque llevamos 1 de siete Ligas y parece que todo lo hace bien. Para mi reformar este estadio no es la mejor soluciñon. Y estoy muy tranquilo y convencido defendiendo mi postura de NUEVO ESTADIO porque se (y sabemos) que es lo que hoy (como hace 40 años) hubiera querido Don Santiago Bernabeu. Para mi que el presidente que levantó ese estadio con su sudor (y el de muchos socios que pusieron la pasta) quisera 30 años despues tirarlo (cuando llevaba sun merecido nombre) para hacer otro mejor, mas grande (aunque más lejos) LO DICE TODO. Hoy Santiago bernabeu estoy totalmente seguro que estaria defendiendo lo mismo que yo.

    1. Buenas tardes José y enhorabuena por la brillantez, claridad y honestidad con la que estas
      defendiendo posiciones contraria a la actual junta directiva, no se si lo conoces por si acaso
      te pongo una gran parte del artículo que D. Manuel Matamoros publico en La galerna el
      05/02/ 2016 en la sección REPORTAJES, es la tercera parte de una trilogía que el famoso abogado
      dedico a D. Santiago y en mi opinión lo mejor publicado en La Galerna en su historia, artículo
      que coincide casi milimétricamente con nuestras posiciones en este tema de la remodelación
      o no del Bernabéu.
      Saludos blancos, castellanos y comuneros

      1. XVI. Las alternativas estratégicas en la cuestión del estadio

        El estadio, en todo caso, continúa siendo la espina dorsal que vertebra el desarrollo del club. No es cuestión de que lo enseñe nuestra historia. Es teorema que demuestra el desarrollo actual de las mejores ligas del fútbol europeo. En su función de albergue de la afición y de campo de batalla del equipo, el nuestro ya ha dado de sí prácticamente todo lo que podía dar. No así en la faceta de su explotación comercial, desde luego. Por lo tanto, debo anticipar que si —como ha hecho el Bayern de Munich— para subvenir al máximo los costes de arrancar al Madrid un corsé que dificulta su crecimiento se utilizara la denominación comercial del estadio, nunca me opondría a esa aplicación de la mejor explotación comercial posible de nuestro patrimonio.

        En relación con la cuestión del estadio, la única estrategia que me parece radicalmente errónea es la de no afrontarla. La estrategia de dejar las cosas como están, que se opone al imprescindible crecimiento del club. Cualquiera de las otras, con sus puntos fuertes y sus puntos débiles, abre un escenario de crecimiento del club imprescindible para afrontar un futuro que, a tenor de las pautas de crecimiento de la industria del fútbol espectáculo, en el ámbito competitivo vendrá marcado, antes o después, por la disputa de una Liga Europea.

        No comparto la posición del presidente Florentino Pérez y su junta directiva —y sospecho que de la mayoría de los socios del Madrid, y me consta, como hemos visto, que de una amplísima mayoría absoluta de los socios de Primavera Blanca— sobre el frustrado proyecto de remodelación del estadio Santiago Bernabéu. Mi visión se encuadra con la de esa minoría partidaria de la construcción de un nuevo Estadio. Las dos posiciones tienen sus fundamentos estratégicos, que me limitaré a exponer brevemente. En favor de la que promueve la junta directiva, reconozco además que tiene sus números echados. Desconozco si existe una proyección económica de su alternativa.

        Remodelar el Bernabéu se basa en la explotación de una ventaja diferencial del Madrid frente a la mayoría de los grandes clubes europeos —hoy la competencia es por la hegemonía mundial, no como en tiempos de la profesionalización— al tener su estadio situado en el centro neurálgico de una de las grandes metrópolis europeas. Esta circunstancia permite llevar al óptimo la explotación comercial diaria de la superficie —de hecho se hace hoy, lejos del óptimo, con los restaurantes y el Tour del Bernabéu—, y por lo tanto obtener una partida de ingresos inasequible para los clubes en competencia. Al mismo tiempo asegura una regularidad de los ingresos por taquilla probablemente muy superior a la de un estadio periférico.

        Construir un nuevo estadio en Valdebebas posibilita crear sinergias con un «circuito temático Real Madrid» del que ha apuntado intenciones de desarrollo la junta directiva. En ese escenario, su cercanía a un aeropuerto intercontinental permite convertir los partidos del primer equipo en un polo de atracción para estancias de día completo dentro del ámbito temático de los públicos foráneos —incluso de países alejados— cuyo gasto medio multiplicaría varias veces el precio de la entrada.

        Un estadio de nueva factura facilita la satisfacción de las diferentes expectativas de los diversos segmentos de público potencial, con estándares actuales de comodidad y servicios diferenciados, lo que no es posible resolver de forma óptima con la remodelación del Bernabéu. También permite aumentar el aforo hasta el óptimo para aprovechar íntegramente la demanda en los grandes partidos —algo imposible en el actual— y atender la amplia demanda existente de ampliación del abono, aumentando en este último caso los ingresos fijos y regulares, y el volumen del anticipo de tesorería vinculado a esta modalidad de entradas. Como consecuencia de ambas medidas, ofrece la posibilidad de establecer sin tensiones sociales añadidas un nuevo estatuto del abono que termine con la detracción de ingresos potenciales que significa la reventa organizada, cada vez más amplia y agresiva en tiempos de Internet. El incremento del abono en localidades populares, con el diseño de amplias gradas orientado a la animación, permitirá, en fin, superar la más grave deficiencia de nuestro viejo estadio, además de incrementar notablemente la calidad del espectáculo, del que forman parte sustancial las masas de hinchas activos —aunque la pésima realización televisiva de la liga española parezca no entenderlo—, mediante imágenes de alta definición.

        La integral de todos esos aspectos debe traducirse en un incremento considerable de los ingresos de explotación del estadio, aunque, ciertamente, no diferencial sobre el que podrían aspirar a alcanzar otros grandes rivales europeos.

        Ni una ni otra alternativa son producto del respeto a una falseada tradición, ni apelan a supuestos principios inmutables, ni se apoyan en «valores» fantásticos. Ambas persiguen la maximización de ingresos del Madrid, pero se subordinan a prioridades distintas. La primera, más racionalista, a explotar una ventaja diferencial con los clubes en competencia, ya expuesta. La segunda, más visionaria, a neutralizar una desventaja diferencial: La falta de temperatura emocional del Estadio Bernabéu. Un problema real para el rendimiento deportivo del Madrid, aunque la prensa por conveniencia, los rivales por oportunismo, y los directivos y jugadores por corrección política, prefieran no identificarlo como tal.

        El hecho de que —con muy superior responsabilidad del Ayuntamiento de Madrid que del club— la jurisdicción haya anulado las actuaciones urbanísticas que soportaban la operación de remodelación planteada, dando al traste con el proyecto de remodelación proyectado; el cambio de la composición política del Ayuntamiento; y el procedimiento de investigación formal de ayudas de Estado abierto por la Comisión Europea en relación con los convenios de permuta otorgados en 1998 y 2011 con el Ayuntamiento de Madrid —que condiciona las posibilidades de un eventual saneamiento futuro de las actuaciones urbanísticas—, han abierto un nuevo escenario en el que merecería la pena debatir las distintas alternativas estratégicas de solución de la cuestión del estadio. No parece, sin embargo, que esa vaya a ser la dirección que adopte la junta directiva. Su alternativa al colapso jurídico del proyecto se orienta a replantear la operación de remodelación, pero exclusivamente sobre los terrenos hoy disponibles.

        Al hilo de estos avatares jurídicos, no se puede obviar que causa sonrojo el hecho de que sujetos que se tildan de madridistas coincidan con los intereses de los «sospechosos» de animar la denuncia secreta ante la Comisión Europea de la que trae causa el procedimiento de investigación formal. Más vergüenza aún produce el contenido de sus mensajes en las redes sociales, alegrándose de que se frustren expectativas de crecimiento patrimonial del club, mediante la legítima utilización de un patrimonio acumulado —con esa legítima expectativa, como vimos al evocar la presidencia de Parages— por las generaciones de socios que nos antecedieron. La generación actual, del mismo modo, está acumulando un patrimonio —la Ciudad Real Madrid de Valdebebas— que harán bien en utilizar en el futuro las generaciones que nos sucedan, para conseguir mantener al Real Madrid, cuyas banderas ya no veremos, en la hegemonía del fútbol mundial. Ese era, precisamente, el pensamiento de Santiago Bernabéu, que de esta forma traicionan groseramente sus supuestos albaceas.

        Novena y última entrega: Donde sabemos que no sabemos qué habría hecho hoy Santiago Bernabéu, aunque sepamos qué quiso hacer

        XVII. ¿Qué habría hecho Santiago Bernabéu?

        No podemos responder con un mínimo rigor a la pregunta de qué habría decidido hacer Santiago Bernabéu en 2015 al respecto del estadio que siempre denominó Chamartín. Sabemos, eso sí, con absoluta certeza, cómo trató la cuestión del estadio hace setenta años y también treinta años después. Sabemos con qué planteamientos afrontó los problemas del club de hace cuarenta años. Pero ni la sociedad, ni el fútbol profesional, ni los problemas del Real Madrid —afortunadamente— son hoy los de entonces. Precisamente por respeto a la figura de Santiago Bernabéu, las soluciones que en su momento planteó no se pueden trasladar de forma mimética al presente.

        Cuando yo era un chaval —aparte del marcador simultáneo dardo, el significado de cuyas claves de tres letras publicaba el Marca— los únicos letreros publicitarios que había en un estadio impoluto eran los de la Philips. Con los años, supe que esa publicidad exclusiva era el precio que había pagado el Madrid por aquella iluminación artificial que en unos tiempos verdaderamente oscuros transformaba nuestro estadio en un escenario sobrenatural. Pero era, sobre todo, un instrumento decisivo para facilitar la retransmisión televisiva de los partidos, que la tesorería y los recursos de apalancamiento al alcance del Madrid no alcanzaban para adquirir.

        Las retransmisiones televisivas en los primeros años sesenta fueron el origen —bien modesto— de una partida de ingresos, a la que más arriba me he referido ya, que en la actualidad financia casi otro tercio del presupuesto de gastos del Madrid. La experiencia se inició con muchas contradicciones y enormes problemas. En su núcleo, la disputa por otro bocado —además de las quinielas— que el Estado pretendía dar a los recursos económicos que era capaz de generar el fútbol, de cuya futura potencia estaba seguro el Madrid, aunque no se pudiera ni sospechar su importancia actual.

        La existencia de un solo canal oficial, que era además el principal instrumento de propaganda de una dictadura, otorgaba a TVE una enorme capacidad de presión política sobre el Madrid. Tanta, que en una ocasión en que el Madrid se opuso a la entrada de los equipos, el director general de seguridad —Arias Navarro, al que volveremos a citar— ordenó la detención del gerente Antonio Calderón. La consecuencia de semejante desequilibrio era que los precios que pagaba TVE ni siquiera alcanzaban a indemnizar justamente al Madrid por el aforo no vendido en los partidos televisados, dañándole particularmente la taquilla de los de la Copa de Europa —a esa altura de la década de los sesenta, a excepción del Atlético que disputó junto al Madrid la edición de 1967, el Madrid era el único equipo español que disputaba partidos de la máxima competición—.

        En aquellas fechas, y lo sería cada vez más grave hasta la época de la muerte de Bernabéu, el problema estratégico determinante para el crecimiento del Madrid era el deterioro de los ingresos por taquilla. La televisión no sólo no ayudaba, sino que hacía publicidad negativa. Perjudicaba la imagen del estadio, que cada día enseñaba más cemento, introduciendo la evolución del negocio en una espiral de deterioro, al desanimar a más y más gente para acudir a pasar frío a un escenario que se percibía cada vez más gélido, incómodo y envejecido.

        El aumento de la renta disponible a consecuencia del desarrollo abrió a los españoles alternativas de ocio. El seiscientos, las vacaciones, la segunda residencia, eran usos alternativos del dinero antes dedicado al fútbol. Por aquella época mi padre dejó de ir los domingos al estadio. Conservó el carnet de socio, que era al mismo tiempo la entrada de general que no usaba, pero dejó su abono de primer anfiteatro. Por aquella época también, el Madrid tuvo que abrir de nuevo la inscripción de socios que, ante la pujanza de una demanda que a mediados de la década siguiente se había extinguido, había cerrado a finales de los cincuenta. E inmediatamente se puso a proyectar medidas que permitieran resolver, con el ofrecimiento de nuevos estándares de calidad, el problema de atraer la demanda. Por aquella época, el Atlético inauguró el Manzanares, con sesenta mil plazas de asiento.

        El hecho de que el saneamiento económico del club haya neutralizado los problemas que amenazaban seriamente su viabilidad al fallecimiento de nuestro mítico presidente —y no hicieron más que agravarse de forma continua durante las dos décadas posteriores— no asegura que los problemas no se vuelvan a reproducir. La burbuja del fútbol actual constituye una amenaza de caer de nuevo en una espiral de endeudamiento, cuando, de una u otra forma, los ingresos están sujetos a la elasticidad de los resultados deportivos y a la viabilidad de los negocios televisivos orientados al fútbol.

        Dije más arriba que no podemos responder con un mínimo rigor a la pregunta de qué habría decidido hacer Santiago Bernabéu en 2015. Sin embargo, su singular biografía, a la que hemos hecho amplias y suficientes referencias en las entregas anteriores; la forma de afrontar los problemas de contracción de la demanda y de creación de nuevas fuentes de ingreso, más arriba apuntada; y el modo de abordar la cuestión del estadio, nos dan indicios precisos para afirmar con total seguridad qué no habría hecho:

        No habría hecho dejar de mirar al frente. No habría hecho enmascarar en la sacralización del mítico pasado el no abordar los cambios necesarios para resolver los problemas del presente, negando al Madrid el futuro. No habría hecho dejar las cosas como estaban. No habría hecho, desde luego, no hacer nada. Hasta el final de su vida intentó resolver los problemas, devolviendo al Madrid la posibilidad de recuperar su hegemonía europea. Enfrentándose al poder para resolver el secuestro de los recursos que generaba el fútbol. Utilizando el patrimonio activo del club —que su dirección destacadamente había contribuido a crear— para resolver sus desequilibrios estructurales, con proyectos de crecimiento y futuro, no poniendo parches. Proyectando, incluso, dinamitar el estadio que llevaba su nombre.

        XVIII. Jugamos en el Bernabéu, a pesar de Bernabéu

        Cierro el juego de paradojas iniciado con la previsible consecuencia de haber triunfado la oposición a la profesionalización del Madrid, rememorando una esclarecedora historia.

        El 8 de septiembre 1973, la Asamblea de socios compromisarios aclamó la propuesta de Santiago Bernabéu de construir un nuevo estadio en Fuencarral. Cubierto, con capacidad de albergar 120.000 espectadores, de ellos 60.000 sentados. Un proyecto a la vanguardia de la arquitectura deportiva mundial, obra del arquitecto español Félix Candela —exiliado en Méjico, lo que quizá influyó en la hostilidad contra el proyecto de los sectores más ultramontanos del Régimen—. Pensado para convertir al Madrid en el club más moderno del mundo, todavía cuarenta años después conmueve su elegante racionalidad, sencillez, funcionalidad y equilibrio. Y estremece que no se convirtiera en realidad.

        Los recursos financieros para su ejecución se obtendrían de la utilización de los terrenos del estadio Santiago Bernabéu. Sobre ellos, una operación urbanística singular, diseñada por el urbanista y promotor canadiense William Zeckendorf, autor del complejo de Naciones Unidas en Nueva York, daría lugar a la construcción de la edificación más alta de Madrid —la Torre de Plata— junto con un parque que ocuparía casi el noventa por ciento de la superficie y otras utilizaciones subterráneas del suelo, posiblemente inspiradas en la ciudad de Montreal, cuya ordenación urbanística había dirigido.

        No me extenderé más en la descripción de un proyecto que frustró la cerrada oposición del Régimen, y particularmente de Arias Navarro —el director general de seguridad que ordenó la detención del gerente del Madrid por oponerse a la entrada de los equipos de TVE en el Bernabéu—, en aquel entonces alcalde de Madrid. Arias comparó la operación, literalmente, con un asesinato, al declarar, como si los planes urbanísticos no se pudieran modificar, que «no puede admitirse la construcción en zona deportiva, no por ningún criterio, sino porque está prohibido en la Ley, como está prohibido el asesinato». Aún descontando la tosquedad de su carácter, hacer pública semejante comparación daba idea de hasta qué punto la negativa estaba decidida.

        En la oposición al proyecto, la propaganda del régimen franquista jugó duro para neutralizar la influencia social del Madrid. «Arriba», el periódico del Movimiento, comenzó la ofensiva mintiendo sobre el origen de la propiedad del suelo del estadio para indisponer a la opinión pública. Según el órgano falangista, los terrenos del Bernabéu fueron expropiados tras la Guerra Civil. La realidad era que el viejo Chamartín fue incautado para convertirlo en un campo de prisioneros, y que el Madrid, además de esos terrenos adquiridos en 1923, había comprado en junio de 1944 el restante suelo necesario para edificar el estadio.

        La campaña se reforzó desde Barcelona usando, sin embargo, las páginas de ABC, puesto que el partido se jugaba en Madrid. Un sujeto que ascendería hasta el Consejo del Poder Judicial a propuesta de Jordi Pujol, y cuya ejecutoria delictiva como juez le llevaría a ser condenado y expulsado de la carrera años después, Luis Pascual Estevill, escribió un panfleto, usando un lenguaje sardónico, para respaldar las exageraciones de Arias Navarro y las mentiras de Arriba: «El Real Madrid es un gran club (…). Todos los españoles sabemos eso. Bien que nos lo repiten insistentemente en todos los tonos y con todas las fanfarrias posibles de acompañamiento. Aún más, el Real Madrid es el club de la imaginación, de la inventiva, de la prospectiva y de la anticipación del futuro. Debe de ser verdad. Porque acaba de sorprender a España con una innovación en el terreno del Derecho que debe traer de cabeza a todos los penalistas (…) El Real Madrid pretende (…) obtener beneficios propios a costa de perjudicar a los demás (…) El Real Madrid tenía un campo viejo, el campo de Chamartín (…) le añadieron veintisiete mil metros cuadrados que les expropiaron (…) ¿Cuánto va a costar este estadio fabuloso? Mil millones de pesetas o algo así. Como si dijéramos la renta total de la provincia de Soria durante dos meses».

        Santiago Bernabéu, cuya gestión, por encima de todas sus notas, se caracterizó por una verdadera obsesión por la honestidad, tuvo que soportar que este delincuente en ciernes sugiriera que la auténtica motivación de la operación era la apropiación por los directivos del Madrid de una parte de las plusvalías urbanísticas de la venta de los terrenos del estadio. No quiso querellarse, convencido de que lo mejor para el Madrid era no encanallar la situación con los medios. Particularmente con los no oficiales, como el ABC, que eran el único territorio en el que el Madrid podría defender ante la opinión pública la racionalidad urbanística del proyecto. La densificación posterior del entorno Cuzco-Lima, sin ninguna de las soluciones para la distribución del tráfico viario que atraviesa la Castellana que contemplaba el proyecto de Zackendoorf, vendría a darle la razón en este aspecto. Claro que después de muerto.

        Las gestiones de Raimundo Saporta en El Pardo, que se cierran con un: «Dígale a Saporta que no presente el proyecto, porque le van a llamar especulador»; y en La Zarzuela, que concluyen con un: «Qué puedo hacer yo, si no tengo ningún poder»; sólo consiguieron demostrar que la suerte estaba echada. Santiago Bernabéu se vio forzado a admitir la derrota frente al mismo régimen que había recalificado Les Corts ocho años antes para limpiar de deudas al declinante FC Barcelona.

        Convencido de que «tenemos un proyecto respetable» y de que la mediocridad, que él representaba en «la envidia», le obligaba a abandonarlo, Bernabéu enterró con el proyecto del nuevo estadio sus expectativas de recobrar la hegemonía europea. Su compromiso personal con la idea era tal que la indignación le llevó a declarar, en contra de sus profundas convicciones: «La otra vez hice la guerra en un bando, pero si hubiera otra veríamos en qué bando estaba». A la desesperada, buscaba titulares en los periódicos. Sus declaraciones, es obvio, no fueron publicadas. A Julián García Candau, que relata dicho episodio, le confesó: «Ayer le dije al alcalde, que estuvo muy cariñoso conmigo: a ver si le ponéis a este estadio una bomba y que no queden ni rastros de él».

        A pesar de todo, ya dije que no se podía aventurar cuál sería la posición de Santiago Bernabéu en relación con la cuestión del estadio ahora que muchos de los problemas que trató de resolver con la desaparición del actual han sido resueltos: Regularmente, el de su calidad, con las sucesivas ampliaciones; satisfactoriamente, el del excesivo endeudamiento del club, con la enajenación de la Ciudad Deportiva que llevó a cabo la junta de Florentino Pérez. Sin embargo, la necesidad de expansión sigue estando ahí.

        Paradójicamente, si hoy seguimos jugando en el Bernabéu es a pesar de Santiago Bernabéu. Al impedir sus planes de transformación, el régimen de Franco nos castigó a seguir allí. Si Florentino Pérez es capaz de explotar esta situación como ventaja, a través de su proyecto de remodelación, aún estaríamos ante una última paradoja: el castigo sería un premio. Pero sea o no sea así, esta historia nos aporta la certeza moral de que el nombre de un estadio, del que Santiago Bernabéu deseó «que no queden ni rastros de él», nunca habría sido el dique contra el que se rompieran los sueños del mejor presidente del Madrid.

      2. Si ya deje algunos comentarios en su día. Excelente serie de artículos recordando las andaduras de Don Santiago. Que pena que nos quede tan lejos y sea dificil saber más de aquellos años. Lo que no cabe duda es que Don Santiago hizo grande al club desde la firmeza y la humildad. Lejos por ejemplo del poder económico que hoy tienen los presidentes del Madrid, FCB, Atletico etc ... Algunos dirán que en aquella época todo era más fácil pero la realidad es que algo asi nunca se ha vuelto a ver aen la historia del fútbol.

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