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Xabi Alonso: la campiña y la flecha

Xabi Alonso: la campiña y la flecha

Escrito por: Jesús Bengoechea21 marzo, 2017
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(Nota del autor: este artículo contiene spoilers cinematográficos).

 

Xabi Alonso se tendría que retirar como se despedía John Wayne al final de The searchers. El mundo del fútbol todo debería ensayar un fundido en negro del que se salvara  el rectángulo de la puerta por la que Xabi desaloja. Así, veríamos su silueta de espaldas, abandonando el lugar con discreción tras la misión cumplida, con las cartucheras cargadas de títulos y esos andares que encandilaban a John Ford. Yo he visto a Xabi de paisano entrar por la puerta del cole para recoger a los niños, y lo cierto es que hay similitudes en ambos caminares.

Centauros del desierto

Resulta sin embargo que mientras Wayne, en ese plano mítico, se adentraba desde la sombra en un secarral con cactus, lo que se ve al otro lado de la puerta que nos ocupa es el prado fragante del Bernabéu, donde con toda seguridad va a jugar el tolosarra (ay, ese manido gentilicio que echaremos de menos en la prensa) el ultimo partido de su excepcional carrera europea. Porque hay que decirlo así, con toda su carga paradójica y aunque a él no le guste leerlo. Tanto le queremos que se lo advertimos así de claro: le vamos a retirar de Europa en la misma pradera donde impartió sus lecciones más trascendentes.

Es la quintaesencia misma de lo agridulce. Podía haber vuelto al Bernabéu en otra ocasión, no inminente a su retirada, con lo que el legítimo deseo por nuestra parte de dejarlo en la cuneta no se habría recrudecido por la cercanía del final. O el último pase largo podía haberse dado en una final contra un tercero, en la que por supuesto desearíamos su triunfo. Pero no. El Destino ha puesto en su camino, y en el nuestro, que la ocasión de brindar el último gesto de respeto (ocasión que tampoco el Destino tendría por qué haber deparado) se dé la mano con la necesidad de desear su mal. Su mal estrictamente deportivo pero su mal al fin y al cabo, oiga.

Centauros del desierto

Hay en todo esto un eco del propio sesgo agridulce de su despedida del Madrid, que nueve de cada diez madridistas no entendieron y nueve de cada diez de los que creyeron entenderlo maldijeron en cualquier caso. Entonces tuvo el madridismo que asumir su propio perjuicio a cambio de la felicidad de Xabi, cualquiera que fuese el peso de sus diferentes razones, y ahora le va a tocar a Xabi asumir su propio adiós a la Champions como su propio adiós al fútbol europeo y como otro episodio más de la gloria del Madrid que ama, todo por el mismo precio. Nosotros ya contuvimos las lágrimas para no amargarle el viaje; esta vez le tocará a él hacer lo propio. Lo llaman y lo seguirán llamando reciprocidad, uno de los nombres de la lealtad que Xabi ha tenido y tiene en lo más alto de su escala moral.

A Xabi no le costará tanto irse del fútbol porque al fin y al cabo ya se fue del Madrid, que es mucho más irse todavía. Ya digo que casi nadie lo entendió, pero sucede que Xabi es uno de esos tipos a los que rodea un aura de integridad que deriva en la necesidad de perdonarle todo, se le comprenda o no. Ese mismo aura ha rodeado a algunos de los más grandes cabrones de la historia, soy consciente: esos tipos con cara de buenos y que huelen tan bien que podrían convencerte de la idoneidad ética de la mayor barrabasada por su parte. Yo no descarto que Xabi sea uno de esos tipos, pero si así lo resolviera entraría de nuevo en juego el aura: si en el fondo es un grandísimo cabrón, le admiro todavía más. Sus razones tendrá para serlo.

Xabi Alonso es uno de mis escasos héroes madridistas cuya carrera fuera del Madrid me interesa un poco. Me importa un carajo lo que hiciera Modric en el Tottenham, y qué decir de lo hiciera Figo en el Barça, si es que alguna vez jugó allí. Algo especial (aparte de ser el mejor mediocentro que han visto mis ojos luciendo la blanca, a la misma altura que Redondo) tendrá la carrera de Xabi para ser capaz de captar la atención de un tipo como yo a quien no le interesa el fútbol, sino el Real Madrid.

Cuando Xabi pone un tuit que dice "Farewell, beautiful game", sea por el aura o por lo que sea, descubro para mi sorpresa que el fútbol es en efecto bellísimo, incluso cuando produce sindioses como el ver a jugadores retirarse en un equipo distinto del que debería haber sido su destino final. Nada que no tenga remedio en la otra vida. Al final (tan crepuscular como este) de Robin y Marian, Audrey Hepburn envenena la copa de Sean Connery por puro amor, y eso es lo que al madridismo le tocará hacer con Xabi en el partido de vuelta de cuartos. Entonces Xabi, como Connery en la película, y con el pulso tembloroso, tensará su arco en dirección a la ventana sabiendo que en el punto exacto donde la flecha se clave en el suelo de la campiña volverán a unirse ambos espíritus, para ya no separarse más.

Sean Connery Robin y Marian

 

 

 

Fundador y editor de La Galerna (@lagalerna_). Autor de Alada y Riente (Ed. Armaenia), La Forja de la Gloria (con Antonio Escohotado, Ed. Espasa) y Madridismo y Sintaxis (Ed. Roca). @jesusbengoechea

17 comentarios en: Xabi Alonso: la campiña y la flecha

  1. Me parece un acierto el paralelismo entre Xabi y la mejor película, para mi, de la historia y con la más hermosa historia de amor.

    1. Buenas tardes, en primer lugar señalar que le vamos a retirar de Europa en la misma pradera bla.
      bla ,bla, bla...... hay predicciones que las carga el diablo.
      En segundo lugar la forma en que se fue del Madrid dos días antes del cierre del mercado, haciéndonos
      un daño inmenso a nivel deportivo, ( no había otro 5, en la plantilla) y también a nivel de imagen
      En tercer lugar, jamás se me olvidara el desfile de la selección española, por la Gran Vía en medio
      de la multitud, después de ganar el mundial y el orgulloso con su bandera de la Real Sociedad, cuando
      ya llevaba no se, si 1o 2 años ( no lo recuerdo) en el Madrid, en una falta de respeto sin perdón
      En cuarto lugar que se destaque que fue un gran profesional, algo absurdo, que menos se va a
      pedir a alguien que tiene la suerte de jugar en el Madrid.
      En quinto lugar su carrera por la décima es algo histórico, cierto, demuestra que algo del Madrid
      se ha introducido en su corazón y también que le viene de perlas el titulo si ya tenía pensado
      abandonarnos.
      En sexto lugar este año se retira, pronto saldremos de dudas, si se convierte en otro resentido más
      de los que pululan por las televisiones y radios repartiéndonos mierda, o se convierte en otro
      espartano. OJALA.
      Saludos blancos, castellanos y comuneros

    2. Buenas tardes mi comentario sobre Alonso, lo he colocado como una respuesta a otro de usted
      por error, estoy de acuerdo con su opinión, si no es la mejor "peli" de la historia cerca le andará
      Saludos blancos, castellanos y comuneros

  2. Yo tengo muy claro el por qué Xabi Alonso marchó del Real Madrid. Su sentido de la lealtad e integridad le impedían seguir en un club donde se le había faltado muy gravemente al respeto a su entrenador principal: José Mourinho. Y no solo por parte del entorno pidiorístico patrio, también desde dentro de la propia Casa.

    Siempre quedará en mi retina la galopada que se pegó en la banda de da Luz, tras resistir los embates de los Indios y salir victoriosos.

    Un Grande. Por derecho propio. Fue un placer verle jugar con nuestra camiseta, Sr. Alonso.

    1. Concuerdo. La galopada a la que aludes es inmortal y legendaria en mi frágil memoria (igual que esa escena en que sacude/abraza a Jesé, creo recordar, de pura alegría e histeria al mismo tiempo). Muy grande Xabi, te echaremos de menos.
      Saludos!

  3. Uno de los mejores artículos que he leído aquí y son muchos, es difícil no ser lo hablando de Alonso y nombrando con acierto a Redondo, Sean Conery y Xavi el enemigo siempre respetado.

  4. IOSU BENGOETXEA, siempre es un placer... estabas muy inspirado hoy, eh?. Claro que, escribir sobre Xabi Alonso, siempre es a favor ... las musas se ponen de tu parte. Hala Madrid y nada mas.

  5. Grande Xabi, magnífico profesional (eso se lo exigía el contrato) y madridista ejemplar (eso le venia del corazón) . La imagen de Lisboa forma parte del imaginario madridista, como la de Juanito ante el Borussia, la de Pirri con el brazo en cabestrillo en la final de la Recopa frente al Chelsea y la de Di Stefano tirado en un barrizal en un partido frente al Atlético de Madrid.

    http://www.abc.es/fotonoticias/fotos-noticias/20140708/stefano-medio-barrizal-partido-1612950737252.html

    Por cierto todos ellos llegados de fuera y demostrando que no es condición necesaria haber pasado por la cantera para querer a este club.

  6. Maravilloso artículo, Jesús, como el recuerdo que siempre tendré de Xabi Alonso con esa galopada por la décima y esa elegancia, porque puestos a llevar traje no hay otro como él. No descarto que vuelva al Madrid para quedarse, porque es un club que le encaja y le sienta como a pocos.
    Saludos

  7. Yo diría que es un hasta luego!!!Siendo un jugador muy táctico y con gran vision de juego puede ser un técnico excelente!!!! Si decide sacarse el carné de entrenador, algún día podría volver a la casa blanca!!!

  8. Xabi Alonso es madridismo puro, cualesquiera que fuesen las razones de su extraña e inopinada salida del club. Xabi Alonso, que nació en Tolosa porque los madridistas nacemos en todos los sitios, persiguió una carrera cosmopolita porque el madridismo es universal.

    Yo no concibo expresión más acabada de madridismo que Xabi Alonso vestido de Emidio Tucci tomando despreocupadamente un Starbucks en el césped del Allianz Arena antes de la batalla. Allí estaba todo: la elegancia, la capacidad de sostenerle la mirada al destino y regalarle una mueca sutil y burlona, la confianza serena y el halo de invencibilidad, esa aura de la que hablas, Jesús, que es tan indecible como real y que tan bien conocen nuestros adversarios.

    Es tan grande el madridismo de Xabi Alonso que ni siquiera su marcha a nuestro gran rival europeo ha podido mancillarlo. Es más, Xabi Alonso podría haber jugado un solo partido con el Real Madrid y seguiría siendo uno de los nuestros hasta el fin de los tiempos, porque aún le habrían sobrado ochenta de los noventa minutos para demostrar su espíritu ganador, su condición de capitán que no precisa de brazalete para ser el hombre cuya mirada serena y decidida infunde valor a las tropas y cuyo aplomo en la batalla lleva el sello inconfundible de la victoria. Sin alardes, sin soflamas y sin apelaciones a la sangre y al tremendismo, sino con la determinación insobornable e invencible de quien sólo contempla el horizonte de la gloria. Ya digo, madridismo puro.

  9. Yo es que no tengo ni idea de por qué se fue. Cierto que no le exijo más a un futbolista que el que sea profesional (lo del amor por la camiseta o lo de entender singularidades extradeportivas lo dejo para los de la orillita o los del rinconcito), y respecto a Xabi, no hay ni puede haber queja alguna. Pero sí me gustaría entender por qué se fue, aunque sólo sea por curiosidad. He llegado a pensar que era un tema familiar, porque es que además, ni siquiera ha habido filtración alguna al respecto por muy absurda que sea.

  10. Prefiero que en el Madrid juegue un verdadero profesional como Alonso a que lo hagan cien madridistas de corazón como pudieran ser Martín Vázquez, Sanchís, Gallego o Poli Rincón. Vamos, es que no me cabe duda alguna.

  11. El artículo es bonito a más no poder. Es de esas veces que uno disfruta leyendo, como cuando lee a su autor predilecto.

    Ahora bien, reconociendo en Alonso un perfecto e íntegro profesional, su madridismo está, todavía, por demostrarse. Su amistad con el espartano puede darnos una leve pincelada sobre la orientación afectiva de Alonso, y, a pesar de ello, tengo la impresión de que anda más cerca de San Sebastián que de Madrid.

    Vaya, desde aquí, mi agradecimiento por los años de obediencia, de saber estar, de fidelidad, de lucha, de tantas cosas que nos dió. Vaya desde aquí un suave tirón de orejas por algún error grueso que cometió (esos penalties contra Barcelona y, sobre todo, el de Dormundt) y que en absoluto mancha su expediente. Pero mi admiración por el madridista (por el personaje se la deben hasta los rivales) la obtendrá cuando, más allá de respeto, demuestre el cariño desinteresado, sin sueldo, que profesamos los aficionados por nuestro club.

    Un saludo.

    1. Buenas tardes Nostromo, se puede decir más alto, pero no, con más claridad y sencillez,
      extraordinario comentario
      Saludos blancos, castellanos y comuneros

  12. "[...] aparte de ser el mejor mediocentro que han visto mis ojos luciendo la blanca, a la misma altura que Redondo".

    Y nada más. Y nada más.

    A mí, la marcha de Xabi Alonso me hizo sentir desamparo. ¿Cómo íbamos a continuar sin él? Luego, Ancelotti puso a Kroos allí donde es uno de los dos o tres mejores del mundo (y el tercero mejor que yo he visto en el Madrid), y se me fue pasando el vértigo.

    Hay algo extraño en su salida del club, por lo precipitada. ¿Problemas familiares? ¿O con los compañeros (con alguno, concretamente)? Lo desconozco. En todo caso, fue una marcha sin despedida organizada, sin homenaje, sin enquistarse en el club y dejando diez millones de euros por el traspaso. Bien mirado, casi la despedida perfecta.

    Ojalá vuelva algún día al Madrid para quedarse. Como de Arbeloa, es algo que no suelo decir de los ex-jugadores del club.

  13. Comunero, gracias por su comentario. Vaya por delante que su post previo me animó a sacar de paseo esa pequeña resistencia, duda, que aún me genera Alonso, y que parece ir contra el "main stream" madridista.

    Un saludo.

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