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Manuel Sanchís Martínez. Otro gran ye-ye

Manuel Sanchís Martínez. Otro gran ye-ye

Escrito por: Alberto Cosín26 marzo, 2020
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El apellido Sanchís forma parte de una de las grandes sagas blancas con la presencia muchos años de Sanchís padre, perteneciente a la famosa generación ye-yé que levantó la Sexta Copa de Europa, y posteriormente Sanchís hijo en el club de Chamartín.

Nacido en Alberique (Valencia) el 26 de marzo de 1938, comenzó a jugar al fútbol en su localidad natal hasta que destacó en el equipo juvenil del pueblo y fue fichado por el F.C. Barcelona. Sin embargo, su paso por la cantera culé tuvo nulo éxito al contar con poquísimas oportunidades de jugar. Por ello le cedieron al Condal en el que estuvo un lustro militando en la categoría de plata del fútbol español y haciéndose futbolista.

En 1961 el conjunto catalán descendió y Sanchís recibió la llamada del Valladolid al que contestó afirmativamente para su fichaje. Con los blanquivioletas ascendió a Primera División en la campaña de su debut pero fue con Antonio Ramallets como técnico cuando hizo sus mayores progresos. El célebre exguardameta le colocó en la media junto a Ramírez forjándose una sociedad muy reconocida en el balompié hispano de la época. El valenciano permaneció en Pucela hasta finales del año 1964 cuando se cruzó en su vida el Real Madrid.

En el cuadro blanco Miguel Muñoz decidió retrasarle a la zaga y más concretamente al lateral zurdo, posición en la que se desempeñaría el resto de su carrera. En la banda demostró ser un jugador dinámico, resistente, de ida y vuelta, con buena velocidad, un físico fibroso y un defensor muy difícil de superar para los extremos contrarios. En el curso de su estreno (debutó de forma oficial en la jornada 21 con victoria ante el Valencia en casa) apenas tuvo protagonismo al actuar en cinco partidos pero saboreó la conquista de la primera Liga de su palmarés.

Al año siguiente, ya Miguel Muñoz le vio con las tablas necesarias para ser indiscutible y le otorgó el puesto de lateral izquierdo titular. La Liga se escapó a manos del Atlético pero, tras varios años buscando repetir triunfo en la Copa de Europa, en aquel curso se hizo realidad de la mano de una generación de brillantes futbolistas nacionales. Acompañando a Sanchís estaban Pirri, de Felipe, Grosso, Amancio, Zoco o Velázquez, todos ellos capitaneados por el gran Paco Gento. LOgraron (sí) la ansiada Sexta.

El lateral, muy recordado por salir al campo siempre con las medias bajadas, disputó todo el torneo y los merengues fueron eliminando consecutivamente al Kilmanorck, el Anderlecht y el Inter de Milán antes de plantarse en la final de Bruselas. El rival fue el Partizan de Belgrado que, pese a adelantarse en el marcador, no pudo frenar las acometidas blancas que con goles de Amancio y Serena levantó la ‘Orejona’ para júbilo de todos los emigrantes españoles residentes en la ciudad belga.

En las tres campañas siguientes continuó siendo un fijo en la zaga junto a los Calpe, de Felipe o Zoco, años en los que el cuadro madridista reinó en el fútbol español con tres títulos de Liga consecutivos. La regularidad fue siempre el gran aliado de Sanchís, que cumplía con nota todas las obligaciones defensivas de un equipo tan atacante como era el Madrid de esa etapa. Pasada la treintena y en su penúltima campaña con la camiseta blanca logró alzar el único trofeo que le restaba: la Copa. En la edición del torneo del KO de la 69-70 solo se perdió la ida de dieciseisavos, pero estuvo presente en la vuelta en casa ante el Castellón y en los triunfos contra la UD Las Palmas en octavos, la eliminatoria de cuartos contra el Barça y la dura batalla contra el Athletic en semis donde hubo que remontar en San Mamés un 0-1 del primer partido. También jugó los 90 minutos de una final en la que los pupilos de Muñoz se deshicieron del Valencia por 3-1 en el Camp Nou.

Su último curso en la 70-71 tuvo como gran noticia su primer y único gol en sus 213 choques oficiales como jugador del Real Madrid. Corría la jornada 19 de la competición doméstica cuando la Real Sociedad visitó el coliseo blanco y se marchó de vacío tras un tanto del valenciano, que aprovechó un rechace a disparo de Fleitas para batir a Esnaola. La temporada finalizó sin títulos para las vitrinas merengues y Sanchís abandonó la disciplina blanca con 32 años. Se marchó al Córdoba en el que estuvo un año, antes de colgar las botas de manera definitiva en 1972.

En la selección siempre como lateral diestro tuvo la oportunidad de ser 11 veces internacional con José Villalonga y Domingo Balmanya como seleccionadores. Hizo su estreno el 8 de diciembre de 1965 ante Inglaterra aunque en aquel duelo no conoció la victoria al vencer los ‘pross’ por 0-2. Unos meses más tarde entró en la lista para el Mundial de Inglaterra de 1966 y fue titular en los tres duelos de la fase de grupos. España cayó ante Argentina y Alemania pero derrotó a Suiza con un gol suyo, uno de los mejores goles españoles en un Mundial. El lateral arrancó con mucho coraje en su campo y con el balón controlado y enorme velocidad fue superando a rivales suizos hasta colocar el balón en la red del equipo centroeuropeo.

Después del torneo y ya con Balmanya fue un asiduo a las concentraciones que tuvieron como objetivo la clasificación para la fase final de la Eurocopa de 1968. Sanchís y el equipo nacional sumaron victorias ante Eire o Turquía en suelo hispano, pero no fue suficiente para conseguir el pase. El lateral disputó su último partido con la selección el 1 de octubre de 1967 en Praga ante Checoslovaquia donde sucumbieron por la mínima.

Tras su retirada siguió ligado al fútbol y se sacó el carnet de entrenador, dirigiendo entre otros al juvenil blanco, al Castilla, al Tenerife y a la selección de Guinea Ecuatorial. Posteriormente montó un famoso bar cerca de El Retiro de Madrid y también una tienda de deportes. Ya en los 80, su nombre comenzó a sonar de nuevo con fuerza al llegar al primer equipo blanco su hijo Manolo Sanchís Hontiyuelo. Durante muchos años y en tono de broma reprochó a su hijo que no le igualaba el palmarés con su Copa de Europa, pero apenas en dos años y para alegría de la familia el hijo levantó la Séptima en Ámsterdam y la Octava en París. De esa forma ya podía comer en la misma mesa que su progenitor.

Falleció el 28 de octubre de 2017. Hoy, 26 de marzo, se cumple el 82 aniversario de su nacimiento. Desde estas líneas nuestro homenaje a un defensor incansable que hizo historia en el mejor club de la historia del fútbol.

 

 

 

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Apasionado del balompié, me hubiese gustado ver en directo a las figuras de los años 30, 40 y 50. Gato y madridista, en mi primera visita al Santiago Bernabéu pude contemplar a Diego Armando Maradona.

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