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El efecto Pintus

Escrito por: Ramón Álvarez de Mon13 febrero, 2019
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Resulta evidente de toda evidencia que el Real Madrid ha resucitado. Aquel equipo muerto que pululaba con más pena que gloria por el campeonato liguero viendo con preocupación cómo clasificarse entre los cuatro primeros no era una certeza, acaba de auparse al segundo puesto y mira con esperanzas renovadas la posibilidad de lograr la mayor de sus gestas ligueras. Es obvio que esta remontada, todavía inacabada, se sustenta en una concatenación de resultados positivos, pero lo que está despertando la fe del madridismo son las sensaciones que transmite el equipo desde hace unas semanas.

En este efecto, sin duda, han intervenido una serie de factores convergentes: Solari ha sabido implementar una suerte de meritocracia que ha acrecentado la competencia interna. La combinación de jóvenes y veteranos ha resultado fructífera. La plantilla cuenta también con un mayor número de efectivos útiles. Y, claro, después está Pintus.

Cuando Julen Lopetegui aceptó la oferta del Real Madrid trajo consigo a su equipo de trabajo. Lejos de mi intención juzgar, con desconocimiento, pues no soy un profesional en la materia, la labor del preparador físico del equipo, pero resulta una obviedad que el estado físico del equipo obró en contra del rendimiento del mismo. Las circunstancias no eran sencillas: muchos de los componentes de la plantilla venían de disputar el Mundial hasta fases muy avanzadas y la pretemporada discurrió de manera irregular para ellos. Quizá Lopetegui debió optar por preparar para alguno de estos jugadores una pretemporada específica, aunque eso implicase que llegasen más tarde, pero lo cierto es que muy pronto empezaron a competir lejos de las condiciones ideales. El Madrid veía como sus jugadores más relevantes se encontraban lejos de su mejor forma y ello derivaba en caídas físicas lamentables en las segundas partes (vean el Clásico), pérdidas constantes de duelos individuales, lentitud en la ejecución y constantes lesiones. El mal estado físico conlleva mal juego, lo cual trae, a su vez, malos resultados y, por tanto, inseguridad y desánimo que no ayudan a recuperar las fuerzas. Todo un círculo vicioso.

Llegó Solari y volvió a colocar al frente de la preparación física a Pintus. No es difícil intuir que pronto la carga de los entrenamientos se elevó varios grados. Este aumento de intensidad suele traer resultados a medio plazo, pero a corto plazo suponen una gran dificultad. El aumento de ejercicio repercute en un aumento de la carga en las piernas. Se pierde, pues, velocidad y aumenta, si cabe más, el riesgo de lesión. Los primeros partidos con el argentino trajeron una mezcla de todo ello. El equipo cosechaba más resultados buenos que malos, pero con escasa brillantez. Solari, muy listo, aumentó los minutos de los jugadores jóvenes, más proclives a llevar la carga física, al estar menos desgastadas sus fibras musculares. Las lesiones se sucedían, pero los jugadores sanos respondían sacando los resultados. Llorente sobresalía sobre el resto dada su espectacular forma física, pero poco a poco otros jugadores se incorporaban. El equipo comenzó a ganar cierta autoestima.

En el campo del Betis llegó ese punto de inflexión que todo equipo necesita. Tras una gran primera parte, se cayó físicamente en la segunda. El postrero gol de Ceballos fue una señal de lo que estaba por venir. Una semana después vimos la transformación. El partido ante el Sevilla permitió contemplar a un Madrid pletórico durante todo el partido. Había vuelto la presión, veíamos al mejor Benzema en años, a Modric volviendo a lucir y a Vinicius derrochando energía y talento carrera tras carrera.

Tras una semana durísima en la que el Madrid ha visitado el Camp Nou y el Wanda, se ha podido comprobar que el equipo blanco ha terminado mucho más entero sin necesidad de rotar y sin haber tenido tanto descanso como el Atlético de Madrid. Revisar los últimos minutos permitirá comprobarlo. El gol de Bale en el Wanda muestra a un equipo desbocado atacando con cuatro jugadores en el minuto 80 con el resultado a favor. El equipo ha ganado en solidez, defiende y ataca junto, sin apenas fisuras. Pintus tenía un plan que está cumpliendo. El madridismo sonríe.

 

 

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Asesor fiscal autónomo. Soy socio de La Galerna y colaboro en Radio Marca. Twitter: @Ramon_AlvarezMM Youtube: https://www.youtube.com/c/RamonAlvarezdeMon

7 comentarios en: El efecto Pintus

  1. Esto nos lleva al viejo debate ¿ Deben los entrenadores traer su preparador físico o debe ser el club el que designe al que crea más capacitado?

  2. Creo que ya lo habían escrito aquí o lo habré leído en otro lugar pero, me pareció una explicación muy lógica: un seleccionador nacional, recibe los jugadores entrenados en sus propios clubes, por lo que, su equipo de oreparadores físicos, lo que suele hacer es mantener ese grado de forma física ya adquirido. No suelen -creo- estar acostumbrados a diseñar una pretemprorada ni una preparación física específica de inicio de temporada. No digo que no sepan ni lo hayan estudiado sino que, habitualmente, no lo suelen hacer.
    Opino que la preparación física de los jugadores de un club de fútbol profesional, es un aspecto muy importante para que, según se cambie de entrenador, se cambie de equipo preparador. Creo que debe de ser una parcela más, fija, del propio club, como es la nutrición, la recuperación de las lesiones y la contratación de hoteles en los desplazamientos largos en las competiciones internacionales. No debe de estar a cargo del entrenador de turno.
    Y, la mano de Pintus, viene a demostrar este aspecto.

  3. Totalmente de acuerdo con Alekhine. si algo debemos aprender de estos primeros meses de la temporada es la necesidad de profesionalizar absolutamente la preparación física de los equipos (como ya se hace en baloncesto, si no me equivoco).

    A estas alturas seguir con un sistema en el que cada entrenador cambia de arriba abajo el esquema de toda la organización no es razonable

  4. Lo mejor de todo es que muchos, pero que muchos culés no dejan de dejar caer puyas con el "druida" Pintus y sus "pócimas mágicas", cuando son los primeros que deben callar...

  5. No se si es cosa de los jugadores o de los preparadores pero me da la sensación en los últimos años que la preparación física empieza con el equipo volando al inicio de la Liga, después un gran bajón programado para ir sacando puntos suficientes para estar en la pelea por la liga (no se suele cumplir porque en estos meses es cuando se pierde la liga) , para finalmente en febrero, empezar a estar los jugadores como aviones.

    1. Parece hacerse así desde que lo contrató Zidane... salvo el año pasado que fue absolutamente lamentable entre Septiembre y Diciembre. Es cierto que se empezó fuerte, hasta que comenzó la liga. Luego bajaron mucho.

  6. Nadie discute el excelente trabajo del experto británico, fichado para el tratamiento del campo de juego, ......, pues Pintus, su área física, podría ser considerada de la misma manera, es decir, un recurso más del club

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