Las mejores firmas madridistas del planeta

Cuando uno se enfrenta a un problema en la vida, su actitud para resolverlo puede ser proactiva o evitativa. Esta última es la forma más frecuente. La evitación es una estrategia de autoprotección contra la ansiedad que genera ese problema. Pero a su vez es una conducta desadaptativa, es decir, no resuelve nada. Enquista. No ayuda a crecer como persona, ni aporta al crecimiento de la sociedad.

Hay varios mecanismos de evitación, entre ellos está el pensamiento evitativo, en el que la persona que tiene el problema construye argumentos propios para evitar pensar en la solución real que requiere.

Por ejemplo, tal y como él mismo ha explicado, cuando Donato jugaba y era insultado por su color de piel pensaba para sí que no se trataba de insultos racistas, que era solo rivalidad deportiva. Ese era su pensamiento evitativo.

El pensamiento evitativo de Javier Balboa cuando jugaba era dejar que todo pasase, no hacer nada y dedicarse a marcar goles, "porque estas situaciones han ocurrido toda la vida en el fútbol".

Hay que ser valiente para afrontar un problema en general, y hay que ser muy valiente para afrontar el problema del racismo en el deporte (cuando eres una estrella mundial), en particular. Lo más fácil para Vinicius Jr. sería despreocuparse, dejar pasar todo esto y ser un negro más al que insultan. Él es millonario. Que se preocupen otros. Que se expongan otros.

¿Qué más le dan a él los problemas sociales? Qué le vamos a hacer si el mundo está así? Como si nada pudiera cambiar. Como si no se pudiese hacer nada para solucionarlo y tuviéramos que resignarnos a la fatalidad del destino.

Pero Vinicius Jr. ha decidido que no quiere evitar el problema. Por él mismo y por todas las personas negras. Hay que ser mezquino para asimilar este comportamiento con una conducta infantil, egocéntrica o provocativa. O incluso pensar que es por rédito económico. Solo porque Vinícius no juega en tu equipo.

No deberíamos buscar excusas para sentirnos mejor por no afrontar el problema del racismo.

Hay que tener valor. Vinicius Jr. lo tiene. ¿Y tú?

Vinícius, no cambies nunca

Buenos días, amigos. En la revista de prensa que es el portanálisis vamos hoy a prestar atención a manifestaciones públicas de periodistas que se han significado como eminentemente racistas. No salen en las portadas, que consignaremos al final, pero tienen la importancia necesaria para que conste en este catálogo de primavera su pútrida existencia en este mundo.

No calculábamos esto, amigos. No calculábamos nunca que íbamos a tener que convertir La Galerna en un instrumento de denuncia de periodistas xenófobos, pero no es nuestra culpa si el destino nos ha encomendado misión tan onerosa. Nunca pensamos que había tanto y tan repugnante racismo sociológico y mediático. Estamos en estado de shock ante la magnitud y la profundidad de la miseria humana que se está manifestando a raíz de la histórica rueda de prensa de Vinícius. En lugar de dar lugar a una reflexión sosegada, a un conmovido examen de conciencia, dicha intervención pública del futbolista afectado por el bullying y el racismo de las masas ha dado rienda suelta a lo peor de cada una de esas almas, obturadas por el odio. Se han sentido señalados y, lejos de abrazar el necesario propósito de la enmienda, han reaccionado al escozor con manifestaciones que acarrean tal ruindad, tanta incultura, semejante falta de sensibilidad y salvaje indecencia, que las ganas de llorar constituyen el sentimiento mas edificante de cuantos nos gobiernan en este momento tan oscuro. Estamos consternados, horrorizados, como jamás pensamos que llegaríamos a estar cuando hace casi nueve años echó a andar La Galerna. Y profundamente avergonzados de ser compatriotas de gentuza que puntúa así de alto en la escala de la inhumanidad.

Hay muchos grados de racismo, desde el que profiere el insulto o el ruido gutural hasta el que justifica el grito (invariable, cínicamemte dice no justificarlo, para a continuación poner la culpa sobre la víctima, que es Vinícius). Toda esta tipología se da en la sociedad, lo cual ya es grave y chocante, pero también en los medios, lo que ya es descorazonador. Por no hablar de compañeros de profesión de Vinícius como Parejo, que ha dicho que no se queje Vinícius que a él le llaman borracho y no pasa nada. Sin perjuicio de que, en efecto, Parejo haya hecho esas declaraciones a las siete de la mañana en un after, no entender la diferencia entre un insulto random y otro que se refiere al color de la piel del insultado es justamente en lo que consiste el racismo. Parejo es, pues, racista, y nos avergüenza como humanos pisar el mismo suelo que él. Como madridistas, nos avergüenza que haya vestido nuestra camiseta.

Pero estábamos en el ámbito periodístico, donde en las ultimas horas hemos tenido que aguantar retuits racistas de Dani Senabre, justificaciones baratas de los ataques a Vini por parte de Mónica Marchante o incalificables dudas sobre lo genuino de las lágrimas de Vini por parte de racistas como Pedro Pablo Parrado. Sí, racistas, porque afirmar siniestramente que Vini es "un buen actor" después de verle derrumbarse así es la materia misma de la que está hecho el racismo. Esa insensibilidad extrema, esa carencia absoluta de empatía, es el corazón mismo de la xenofobia.

Parrado no ha sido el único que se ha permitido dudar de la sinceridad de las lágrimas de Vinícius. El impresentable periodista valenciano Nacho Cotino, en una editorial en la televisión que le paga, se ha preguntado por la contraprestación financiera de las lágrimas del delantero. Cotino tiene un largo historial de racismo puro y duro, sin ambages, aparte de alguna oscura obsesión animalística. Sirve además de ejemplo para refutar esa idea que circula por ahí según la cual Vinícius es el único deportista de color que ha sufrido racismo en España. No lo es. Lo sufrieron antes Roberto Carlos, Rudiger o los destinatarios de las perlas de este sujeto que increíblemente, a día de hoy, sigue teniendo un puesto de trabajo.

Por cierto, existe otro medio valenciano que no sabemos si tiene alguna relación con el que da cobijo a Cotino. No nos sorprendería que así fuera. Nos referimos al medio parafascista Mediterráneo Digital, que se permite cosas como esta (como si los relojes caros aislaran del odio y el racismo).
Luego están los que no insultan de manera racista directamente, pero se escudan en la protección de la imagen de España, que no quieren que parezca racista, para convertirse asimismo en racistas también. Conviene dejar claro algo que poca gente ha resaltado. Una de las cosas que Vini subrayó en su famosa comparecencia es que "España no es un país racista". Tomarse todo esto como si Vinícius fuese un enemigo de España, empeñado en desacreditar la marca del país, es por tanto un error interesado, en el mejor de los casos. España no es racista, dijo Vini, pero España tiene racismo. Negar eso es favorecer eso focos de racismo. Culpar a Vinícius de lo que le sucede es ponerse del lado de esos focos de manera aún más clara.

No, no estábamos preparados para tener que hacer frente a esta dialéctica de chichinabo. El tema no es si España es racista o no. Eso es desviar el debate interesadamente a terrenos patrioteros. Y luego está ese argumento vergonzante, que trasciende a Abellán, y que por desgracia vemos por doquier, según el cual el hecho de que otros negros no sean víctimas de insultos racistas demuestra que los insultos que sufre Vinícius no lo son. Primero, ya hemos dicho que es mentira que sea el único que los sufre. Segundo, ¿acaso es necesario insultar a todos los negros que han sido o son para que tu insulto sea racista? Qué mapa mental tan fundamentalmente malvado se esconde detrás de decir eso. Cuánto nos recuerda a cosas que creíamos superadas en esta sociedad.

-Había otros concejales a los que podían haber matado, pero fíjate que sólo mataron a ese. ¿Por qué será? ¡Algo habrá hecho!

-Había ocho chicas en minifalda pero sólo violaron a esa. Qué casualidad. Ella se lo buscaría.

Luego está lo de "No es racismo, sólo buscan molestarle". Nos ha jodido, si se nos permite la expresión. Claro que buscan molestarle. Eso, molestar a la víctima, es lo que persigue el racismo desde que existe. Pretender que haya que buscar la motivación a unos gritos guturales en una grada, cada vez que un negro toca el balón, es ya racismo. Lo que corresponde es condenar los gritos, y ya, sin ningún pero. A ver si ahora vamos a tener que pagar una sesiones de psicoanálisis a todos esos cafres profundos para dilucidar si en realidad son racistas o no, cuando sus manifestaciones externas son de racismo de manual, y eso es lo que cuenta.

En fin. Estamos demasiado asqueados, demasiado consternados, para seguir.

Os dejamos con las portadas del día.

Pocas cosas me divierten más que la conspiranoia, si bien no me considero en absoluto permeable a sus teorías, sobre las que soy escéptico por muy atractivas que me resulten. Ya saben, desde esas que sostienen que el propio Partido Demócrata estadounidense está detrás del asesinato de Kennedy a aquéllas que niegan que el hombre llegara realmente a la Luna. En favor de esta última hay que reconocer que hay material videográfico dirigido por Stanley Kubrick que simulaba una alunizaje del Apollo 11, aunque es igualmente cierto, por mucho que le pese a Iker Casillas, que ha sido revelado en varias ocasiones por la NASA que su publicación era un plan B en caso de fracaso del proyecto Apollo. Ya saben, cosas de la (fascinante) carrera espacial y la Guerra Fría.

Por todo lo anterior permítanme excluirme de la categoría de orate y elaborar mi propia teoría conspiranoica sobre el fútbol español en la actualidad. Comencemos por exponer los hechos indiscutibles e indiscutidos:

- El Fútbol Club Barcelona está en una situación financiera en extremo precaria, sin entrar a valorar sus causas.

- Ese mismo club de fútbol está inmerso en el mayor escándalo de la historia del fútbol español y, posiblemente, mundial, merced a, por lo menos, 17 años de pagos al vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros de la Federación Española de Fútbol. A efectos puramente ilustrativos podríamos recordar que el juez que instruye este asunto se refirió al papel del Fútbol Club Barcelona en el mismo empleando los términos “corrupción sistémica”.

Anatomía de un Negreirato: Capítulo 4

- El Presidente de España depende, para prácticamente todo en esta legislatura, de los votos en el Congreso de los Diputados de los políticos independentistas catalanes, movimiento cuya importante, si no principal, bandera es el Fútbol Club Barcelona. Hasta el momento, el actual Gobierno de España ha indultado a los culpables de los crímenes cometidos en 2017 en Cataluña, así como ha aprobado una ley de amnistía para aquéllos encarcelados por la comisión de esos delitos.

- En paralelo, el seleccionador nacional de España en categoría absoluta, a sueldo de la Federación Española de Fútbol, de la que también depende el Comité Técnico de Árbitros, se dedica a convocar para aquélla a jugadores del Fútbol Club Barcelona. Esto no tendría nada de particular, en tanto en cuanto ese equipo es, por palmarés, un equipo muy destacado a nivel no sólo nacional, sino mundial. Lo llamativo es la tendencia mostrada por el seleccionador español a convocar a jugadores recién salidos de la cantera de ese equipo y que tan sólo acaban de comenzar su andadura en la élite. Son futbolistas, en muchos casos menores de edad, que están mostrando un rendimiento bastante digno, pero que no parecen haber acumulado méritos suficientes como para estar incluidos entre los mejores jugadores de España. Por supuesto, esto último no es demérito suyo, sino que es achacable a motivos puramente cronológicos. No les ha dado tiempo aún a mostrar lo buenísimos que son o que pueden llegar a ser. Aún así, Luis de la Fuente los convoca, no se sabe si por prestaciones o por potencial.

- Es un hecho constatable que la convocatoria de un jugador para su selección nacional redunda en un mayor grado de exposición del futbolista y un aumento en su valor de mercado.

Con los anteriores hechos encima de la mesa, elaboro la siguiente teoría:

El Fútbol Club Barcelona no va a padecer consecuencias perniciosas del caso Negreira, pues el sobreseimiento, archivo o resolución judicial que le permita salir indemne de tamaño escándalo será una de las condiciones que imponga el movimiento independentista catalán al actual Gobierno de España a cambio de sus votos afirmativos en el Congreso de los Diputados. La Federación Española de Fútbol ha instruido al seleccionador nacional absoluto español para que convoque de manera inmediata a cuantos jugadores jóvenes salgan de las categorías inferiores del Barcelona y comiencen a jugar con el primer equipo, de manera que su valor de mercado se multiplique y su club comience a recibir ofertas por ellos muy por encima de su verdadero valor. Así, el beneficio neto del Barcelona será altísimo, pues saca cantidades importantes por activos que no le han costado apenas nada, convirtiendo una cantera bastante buena, aunque no tanto como nos quieren hacer creer, en una gallina de los huevos de oro. Todo este proceso contará con la aquiescencia, cuando no apoyo activo, de la Liga de Fútbol Profesional, que no puede permitirse perder un activo devaluado, pero aún importante para su negocio.

El Fútbol Club Barcelona no va a padecer consecuencias perniciosas del caso Negreira, pues el sobreseimiento, archivo o resolución judicial que le permita salir indemne de tamaño escándalo será una de las condiciones que imponga el movimiento independentista catalán al actual Gobierno de España a cambio de sus votos afirmativos en el Congreso de los Diputados

La lección a extraer de esta teoría es que, al menos en España, no parece importante hacer las cosas bien o mal, cumplir con la legalidad o incumplirla, actuar con la diligencia de un buen empresario o convertirse en un trasunto barato del Lobo de Wall Street arrojando billetes a la calle. No hay consecuencias, especialmente para quien no actúa bien, y eso, estimados galernautas, sólo puede denominarse descorazonador.

 

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Buenos días. Pues como lo leen, amigos lectores, y ello se refleja en las portadas de los dos diarios deportivos madrileños: el seleccionador nacional, también conocido – gracias, Pepe Herrero – como Lluís de la Font por su querencia hacia los talentos o, simplemente hacia los futbolistas que salen de La Masía, ese mismo que casi se fracturó ambas manos aplaudiendo a su entonces jefe, Luis Rubiales, en la célebre mañana del “¡No voy a dimitir!”, resulta que sintió vergüenza – repetimos, sintió vergüenza – porque al capitán de La Roja, Álvaro Morata, se le despidió cuando fue sustituido por Mikel Oyarzábal con una sonora pitada por parte de buena parte del público presente.

Es decir, que este señor, de dudosos méritos para dirigir a la selección, siente vergüenza por una pitada tras una lamentable actuación deportiva de su capitán, que no dio una a derechas durante el amistoso España-Brasil, mientras que este mismo señor no tuvo ningún pudor al ovacionar a su corrupto jefe, delante de decenas de cámaras, tras su lamentable comportamiento en la final del Mundial femenino disputado en agosto pasado en tierras australianas.

De la Font, si fuese medianamente honesto, también podría haber declarado tras el partido que había sentido orgullo al ver que ese mismo estadio, que había silbado a Morata, también se había puesto en pie para despedir a Lamine Yamal con una atronadora ovación tras su gran actuación ante la Canarinha, con la que el Bernabéu dejaba sus supuestos colores bufanderos al premiar a la joven estrella barcelonista. De la Font, como siempre, se mete en numerosos charcos (Sergio Ramos, Rubiales, Brahim…) de los que no sabe salir. Morata fue pitado por su mal partido y Lamine fue vitoreado por su gran partido, no tiene usted que ver, Luis de la Fuente, más allá de esos dos hechos. Aunque luego deje caer que la música de viento que recibió el capitán (“hay que dejar aparte los colores de los clubes, y eso es un trabajo de la prensa”, declaró) fue porque los seguidores madridistas presentes en el estadio se quisieron cebar con el ariete titular de España. Por cierto que, pese a los insistentes gritos del público reclamando la presencia de Joselu en el campo, el seleccionador decidió sustituir a Morata por Oyarzábal, que no es un delantero centro al uso.

Curiosamente, las dos portadas de los deportivos catalanes sí se centran únicamente en Lamine y en el hecho de haber sido despedido como un emperador romano del recinto merengue. Está claro que a Sport y al diario del Conde de Godó, Grande de España, les importaba un comino el amistoso de anoche, pero les vino de perlas que su más reciente ídolo fuera encumbrado a los altares precisamente en el feudo del peor enemigo de su amado club, el FC Barcelona. “Laminho” en uno de esos dudosos juegos de palabras que de vez en cuando nos agasaja Mundo Deportivo. “El Bernabéu ovaciona a Lamine” tiene algo más de clase que el de su vecino de ciudad. Ni Mundo Deportivo ni Sport hablan de la infantil pataleta de De la Fuente, para que vean lo poco que les importa dicho comentario, y eso que podrían haber aprovechado dicho velado dardo para atacar, como tienen por costumbre, al madridismo.

En materia puramente futbolística, el encuentro España-Brasil estuvo entretenido, fundamentalmente por la flojedad de ambas líneas defensivas. Llama la atención que Marca reconozca que “el árbitro regala dos penaltis a La Roja”. Cómo debieron ser ambas acciones, una sobre el héroe Yamal y otra sobre Dani Carvajal, para que un diario tan patriota y tan escasamente imparcial como Marca - cuando se trata de valorar a la selección española, obviamente – escriba en portada que ambos penaltis solo existieron en la mente del colegiado portugués, criado tal vez en los alrededores de la Ciudad de Las Rozas.

Una parte fue para cada equipo, y hubo bastante crispación en ambas selecciones: el empate fue justo finalmente. Destacaron por España las actuaciones del citado Yamal, de Rodri y de Dani Olmo (que marcó un golazo en el mismo escenario donde hace 3 semanas falló claras ocasiones, a Dios gracias, con su Leipzig en la vuelta de octavos de Champions), mientras que por Brasil el mejor con diferencia fue Rodrygo Goes, aunque llamó mucho la atención el idilio que tiene el futuro madridista, Endrick, con el gol, como ya mostró hace 3 días en Wembley ante Inglaterra. Empató a 2 fusilando sin piedad a un atónito Unai Simón, prácticamente en su primera intervención de la noche.

Vinicius Jr. no tuvo su mejor noche, quizás le pudo la ansiedad de las horas previas vividas tras su histórica rueda de prensa, que esperemos marque un antes y un después en su denodada lucha contra el racismo y contra el bullying que recibe por parte de muchas aficiones rivales – solo en España - y de despiadados medios de comunicación y de infames periodistas – solo en España también -. No brilló como suele en el terreno de juego, aunque sí que recibió una enorme ovación con el estadio, su estadio, en pie, al ser sustituido.

Pasen un buen día, queridos lectores, y mucha prudencia en la carretera para los que disfruten de estos días de Semana Santa.

El poeta Luis Alberto de Cuenca (Madrid, 1950) es sin lugar a dudas el más prestigioso entre nuestros poetas actuales y, obviamente, es madridista. Por méritos y señorío, es el poeta que representa más el sentido épico de nuestro club. El escritor matritense es madridista de cuna pues su padre lo hizo socio de niño y le inculcó, tal y como le contaba en una entrevista estupenda a nuestro director Jesús Bengoechea un madridismo “profundo pero no sectario”. Aunque con los años su forofismo se ha calmado, confesaba en dicha entrevista que de niño si el Madrid perdía se iba enfadado a la cama.

Luis Alberto de Cuenca posee todos los premios literarios que verdaderamente importan: el Premio Nacional de Traducción (1989) y el Premio Nacional de Poesía (2015) subrayan al poeta y al traductor, pues de formación clásica, como filólogo ha traducido a autores del mundo grecolatino como Calímaco, Eurípides u Homero y a otros del medievo europeo Guillermo de Poitiers o Geoffrey de Monmouth, entre otros.  Además de su actividad en el CSIC, Luis Alberto de Cuenca ha desempeñado labores de gestión pública como la de director de la Biblioteca Nacional de España (1996-2000) o secretario de Estado de Cultura (2000-2004). Por su último poemario El secreto del mago acaba de ser galardonado el pasado junio con el Premio Internacional de Poesía Jaime Gil de Biedma.

Pocos madridistas pueden presumir de haber sido testigos de las 14 Champions del club. A los seis años un infante de 6 años supo de la primera Copa de Europa. De hecho la sexta le alcanzaría con 16 años y a buen seguro que al adolescente poeta le marcaría la hazaña del Madrid de los yeyé. Aquellos chicos jóvenes españoles tenían la difícil tarea de tomar el relevo del mítico Madrid de Di Stéfano, equipo de leyenda que arrasó en Europa y que forma parte del Olimpo del fútbol mundial. El Madrid de los yeyé dominó la contienda nacional llegando a ganar nueve veces la Liga, cinco de forma consecutiva. De aquel once que se proclamó campeón de Europa frente al F. K. Partizan destacaban Sanchís en defensa, Pirri en la medular y una delantera de quilates con Amancio Amaro, Ramón Grosso, Velázquez y Paco Gento, superviviente del Madrid histórico de Di Stéfano. 32 años tardó el Real Madrid en ganar su séptima Copa de Europa con aquel gol del montenegrino Predrag Mijatović que renovó la leyenda del Madrid aquella noche del 20 de mayo de 1998 en Ámsterdam.

Dentro del madridismo siempre hay una división entre los guardianes de las esencias y los vanguardistas. Como suele pasar en instituciones de tanto fuste, alrededor del madridismo pululan debates eternos sobre qué jugadores y entrenadores representan mejor a nuestro club. Para algunos la quinta esencia del madridismo se refugia en Pirri y Camacho mientras que para otros en Juanito. En los últimos años, pasaba algo así entre los partidarios de Iker Casillas y José Mourinho. Todo estaba inflado por la prensa afín a la Selección de fútbol de España de Vicente del Bosque también conocida como La Roja. El entrenador salmantino llevaba años dando la espalda al club que le dio todo en el mundo del fútbol y se manifestaba particularmente hostil contra Florentino Pérez. Tanto es así que, en mi opinión, Vicente del Bosque llegó a faltar al respeto a la institución al rechazar la Medalla de Oro del Real Madrid. En su momento fue un escándalo. En contraposición a estos personajes aparecía siempre el nombre de José Mourinho. Durante las tres temporadas que duró la etapa del entrenador luso la prensa española se empeñaba en envilecer su figura llegando a justificar agresiones de otras aficiones al club de Concha Espina como reacción.

En asuntos tales siempre sale el asunto del señorío y se tachaba a Mourinho de poco ejemplarizante. Cuando a Luis Alberto de Cuenca se le preguntaba al respecto respondía: «En Mourinho había algo de pelea, de trinchera que a mí me fascinaba. Era un héroe de tebeo. Me encanta Mourinho porque en el fondo me gusta la incorrección. Yo que soy un experto de caballería le aseguro que Mourinho le dio a la caballerosidad una dimensión moderna». ¡Caray! Resulta que el autor del poema Political Incorrectness (que Loquillo convirtió en canción) se sitúa del lado del madridismo que reconoció en la etapa de Mourinho una reconstrucción total y que a la postre sirvió para conquistar las victorias de la última década. Como madridista me agrada saber que en la biblioteca sentimental de Luis Alberto de Cuenca siempre hay espacio para los héroes del madridismo entre Homero y la princesa Leia. Alabado sea el poeta.

 

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Las repetidas goleadas encajadas por el Real Madrid en sus enfrentamientos con el Fútbol Club Barcelona sirven de excusa para que los periodistas que cubren el fútbol femenino carguen tintas contra el equipo merengue. La política de comunicación impuesta por el Real Madrid en todas sus secciones, que limita la concesión de entrevistas, es el motivo que se esconde detrás de la animadversión de medios interesados en mantener una cordial relación con las jugadoras azulgranas, que son las que más interés generan por su dominio a nivel continental. Durante años, los mismos diarios que actualmente critican al equipo madrileño, publicaron artículos exigiendo que el Real Madrid crease una sección femenina. El nombre del club presidido por Florentino Pérez es un imán de visitas, habitualmente acompañado de titulares poco elogiosos. Mientras el Real Madrid marca el ritmo del balompié español dentro y fuera del campo, el fútbol femenino es uno de los pocos motivos de alegría que le quedan a Joan Laporta. El presidente culé demostró su desconocimiento de la sección femenina del Fútbol Club Barcelona durante la campaña electoral de 2021, en la que cayó en una pregunta trampa de TV3, al responder que no conocía a tres jugadoras que jugaban en el Johan Cruyff.

Laporta

La superioridad del Barça femenino es tan apabullante que todavía no ha sido derrotado en la Ciudad Deportiva Joan Gamper desde la inauguración de su estadio en 2019. Al Real Madrid se le podrá reprochar su actitud o un menor acierto a la hora de fichar, pero los abultados marcadores ante el equipo catalán son más que lógicos. Desde la prensa se ha alimentado de forma artificial la competencia bajo el paraguas de la rivalidad centenaria entre los dos clubs. «El Clásico» en el fútbol femenino es por el momento un duelo desigual, que motiva especialmente a las futbolistas azulgranas para anotar goles. Caroline Graham Hansen, una de las mejores jugadoras del mundo, no se contentó con batir a Misa Rodríguez, sino que mandó un recado a través de la prensa. «Ellas siempre hablan antes del partido y luego siempre terminamos ganando. Estamos más cerca, estamos más cerca, pero seguimos ganando nosotras. Vamos a intentar que se quede así», declaró la noruega. Las fricciones entre vikingas y culés traspasan el terreno de juego, con diferencias en el seno de la Selección Española tras la renuncia de quince jugadoras a vestir la camiseta del equipo nacional en 2022, la cual dio la titularidad a varias representantes del Real Madrid.

Olga Carmona gol Mundial

La diferencia a la que alude Graham Hansen tiene una raíz mucho más profunda de los análisis que realizan AS o Relevo, que en sus reportajes obvian el pasado de ambos clubs. El Real Madrid entró en el fútbol femenino al absorber al Club Deportivo TACON en 2019. En Valdebebas meditaron cómo iniciar un proyecto sostenible, que hubiese obligado al escudo más laureado del fútbol a encadenar ascensos hasta alcanzar la máxima categoría femenina. Con el Atlético de Madrid (ahora en caída libre) como gran dominador del fútbol femenino en España, el Real Madrid optó por el equipo de Ana Rossell para crear su nueva sección. Medios como Mundo Deportivo contabilizan el 9-1 y el 0-6 que propinó el Barça al TACON como victorias ante el Real Madrid. La Junta Directiva blanca ha respaldado a su sección más reciente con presupuestos al alza para buscar la aplaudida sostenibilidad que alcanzó el primer equipo masculino. En su primer lustro de vida, el Real Madrid femenino está estancado en tierra de nadie, con una escasa motivación en el vestuario por la imposibilidad de dar caza al máximo rival. El Real Madrid evitó romper el mercado a golpe de talonario, una posibilidad cada vez más remota, dados los millonarios contratos televisivos que acaban de firmar las ligas estadounidense e inglesa, que van en detrimento de forma clara del torneo de la regularidad español. La Liga F no es un producto tan jugoso para los operadores, hasta el extremo de que DAZN ofreció de forma gratuita el último Clásico de la temporada 2023/2024.

La irrupción del fútbol femenino en la prensa, principalmente tras el patrocinio de Iberdrola y la profesionalización de La Liga F, junto a los éxitos de la Selección Española, han dejado atrás la historia de este deporte. Las voces que se afanan en denunciar los comportamientos machistas de los exseleccionadores no están interesadas en recordar los inicios del fútbol femenino en España. La Copa de la Reina y la entonces «Liga Nacional» surgieron en los ochenta, con el dominio de equipos vascos y gallegos. La arraigada tradición de las secciones del Barça (la cual está en peligro por la situación financiera del club) no tuvo el mismo impulso en el caso del fútbol femenino. Antoni Ramallets dirigió al germen del Barça femenino, que se estrenó en el Camp Nou el día de Navidad de 1970. El Fútbol Club Barcelona contabiliza en su palmarés la Copa de la Reina ganada en 1994, aunque no fue hasta el 2001 cuando la sección femenina se integró de forma oficial en el club fundado por Hans Gamper. La reestructuración obedeció a la creación de la Superliga Femenina por parte de la Real Federación Española de Fútbol que presidía Ángel María Villar. Joan Gaspart respaldó al equipo femenino diecinueve años antes de que la sección del Real Madrid disputase su primer partido oficial. El Barça permaneció en Segunda División durante tres temporadas, y tras ascender en 2004, Joan Laporta fichó a la mexicana Maribel Domínguez cuando eran el farolillo rojo de la categoría. La azteca abandonó en 2006 a una sección de la que se desentendió Laporta, tras recibir goleadas como un 7 a 1 ante el Espanyol, o un 8 a 0 frente al Hispalís. En 2007, el Fútbol Club Barcelona finalizó último el torneo liguero y descendió a Segunda División. Las catalanas recuperaron la categoría en 2008, y la Junta Directiva cambió de rumbo para utilizar más recursos para el equipo femenino. El Barça fue sexto en la competición liguera de 2009, a 32 puntos del vencedor, el Rayo Vallecano.

El escenario en el que el Real Madrid intenta abrirse paso en el fútbol femenino es muy diferente al que se encontró el Barcelona años antes, en los que su descenso fue intrascendente. El equipo que dirigen Ana Rossell y Begoña Sanz cuenta con el respaldo de la Junta Directiva, que espera abrirse de forma progresiva en el concierto europeo. Como ocurriese en la época de Pep Guardiola, el Barça cuenta con una generación dorada, con clásicos del Viejo Continente como el Wolfsburgo en decadencia

La llegada de Sandro Rosell sirvió para romper la hegemonía del Espanyol en el fútbol femenino catalán, con un trasvase de jugadoras, como Marta Torrejón o Alexia Putellas (previo paso por el Levante), durante varios años. El Barça derrotó al conjunto perico en 2011 para ganar la Copa de la Reina, a la que sucedió un año después la conquista de su primera Liga. El Fútbol Club Barcelona encadenó cuatro triunfos en el campeonato doméstico, pero fue apeado de la Champions Femenina con abultados resultados (0-3 y 4-0 ante el Arsenal en 2013 y 3-0 y 0-2 ante el Wolfsburgo en 2014). El Atlético de Madrid doblegó a las azulgranas durante tres temporadas, que apostó por rejuvenecer su plantilla con la consolidación de Putellas, Bonmatí o Guijarro. Josep María Bartomeu aumentó el desembolso de forma generalizada, con la profesionalización de la sección en 2015, y el Barça pudo lanzarse al mercado para conformar una suerte de selección con la firma de Jenni Hermoso o Irene Paredes, además de jugadoras extranjeras como Lieke Martens. El Fútbol Club Barcelona tuvo que esperar cinco años para volver a saborear una Liga, que le fue otorgada tras la suspensión de las últimas nueve jornadas a causa de la pandemia del COVID-19.

La consecución de la Champions era la gran asignatura pendiente para el Barça, que había perdido por 4 a 1 ante el Olympique de Lyon en 2019 en su primera final. El presupuesto de la sección femenina azulgrana alcanzó los cuatro millones de euros, la misma cantidad que cobró un fichaje que apenas pisó el Camp Nou como Jeison Murillo. Bartomeu pudo seguir fichando sin problemas gracias a los bajos salarios del fútbol femenino. La jugadora mejor pagada de aquel Barça, Lieke Martens, percibía 120.000 euros por temporada. Markel Zubizarreta (hijo de Andoni Zubizarreta) heredó el proyecto que dirigió María Teixidor, que abandonó el club por la puerta de atrás para centrarse en su trabajo en Naciones Unidas. El Real Madrid daba sus primeros pasos en el fútbol femenino, mientras el Fútbol Club Barcelona elevaba su presupuesto a los cinco millones de euros, al asumir pérdidas que superaban el millón de euros. La ansiada Champions ganada en 2021 por 4 a 0 al Chelsea apenas aumentó los ingresos de la sección. Las diferencias entre el Barça y el resto de equipos de España se volvieron insalvables, ya no solo por una cuestión de talento, sino de los medios de los que disponían las jugadoras en sus entrenamientos o desplazamientos. Las azulgranas volvieron al Camp Nou en 2022 para el duelo de cuartos de final del torneo europeo ante un Real Madrid en pañales. 91.553 espectadores alentaron al equipo catalán en su victoria sobre las merengues, pero el espectacular dato de asistencia tenía trampa: el acceso era gratuito para los socios (pagaban 2,50 euros por gastos de gestión), y a partir de 9 euros para el público general. La euforia culé sufrió un duro revés en la final de Turín, en la que el Olympique de Lyon derrotó a las catalanas por 3 goles a 1. Mundo Deportivo y Sport, ya volcados con el femenino, se apresuraron a publicar que el conjunto francés tenía el doble de presupuesto que el Barça.

En su segundo mandato, Joan Laporta ha duplicado la inversión en una de sus secciones más laureadas para poder mantener el dominio a nivel continental. La acumulación de estrellas del Barça reclama mejoras salariales, motivadas por las ofertas que reciben de otros países donde los equipos quieren reforzarse de forma urgente a cualquier precio. Laporta intenta mantener a Putellas o Bonmatí como activos para sus difíciles negociaciones con los patrocinadores, que no se olvidan del daño reputacional del «Caso Negreira». Nikola Mirotic, buque insignia del equipo de baloncesto, vio rescindido su contrato de forma unilateral, en un precedente que preocupa en el vestuario del femenino, que es sabedor de que sus nóminas son contabilizadas para el cálculo del Fair Play Financiero. El Barça sigue aplastando a sus rivales en España, en una Liga F que tiene el ganador decidido antes de empezar, salvo que acontezcan situaciones excepcionales como la descalificación de las catalanas de la Copa de 2023 por alineación indebida. El poder de las jugadoras culés como referentes de la Selección ha llevado a que el fútbol femenino en España quede en manos de personas de su confianza.

La capciosa búsqueda por parte de la prensa de la diferencia que separa actualmente a los dos gigantes del fútbol español, para criticar la gestión que se hace en Valdebebas, omite los principales motivos para pasar facturas a una dirección que no ha querido contentar a los periodistas. El escenario en el que el Real Madrid intenta abrirse paso en el fútbol femenino es muy diferente al que se encontró el Barcelona años antes, en los que su descenso fue intrascendente. El equipo que dirigen Ana Rossell y Begoña Sanz cuenta con el respaldo de la Junta Directiva, que espera abrirse de forma progresiva en el concierto europeo. Como ocurriese en la época de Pep Guardiola, el Barça cuenta con una generación dorada, con clásicos del Viejo Continente como el Wolfsburgo en decadencia. El acierto a la hora de regenerar una plantilla amortizada marcará el devenir de los próximos años en Valdebebas. El mejor activo del Real Madrid sigue siendo el escudo redondito que tantas veces ha triunfado en Europa. La temida mentalidad que encarna la camiseta blanca, que recientemente ha dado a sus vitrinas la Champions de 2022 y la Euroliga de 2023, debe trasladarse al difícil y cambiante fútbol femenino.

 

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En la Sacramental de San Justo, junto a la pradera de San Isidro que pintó Goya y entre las tumbas de los grandes románticos españoles, yace desde 1950 Carlos Padrós i Rubió, el quinto hijo de Timoteo Padrós y de Paula Rubió, naturales de Barcelona y Villafranca del Penedés, respectivamente. Nacido en Barcelona en 1870, por lo tanto “catalán de familia, nacimiento y sentimientos” según se describió a sí mismo cuando tomó posesión de su acta por primera vez como parlamentario en Madrid el 17 de octubre de 1912, “su familia lleva mucho tiempo en Madrid y en el comercio de Madrid es dueña del conocido establecimiento Al Capricho, donde acrecentó su fortuna”.

En ese establecimiento, calle Alcalá número 48 esquina con Cedaceros, boutique de moda, complementos y telas de importación, se formalizaron los estatutos del Madrid Foot-ball Club, la unión de la Nueva Sociedad de Foot-ball de Julián Palacios y los estudiantes de la Escuela de Ingenieros de Minas y del equipo del Association Sportive Française, y los leales a la vieja Sociedad de Foot-ball que languidecían en el Sky Foot-ball Club.

El Sky vestía de rojo y de azul como la antigua Sociedad, que en puridad es el primer club estrictamente de fútbol fundado en la capital de España. El nuevo club adoptó el blanco venerable y puro del Corinthian de Londres, la institución balompédica más famosa del momento en Europa, seguramente por influencia de Arthur Johnson, el irlandés que enseñó a jugar al Madrid. Al Capricho, como hemos leído, era un negocio que en ese momento daba trabajo a 200 personas y que llevaban los hermanos Padrós i Rubió, Carlos y Juan, mayor que él, “empresarios textiles, producto de esa burguesía que surgió con la segunda Revolución Industrial” como los definen de un trazo otros hermanos geniales, los Del Riego, en las primeras páginas de La Biblia Blanca. Aunque no hubiera hecho ninguna otra cosa más en su vida, Carlos Padrós i Rubió contribuyó, con la fundación del Real Madrid Club de Fútbol, al mayor hito cultural, social y político de España desde la Constitución de Cádiz de 1812. Pero es que, además, Padrós fue una de esas figuras públicas polifacéticas y dinámicas que hicieron posible creer a algunas capas de la España urbana del primer tercio del siglo XX que una república democrática, parlamentaria y liberal, a la francesa, era posible. Quizá como alegoría de esa quimera destruida sin piedad por la Historia, su tumba, en el cementerio de la buena sociedad madrileña de la Restauración, se halla olvidada y derruida, sin ninguna flor ni ningún recuerdo, tampoco del club al que con su tesón y creatividad ayudó a levantar en el Antiguo Testamento.

Carlos Padrós

Los Padrós dejaron su casa, en la judería de Barcelona, que en la corona de Aragón se llamaban Call, por el centro de Madrid cuando Carlos tenía seis años. Los borbones, en la figura de Alfonso XIII, habían vuelto a España tras los turbulentos años que siguieron a la revolución de 1868, La Gloriosa, el exilio de su madre, Isabel II, el asesinato de Prim y el breve reinado de Amadeo de Saboya. En Madrid se prosperaba y Timoteo Padrós Parals, que ya era razonablemente rico, mudó a la familia a la capital en un momento de consolidación del sistema constitucional a la inglesa que patrocinaba esa eminencia malagueña llamada Cánovas del Castillo. Las fuentes hablan de la familia Padrós i Rubió como una casa abierta, europeísta y cosmopolita. Los hechos lo prueban. Su hermana Matilde, tres años más pequeña que Carlos, fue la primera mujer que se licenció en Filosofía y Letras en toda España, en la Complutense. Le dieron clase figuras de la talla de Salmerón y Menéndez Pelayo y sacó sobresaliente en metafísica, hebreo, griego o literatura, doctorándose con matrícula de honor dos años después. De ella dijo Ortega y Gasset que era la criatura más inteligente y cándida que había conocido. Casada, vivió en Londres y además de dar clases de español participó como redactora en la Britannica.

Carlos Padrós fue un hombre excepcional, un auténtico dinamizador intelectual del país. Como no podía hacer deporte por la cojera que le dejó una enfermedad en la primera niñez, desarrolló unas dotes organizativas extraordinarias. Participó, con su hermano, en las fases embrionarias del foot-ball madrileño, pero no conformes con el desarrollo de las cosas tomaron la iniciativa y crearon algo nuevo, único. Las consecuencias de aquella rebeldía seguimos admirándolas hoy: un accidente histórico con un puñado de Copas de Europa alrededor de una corona.

En la trastienda de Al Capricho ya estaban todos los que luego determinaron la historia del Madrid y del fútbol español: los Padrós, Palacios, Paragés, Meléndez y Johnson, amigos de Minas y del Liceo Francés. Aunque es Juan el que sucede a Julián Palacios al frente del Madrid, el turno de Carlos llegaría pronto: en 1904 ya está preparado no sólo para dirigir la nueva organización sino para impulsarla a través de sus propios proyectos personales, que incluían la organización de las primeras competiciones formales a nivel nacional, la primera federación española y la primera confederación internacional de foot-ball, fútbol o balompié. Monta, aprovechando los fastos por la mayoría de edad de Alfonso XIII, la primera Copa de España, que aunque nace oficialmente al año siguiente ya tiene su primer episodio en los terrenos que hoy albergan los Nuevos Ministerios. Padrós, que era amigo del rey, invitó al New de Madrid, al Vizcaya (una selección bilbaína formada por los futbolistas del Athletic y del Bilbao), al Barcelona y al Español de Barcelona. Se jugaron un trofeo donado por la Casa Real que ganaron los vascos.

Carlos Padrós fue un hombre excepcional, un auténtico dinamizador intelectual del país. Como no podía hacer deporte por la cojera que le dejó una enfermedad en la primera niñez, desarrolló unas dotes organizativas extraordinarias. Participó, con su hermano, en las fases embrionarias del foot-ball madrileño, pero no conformes con el desarrollo de las cosas tomaron la iniciativa y crearon algo nuevo, único. Las consecuencias de aquella rebeldía seguimos admirándolas hoy: un accidente histórico con un puñado de Copas de Europa alrededor de una corona

Su actividad, en aquellos años de vértigo, fue frenética. En 1902 fundó la Unión Madrileña de Clubes, un antecedente de las federaciones regionales y de la nacional, en cuya génesis también estuvo. Hacía un año que había abandonado la presidencia del Madrid. Fue desde entonces presidente honorario, el primero hasta que Florentino Pérez recuperase el título casi cien años después. Su legado estaba tan vivo que Paragés y Meléndez, los hombres que continuaron su trabajo al frente del Madrid, amigos y discípulos, fueron los que culminaron el primer gran salto mortal de la historia de la institución, la mudanza al Campo de O´Donnell, el primer estadio propiamente dicho de la historia del fútbol español, cuyas obras de vallado, vestuarios y graderío, algo nunca visto hasta entonces en España, sufragaron los propios socios del Madrid a iniciativa de la directiva. Padrós, educado en la Institución Libre de Enseñanza y en los college británicos, había dejado una huella profunda en una generación de hijos de la primera gran burguesía comercial madrileña, a los que sacaba diez años y de los que fue un padre intelectual. La promoción del deporte, su difusión entre todas las capas de la sociedad y la visión del fútbol como un negocio a largo plazo, estaban ya presentes entre todos aquellos maestros de Santiago Bernabéu, que por entonces era futbolista y también arrimaba el hombro como los demás en las obras de O´Donnell. Padrós no sólo fue el guía espiritual de estas obras, también puso dinero de su bolsillo. A esas alturas, desvinculado del deporte, se empleaba a fondo poniendo en práctica de nuevo su genio creador y organizativo en la agricultura.

Como terrateniente, quiso modernizar el campo, aumentando el rendimiento de sus fincas con nuevos cultivos e intentos de industrializar la actividad agraria. Levantó fábricas de aceite Martos y Fuensanta y recibió por ello del rey Alfonso XIII lla Gran Cruz de la Orden Civil del Mérito Agrícola. Fue Presidente del Centro de Estudios Agrosociales, de la Confederación Española Patronal Agrícola y Vicepresidente de la Asociación de Agricultores, por ejemplo. Si se metía en una cuestión, era a fondo. También fue Vocal del Consejo Superior de Fomento y en 1912 entró a formar parte del Partido Liberal del conde de Romanones, diputado en las Cortes por designación directa no obstante avalada después con el apoyo de liberales, regionalistas, conservadores y carlistas. Fue diputado tres veces seguidas por el distrito de Mataró y allí, en gratitud por la dedicación y el esfuerzo en mejorar la vida de sus habitantes, le dedicaron hasta una avenida. En el parlamento dejó, por ejemplo, intervenciones que demuestran su capacidad de adelantarse al futuro: el 10 de noviembre de 1916 realizó una “disertación sobre el abusivo precio que tenía la gasolina en España respecto a Europa, y lo que esto suponía para el retraso de la economía nacional” de la que el historiador Andrés Bayona ha guardado una última y brillante parte que sirve como botón de muestra de la naturaleza de su pensamiento. “No voy a cometer la ridiculez de pretender demostrar a los señores diputados la importancia que tiene en la vida moderna la rapidez de los transportes. Si es posible que alguien suponga que la utilidad de la gasolina queda limitada al uso de los automóviles para pasear y lucirse por las calles de Madrid, y que esa es la razón que me mueve á hacer estas manifestaciones, yo fío en la cultura de los señores diputados, que, sin duda alguna, reconocerán el gran interés que tiene para la industria y para la agricultura el abaratamiento de este producto”.

Trabajó desde Madrid por solventar el grave problema de las inundaciones que asolaba cíclicamente Mataró. Las cuestiones agrarias estuvieron siempre en su punto de mira. Tanto es así que mucho después, ya durante la República y retirado de la política, redactó un proyecto de ley de crédito agrícola en el que se fomentaba la unión de patronos y obreros en las llamadas Hermandades Rurales, apoyados por créditos blandos para crear riqueza y evitar el desempleo agrario. Fue un socialdemócrata puro y avant la lettre, un liberal en un mundo que se encaminaba irreversiblemente a la conflagración total entre comunistas y fascistas. Es curioso y debería ser enfatizado muchísimo más (ahora mismo no lo es en absoluto) que en estos tiempo de falseamiento de la memoria histórica el Madrid sea quien pueda reivindicar que no sólo es quien tuvo un presidente fusilado por rojo tras la guerra y otro represaliado políticamente y exiliado en París, sino que además tuvo a uno de sus fundadores en el origen del Procés. Su último acto como diputado fue asistir a la célebre Asamblea de Barcelona en 1917, uno de los primeros grandes jalones del autonomismo catalanista.

El levantamiento del ejército de África de julio de 1936 le cogió en Madrid, donde un grupo de milicianos quiso darle el paseíllo y en efecto se lo dieron. Fue, sin embargo, uno de los afortunados que sobrevivieron al terror rojo, no se sabe si por azar, como Zamora, o porque no estaba de Dios que aquella fuese su hora. Junto a su mujer y una de sus hijas fue llevado al Retiro, donde en un paredón padeció, como Dostoyevski, un simulacro de fusilamiento. Llevado luego a la checa del Círculo de Bellas Artes, todos se desentendieron de él y sencillamente se marchó por su propio pie a la embajada de Polonia, donde obtuvo el salvoconducto necesario para pasar a Francia, a Marsella. A su regreso a España su domicilio estaba, como el Estadio de Chamartín, completamente destrozado. La posguerra no fue benévola con él. Su hija Blanca se le murió en 1945 y muy decaído moral y físicamente, Padrós fallecía en diciembre de 1950, el mismo día que el Madrid perdía por goleada en Sarriá contra el Español. A su entierro fueron Bernabéu y Luis de Carlos, pero es una pena que a día de hoy Padrós, el protoBernabéu, una de las más grandes figuras de la historia del club, pase, como casi todo lo que sucedió antes de 1953, desapercibido en la memoria del Madrid.

Buenos días. En imágenes que han dado la vuelta al mundo, Vinícius se derrumbó en la rueda de prensa previa al amistoso de hoy entre España y Brasil. Se vino abajo al hablar del acoso racista que sufre en España. Las lágrimas de Vinícius deberían pesar eternamente sobre la conciencia de todos los que han colaborado en ese acoso, desde los propios perpetradores de los insultos en estadios y aledaños hasta las pasivas autoridades, pasando por los árbitros, la LFP y los medios que han tratado de culpar a la víctima a través de vergonzosas campañas contra el futbolista. La Galerna, en este sentido, está hoy donde siempre ha estado (de hecho, ya titulamos un editorial exactamente igual), en el punto exacto del que no le han movido un centímetro las toneladas de propaganda capciosa que han llovido sobre la figura del admirable Vini. La Galerna está con él y le manda todo su apoyo, el que por nuestra parte jamás le ha faltado.

Decíamos que las lágrimas de Vinícius deberían pesar sobre las conciencias de tantos y tantos opinadores que han ejercido un bullying incalificable sobre otro ser humano, un bullying que comenzó en la forma de burlas por la (presunta) escasa calidad del futbolista para después, demostrada ya con estrépito dicha calidad, virar hacia acusaciones de provocador a quien se limitaba a reaccionar como podía a la cascada de insultos y patadas impunes más ominosa que se recuerda, con sus connotaciones racistas frecuentemente.

Muchos de los protagonistas de ese bullying, lejos de deponer su actitud tras la rueda de prensa de ayer, han intensificado sus ataques. Se enrocan en su huida hacia delante, incapaces de admitir que han obrado de manera indecente.

Llamaremos a algunos de esos opinadores por sus nombres, de modo que, a ser posible, pueda caérseles la cara de vergüenza. Daniel Senabre se marcó un vergonzoso retuit xenófobo que después borró, para pasar a insultar a quienes le habían reprochado el retuit. Mónica Merchante habló de una "excesiva victimización" del brasileño, en un alarde de falta de sensibilidad sólo comparable a su proverbial antimadridismo. Pedro Pablo Parrado se permitió llamar al delantero "buen actor". Estremece pensar en la profunda sima de odio en la que hay que vivir para opinar que las lágrimas de Vinicius fueron fraudulentas.

Por lo demás, en su comparecencia Vini destacó que "España no es un país racista" -opinión que deslegitima a quienes se envuelven en la bandera nacional como si Vinícius hubiera generalizado alguna vez, atacando el orgullo patrio- aunque sí hay "muchos racistas que van a los estadios". ¿Quién puede negárselo? ¿Quién puede negarle que no se hace suficiente al respecto, por mucho bochorno que como españoles nos produzca el admitirlo?

"No me iré de la liga, porque si lo hago habrán ganado  los racistas", anuncio el brasileño, emocionándonos, para terminar subrayando que se sentía apoyado "por el presidente y por el club".

 

As y Marca prefieren abrir con el partido de esta noche que con las lágrimas de Vini, a las que se da una presencia residual. El choque amistoso de hoy comparte trasfondo porque es contra el racismo, precisamente, pero nos habría parecido mucho más procedente dar las portadas al llanto de Vinicius. Poner el foco en el partido dulcifica el escenario. Lo que copa las portadas del mundo entero hoy no es este amistoso, sino las lágrimas de la joven estrella.

Con todo, gusta ver unidos a la causa a dos brasileños (Vini y Rodrygo) y dos españoles (Lamine y Nico Williams), todos ellos de color. En La Galerna sentimos indisimulado aprecio por Nico. En la notable entrevista precisamente en As de hace unos días, firmada por Joaquín Maroto, el bilbaíno defendía sin ambages a Vinicius. Fue una entrevista muy importante.

La prensa cataculé, entretanto, pasa bastante del asunto Vini (Mundo Deportico le dedica un miniespacio casi lacónico). No esperábamos menos de ellos. A cambio nos traen la liberacion de su (¿ex?) ídolo Dani Alves y sus ganas de fichar a Haaland en 2025. El que hambre tiene con pan sueña.

Pasad un buen día.

La psiquiatría define el delirio como una estado de perturbación mental que conlleva ideas disparatadas y la pérdida de la capacidad de raciocinio. Por ejemplo, que Joan Laporta diga que “lo del Real Madrid es aberrante” refiriéndose a cómo según él los vídeos de Real Madrid TV influyen en los colegiados es delirante, a la par que ridículo. Es carcajeable en primera instancia, hasta que uno se da cuenta de que el señor Laporta es el máximo dirigente de una de las entidades deportivas más grandes del planeta, momento en el que pasa a ser algo a medio camino entre triste y vergonzoso. Vuelve a ser carcajeable en el momento en el que uno recuerda que de ese caballero depende que el máximo rival del Real Madrid vuelva a estar a un nivel que propicie que la rivalidad sea de nuevo digna de lo que se espera de ambos clubes.

Barça: toma nota, madridista

Se puede entender, que no compartir, el estrambótico proceder del presidente blaugrana. Joan no hace sino prolongar ese delirio compartido por una afición que ya de por sí hace tiempo que vivía abducida por el relato que se le ha estado inculcando desde que tienen uso de razón, y que ahora se ve potenciado por la vorágine de radicalismo que difunden tanto los medios afines (a día de hoy casi todos) como los nuevos creadores de contenido (youtubers y demás derivados).

El problema no es tanto que el presidente del máximo rival pueda opinar e incluso divulgar públicamente que los vídeos de Real Madrid TV puedan influir en el arbitraje, sino que esta sea la opinión generalizada tanto de la liga como, al parecer, de la mayoría de equipos que componen la misma y que formaron parte del comunicado con el que la liga atacó con una dureza inusitada a un equipo que simplemente estaba denunciando el mal proceder de un colegiado en un tema bastante delicado (y que ya viene de lejos) como la violencia contra uno de sus jugadores, quién por cierto es seguramente una de las caras más destacadas de la competición presidida por Javier Tebas, y uno de los principales alicientes por los que alguien pueda querer ver un partido de esta competición, que cada vez se vende peor a sí misma.

¿Se imaginan al presidente del Calcio saliendo a la palestra a tranquilizar a los aficionados juventinos cuando estalló el Calciogatte? ¿Se imaginan al estamento del Calcio y a la gran mayoría de equipos italianos uniéndose contra la Roma despúes de que la Juve y otros equipos hubieran pagado a colegiados y periodistas alegando que un medio de la Roma denuncia arbitrajes desfavorables? ¿Se imaginan a los equipos de la Premier solicitando que se revoquen las posibles sanciones a un equipo que ha incumplido más de 115 normas del fair play financiero?

Procedamos por partes, que uno se pierde entre tanto delirio (no descarto que ese sea el verdadero plan oculto que han urdido los numerosos enemigos de este país contra el Real Madrid: que nos perdamos). En primer lugar, es delirante que la liga y sus dirigentes puedan pensar que los vídeos de Real Madrid TV estén influyendo en los colegiados. Esto hablaría muy mal de los colegiados, que no dejan de ser jueces supuestamente imparciales que sólo responden a lo que hay plasmado en el reglamento, y a los que se les paga tanto precisamente por la presión que se les presupone ser capaces de soportar. Esto también resulta contradictorio con el argumento utilizado por los estamentos con respecto al caso Negreira de que este no influía en ellos. Si no influía Negreira en los colegiados, que era en palabras de Mateu Lahoz “un general”, ¿qué influencia pueden tener unos vídeos en los que únicamente se detallan jugadas de fútbol mejor o peor arbitradas?

Istvan Kovacs en el Liverpool, 2 - Real Madrid, 5

Los números tampoco avalan precisamente la tesis del Barcelona y de la liga. Si el Madrid estuviera influyendo en los árbitros, cosa que por cierto estarían disimulando maravillosamente bien, lo mínimo esperable igual podría ser, qué sé yo, que el equipo con mayor talento ofensivo de España no tenga un saldo arbitral de tarjetas rojas negativo. En fin, delirios míos. Cuando el Barcelona exhibía un saldo arbitral anómalamente positivo en la época de Negreira lo solían atribuir al estilo ofensivo del equipo. Cuando hoy descubrimos con fingido asombro que el Real Madrid es el equipo que más toques da en el último tercio del campo, el mutismo es absoluto ante el hecho de que el equipo blanco tenga uno de los peores saldos de rojas de toda Europa y tenga un saldo de penaltis inferior al de equipos como el Rayo o el Granada, que coincidirán conmigo en que no albergan la calidad de los nuestros.

También es delirante por parte de la liga que, en el mismo comunicado en el que hace un alegato en favor de la lucha contra el racismo, la xenofobia y la violencia, ataque al club que está defendiendo esta lucha, y defienda al colegiado que se pasó por el arco del triunfo los numerosos avisos de jugadores ante la violencia verbal que estaba sufriendo Vinicius jr, al que Javier Tebas presume de defender. En voz bien alta y cuando hay una cámara y un micrófono encendidos cerca, eso sí.

El Madrid está denunciando un hecho objetivo: un árbitro se saltó el protocolo y realizó dejación de funciones en algo que queda reflejado claramente en el reglamento, precisamente en un tema que está en ascuas en estos tiempos, pues está dejando a España a la altura del betún frente al resto del mundo.

Martínez Munuera en el Real Madrid - Athletic de Bilbao

La liga, en cambio, está denunciando por un lado esta denuncia objetiva y por otro lado algo tan subjetivo como unos vídeos en los que unos profesionales (sí, madridistas) denuncian a través del análisis de una serie de jugadas lo que consideran un trato arbitral desfavorable. La mejor manera que tendría la liga (y sus medios) de no permitir la influencia de Real Madrid TV en los arbitrajes, si es que fuera ese su verdadero objetivo, sería dejarlos pasar de largo, como han hecho durante los largos años que llevan emitiéndose estos vídeos. Pero, como todos deberíamos saber ya a estas alturas, el verdadero motivo de este repentino cambio de política con respecto a estos vídeos es tener algo por lo que criminalizar y atacar al Real Madrid.

El delirio únicamente sería menor si hace un año la actitud de la liga con respecto al mayor escándalo de la historia del deporte no hubiera sido la que fue. Sin embargo, lo primero que hizo el presidente de esta liga de chiste fue tranquilizar al aficionado culé que pudiera tener algún temor de sufrir sanción alguna. ¿Se imaginan al presidente del Calcio saliendo a la palestra a tranquilizar a los aficionados juventinos cuando estalló el Calciogatte? ¿Se imaginan al estamento del Calcio y a la gran mayoría de equipos italianos uniéndose contra la Roma despúes de que la Juve y otros equipos hubieran pagado a colegiados y periodistas alegando que un medio de la Roma denuncia arbitrajes desfavorables? ¿Se imaginan a los equipos de la Premier solicitando que se revoquen las posibles sanciones a un equipo que ha incumplido más de 115 normas del fair play financiero? A mí, cuando menos, me cuesta. Menos que oír al presidente de la liga española reconocer que están trabajando para mitigar la repercusión del caso Negreira, eso sí.

Resulta alarmantemente descorazonador comprobar el actual y delirante estado del fútbol español, así como esta guerra abierta que han decidido establecer contra el Real Madrid, en la que este último sólo parecer contar con la cordura como aliado (quizás también con el Athletic de Bilbao, pero a saber). Que un club que hace años que se caracteriza por su cautela, por el envainamiento de las armas y el mantenimiento de las formas, haya desplegado los cañones como lo ha hecho el equipo blanco no hace más que certificar dichos desvaríos del fútbol patrio. Tienen suerte los enemigos de que el Madrid nunca vaya a caer. Tienen suerte porque detrás de todos sus delirios lo único que hay es algo tan triste y penoso como el odio. Y, por el momento, del odio al Real Madrid pueden vivir; pero del vacío que este dejaría, no.

 

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El Madrid no debería ganar la Liga

 

Se habrán percatado muchos de ustedes que lo que pasa en nuestro fútbol me lo tomo a coña normalmente. Mis raíces, Barcelona, Archivo de Cortesía, influyeron decisivamente.

Hace años, muchos, entendí que era la manera mejor y más higiénica de hacerlo. El titular de estas líneas puede llamar a engaño cuando esta es una de las veces que digo lo que digo en serio. Acompáñenme.

No, no. No debería ganar la Liga el Madrid pues ayudaría con ello a blanquear nuestro fútbol: ¡qué horror! Tengo el campeón ideal, claro. Se lo cuento más abajo. Fíjense estos días. ¿Qué ha sido noticia, comentario y tal en periódicos, radios, redes y televisiones? Pues que con Kroos, Alemania ha vuelto a ser Alemania. El gol de Endrick a Inglaterra. La vuelta de Güler a Turquía. La camiseta que Vinicius le regaló a Walker.

¿Cuánto sabes de Endrick?

Por cierto: medio City acabó lesionado o así la primera jornada de partidos internacionales de selecciones. ¡Qué mala suerte! Se duda que puedan disputarse los partidos de octavos con el Real en las fechas previstas por falta de efectivos en el campeón inglés. Vamos, que podrían disputarse en agosto: todo sea por el espectáculo.

Más cosas. La foto de Endrick, Vinicius y Belligham acabado su partido. Que si Tchouaméni dijo no se qué sobre el futuro español de Mbappé. Que si Leny Yoro y Alfonsito Davies quieren jugar en el Madrid o meterse en un convento. Guardiola estuvo en Barcelona, le abordaron en un restaurante y contestó sobre la Copa de Europa: "Del Madrid me encargo yo". Madrid, Madrid, Madrid. Expectación mundial, atención permanente. Pros y antis: todos.

Fuera del Madrid vivimos el detallazo de Klopp y su Liverpool con Sven Goran Eriksson. También que Italia volvió a ganar, tela. Y, desde luego, el rodillo que es Argentina en sus amistosos pues le hizo tres a El Salvador en otra memorable actuación. Antes no tuvo piedad de Indonesia, Australia, Curaçao, Panamá, Emiratos Árabes, Jamaica, Honduras y Estonia. Nueve partidos sin un gol en contra. Los resultados se los busca usted, que a mí me da la risa.

El foco está en el Madrid, lo que me anima a volver a lo mismo. ¿Qué pasaría si ganara la Liga? Pues más foco. Fiesta en el Bernabéu, en Cibeles, la primera de Bellingham… Daría un aire de normalidad que ocultaría la realidad: el tremendo desprestigio que azota a nuestro fútbol. Basta ya. Un tío ve en Nueva Zelanda que el Madrid ha ganado la 36, se encoge de hombros y resume: normal, ganó el mejor. Un señor más cercano añadiría: con lo que le putean y ha vuelto a ganar… Y más: una tarde pones la tele y sale Hezonja allá en Belgrado y bueno, para qué las prisas. El foco.

Que gane la Liga quien mejor representa los valores y esencias del actual fútbol español. El equipo más español que nadie, el que mejor representa esta España: ese, él, sí. Es curioso llegar a la conclusión de que el Madrid ha dejado de ser España

El Madrid campeón equivale a blanquear lo que es negro carbón. Daría una impresión de normalidad, buen hacer, tranquilidad, equilibrio, limpieza, gestión. Nada que ver con la realidad. ¿Merece la pena una tarde de risas en el Bernabéu, un paseo por la Castellana, Ancelotti fumándose otro puro a cambio de colaborar con algo tan tremendo como que el mundo crea que aquí todo es puro Heidi?

Pues no.

Ancelotti puro

El Madrid es una cosa muy seria y no debe colaborar en maquillar este descalzaperros que es el fútbol en España. ¿El Madrid es perfecto? Pues no, claro. Como toda actividad humana. Pero que no tiene que ver con lo que le rodea, que lo sufre por imperativo legal. Eso tampoco admite discusión.

¿Merece la pena una tarde de risas en el Bernabéu, un paseo por la Castellana, Ancelotti fumándose otro puro a cambio de colaborar con algo tan tremendo como que el mundo crea que aquí todo es puro Heidi?

En cosa de nada hemos vivido todos, y el Madrid en primera línea, mil chuflas. Empezó la cosa con lo de Brahim. Bastó el partido con Colombia para confirmar lo sabido: es mejor que todos los que De la Fuente se llevó en su puesto y alrededores. Pasó lo de la Guardia Civil en la Federación, con el besucón por el Caribe. Pasó que hablaron Tebas y Laporta, presidentes de la patronal y de uno de los clubes más pintorescos, no ya aquí sino en el mundo.

Me gusta que hablen, es una risa tremenda y gratis. Les unió preguntas sobre el asunto Negreira y el inevitable Madrid, claro. Para uno, lo de los 17 años y él pagando dos veces -una multiplicando por cuatro el dinero que salió de su club- no existió. Para el otro sí, pero gracias a su trabajo la cosa de la reputación azulgrana va mejorando. Mucho nos alegramos.

En realidad quien más le preocupa es Florentino, dejó dicho Tebas a quien me estoy refiriendo. El poder de Florentino. El otro sostuvo que Mbappé poco menos que llevará al Madrid a su disolución. No, Ninguno de los periodistas que les preguntaron a ambos dos sufrió un ataque de risa ni repreguntó: tragaron y hasta la próxima.

La Liga, en fin, debería tener el campeón que merece y con la mayor diferencia posible sobre el segundo clasificado que debería ser el Girona por su estupenda temporada. ¿Qué campeón? Espabilen oigan, no se lo voy a decir todo.

El Madrid, quinto. O sexto. Y su pase a la próxima Champions que le llegue por su condición de campeón de Europa, la 15 o sea. Que gane la Liga quien mejor representa los valores y esencias del actual fútbol español. El equipo más español que nadie, el que mejor representa esta España: ese, él, sí. Es curioso llegar a la conclusión de que el Madrid ha dejado de ser España.

Tampoco estaría mal, y sería quizá lo más razonable, declarar desierta la plaza: en 2024 no ganó nadie. Sería el mejor mensaje para el futuro. Y que en Wikipedia o así se leyera: la mierda llegó hasta niveles tan altos que se decidió no proclamar campeón.

Borrón y cuenta nueva. Claro que para eso debería intervenir el Gobierno. Pero está para otras cosas. Del fútbol se van a preocupar esos tíos… Les va bien, además. Cuanto eso, más caca, mejor. Mascarillas o balones. La del día supera a la anterior y la próxima, lo mismo.

No, el Madrid no debería ganar esta Liga. No ganarla sería el exitazo.

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